Lascivia a tope

Relato enviado por : Anonymous el 21/07/2015. Lecturas: 1314

Confesiones .
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Resumen

Procuro fisgar a mi mujer porque me pone mucho y la aliento a ser puta en casa y fuera.
Por eso mi mirada libidinosa y lasciva a ella también le pone .
Su boquita entreabierta en medio del acto me lleva a la estratosfera y la imagino disfrutando con otro hombre que la posee.
Yo se lo cuento y anhela y cierra sus ojos en señal de dejarse llevar por su imaginación.
Un día me contó que en su fantasía había pensado en un compañero de trabajo que la acosa dentro y fuera de él.
Como son maestros y no hay muchas oportunidades dentro salvo algún despacho con llave y unas manos habilidosas donde se enredan y se besan.
Pero en la noche de cena de fin de año del cole aprovecha el otro para seducirla y la magrea en el baile y la trae hasta casa previo pago carnal .
La última vez vino totalmente mojada y despeinada.
Lo hicieron en el garaje sin ninguna luz para no despertar sospechas.
Ella está subyugada por el otro , es el director del centro y a menudo hacen horas extras .
Creo que en el centro las voces van afirmando que hay lío .
Va a pedir traslado pero no quieren dejar su relación.
Yo consiento sus devaneos porque también yo tengo los míos.
No nos vemos con el otro pero me cuenta su experiencia y desea ahora que conozca a la mujer del director para saber si ahí hay tema o puede haberlo.
Nuestra relación de pacto no escrito es condescendiente con nuestros asuntos.
En vacaciones cambiamos de ciudad y ella en la playa siempre encuentra algún moscón que llevarse a la cama.
La sigo en su paseo por la arena y allá donde se pone en topless enseguida llega algún mariposón como mosca a la miel.
A menudo consiente y el mariposón se lleva un buen recuerdo en forma de lengua envenenada y procaz.
Nuestra fantasías las compartimos con una pareja que conocemos y con la que interactuamos la noche de los sábados.
Allí sí nos vemos en vivo y en directo . El amigo sale ganado pero a mi ella con sus gafitas me tiene coladito.
Y el otro la tiene más pequeña y por eso a menudo su mujer se lo reprocha y se cabrean.
Pasamos una velada cada semana que se puede previa peli porno los cuatro amarteladitos.
Al final y después de haber tenido cada pareja su satisfactoria ronda nos tomamos un copazo.
Y de vuelta a casa la paseo por la calle sin bragas.
Se pone a cien y al llegar a casa se lo como entero incluído los fluidos del amigo, se los paso a su boca y nos contamos cada uno nuestra experiencia.
A la mañana siguiente empezamos el día con un masaje total donde los gritos se pueden oír en Sebastopol.

Relato