Menuda vieja, morbosa rubia, pensé el día que me la presentaron en el nido de amor que comparto de vez en cuando con una de mis amantes. Una madura rica que estaba para meterle los 10 dedos en su rico culo húmedo...
Relato
Menuda vieja, morbosa rubia, pensé el día que me la presentaron en el nido de amor que comparto de vez en cuando con una de mis amantes. Una madura rica que estaba para meterle los 10 dedos en su rico culo húmedo. Vaya culo y vaya tetas también, y eso que yo ya llevaba culeada a mis amantes. Pero lo de esa vieja pintaba, sí, pintaba bien y para darle duro en la cama. Esa piel blanca... esos ojitos, esas tetas que guardaba bajo sus blusas de seda, redondas tetas de rendondos pezones de mujer madura que nunca habría tenido críos que se las mamaran.
Cuando me la presentó Miriam (Mir) la amiga de Mayra (May) mi amante, sentí deseos de estar con ella, pero ya iba a continuar una sesión de sexo con Mayra, así que nos dirigimos a nuestro lecho de amor, y Giselle (Gis) (que es el nombre de este hembrón) quedo con Miriam en la sala del departamento. Los gritos y susurros de placer de mi amante se escuchaban claramente en todo el apartamento, y probablemente en todo el conjunto residencial. Al rato cuando salimos me di cuenta que se habian dirigido a la habitación de Miriam, seguramente estaban matando la calentura que le producían los gritos de Mayra. Cuando salieron de su habitación Mayra y yo estabamos tomando unas copas de vino, y como ellas salieron muy ofuscadas, las invitamos a que nos acompañaran, los cruces de miradas no podian faltar, nos queriamos comer con las miradas y las otras mujeres se daban cuenta y lo consentían.
Me tenia que retirar a buscar a mi esposa para irnos a casa, y ellas quedarón tramando algo. Al otro día fui a buscar a Mayra, entré al apartamento y estaban las tres muy cachondas. Me dijeron que tenian un problema con la falda de Gi, me pidieron que le subiera el cierre de la falda que quedaba en su espalda y se había trabado. Se lo subí no sin rozar los cachetes de su levantada y redonda cola. Segundo que le mirara un zapato que le parecía que se había aflojado su taco. Se lo revisé mientras le acariciaba las piernas al sujetarlas. Y luego el inesperado "por qué no me las acaricias un poco..." y se echó en el sillón dejando al aire sus hermosas tetas de hembra madura y sabrosa, y bajo las risas de May y Mir. Me dijo, tengo casi ocho años sin tocar un macho solo he estado con hembras como ellas, y les acaricio las tetas a las DOS, a May y a Mir.
Yo empecé a acariciarle sus hermosas tetas con firmes movimientos de mis manos, y la yegua jadeaba de placer, sentía un goce profundo e inacabable. No tardó en jalar la pequeña falda hacia arriba dejando su tanga apenas cubriendo la entrada. Corrí la tanga y empecé a jugar con mis dedos en su ardiente agujero, mientras se mecía para adelante y gemía suavemente. Mientras May y Mir me quitaban los pantalones y buscaban mi verga. Se las notaba muy caliente, les pregunté cuántas veces lo habían hecho entre ellas, y me respondieron que muchas veces pensando en mí.
No contento con mis dedos en la concha de Gis, empecé a besar su sedoso clítoris que se alzaba bien arriba. No paraba de sobarlo con mi lengua, al mismo tiempo que le tenía introducido el dedo mayor de mi mano izquierda, entrando y saliendo reiteradamente. -Pajéame así,-dijo.- Así, pajéame bien y chúpame entera. Mientras May y Mir se comian mi polla y me hacian sentir un gran placer.
Estuve como media hora entre sus piernas, ella mojándome los dedos y yo chupándoselos, cuando no, le puse un dedo a fondo en su rico culo que la muy morbosa pidió que me lo chupara, tras lo cual ella siguió haciendo lo mismo. Se lo llevaba hasta el fondo de su boca la depravada.
No tardó mucho en tener unos espasmos y frenar con su mano mi acción sobre su clítoris. Se puso de pie y me pidió que me sentara, May y Mir pararon por un momento y empezaron a acariciarse entre ellas.
