La visita de mi nuevo vecino…. ( CON fotos)

Bueno todo iba de lo más normal, hasta que al siguiente día, que me asome por la ventana que da a nuestro patio, vi en el patio de al lado, a nuestro nuevo vecino, dándose una ducha con la manguera de su patio. La verdad es que lo que más me llamó la atención fue erecta, y gran verga.

Tan diferente a la de mi pobre Benyi, que la tiene algo pequeña y delgada, además como mi esposo realmente es de baja estatura, y bastante gordito, de la impresión, a primera y segunda vista, es que su polla es realmente pequeña.

Bueno eso pasó, pero lo malo de todo eso es, que no podía sacarme de la mente, lo bien repartido que estaba nuestro nuevo vecino. Así que cuando mi Benyi me dijo que debíamos ir a casa de su señora madre, yo me las arreglé para que él fuera solo, ya que la vieja, aunque me mastica, seguramente no me traga, ya que dice que yo trató a su hijo, como si fuera un nene chiquito.

Bueno esa tarde apenas Benyi salió, y sabiendo que regresaría al siguiente día, me dirigí al patio trasero, de mi casa, y desde ese lugar llamé a nuestro nuevo vecino. Al él salir, le busqué conversación de inmediato, y fue cuando me enteré, que los anteriores propietarios de la casa, habían dejado la ducha tapada, razón por la cual, él se bañaba en el patio, hasta que arregle el desperfecto. Además también me enteré de que es soltero, y que había comprado la casa, para revenderla en poco tiempo.

Fue cuando le invité a que pasara por casa a tomarse un café, así que cuando sonó el timbre de mi casa, ya sabía yo de quien se trataba. Lo recibí en la sala de casa, y al mientras conversábamos, aparte de ofrecerle el café, yo fui dejando que de manera indiscreta, él observase mis desnudas nalgas. Ya a los pocos minutos, prácticamente estaba haciendo un stripper, o desnudismo exclusivamente para él.

La verdad es que no sé que me sucedió, no puedo venir con el cuento de que él me dio algo de beber, o que me fumé un pitillo, porque realmente no fue así, en realidad pienso ahora que lo que me pasó, realmente era algo que deseaba que sucediera hace mucho tiempo, y en ese momento, con esa persona, como que se dieron todas las circunstancias apropiadas, para que me saliera lo de puta.

Ya había yo terminado de quitarme artísticamente toda mi ropa, cuando sentándome sobre la mesa del comedor, y abriendo mis piernas le ofrecí mi coño. Antonio sin perder tiempo se me ha tirado encima, acariciando mis tetas, agarrándome por todas partes, sentí sus dedos, penetrando mi vulva, al tiempo que yo prácticamente le pedía a gritos, que me lo enterrase.

No es que yo sea ninfómana, ni mucho más ni mucho menos, pero en esos momentos, lo que desde el fondo de mi alma deseaba era sentir su tremenda verga abriéndose camino entre mis nalgas. Si me gusta que me den por el coño, como a la que más, pero el que me partan el culo, es algo que me vuelve loca. Quizás sea porque desde jovencita, con el cuento de no salir preñada, o de llegar virgen a mi boda, a muchos de mis compañeros de clase, incluso hasta a varios profesores, los dejé que sabrosamente me dieran por el culo.

Bueno el tal Antonio, mientras fue nuestro vecino, en mucha, y variadas ocasiones, me hizo el favor de penetrarme ya fuera por delante o por dé tras. El sentir como la cabeza de su verga, se iba abriendo paso por mi esfínter, era algo que me erizaba toda la piel, una especie de corriente eléctrica me iba subiendo por toda mi espalda a medida que su verga penetraba mi culo, y alguna de sus manos, sabrosamente me agarraba y apretaba mi coño, sin consideración alguna.

Desde luego sin que el pobre de Benyi se enterase de nada. Pero una vez que se vendió la casa, volví a la rutina de siempre, por lo menos hasta que se mudo Yadira, nuestra nueva vecina, que por cosas de la vida, al igual que yo le gusta experimentar nuevas experiencias….