…, mira que belleza me dice y atrapándome de mis hombros me empieza a señalar algunas estrellas que conoce por su nombre. Susurrándomelos en mis oídos, el tenerlo cerca y sentirlo joven y robusto apresándome por mis hombros comienza a alterar mis hormonas.
Relato
Me voy a presentar, soy Laura una mujer, en verdad una hembra ardiente, vehemente, impetuosa y apasionada. Tengo recién cumplidos mis 23 años… estoy casada, en verdad me casé con este hombre Darío mas que nada por salir del yugo de mi padre, quien solo me deseaba para poder ascender en la empresa con vanas promesas de entregarme a sus jefes como juguete presuntuoso, nunca lo permití y eran grandes mis peleas con mi progenitor por ese motivo… aparece un vecino 15 años mayor que yo y a los 18 años me dice que le gusto que desea tenerme por esposa, fue mi vía de escape y lo acepte por marido sin estar enamorada de él, eso si a sido un respetuoso macho conmigo y yo jamás le he fallado, aunque me dicen calienta pollas por lo apretada que bailo con los hombres y quedan estos babeando por mi cuerpo. Mi cuerpo es joven apreciado y deseado por los hombres, mis senos son duros y mis pezones grandes y cuando se excitan se notan, mis piernas largas y bien torneadas con un trasero que es el plato de fondo que muchos hombres quisieran servirse… dejé que por una vez me preñara Darío para que viera que lo deseaba, en verdad mi hijo hoy de cuatro años es un amor y con un genio parecido a su abuelo. A mi casa paterna no voy nunca.
Respeto a Darío, pero siento que me falta conocer la verdadera entrega a un vigoroso, enérgico y resistente semental, Darío es de mete y saca rara vez dura mas de cinco minutos en mi vagina y jamás acaricia mi cuerpo o sexo por que su religión le dice que eso es pecado…, no sabe lo que se pierde, esto hace que nuestra actividad sexual sea alejada no mas de dos o tres veces en el mes. Par mí poquísimo, de orgasmos ni hablar.
Darío me invita a ir a una reunión de mujeres de su credo en una vigilia, en verdad no me interesa, pero por salir un poco a disfrutar de la vida acepto, en esta vigilia las mujeres se juntan aparte en una pieza y los hombres afuera en el desván realizan sus ofrenda y rezos… los jóvenes se reúnen en un circulo en el patio a conferenciar… me fijo en uno de ellos al igual que yo poco le importa lo que rezan dicen o planifican…, nuestras miradas se cruzan varias veces y nos miramos con calor y fogosidad.
Hacen grupos para meditar y nosotros dos quedamos solos y hacemos nuestro grupo… el se presenta se llama Leo tiene recién cumplidos sus 18 años y está en esto por que una de las mujeres que el desea como su hembra en una cama, casada con uno de los seguidores esta aquí y él tiene esperanzas de poder refocilarse con ella en algún momento.
No lo logra, pero si me acompaña de paseo por el río, caminamos en la noche no se cuanto, pero de repente me doy cuenta que nos hemos alejado bastante de nuestros grupo, debemos volver le digo… él estaba maravillado mirando el cielo sin luna que se veía hermoso…, mira que belleza me dice y atrapándome de mis hombros me empieza a señalar algunas estrellas que conoce por su nombre. Susurrándomelos en mis oídos, el tenerlo cerca y sentirlo joven y robusto apresándome por mis hombros comienza a alterar mis hormonas.
El que temblaba era yo al sentir su cabello en mi cara y de tenerla a ella tan cerca a mí. Luego de los problemas ella adquiere destrezas para solucionarlos y no se que paso. Solo se que la cogí por sus hombros, la fui acariciando lentamente con mis manos, su bracito, luego su vientre, Ella no hacia nada, solo suspiraba rápidamente agitada. Luego acerque mi rostro al suyo, para corregir algunos errores, la empecé a besar despacio en sus mejillas, sus orejitas, su boca.
Ella no sabía como negarse, estaba excitada, pero no quería ser infiel. Era una mujer casada de 23 años. Tuve que hacerlo despacio para que no se asustara y se espantara. Or fin abrió su boca y sentía mi lengua junto a la suya, fue lo más delicioso. Luego la acogí despacio y la aleje del camino, la recosté en el pasto para poder apreciar su cuerpo ión. Ver su cuerpo y me excité, empecé a desnudarlo. Ella no oponía resistencia y solo atinaba a gemir despacio, muy bajito. Estaba desesperada y ardiente de pasión. Así cuando termine de desnudarla, la volví y la a acerque a mi abrigo la coloque sobre el. Me dejo a mi curiosa mirada toda su deliciosa vagina, me encanto, su olor fresco, sin ningún vello en su vagina, me hacían temblar al tratar de poseerla, era el hombre mas feliz de la tierra. Besé su sexo, la recorrí con mi pene sus nacientes senos, con ella fue magnifico. Sus gemidos me encantaban, y sus caricias a mi cuerpo, fueron fenomenal. Al llegar al punto cúspide de su clímax, ella lanzo un gemido espantoso. Y como ella ya había tenido su parte, quería el derecho de tenerla para mí. Aprovechando que aun estaba atontada por los deseos carnales, la penetré al abrirla de piernas, despacio. Estaba en el esplendor de su placer, nunca la había sentido una cosa tan dura que escarbara entre sus piernas. Cuando la penetre, se sintió un delicioso gemido junto al estallido del himen. Su dolor no fue tanto, ya que con el orgasmo estaba atontada y solo se dejaba llevar. La abrí su vagina al tope y les diré que no dure ni 10 minutos cuando termine explotando dentro de ella, bañándola con mi semen. Fue una experiencia linda en mi vida una mujer entregada al placer del apareamiento sin negarse moviéndose suavemente a las penetraciones de mi miembro…, Ella gemía entusiasmada anye los hechos acontecidos. Cuando se recupera se ve desnuda con un pene entre sus piernas lacio y de su vagina brotaba el semen vaciado en ella, me mira sorprendida y me dice fui tu mujer y me gustó, pero no debí hacerlo le he puesto los cuernos a mi marido, tus caricias y tu empeño me llevaron a ser tuya. Lo tienes duro y firme no como mi marido que es menos duro y no está erecto.