Gracias a una venganza por mi infidelidad, mi novia Laura descubre que no todo es amor y que se puede disfrutar de otras maneras.
Relato
Antes de nada me presentaré. Me llamo Miguel y tengo 28 años. Tengo buen cuerpo y según dice mi novia estoy de buen ver. Mi novia se llama Laura y es un bombón también de 28 años. Nos conocimos en la facultad. Ella estudiaba derecho y yo literatura. Ahora yo soy profesor en un instituto mientras que ella trabaja en un despacho de abogados. Hace ya unos años que estamos de novios pero todavía no vivimos juntos. Eso no es impedimento para que tengamos relaciones muy a menudo. Podríamos decir que es de lo más satisfactorio.
Laura no es muy alta (1.63cm) pero tiene un cuerpo de vicio. Es delgada, tiene unas tetas grandes bien redondas y duras y un culo de infarto. En verano, cuando se pone vestidos ligeros todo el mundo se la queda mirando y alguna vez le han llegado a tirar los trastos sin disimulo estando yo delante (a saber lo que le dicen cuando está sola). Además tiene una carita de ángel que hace que cuando se excita el morbo sea increíble.
Aunque había tenido algún novio antes fue conmigo con quien se fue destapando. Conseguí que llegara a hacer de todo y ahora es toda una morbosa muy caliente. Hemos llegado a follar en sitios públicos y a exhibirnos por todos lados. Le vuelve loco sentirse mi putita y tengo que reconocer que es una sumisa de lo más caliente. Lo único que no he llegado a convencerla de que haga es el sexo anal y el intercambio de pareja.
Bueno, vamos a la historia. Hacía bastantes días que no la había visto. En el despacho últimamente tenían mucho trabajo con unos casos un poco complicados y hacía dos semanas que no nos veíamos, así que cuando me llamó para quedar con ella todo el fin de semana me llevé una alegría. Me dijo que íbamos a recuperar los días perdidos (entre nosotros eso quiere decir follar como locos).
Como vive en casa de sus padres (estamos ahorrando para el piso), me dijo de quedar en el apartamento de una amiga suya que está de vacaciones. No es la primera vez que usamos como picadero el piso de un amigo así que la idea de tenerla un fin de semana entero con las piernas abiertas me ponía a mil.
Cuando llego al piso y toco el timbre me recibe sólo con un sostén de encaje que le sube las tetas, un tanga muy reducido, de tipo hilo dental, liguero y medias, todo negro y unos zapatos de tacón que le realzan sus piernas. Va maquillada y está guapísima. Aunque a veces se pone lencería erótica esta vez estaba increíble.
El morbo de verla abrir la puerta así me pone frenético. Intento besarla pero no me deja. Pone cara de traviesa y me hace seguirla por un pasillo. Veo su culo bien espectacular por el tanga que se le mete entre las nalgas (es un culo muy excitante). Creo que se esfuerza en moverlo bien. Parece toda una zorrita y me encanta.
Llegamos al salón donde hay una moqueta, una mesa grande y unos sofás. Nunca había estado allí pero parece que su amiga tiene pasta. Me dice que le da palo usar la habitación de su amiga y que nos quedaremos en el salón. Me encanta la idea.
Me apoya contra la pared y empieza a desnudarme sin dejarme que la toque. Se empieza a fregar contra mi cuerpo pasando sus tetas por todos lados. Noto sus pezones bien duros contra mi piel. Mientras me va quitando la ropa me va susurrando al todo lo que quiere hacer conmigo. Quiere que la llene de leche, que le revienta el conejito y que la convierta en mi putita como un regalo por lo bien que me porté con ella.
Cuando ya estoy desnudo del todo y bien empalmado me dice que cierre los ojos. Lo hago imaginando cual va a ser la sorpresa: le encanta esperarme desnuda con las piernas abiertas y el coñito bien empapado.
En ese momento un fuerte empujón me tira contra la mesa y dos pares de brazos muy fuertes me aprisionan atándome las piernas a las patas de la mesa y los brazos alrededor de ella. La sorpresa y la fuerza con la que todo ha pasado me ha impedido reaccionar.