Gis empezó a mamarme con fuerza y con un entusiasmo envidiable. Creo que había estado soñando despierta toda esa mañana con un hombre a quien comerl. Y me lo estaba deglutiendo como un helado.
-Así, zorra, así se mama.
-No te dejaré un gota de leche sin tragarme - respondió. Es una promesa.
-Qué placer que me daba la rica madura. Yo estaba duro con mi tronco mirando y gozando de sus lamidas, del roce de su inquieta lengua en su boca viciosa y del espectáculo de May entre las piernas de Mir, con su culo parado y sus conchas chorreando líquidos vaginales.
No podía más, y ella tampoco. De repente se paró y fue hasta el rincón llevándome de una mano, y subiendo una pierna al respaldar del sofa donde muchas veces lo habia hecho con May, puso su sexo en dirección a mi pene, dispuesta a que la atacara sin más preámbulos y consideraciones. Que gloriosa penetración, y que rica que lucía la muy puta, con mi verga entrando y saliendo de su calentísima cavidad. No dejaba un centímetro sin disfrutarla.
-No me tengas lástima -decía.- Golpéame hijo de puta... dámela sin asco, cabrón...
La golpeaba con fuerza, la atropellaba, pero mis ojos estaban puestos en su culo exquisito. Se lo acariciaba y pellizcaba, y ella gozaba con esos juegos de manos durante la larga penetración. Larga por el tiempo y larga por el tamaño de mi pene que no era de los chicos. Luego, estimando que aquella posición no era la mejor para romperle el culo como se lo merecía, la saqué de un tirón y la bajé de allí. Volvimos hasta el sillón y me la senté encima, para meterla en su culo inquieto y ardiente...
-Esto es lo que más me gusta -dijo.
Cuando arremetí en su culo pego un grito de dolor, ayyy cabrón que me partes el culo, ugg no sigas ayyyyy, las chicas sea presuraron a besarle los labios en parte para acallar sus gritos en parte para darle mas placer, yo continue con acelerados movimientos de mi verga en su culo, entrando y saliendo por ese agujero apetecible, que no ofrecía resistencia, y cuyo tamaña hablaba de las experiencias que esa puta jefa habría tenido con mis amigas.
-Qué bien roto que te lo voy a dejar -le dije mientras se la metía sin vueltas. - Se ve que la niña no perdió el tiempo... y de repente la escuchamos, ahhhhhhh siiiiiiiihhhh, yahhhhhh auu, rico arrrrrggg, y acabo con un gran orgasmo.
-Pero en menos de lo que podia pensar, la muy perra me pidió mas, Sí... no me lo han hecho en años, no voy a desaprovechar esta ocasión...... cójeme... cójeme y no pierdas tiempo... haz tu trabajo... -respondió con tono enérgico como dando una orden. Su rostro colorado, su pelo agitado, su cuerpo transpirando y su voz que se quebraba de placer.
Dame más, dame más, ahhhhhh, -yo le gritaba.
Y ella realizaba maravillosas proezas sobre mi miembro, cabalgando con su culo abierto, mientras un jugo copioso bajaba de su vagina excitada. Y su culo se ceñía más a medida que mi miembro se engrosaba allí dentro, producto de la feroz calentura que esa zorra me despertaba.
-Ahora voy a exprimirte los huevos... -dijo y se bajó.
Tomó mi miembro y se lo llevó a la boca para masturbarme con ella. No contenta con esto, les presento su dilatado culo a las chicas para lo chuparan, de repente Myr que la conoca muy bien empezo a metele los dedos primero hasta meter toda su mano en el culu de esta perra, ella estaba como loca con mi verga en su boca, Myr en su culo y May mamandole el clítoris, de pronto soltó mi verga, lo soltó y se aferró a mis muslos, que acariciaba salvajemente, cuando no me clavaba sus largas uñas blancas en las carnes diciendo que así me marcaría para ella.
No daba más, por fin exploté en su boca copiosos líquidos, y ella tuvo la virtud de no dejar escapar una gota de su interior. Su lengua temblaba y daba golpes a la cabeza de mi miembro mientras la inundaba. Se la chupó toda!. Y lo que quedaba se lo dejo a mis chicas.
