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Las aventuras porno de Sheila 2

Recaredo Rey Relato enviado por : Recaredo Rey el 23/11/2011. Lecturas: 4403

etiquetas relato Las aventuras porno de Sheila 2   General .
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Resumen
Después de ser varias veces violada, me cogieron en la comisaría, me hicieron de todo y me encerraron para abusar de mí sexualmente.


Relato
Tras la violación que sufrí en el callejón una patrulla policial me recogió para llevarme a casa. Al menos eso creía yo. Me senté detrás con uno de ellos, que me abrazaba cariñosamente. Yo estaba desnuda y agradecía su amabilidad.
- Déjame que te limpie un poco -me dijo-, tienes semen por todas partes.
Con unas toallitas me limpió por todo el cuerpo. Luego me pidió que me pusiera de culo para quitarme el esperma que tenía en el trasero. Lo fue haciendo con mucha suavidad, primero las nalguitas y después el orificio anal. Me metió los dedos para retirar todo el resto de semen.
- ¡Aquí hay leche para alimentar a un regimiento! -decía con sorna el agente-. Ahora te voy a limpiar el coñito, guapa.
Hizo lo mismo por delante, dándome con la toallita por el pubis y la vulva.
- Me da un poco de vergüenza -le dije.
- No te tiene que dar, somos policías y es nuestro trabajo. Ahora te voy a limpiar el chochito por dentro.
Yo me dejaba hacer. Introdujo sus dedos en mi vagina acariciando los labios y el clítoris. Me empezó a gustar y un pequeño orgasmo me delató. El agente notó la humedad en mi coño.
- ¿No te estarás poniendo cachonda?
- Lo siento, es que tiene usted una mano tan varonil, y con tanto tocamiento...
- No te preocupes. Ahora te vamos a llevar a comisaría y vas a dar una buena ducha.
- Pensé que me iban a llevar primero a casa.
- Tenemos que examinarte lo antes posible para buscar pruebas, y tienes que presentar la denuncia. Luego avisaremos a tus padres para que te recojan.
Llegamos a la comisaría, nos bajamos del coche y entramos. Había otros agentes y algunos detenidos. No me echaron ni una manta por encima, así que todos los tíos me miraban y se metían conmigo:
- ¡Guapa, déjame que te meta mi tranca!
- ¡Vaya yogurcito, te voy a comer enterita!
Los agentes me dejaron junto a tres chicas detenidas con poquita ropa, seguramente eran fulanas.
- No te muevas de aquí, vamos a buscar una manta y te llevamos a examinar.
Instantes después aparecieron otros dos policías. Uno de ellos dijo con tono fuerte:
- A ver, estas cuatro zorritas que se vengan con nosotros.
- Perdone -intervine-, es que yo no soy una zorrita, me han traido para que me examinen y para presentar una denuncia.
- Ya, y te has puesto tu mejor vestido para la ocasión... ¿Tú te has creído que somos gilipollas? Si tienes semen hasta en la cara, so guarra. Anda, no opongas resistencia o será peor.
Me agarraron del brazo y me llevaron con las demás a una habitación. Una vez dentro, cerraron la puerta y dijeron:
- Vosotras tres, quitaos la poquita ropa que lleváis, que esa (me señalaban a mí) ya está preparada para aliviar nuestra fogosidad.
Las tres chicas se desnudaron completamente y lo mismo hicieron los policías, que aunque maduritos tenían unas pollas duras y grandes. Nos echaron sobre unas mesas y penetraron inmediatamente a una chica negra despampanante y a una rubia de ojos azules muy guapa. Tendrían sobre treinta años y unos cuerpos magníficos. La otra chica parecía más de mi edad, sobre dieciocho años. Por eso dijo uno de ellos:
- Los yogurcitos los dejamos para el postre.
A los pocos minutos se corrieron en los coños de las chicas y nos pidieron a las otras dos que les chupáramos la polla. Después de un rato lamiendo con los labios y la lengua los enormes y sabrosos falos de los polis, éstos regaron nuestras caras con semen calentito.
- Muy bien, zorritas, y ahora que nos habéis aliviado, vais a hacer lo mismo con unos chicos muy majos que tenemos aburridos en el calabozo. Venga, no hace falta ni que os vistáis, así no perdemos tiempo.
Nos condujeron a las cuatro por un pasillo que llevaba directamente al calabozo. de un empujón nos metieron dentro.
- Chicos, el jefe de policía os invita a unos polvos con estas chicas tan guapas y atractivas. Divertíos cuanto queráis.
Allí dentro había unos veinte tíos, entre borrachos, chorizos, violadores y demás delincuentes. Lo que pasó a continuación fue realmente fuerte. Nos follaban dos a la vez, uno por el coño y otro por el culo, mientras otro nos la metía en la boca y hacíamos pajas con las dos manos, con lo que teníamos ocupados a todos ellos. Nos tuvieron ocupadas unas tres horas, hasta que todos nos follaron por lo menos una vez. Yo ya no tenía partes del cuerpo que no estuviera con semen e incluso con orina de los borrachos que nos mearon encima. Luego, para divertirse, cogieron una botella vacía que tenía un borracho guardada y nos la metieron una a una en nuestras vaginas. Entonces entraron los dos policías y nos llevaron a las duchas para limpiarnos. Pero antes de entrar nos cruzamos con los agentes que me habían llevado a la comisaría.
- ¿Donde te habías metido? -preguntó uno de ellos-. Llevamos toda la noche buscándote. Anda, vente con nosotros que tenemos que buscar pruebas en tu cuerpo.