Cuando me quiero dar cuenta estoy completamente desnudo y atado a una mesa, con mi polla todavía dura aprisionada entre la madera y mi vientre, las piernas y los brazos separados . Todavía no he visto quién me ha puesto en esta situación. Levanto la cabeza y veo a Laura que me mira indiferente. Pregunto qué pasa, le grito. Entonces los mismos brazos fuertes de antes me ponen una tela de mordaza. Solo puedo emitir ruidos apagados. Miro alrededor y volvemos a estar solos mi novia y yo.
En ese momento se abre la puerta y aparece un tipo alto de unos 30 años, fuerte, vestido con una camisa medio abierta y unos pantalones de lino. Informal pero con clase. Es bastante atractivo y además se le ve musculoso. Me mira y sonríe. No entiendo nada.
Sólo dice:
-Hola zorrita, ¿Así que este es el cabrón de tu novio?.
Laura solo asiente con la cabeza mientras se dirige hacia él y le da un buen morreo. Sin decir nada se arrodilla ante él, le baja la bragueta, le saca la polla, que resulta de un tamaño bien respetable y se la mete en la boca entera empezando una mamada de impresión, tragándosela toda hasta que esta tan dura que no le cabe. Se la chupa tranquilamente pero con mucha dedicación. Nunca me lo había hecho así a mi.
Yo sigo sin entender nada y lo que veo me deja sin poder ni siquiera emitir ruido alguno. Mientras yo estoy desnudo sin poder moverme, mi novia vestida como una zorrita se la está chupando a un desconocido.
El tipo sigue mirándome y empieza a hablar mientras mi novia se come su rabo, bastante más grande que el mío (mientras que la mía solo mide 15cm calculo que la del tio debía medir unos 19cm y bastante más gorda).
-Mira cabrón, te voy a explicar lo qué pasa , lo que ha pasado y sobretodo lo que va a pasar.
En ese momento un escalofrío recorrió mi espalda. Más que por lo que dijo, por el tono frío y seguro que utilizó.
-Me llamo Carlos y estamos en mi casa. Conozco a Laura del trabajo donde nos hicimos amigos. Tienes una novia muy maja y creo que no te la mereces pero es cosa suya el decidir seguir contigo y no me meto. Vino un día a pedirme consejo porque pensaba que no le eras fiel. Confiaba mucho en ti pero últimamente empezaba a tener sus dudas. Estuvimos hablando un buen rato hasta que nos despedimos con mi promesa de que le ayudaría.
Mientras mi chica ya le había puesto la polla bien dura y le chupaba los huevos él siguió contando.
-No me costó mucho descubrir que te tirabas a una tal Marina, una chica del gimnasio al que vas. La verdad es que podrías haber sido un poco más discreto por respeto a Laura. Además esa chica no está ni la mitad de buena que tu novia y dudo que sea tan buena y morbosa en la cama.
En ese momento si que perdí el aliento. Es cierto que estuve follando con Marina durante una temporada y también es cierto que no fue nada del otro mundo. Era más el morbo de lo prohibido que otra cosa. Además fue ella quien me tiró los tejos y siempre cuesta decir que no a una tía que te quiere llevar a la cama aunque ciertamente no fuese ni la mitad de buena que Laura.
-Hice algunas fotos de los dos yendo juntos y de un día que os lo montasteis en el coche. Con la historia y las fotos fui a ver a Laura y se lo expliqué todo. Ella no aguantó y se puso a llorar. Lo que más le dolía era lo que se había entregado a ti sin límites porque te quería (y te quiere, incomprensiblemente) con locura pero el verse engañada le dejaba hecha polvo. No sabía como reaccionar ni qué hacer.
Laura seguía trabajándole la polla sin inmutarse por la historia. En ese momento se sacó las tetas del sostén y empezo a masturbarle con ellas. Era una imagen increíblemente morbosa pero lo que estaba oyendo me impedía excitarme. Estaba muy confuso pero el tipo continuó.
-Charlamos mucho rato y poco a poco fui entendiendo como se sentía. Al final vi que lo que ella necesitaba era sentirse en una posición de fuerza y nada mejor para tenerla y recuperar la confianza que vengarse de ti . Se lo expliqué y ella se quedó pensándolo. Me dijo que tenía que reflexionar y nos despedimos.