Luego de saborear y tragar mi leche, dijó : ahhh, riquísima... y se acomodo para para que las chicas continuaran con ella, May chupando su concha, mientra Gis hacia lo mismo con Myr, y Mir revivia mi verga. AHHHHHHHH que espectáculo. Estaba con tres perras espectaculares, con unos labios sensuales y con unas tetas espectaculares y con unos culos de infarto, y unas conchas humedas y hermosas. A todo esto ya Mi verga, tenía un tamaño que hasta a mí me asombraba, deseando mas guerra
Al salir me recibió el coro de miradas cómplices de mis compañeros. Cuando pasé por el escritorio de su secretaria, aquella me dijo: Buen provecho... se nota que has comido bien. A continuación empecé a meter manos, ya Myr se notaba bastante mojada en su concha, la que tenía depilada y arregladita, y me pegó un beso de lengua que casi me hace desmayar, y me monto, diciendo eres especial papi hazme sufrir, ahhhhhh ughghgh, Mientras May y Gisque se nos unierón y comenzamos a toquetearnos por todas partes. Me metian mano y yo a ellas. En la cama, mientras yo le besaba los pezones a Gis, May comenzó a acariciarme los huevos, mientras Myr me cabalgaba, con una delicadeza que me hacía estremecer, al bajar de los pezones hacia la conchita, May empezó a chuparle los pezones que yo había dejado ya paraditos a Myr, mientras que yo chupándole la concha a Gis, con mi mano, le introducía, primero uno y luego dos dedos en la conchita a May, la que para era bastante pequeña y estrecha, pero muy jugosa, ya que las dos estaban destilando sus jugos.
A todo eso, Myr me hizo poner boca arriba en la cama, y ella se sentó arriba mío, empezando a hacerse una paja con mi pene refregándola contra su clítoris, gozando como una loca y sintiendo yo en ese momento, el calor que su sexo desprendía, me cabalgaba con un movimiento suave y acompasado que puso más aún tieso mi miembro, mientras May, seguía chupando sus pechos y con una mano me acariciaba los huevos, ya Gis se estaba tragando de nuevo mi verga.
Luego de un rato de esta operación, me dijo “corazón, quiero sentirte todo dentro mío”, como estaba tan caliente, se sentó sobre mi pene y se la enterró toda, cerrando los ojos y gimiendo de placer. Ni que decir que después de mucho gozar, los dos estallamos en un orgasmo de película, mientras May y Gis, también acababan por que yo les había estado haciéndole una fenomenal paja, a su pedido, para poder acabar los cuatro.
Nos quedamos en esa posición por un rato, ya que yo por ser tanta la emoción, tenía el pene otra vez parado como nunca, y mis dedos seguían jugueteando con la conchita de May, que me dijo esta vez me toca a mi, y se puso en cuatro, Myr se puso debajo para chuparle la concha, mientras Gis se hacia una paja viendo el espectáculo, cuando se lo enterre, le dolió aun no se acostumbra a mi verga, AAAYYY papi despacito que me duele mucho AUUUU, rico, ya mi verga estaba toda adentro, Gis se paro y empezo a mamarle las tetas, obsequiándome su culo, al cual le daba unas palmadas y me metia los dedos, de pronto May se vino otra vez y grito de placer al hacerlo, y llorando así acostumbra terminar una buena sesión, me dió un beso de lengua, que me llegó hasta el fondo de mi garganta.
Descansamos un rato, hablando de lo hermoso que había sido y yo, vuelvo a reiterar, como nunca, volví a estar al palo, por lo que mientras charlábamos los tres en la cama, comencé a jugar con los dedos de mi pié en la conchita de Gis a quien tenía enfrente, a lo que ella comenzó a acariciarme el pene y yo le pedí que me lo besara a lo que accedió gustosa, May la acompaño dándome una lección de cómo te deben mamar bien el miembro, mientras me basaba apasionadamente con Myr.
Se la introducían en sun boquitan y luego con la lengua recorrían todo el largo del mástil, hasta mis huevos, haciéndome temblar de placer. Mientras yo con mis dedos traviesos acariciaba el sexo de Myr, la que tuvo una acabada de aquellas, no dejándome parar hasta que sintió el último ramalazo de su orgasmo, que la hizo gritar bastante.
