Un esposo sin cuernos es como un jardín sin flores, así que mi esposa Lavinia decidió ponerle flores a mi jardín y cuernos a mi frente, y la verdad es que eso no me molesto en lo absoluto, desde que comencé a salir con ella sabia que era de espíritu putañero y que tarde que temprano, me terminaría poniendo los cuernos, y así fue, y con uno de sus ex novios, saltare los preámbulos e iré al grano,
Relato
Un esposo sin cuernos es como un jardín sin flores, así que mi esposa Lavinia decidió ponerle flores a mi jardín y cuernos a mi frente, y la verdad es que eso no me molesto en lo absoluto, desde que comencé a salir con ella sabia que era de espíritu putañero y que tarde que temprano, me terminaría poniendo los cuernos, y así fue, y con uno de sus ex novios, saltare los preámbulos e iré al grano,
Lavinia se paseaba de un lado a otro de la casa, mientras que su ex Federico, no le apartaba la mirada y no era para menos, la muy puta solo llevaba puesta una pequeña bata semitransparente, que dejaba ver que no llevaba nada debajo y solo esperaba el momento para ofrecérsele, mientras que yo contemplaba todo desde la mirilla de la puerta de nuestra alcoba
- si Federico, mi esposo ya ni me hace caso, se ha vuelto insoportable…
- en serio Lavinia…si llevan poco tiempo de casados,
- en serio, ya se ha vuelto como muy distante, y sabes que…!!
- que Lavinia..??
- que ya no tenemos sexo, desde hace ya como tres meses,
a Federico no se le borraba la sonrisa del rostro, en verdad estaba gozando de un espectáculo tremendo, mi esposa vestida con esa pequeña bata y contándole sus intimidades, no era para menos que el tipo se quedara así,
- si Federico, se ha vuelto un patán…
Lavinia no dejaba de moverse de un lado a otro, hacia como que barría y limpiaba la casa, inclusive se llego a empinar frente a el poniéndole las nalgas casi en la cara, pero todo era un pretexto para exhibirse frente a su ex y así cumplir mi fantasía,
- pero Lavinia, si todavía estas muy bien de cuerpo, como es posible..
Lavinia se quedo quieta unos instantes y sonriéndole le contesto,
- que lindo eres Federico, gracias
y continuo paseándose de un lado a otro, la pequeña bata que se había puesto dejaba ver perfectamente que no llevaba brasiere, así que prácticamente se podría decir que estaba desnuda frente a su ex y eso a mi me ponía bastante caliente,
- oye Lavinia y no has pensado en tener un amante,
Lavinia al escuchar sus palabras se quedo quieta, miro disimuladamente hacia la pureta del cuarto y se le ilumino una sonrisa en su rostro, era la oportunidad que ambos esperábamos, así que camino hacia Federico se sentó a su lado y le contesto,
- bueno Federico, ahora que lo mencionas, si lo he pensado, pero no lo se
- bueno Lavinia, eres muy bonita y con un buen cuerpo, deberías de pensártelo bien,
Lavinia se acerco aun mas hacia el, le tomo la mano y le comenzó a preguntar
- todavía te gusto Federico..??
Federico claro, nada tonto, le contesto que si,
- bastante Lavinia, te conservas muy bien
Lavinia al escuchar sus palabras, se abalanzo sobre de el y comenzó a besarlo, en ese momento la sangre se me agolpo en la cabeza, al fin iba a ver a mi esposa coger con otro hombre así que me acerque lo mas que pude a la mirilla, Lavinia ya estaba sobre de el y Federico ya tenia sus manos sobre sus nalgas y comenzaba a sobarselas lentamente y de forma circular, sus dedos se iban introduciendo entre sus nalgas, acariciando su orificio anal y provocando que Lavinia comenzara a subir y bajar sus caderas mientras lo besaba, la verdad era un espectáculo bastante cachondo, Lavinia se estaba comportando como toda una puta, y Federico estaba dispuesto a gozarla, siguió manoseándole las nalgas durante algunos minutos y ella no dejaba de besarlo, hasta que de pronto la hizo girar, quedando encima de ella, su bata se había desabrochado y sus pechos habían quedado al descubierto y Federico se abalanzo rápidamente sobre sus pezones y comenzó a succionarlos, Lavinia al sentir los labios de Federico en su delicada piel, lanzo un fuerte grito, pero Federico, no se inmuto en lo mas mínimo y continuo succionándolos, podía ver como mi esposa se retorcía y movía su brazos, pero Federico estaba prácticamente sobre de ella inmovilizándola por completo,
Federico la soltó y de un jalón la puso boca abajo, acaricio ligeramente sus nalgas, sujeto su pantaleta por los costados y comenzó a bajársela hasta que logro sacársela, mi esposa claro se dejo hacer y yo estaba con una erección tremenda, lo que tanto había anhelado se estaba cumpliendo de una forma que no lo creía, Lavinia se comportaba peor que una puta y Federico la estaba usando a su antojo, cuando le saco la pantaleta por completo se quedo quieto unos segundos, contemplando las nalgas de mi esposa, supongo que desde donde estaba era todo un espectáculo, después sonrió y le dio dos fuerte nalgadas, se comenzó a desabrochar el pantalón y dejo salir su enorme verga y la comenzó a sacudir hasta que alcanzo un tamaño bastante considerable, su miembro sin duda era mas grande y mas ancho que el mío y eso aumentaba mas mi calentura, cuantas veces no le habían metido esa enorme verga a mi esposa, y se la iban a volver a meter y frente a mi, Federico la sujeto por las caderas y se las levanto, le volvió a dar unas cuantas nalgadas, sacudió su verga un par de veces y la comenzó a guiar justo hacia su vagina y de un empujón se la metió por completo, Lavinia al sentir aquel pedazo de carne dentro de ella lanzo un fuerte grito, pero eso no le importo a Federico y comenzó a mover sus caderas de forma lenta su verga entraba dentro de mi esposa se quedaba quieto unos instantes y después se la sacaba por completo, para instantes después volvérsela a meter de forma brusca y sin contemplaciones,
- hayyyyyy…Federico….detenteee…!!!
- cállate putita y mejor relájate.
Federico en verdad la estaba tratando de disfrutar a mas no poder, y eso me ponía muy caliente, al grado que me baje el cierre y comencé a sacudir mi miembro mientras veía por la mirilla, Federico parecía imparable, su verga entraba y salía rápidamente y su pelvis prácticamente se estampaba contra las nalgas de Lavinia, ella intentaba hacer menos dolorosa las penetraciones, moviendo sus caderas de un lado a otro, pero se veía que no lo lograba, su rostro estaba completamente enrojecido y sus brazos se movían de un lado a otro y ni que decir de sus nalgas, las tenia completamente enrojecidas, hasta que después de varios minutos de estarla cogiendo así, Federico la sujeto fuertemente de las caderas y comenzó a gemir y Lavinia abrió sus ojos como platos, era obvio que el había terminado dentro de ella, se quedo quieto durante unos instantes y después se separo de ella lentamente y Lavinia en cuanto se sintió liberada, se dejo caer en el sillón,
- sigues siendo una mujer muy ardiente lavinia, espero que esto se pueda repetir,
Lavinia solo volteo un poco su cara y sonriéndole le contesto,
- claro, solo descansa un rato y lo volvemos a hacer, tenemos toda la tarde….
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513556 veces