Al cabo de unos días, en el trabajo, vino a mi despacho y me dijo que ya sabía qué hacer. Se había dado cuenta de que había estado ciega mirándote sólo a ti y que quería sentirse más independiente, demostrarse a ella misma que sin ti podía seguir teniendo lo que necesitaba. Después de decirme eso se lanzó a mi cuello y me besó diciéndome que quería pasárselo bien con alguien nuevo y que por lo que la había ayudado era yo quién se lo merecía. Tu novia está muy buena y evidentemente me encantó la proposición aunque le dije que sería a mi manera. Ella se extrañó pero aceptó sin preguntar.
Mi novia ahora se había puesto detrás de él y empezaba a comerle el culo. El tipo lo único que hace es cogerle la cabeza y apretarla más contra sus nalgas. La situación es kafkiana. Mi hasta ahora modosita novia haciendo de guarra barata con un tipo delante de mí. La posición en que estoy es bastante incómoda y me empiezan a doler los brazos pero no puedo ni moverme ni decir nada así que no me queda más remedio que seguir escuchando a ese hijo de puta.
- Después me dijo que quería vengarse de la manera que te hiciese más daño pero no sabía muy bien cómo llevarlo a cabo. A eso le respondí que ya me encargaría yo y es lo que vas a sufrir hoy.
Ese mismo día en el despacho acabamos follando como animales. Dije a la secretaria que se podía marchar y mientras cerraba la puerta le pedí a Laura que se desnudara. Ella me hizo un striptease de impresión quedándose sólo con el tanga. Luego vino a cuatro patas hasta mi y empezó a desnudarme. Cuando me sacó la polla que ya la tenía bien dura no dudó en tragársela desesperadamente. Me sorprendió lo fogosa que era y cuando se lo dije me explicó que tenía que recuperar el tiempo perdido.
No me alargaré porque ya verás tu mismo lo que hago con tu novia. Sólo decirte que ese día me la tiré varias veces dejándole la boca y el coño chorreando. Además descubrí que le gusta ser sumisa, lo cuál me encanta. Le dije que fuese a verte y que follase contigo con el coño lleno de mi leche.
En ese momento recordé un día hace unas semanas que llegó a mi casa sin que la esperara y que casi sin decir nada se abalanzó sobre mi follándome como nunca. También recuerdo que me sorprendió lo mojada que estaba, pero yo lo atribuí a que estaba muy caliente. ¡Ingenuo de mi! Cuando me comía su conejo también estaba chupando la leche del cabrón que tenía ahora delante.
-Los días siguientes estuvimos planeando la manera de hacerte pagar tu infidelidad. Evidentemente las charlas las teníamos en la cama con mi rabo dentro de su cuerpo. La verdad es que nos lo pasamos muy bien y al tiempo que el plan se iba concretando yo iba conociendo más a esta zorrita sumisa tan complaciente. ¿Sabías que se está convirtiendo en una adicta de mi leche? Además cada vez la chupa mejor y ya se traga entero todo mi rabo.
En ese momento también me vino la imagen de los últimos días en que no había visto a mi novia porque según ella tenía mucho trabajo.
El sentimiento de rabia y de impotencia se substituyó por el de miedo cuando dijo:
-¡Bueno, ya está bien de cháchara, que no tenemos todo el día! Pedro, ¿puedes venir?
En ese momento se abrió la puerta y entró un tipo enorme y un poco desagradable de aspecto, gordo pero fuerte. Se saludaron efusivamente y el tal Pedro dijo:
-Así que este es el pollo al que hay que dar caña. Nos lo vamos a pasar bien.
-Bueno Laura, ya sabes que te toca hacer – Dijo Carlos, separando a mi novia que seguía comiéndole el culo.
Laura sin levantarse fue hacia Pedro de rodillas, vestida con la lencería negra y con las tetas fuera. Sin decir nada metió mano en los pantalones del gordo y le sacó una polla no muy larga pero muy, muy gorda. Empezó a chupársela pero no le cabía en al boca. Aún y así se la puso dura enseguida. Parece que Laura se había convertido en una experta. Y pensar que hasta hacía un mes la única polla que se había comido era la mía!!
Cuando la tuvo bien dura Pedro se dirigió hacia mi y se puso detrás. No entendía nada pero un temblor me recorrió todo cuando noté como el gordo maloliente empezaba a pasarme la lengua toda babosa por el cuello y la espalda bajando hasta llegar a mi culo.