Simultáneamente, Gis se subió sobre mí y se empaló con mi pene, y mientras me cabalgaba me decía, “después te quiero arriba mío, para que me la entierres hasta el fondo”, dicho lo cual me le subí y comencé a darle bomba, mientras mi dedito inquieto se escapaba hasta su culo y poco a poco con los mismos jugos de Myr se lo iba lubricando.
“Cuidado, me dijo, que me lo dejaste ardiendo, como con fuego, aún lo tengo adolorido, pero me gusto como estrenaste mi culo, pero ve despacito”. May que ya sabia lo que venia beso los labios de Gis, yo aproveche para enterrarle mi verga, ella trato de separarse pero no pudo, AAAAyyyyyyy, papIIIIIIItoooooo, ayyyy que rico, siiiii, uuuuuuhhhhggg, mas, de repente le sacaba la verga para apreciar como le había hecho el culo, que enorme hueco le había dejado. Cuando acabamos los dos, en un momento sublime, ya que a diferencia de May, el culo de Gis es más cerrado y me apretaba mi miembro, lo que me produjo un placer adicional, le dí vuelta y una vez en cuatro, volví a lubricarle su culito, comencé la penetración, con bastante fuerza hasta pasar la cabeza, una vez adentro, ella me pidió, “metémela toda, que te quiero gozar también por allí..!, ya casí no siento mi culito me lo dejaste todito adolorido, pero si quieres sigue, tu eres mas importante que mi dolor, AY Auug”, a lo que empuje y se la metí hasta el fondo.
Mientras yo estaba compenetrado en lo mío con Gis, May estaba haciendo gozar a Myr al chuparle las tetas, y al ratito, era Myr, la que desde su posición de cuatro, se las chupaba a ella.
Como se imaginarán, a estas alturas estábamos los cuatro bastantes agotados, pero al ratito, comencé a comerle la conchita a Myr, la que me apretó mi cabeza contra su sexo, diciéndome, “sigue, papito...!, no te detengas...!, que ya me vengo” y efectivamente, sus jugos vaginales explotaron en mi boca, lo que me produjo el deseo de también comerle la concha a May, a lo que empecé a trabajarla con mi lengua y con mis dedos, sintiendo que ella tenía una sucesión de pequeños orgasmos, que desembocaron en uno enorme, el que sentí en mi boca, ya que ella me apretó en su placer, mi cara contra su sexo, por lo que también saboreé sus jugos.
Mientras Gis se pasaba las manos por el orto, satisfecha por la abertura que ahora tenia. Como con tanto chupar las conchitas, a mí se me había vuelto a parar mi pene, Gis me pidió, y a mi me pareció como en un sueño, que al mejor estilo de película porno, me dejara me hicieran una paja y les acabara a las tres en sus tetas, a lo que accedí y al acabar, las tres golosas se chuparon su cuerpo glotonamente, para comerse mi leche, exclamando las tres al unísono,”nos has dado casi un litro de tu leche, amor..!”Los cuatro quedamos rendidos y extenuados, y yo creía estar en el séptimo cielo, ya que ni por asombro, me había imaginado tener una sesión de sexo de esas características, y menos con tres mujeres bisexuales, pero que aprecian las bondades de una buena pija dentro de ellas.
Luego de toquetearnos un rato más, y ya con el tiempo cumplido, nos duchamos los cuatro, aprovechando esa vez, para seguir acariciándonos mutuamente, con mi mástil en la puerta de cada conchita, nos vestimos, tomamos un café y quedamos en repetir al otro día una sesión similar para disfrute de nuestros respectivos sexos.
Es por ello, que aún no repuesto del todo, quisimos dejar por escrito esta experiencia y contárselas a ustedes, ya que yo no salgo de mi asombro, porque si bien ellas tenían su fantasía, yo ni en mi mejor sueño hubiera imaginado poder realizar lo que realice con estas tres dulces mujeres, sin haberlo planeado ni preparado, y con tanto placer, que al momento de escribirlo, me recorre el cuerpo una serie de sensaciones y sabores que me hacen recordar los momentos vividos, menos mal para eso tengo a mi esposa, pero esto se los contare después ya esta historia nos dejo muy calientes.
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Cuando se produzca un nuevo encuentro, se los volveré a contar
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Si te ha gustado Las joyas de la corona (de mi verga) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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gabmam
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:39) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:16) dice:
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(18 de October de 2022 a las 19:14) dice:
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