La visita de mi madre… ( CON fotos)

Bueno durante su última visita, como de costumbre le dio por ponerse a limpiar, y ha preguntarme cuando iba a conocer a una buena chica para casarme, que las últimas novias que me ha conocido, según ella todas tienen pinta de puta.
Yo por no caer en su juego, me despido dándole un beso, me voy a trabajar. Pero a eso de media mañana me llamó al consultorio, para decirme que la ducha se había tapado. Yo le indiqué que no se preocupase, que llamara al conserge, que después de destapar la cañería, me pase la cuenta.

La cosa es que por coincidencia, pude salir temprano de la consulta, y como no estaba de ganas de ver a mi novia, me regresé a casa. Lo primero que encontré al llegar, fue en un lado de la puerta, las herramientas del conserge. Así que supuse que se encontraba aun trabajando, destapando la ducha. Pero al pasar frente a la habitación donde se queda mi madre, me encontré que ella mantenía una muy alegre conversación con Juan, o sea el conserge.

Pero la condenada conversación bastante intima, por lo que yo sin hacer ruido, me quedé oculto en el pasillo, tras la puerta. Mi madre le decía en un tono medio quejumbroso. Hay Juan, usted no sabe lo que sufro, mi pobre marido prácticamente es un vegetal, por lo que yo desde hace mucho tiempo no se lo que es sentir a un verdadero hombre, a mi lado.

Yo asombrado de escucharla, lamentándose de esa manera. Cuando me consta que el viejo, aun es uno de lo que le produce dolores de cabeza, a muchos de sus vecinos en el pueblo, ya que aparte de ser el ginecólogo de la región, tiene fama de conquistador.

Pero bueno, yo seguí escuchando a mi madre con sus lamentos, y observando por la rendija de la puerta, me di cuenta que ella le estaba coqueteando de la manera más abierta al conserge.

Tan es así que en cosa de pocos segundos, él se colocó tras ella, la abrazó, y le dijo, al tiempo que restregaba su cuerpo contra el de ella, que en lo que él pudiera ayudarla, no dudase en decírselo. De eso a que mi madre se fuera quitnando toda la ropa, no pasó casi nada de tiempo.

Asombrado la vi como se puso a mamar la parada verga de Juan, sin ningún tipo de consideración. Así que a medida que ella continuó quitándose el resto de su ropa, Juan disfrutaba de la tremenda mamada que le estaba dando mi madre. Juan por su parte apenas ya ella estuvo del todo desnuda, él comenzó también a desnudarse. Por un rato mi madre continuó mamando la verga de Juan. Hasta que este le pidió que se recostase.

Al principio mi madre se puso en cuatro patas sobre su cama, y vi con toda claridad como el conserge, le fue enterrando toda su erecta verga dentro del coño de ella. Luego comenzaron a cambiar de posiciones, pero lo que más me asombró fue la manera en que mi madre gemía y gritaba de placer, cada momento en que el tal Juan le continuaba enterrando todo su miembro.

Yo estaba anonadado, y super excitado viendo como el conserge de mi edificio continuaba follandose a mi madre. La que no paraba de mover sus caderas, de decir, con todo tipo de palabras, lo mucho que le gustaba como él se la estaba follando.

Yo en cierto momento fue que me di cuenta de lo parada que yo tenía mi propia verga, y cosa que en años no hacía, sin pensarlo mucho, comencé a masturbarme al tiempo que seguía viendo y escuchandoa mi madre comportarse como toda una puta.

En esos momentos hasta por el culo se dejó dar por Juan, mientras que yo sin dejar de verlos continuaba masturbándome, hasta que me vine.

Por aquello que no me fuera a descubrir, tomé mi pañuelo, me limpié. Y salí del apartamento lo más rápido que pude. Ya fuera me detuve en una barra cercana, me tomé unas cuantas cervezas, sin dejar de pensar en el coño, y el culo de la puta d emi madre.

Ya pasada como una hora regresé, quien la viera, y no estuviera al tanto de todo lo que había pasado. Se comería el cuento de que es un alma de Dios. Pero después de cenar, como quien no quiere le pregunté cuanto le debía al conserge, por el destape. Para mi sorpresa, mi madre me dijo que ya ella le había pagado, pero no me dijo como. Así que al terminar de cenar, la confronté.

Poniendose a llorar me dijo, es que tú no tienes una idea de las cosas que me hace tú padre. Ya no me toca, el muy desgraciado, fue cuando yo procurando consolarla, le di un abrazo. Pero de inmediato mientras la abrazaba, me dijo, así que estabas tras la puerta viendo como me follaban, y al tiempo que me dijo eso, agarró mi verga, por sobre la tela de mi pantalón.

Bueno no les contaré lo que luego sucedió, pero ya se lo pueden imaginar….