-Vaya culo más apetecible que tiene el pollo, aún resultará agradable y todo – dijo el gordo.
Empezó a pasarme la lengua entre las nalgas y cada vez que yo las apretaba me daba cachetes bastante dolorosos para que aflojara. Así estuvo un rato hasta que se separó y noté como una cosa dura se apoyaba en mi culo. Intenté apretar pero cada vez que lo hacía él me golpeaba.
-Si no te relajas te va a doler más y te aviso que es inevitable que Pedro te rompa el culo. Es bisexual y cuando ve un culito como el tuyo no para hasta dejarlo bien abierto- dijo Carlos.
Yo estaba muerto de miedo. Cuando me giré para ver que hacía mi violador vi a Laura sobándole los huevos y apuntando su polla contra mi culo. Entonces oí por primera vez la voz de mi novia que me decía:
-Tanto tiempo queriéndome dar por el culo y ahora resulta que te lo van a desvirgar antes que a mi.
En ese momento el tal Pedro empujó y me metió la mitad de su gordo rabo en el culo. Pese a la mordaza el grito debió oirse en toda la ciudad. Me había roto el ano. El culo me ardía y el tipo seguía empujando hasta que la tuvo toda dentro y yo noté sus huevos peludos en mis nalgas. Las lágrimas inundaban mis ojos y en ese momento Pedro se quedó quieto. Pude recuperar la respiración lo justo para ver como Laura se quitaba el tanga y se ponía al otro extremo de la mesa en la misma posición que yo moviendo el culo provocativamente.
-Carlos, te gustaría romperme el culito como regalo por ayudarme con este cabrón??
Mi novia le estaba ofreciendo al hijo de puta de Carlos lo que a mi me había negado tantas veces!!
Carlos acabó de desnudarse mostrando un cuerpo envidiable y con su polla más dura que nunca. Con una media sonrisa se dirigió al cuerpo que se le ofrecía y empezó a lamerle el culo mientras decía:
-Vamos a prepártelo bien. Con que la enculada le duela a tu novio basta.
Mientras le iba dilatando el ojete la cara de Laura era un poema de gemidos y suspiros. Parecía que le estaban trabajando el culo muy bien.
Cuando ya le cabían tres dedos Laura gimió:
-Rómpemelo ya, que no puedo más!!
En ese momento Carlos apuntó la polla en el precioso culo de mi novia y empezó a clavársela. Supongo que era por la excitación pero no parecía que le costase mucho a Laura tragarse ese rabo por su culito hasta hacía poco virgen.
Cuando la tuvo toda dentro Carlos dijo a Pedro:
-Venga, recuérdale al pollo lo que es sufrir.
Dicho y hecho Pedro empezó a bombear con fuerza reventándome el culo. Notaba sus huevos rebotar en mi culo y sus gemidos a mi espalda. Yo no podía aguantar el dolor y tampoco evitar ver la cara de mi novia mirándome sarcástica mientras gemía por la enculada que le estaban dando.
Estuve a punto de perder el mundo de vista pero los cachetes de Pedro y los pellizcos en mis pezones me impedían desmayarme y olvidar que me estaba destrozando el ojete.
En un momento dado empezó a acelerar el ritmo. Su polla empezó a hincharse con lo cual el dolor se hizo más agudo que nunca y bufando con su cara pegada a mi cuello pude notar su asqueroso olor al tiempo que su leche me quemaba por dentro.
Cuando se le aflojó salió de dentro de mi y Carlos dejó de follar a Laura.
Esta mirando a los ojos de Pedro le dijo:
-Muchas gracias por tu ayuda. Déjame que te limpie, es lo mínimo que puedo hacer por ti.
Y sin esperar respuesta se metió la polla del gordo en la boca y la limpió de su semen y mi sangre. Cuando acabó el gordo se despidió y se fue diciéndome:
-Si alguna vez te apetece recordar tu primer polvo anal, llámame!!
Cuando se hubo marchado Laura vino hacia mi y metió de golpe cuatro dedos en mi culo. De tan dilatado que estaba casi ni lo noté. Recogió parte de la corrida y de todo lo que tenía dentro y me lo pasó por la cara. Estuve a punto de vomitar pero un golpe en las costillas y la voz de Carlos me recomendó abrir la boca y dejar bien limpio la mano. No tuve más remedio que chuparle los dedos a mi novia y tragarme la corrida de mi violador.
