Laura en Oaxaca

Mi relato comienza cuando por circunstancias del destino unos días antes del 15 de septiembre mi amiigo de la infancia me llamó apara invitarme a pasar unos días en la Ciudad de Oaxaca aprovechando las fiestas patrias, a lo que me negué pues por cuestiones de trabajo y por que soy casada no podía aceptar la invitación.

Sin embargo se dieron las circunstancias favorables ya que un día antes de la fecha mencionada mi esposo me avisó que tenía que salir de comisión a hacer un trabajo fuera de la Ciudad y al mismo tiempo mi amigo me seguía insistiendo en sus correos electrónicos para que aceptara su invitación.

Despues de mucho pensarlo y sabiendo que mi esposo no estaría, me decidí a ir a Oaxaca aceptando la invitación de Moisés (así se llama mi amigo), cuando le avisé la hora en que llegaría , él me esperaba ya en la terminal de autobuses, al encontrarnos en la terminal me di cuenta que estaba tan ansioso como yo de que nos encontraramos pues cuando me vió me dió un efusivo abrazo y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.

Charlamos un rato y posteriormente nos dirigimos a su departamento yo iba muy contenta pues hacía tiempo que no lo veía y a la vez algo nerviosa, Moisés me dijo que le daba mucho gusto verme, charlamos de los viejos recuerdos de la infancia, me comentó que le encantaría llevarme a recorrer los lugares mas interesantes de Oaxaca.

Cuando llegamos a su departamento me pidió que me pusiera cómoda pues hacía mucho calor y por tal motivo Moisés me dijo que se daría una ducha muy rápido y que mientras viera yo la televisión, él se metió a bañar, antes de eso se desnudó totalmente delante de mi, cosa que me puso algo cachonda, pues lo hizo sin ningún pudor y como si estuvieramos ambos acostumbrados a eso.

Yo estaba ya algo caliente y a la vez confundida, yo no dejaba de admirar sus nalgas bien formadas y contenía las ganas de tocarselas.

Tiempo después Moisés salió del baño y solamente traía puesta una truza que más bien era como una especie de calzón de likra que se adhería perfectamente a su cuerpo y que dejaba ver el bulto de su enorme miembro viril, Moisés sabía lo que pasaba por mi mente pues yo notaba su mirada llena de picardía.

Se acercó a mi e intentó besarme, a lo cual me opuse de momento, él no se inhibió y comenzó a hacerme cosquillas , yo hice lo mismo y nos reímos durante un buen rato.Asi terminamos recostados en la cama y sin dejar de reír me miró fijamente y noté que mi blusa se había subido más de lo debido como resultado de nuestro juego, su mirada continuaba fija en mi y como pidiendome permiso con su mirada me quitó la blusa, tocó mis senos, los acarició sin dejar de mirarme, yo quería pedirle que se detuviera pero mi excitación era tal que no le dije nada.

Moisé me quitó mis jeans y se quedó mirando por un rato mi diminuta tanga, se acercó a mi y me besó muy ardientemente que me hizo sentir un torrente de placer en mi vagina, sus manos me acariciaban toda, y asi fue como nos fundimos en un beso muy cachondo y sus manos seguian acariciandome toda, yo me moría de ganas por ver su pene pero lo dejé hacer lo que quería sin emitir palabra alguna, mientras me maravillaba viendo el enorme bulto que ahora se notaba mas por sobre su truza de likra.

de pronto Moisés metió su dedo dentro de mi vagina con mucha delicadeza, yo ya me sentía muy mojada, después me quitó la tanga y metió su pene por mi ano de una manera tan deliciosa que yo ya no podía más, quería gritarle que me penetrara ya en ese instante, sin embargo guardé silencio y seguí disfrutando del enorme placer que sentía.

Por fin llegó el momento, Moisés se quitó su única prenda y vi su grandioso pene a punto de estallar con una sola mirada me hizo arrodillarme frente a él y comenzar a mamarsela una y otra vez metiendo su enorme verga hasta adentro de mi boca, yo sentía como entraba y salía ese gran trozo de carne de mi boca.

Él me pedía que siguiera chupando más y mi vagina se encontraba mojadisima y mi panocha ya rogaba en silencio por tener esa verga adentro, Moisés lo notó, me acomodó en el borde de la cama y metió su verga poco a poco, me acomodó en una posición desconocida para mi, se puso en cuclillas, apoyó sus pies en el colchón y me introdujo su verga hasta adentro, se movía lentamente de arriba a abajo aimpulsandose con sus piernas.

Sentir ese enorme miembro entrar y salir me tenía loca y tan excitada que no paraba de gritarle que siguiera, que ya estaba a punto de terminar.
Moisés siguió hasta que me hizo explotar de placer y continuó moviendose hasta que sentí en mi interior un líquido tibio, nos miramos exhaustos, habiamos terminado ambos, nos besamos y finalmente me dijo BIENVENIDA A OAXACA.
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