Me llevaron a una sala donde había un tío con una bata blanca. Me dejaron y se fueron. Al verme, el hombre se quedó observándome de arriba a abajo.
- Eres una chica muy joven y atractiva. ¡Hay que ver cómo te han puesto!
Intenté contarle todo lo sucedido, pero no me dejó.
- Tienes semen por todas partes, y te está saliendo del coño y del culo, me estás ensuciando todo. Bueno, voy a tomar unas muestras de semen de tu vagina para dar con el que te ha violado.
- ¡Pero si tengo en mi coño semen de casi treinta tíos!
- ¡No me extraña, si vas por ahí desnuda y con lo buena que estás, los hombres están deseando metértela!
El poli doctor me tomó un poco de semen y me mandó ducharme.
- Anda, lávate bien el chumino y el culito, que tengo que examinarte exhaustivamente.
Había una ducha en un lado de la habitación. Me lavé muy bien, llenándose el plato de ducha de restos de semen. Ya limpita avisé al doctor.
- Ahora pareces otra cosa, hija. A ver, voy a explorarte el coño, que parece que está muy bien...
- Pues aparte de las violaciones, me han metido una botella hace un rato...
- No, no, si se ve que ha habido jaleo ahí dentro. Digo que se ve muy apetitoso, tienes un clítoris que está para comérselo...
- Seguro que usted también me la mete...
- ¿Por quién me has tomado? Yo soy un profesional. Sólo te la voy a introducir para comprobar personalmente la profundidad de tu vagina, así como su lubrificación y elasticidad. Esto es muy importante para determinar la magnitud de los abusos.
Y cómo no, el tipo se sacó la verga y la "introdujo" en mi vagina. La verdad, ya no me gustaba y estaba deseando volver a mi casa. Así que le metí prisa.
- Por favor, ¿puede eyacular ya? Me gustaría irme de aquí.
- ¿Qué pasa, putita, que estás cansada de vergas y no te gusta follar conmigo? -me dijo enfadado-. Pues ahora vas a saber lo que es bueno.
Siguió follándome hasta que se corrió en mi chocho. La sacó y me la metió en la boca. Me obligó a que se la chupara un buen rato, hasta que se le volvió a poner dura y se volvió a correr. Me hizo tragar todo el semen y limpiarle el nabo con la lengua.
- Ahora ven conmigo, que tengo que hacerte unas radiografías en la planta de abajo.
Abrió una puerta que daba a unas escaleras.
- Tú primero, guapa.
Después de pasar, cerró la puerta con llave.
- Es para que nadie nos moleste y no se velen las placas...
Bajamos unas escaleras y lo que pude contemplar me llenó de terror: había varias chicas desnudas y amarradas. Antes de que pudiera reaccionar, el tipo me empujó al suelo. Intenté incorporarme para defenderme o correr, pero me dio una patada que me dejó conmocionada, lo que aprovechó para atarme a unas argollas que colgaban del techo.
- ¿Tenías prisa, zorra? Pues te vas a quedar un tiempecito aquí, así que habitúate a tu nueva morada.
- ¡Suéltame, hijo de puta! -le grité-. Pronto empezarán a buscarme y me encontrarán aquí.
- ¡Ja, ja, ja! Tú te has ido ya y nadie va a encontrarte. Aquí sólo bajamos algunas veces a divertirnos con vosotras...
- ¡Malditos cabrones! -gritó una chica que estaba amarrada desnuda sobre una mesa -. Algún día pagaréis lo que estáis haciendo.
- ¡Sois unas putas pero no os vamos a pagar, ja, ja, ja! -se burló el muy bastardo-. Bueno, os dejo solas para que os conozcáis, que yo tengo que arreglar unos asuntos arriba. Ah, y que te lo confirmen tus nuevas amigas: es inútil que grites. Esto está insonorizado y no te va a servir de nada.
El tipo subió y antes de que volviera a cerrar la puerta grité con todas mis fuerzas por si me escuchaban.
- No grites -me dijo una chica morenita de unos veintitantos años que estaba amarrada en una cruz con un saliente con forma de pene que se le metía en el coño-. Sólo te va a servir para que te escuche algún compañero de ese cabrón y te den un castigo extra.
La sala era grande y estaba en penumbra. Había cinco chicas aparte de mí: la que estaba en la mesa, la crucificada, otra estaba sujeta de pies y manos a un torno, otra estaba encadenada a un poste y a otra la tenían empalada, con una viga de madera que le entraba por el coño y quién sabe hasta dónde llegaba. La pobre sangraba un poco por la vagina y se quejaba del dolor. La que menos tiempo llevaba allí era la del poste, solamente quince días. La que más, la empalada, hacía un año que la tenían allí sometiéndola a toda clase de vejaciones y torturas. Las cinco cayeron en la misma trampa que yo.
- Tenemos que intentar escapar -les dije.
- Nunca saldremos vivas de aquí -dijo la chica crucificada-. Es demasiado el sufrimiento.
- Nos violan y martirizan todos los días -me explicó la que estaba atada al poste-. La chica empalada está sufriendo un castigo ejemplar por escupir a uno de los policías. Hemos contado el número de los que nos tienen sometidas: cinco.
No sabía qué iba a ser de mí. El día había sido realmente terrible. No estaba dispuesta a permanecer allí mucho tiempo, así que empecé a idear un plan para salir de aquel infierno. Pero todavía me quedaba mucho semen que tragar y algunas vergas más que probar...

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:06) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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