Después de eso Laura se sentó con las piernas abiertas encima de la mesa con su conejo bien cerca de mi cara. Yo seguía sin poder moverme y vi como ella tenía el coño completamente empapado, más de lo que había visto nunca. Empezó a masturbarse delante de mí hasta que se corrió ruidosamente. Cuando recuperó el aliento le dijo a Carlos que miraba la escena divertido desde un rincón:
-No crees que también tendríamos que agradecer a Jaime su ayuda??
-Joder Laura, cada vez me sorprendes más. Estás hecha toda una zorrita pero tienes razón.
Carlos llamó al tal Jaime y en ese momento entendí que entre él y Pedro me habían atado a la mesa y que de alguna manera se iban a cobrar la ayuda. El gordo ya lo había hecho, ahora faltaba ver que haría el tal Jaime.
Entró un chico muy joven, de unos 20 años, bajito pero fuertote. Dijo:
-Veo que ya estáis con las manos en la masa. Joder Laura, cuando te veía en el despacho vestida tan modosita no me podía imaginar que estuvieses tan buena.
-Pues ahora verás lo que puedo hacer con este cuerpo. ¿No te sobra un poco de ropa?
Jaime se empezó a desnudar mostrando un cuerpo bien fuerte y muy peludo y una polla larga y fina. Mientras Laura acababa de quitarse el sostén quedándose solo con las medias, el liguero y los zapatos. La verdad es que estaba de infarto y la cara que ponía de vicio la hacía más apetitosa.
Hizo poner a Carlos y Jaime juntos delante de mi y ella se arrodilló entre los dos. Empezó a chuparles las pollas y comerse los huevos y mientras tenía la boca ocupada con uno de esos trabucos iba pajeando al otro.
Ellos iban metiéndole mano, sobándole las tetas o empujando su cabeza para que se la tragara hasta el fondo.
En un momento dado los dos se separaron dejando a mi novia con cara de descontento. Se sentaron en un sofá y le dijeron que si quería polla tendría que ganársela.
-¿Qué queréis que haga? ¿No os gusta como os la chupo?
-Si, lo haces muy bien ¿verdad Jaime? Pero eres toda una zorrita caliente y puedes darnos un espectáculo más apetitoso.
Diciendo esto sacó un consolador enorme, de unos 25cm y muy ancho y dijo:
-Venga, a ver que puedes hacer con esto.
Ella sin dudarlo lo cogió y lo empezó a chupar con lascivia. La verdad es que ver hacer eso me empezó a excitar incluso en mi situación.
Se lo pasó por las tetas, la barriga y se frotó la entrepierna con esa barra de goma.
Ellos estaban bien empalmados por el espectáculo pero le pedían un poco más.
Laura se puso a cuatro patas con el culo enfrente de los dos tíos y mirándome a mi. Empezó a pasar la polla de goma por detrás y poco a poco se la fue metiendo animada por los gritos de Carlos y Jaime. Éste último alucinaba.
-Joder Laura, esto no voy a poderlo olvidar nunca. Cuando te vea moviendo el culo por la oficina no podré evitar imaginarte asi!!
Yo solo veía la cara de esfuerzo de Laura y los gemidos que se le escapaban. Imagino que meterse esa enormidad le debia costar. Cuando estuvo toda dentro se giró y empezó a chuparles las pollas otra vez mientras se follaba ella misma con el consolador.
Cuando se dio la vuelta pude ver como tenía todo dentro, pero no en su conejito sino que se la había clavado en el culo!!! Y eso el mismo día que se lo habían abierto por primera vez. Ver su ano tan dilatado si que me puso la polla enorme. Me dolía de lo dura que estaba.
Carlos se dio cuenta de mi estado y me dijo:
-Parece que te gusta lo que ves. ¿No te arrepientes de no haber aprovechado más a esta zorra? Ahora verás como nosotros sí lo hacemos.
Y Jaime añadió:
-Vaya si se ha ganado el derecho de polla. Laura te voy a follar hasta que te salga la leche por las orejas.
-A ver si cumples lo que prometes – Contestó mi novia con un tono de voz que me dejó frío por lo puta que había sonado.
