Le comí la raja vaginal a mi psicóloga

¡Hola! En la presente quiero compartirles el logro más grande que he logrado en mi corta vida y de lo que sin duda estoy muy alegre pues logre hacerle el amor a una mujer adulta, mejor dicho a mi propia psicóloga pero lo único malo fue que como soy un inexperto aun me vine muy rápido. Mi psicóloga de nombre Ana María tiene treinta y cinco años de edad. Es blanca, sus ojos con color marrón y su cabello color castaño lo tiene corto pues únicamente esta a la altura de sus hombros, ella luce sus labios pintados con labial rojo y también la elogiare al decir que su rostro muy femenino refleja mucha ternura de mujer aunque sea ya adulta. No sé su estatura pero es una mujer alta y su cuerpo sensual está perfectamente en forma, ella goza de unos preciosos pechos de mujer caliente y unas piernas muy sensuales e increíblemente apetecibles, pero sin duda alguna lo más bueno de ella es su deliciosa e inimaginablemente exquisita vagina pues de ella chorrean sus flujos vaginales sabrosísimos, además de que la tiene perfectamente afeitada. Hasta donde tengo información de ella se que es soltera y que tampoco le gusta andar abriendo las piernas de hombre en hombre, esto lo sé pues no saben lo mucho que me costo para convencerla de dejar que yo le hiciera el amor, ella es psicóloga profesional y trabajaba en una clínica privada de la ciudad. Su forma de ser es muy linda pues habla con mucha calma y delicadeza, es una mujer alegre, optimista y le encanta incluir mucho humor a sus sesiones. Yo únicamente me describiré como un chico de dieciséis años de edad y me llamo Reinaldo. Me encanta el deporte así que gracias a ello me conservo en forma y con buena condición física. Yo como todo típico chico de mi edad soy muy rebelde, me encanta desobedecer a las personas e incluso hasta contradigo en algunas ocasiones, además me encanta masturbarme pues casi diario compro pelis porno para pajearme yo solito, aunque debo enfatizar que antes de mi psicóloga ya había tenido sexo, o sea que no fue mi primera vez con ella, no más bien mi primera vez fue con una compañera de colegio pero por des fortuna a aquella tampoco era virgen, así que a mi edad aun no he logrado desvirgar a ninguna mujer pero no pierdo las esperanzas de encontrarme una virgen.

Bien, como decía por la actitud rebelde en exceso que padecía ya tenía problemas en el colegio pues en más de una ocasión provoque riñas, además de que contradecía hasta con groserías a mis profesores. Con todo esto casi logro que me expulsen del colegio, sin embargo mis padres abogaron ante el director para que no pasara esto, así que la única alternativa que le dieron a mis padres para que no me expulsara era que yo debía estar bajo terapia psicológica para mejorar mi actitud, como consecuencia para demostrar con una constancia que si estaba en tratamiento mis padres me llevaron con Ana María.

Así que desde la primera sesión que tuve con ella, yo la desee desde el primer instante pues sin duda alguna era una mujer muy atractiva y sensual, sin embargo sabía perfectamente que de alguna manera ella no era para mí pues era mucho mayor que yo, prácticamente hasta podía ser mi madre. Pero aun así no perdí mis esperanzas de lograr algo con ella, con este plan los días que me tocaba cita con ella ms padres se turnaban para llevarme pero por suerte se quedaban en la sala de espera, únicamente yo pasaba a su consultorio. Con este deseo duré mis primeras dos semanas de consultas, yo trataba de agradarle lo más que podía y además ni me hacia enojar pues era muy buena con migo, yo trataba de ser lo más natural posible pero sin duda ella se dio cuenta de la forma en que miraba sus piernas cuando iba con falda corta pues sin duda el deseo de hacerla mía era irrevocable, esto fue hasta que ya no aguante más las ganas y pasara lo que pasara me avente como lobo feroz hacia ella. Ese día mí deseada psicóloga fue vestida con un traje color azul marino, el mismo estaba formado por una chaqueta cerrada con botones y una falda un poco arriba de las rodillas. Sus hermosas piernas estaban enfundadas en medias obscuras y portaba unas zapatillas negras de tacón normal, pero sin duda lo que más me sedujo de ella fue el perfume tan delicioso que se había aplicado ese día.

Muy normalmente ella me estaba impartiendo sus pláticas en cuando yo como lobo hambriento me eché encima de ella iniciando a masajear sus senos sobre su chaqueta. Ella al instante quiso librarse de mí e incluso golpearme pero yo inicie a besarle en la boca con toda mi pasión, una segunda vez intento tomar el teléfono para pedir ayuda pero yo con todas mis fuerzas rompí el cable de dicho teléfono. ¡Sólo déjate llevar! Le dije relajadamente, sin más espera la puse de pie y subí su falda hacia arriba para deleitarme con sus suaves piernas, pero al momento que intente bajarle sus calzones de nuevo puso resistencia, yo nuevamente la bese para calmarla. Baje sus calzones e inicie a comerle su deliciosa vagina, para ese momento ya me encontraba muy excitado por tenerla ahí en su sofá, sin bragas y con sus piernas bien abiertas mientras yo le mamaba la vagina, en verdad que parecía que su vagina era un manantial de agua viva pues sus flujos me sabían deliciosos, ella sólo tenía sus ojos cerrados. En ese momento tome un lapicero de su escritorio e inicie a metérselo en su vagina lentamente, esto ocasiono que por fin comenzara a dar gemidos de placer ¡Quiero hacerle el amor! Fue lo que le dije con una voz llena de lujuria pero ella me dijo ¡Estás loco no puedo hacerlo con tigo, eres aun un niño! En ese momento ella quiso ponerse de pie pero yo con todas mis fuerzas la volví a tirar en el sofá, mientras seguía besándola como pude yo libere mi pene ya bien duro y parado. De nuevo separe sus piernas e inmediatamente la penetre con todas mis fuerzas, ella al instante que sintió mi pene dentro su vagina dio un gemido de placer y se chupo sus labios. Debo confesar que si me estaba costando penetrarla pues sin duda su cuerpo era más grande que el mío pero aun así logre metérsela.
Inicie a hacerle el amor con toda mi pasión por unos minutos pero por culpa de mi poca experiencia no llegue ni a cinco en que de inmediato me vacié dentro su vagina. Al instante que termine de eyacular mi pene perdió erección y como consecuencia se la retire de su vagina, yo estaba muy avergonzado y ni sabía que decir. Así que únicamente salí casi corriendo de la clínica hacia el auto de mi madre, ni sabía que inventar para que no entrara, únicamente le invente que ya estaba con otro paciente. Sin embargo ahora días después no se qué va a pasar cuando me toque otra cita con ella pues mi temor más grande es que ella le diga a mis padres lo que hice.