Sin levantarse del sofá Jaime cogió a Laura, le sacó el consolador del culo y la hizo sentarse encima de su polla. Se la metió de golpe con lo que Laura pegó un grito de dolor que enseguida pasó a ser gemidos de placer. La verdad es que normalmente mi novia grita mucho cuando follamos pero esta vez era exagerado. Tenía la polla de Jaime clavada hasta el fondo y se movía encima de él de una manera salvaje.
Cuando ya estaba con el ritmo adecuado alargó la mano y empezó a sobar el pollón de Carlos. Éste se levantó empezó a follarle la boca con violencia. La imagen de mi modosita novia haciendo de zorra salvaje con dos pollas dentro de ella, una que le follaba la boca sin miramientos mientras ella cabalgaba sobre un tío me estaba haciendo volver loco, pero no de rabia sino de excitación!!
Carlos bajó del sofá y se puso detrás de Laura. Ella entendió en seguida y parando el ritmo de la follada se separó las nalgas dejando su dilatado culo a la vista. Carlos no tardó ni un segundo y de un solo golpe se la clavó hasta los huevos.
Esta vez el grito de Laura sí fue de dolor y se quedó sin respiración. Carlos y Jaime se quedaron quietos hasta que se oyó una voz que decía:
-Venga cabrones, rompedme bien para que lo vea mi novio.
Eso los puso como locos y empezaron a bombearla con fuerza. Desde donde yo estaba podía ver las dos pollas entrando en sus agujeros. Laura ya no se movía, se dejaba llevar por los embites de los dos sementales mientras se corría una y otra vez.
Cuando estaban a punto de correrse le preguntaron :
-Me voy a correr Laurita. ¿Dónde quieres mi leche?
-Llenadme bien los agujeros. Quiero que resbale hacia fuera. Hacedme sentir vuestra puta más sucia.
Con un gemido largo primero Carlos y luego Jaime se corrieron en el cuerpo de mi novia. ¡Y pensar que conmigo siempre lo hacíamos con condón y ahora estaba rebosante de leche de dos tíos que casi no conocía!
Cuando sacaron sus pollas pude ver sus dos agujeros bien dilatados y como la leche salía de ellos. Sin decir nada Laura se levantó y vino hasta mi. Sentándose otra vez en la mesa me dijo:
-Ahora vas a limpiar bien los agujeritos de tu novia, ¿verdad?.
Yo sin dudarlo y debido a la excitación que llevaba encima empecé a chuparle el coño y el culo y a tragarme la leche de sus dos amantes. Notaba su gusto en mi paladar pero no me importaba, lo que había visto me había sacado de mis casillas.
Mientras Laura se corría en mi boca yo me corrí también dejando toda la mesa llena de mi leche.
Carlos y Jaime se dieron cuenta y junto a Laura empezaron a reírse de mi. Luego Laura volvió al sofá a acariciarlos hasta que acabó haciéndoles una paja a la vez mientras ellos le metían mano abriéndole las piernas delante de mí. Mi novia se corrió varias veces antes de que ellos llenaran sus tetas de leche.
Después de recuperarse empezaron a vestirse. Carlos trajo un vestido negro de tirantes muy corto para Laura. Le hizo poner sólo un tanga finísimo y unas sandalias. No llevaba sostén y cuando se agachaba por delante se le veían todas las tetas y por detrás todo el culo.
Cuando se acabaron de vestir Carlos abrazando a Laura me dijo:
-Bueno, ahora nosotros nos vamos a acabar el fin de semana, que Laura necesita que le den un poco más de caña. Ahora te desataremos y cuando quieras podrás marcharte. Piensa en lo que ha pasado y ten en cuenta que si quieres volver con esta joya de chica las condiciones las pondrá ella.
Y Laura añadio:
-Aunque no te lo creas te sigo queriendo pero he descubierto que hay mas cosas aparte del amor. Quiero saciarme haciendo lo que tu has estado haciendo estos ultimos meses.
Me desataron dejándome con el culo roto y el gusto de la leche de tres tíos en mi boca.
Tardé una hora en recuperarme y salir del piso, confundido y con la polla todavía dura por todo lo que había visto. No sé que voy a hacer ahora pero si se me ocurre ya les contaré.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces