Le hice el amor a mi madrastra en el baño

Hola damas y caballeros de esta web para adultos. En esta historia quiero voluntariamente contarles el mayor pecado que he cometido en mi vida, con el que sin duda me iré al infierno, más no me arrepiento pues por primera vez en mi vida disfrute de un sexo como jamás había tenido y fue con mi señora madrastra con quien se caso mi padre apenas hace medio año y ahora hace dos días le hice el amor traicionando a mi padre.

Mi madrastra de nombre Mariana es una mujer de 39 años de edad, blanca caucásica de nacionalidad norteamericana, pelo rubio natural, ojos medio cafés dorados, labios carnosos y sensuales decorados con labial rojo, su rostro ya aparenta algunas arruguitas por la edad más no son muchas pues se logran ocultar con maquillaje, ella siempre de peina con fleco. Su cuerpo es perfecto y esbelto gracias a que se da los cuidados necesarios no ha perdido su figura femenina, sus senos son muy bien formados y apetecibles, de igual manera sus nalgas y sobre todo sus piernas de puta que lucen como de una prostituta dispuesta a todo. Su raja vaginal es sabrosísima y muy abierta pues le encanta el sexo, es color rosita y tiene los labios vaginales un poco salidos. Le encanta vestir muy provocativa y elegante, casi diario usa trajes como de secretarias con una falda arriba de las rodillas, se pone medias y por si faltara algo algunas ocasiones no usa bragas (ahí comenzó todo), sus blusas escotadas enseñan bien sus senos y con su fragancia seductora ella atrae a sus amantes para varias noches de pasión. A mi madrastra siempre me había atraído por sus vestimentas tan provocativas más no me atrevía a cosas morbosas por respeto a mi padre, mi madre ya había fallecido hace un poco más de dos años y apenas hace medio año contrajo segundas nupcias con la mujer que es mi madrastra y que también ahora logre tener sexo con ella. Desde que me conoció se porto muy amable con migo y a pesar que ya tengo 19 años me trataba como su propio hijo, más yo cada día la deseaba más como mujer. La primera noche fue en la habitación de mi padre cuando vi a mi madrastra con las piernas bien abiertas dando paso a la verga de mi padre que entraba y salía a toda velocidad de la rica y exquisita vagina de mi madrastra, ella gritaba como poseída, desde esa noche que vi a mi padre cogiendo a esa perra mis deseos fueron más grandes pues vi el gran apetito sexual que tenía mi madrastra. Desde esa noche el deseo hacia mi madrastra creció bastante y cada que veía a mi madrastra mi verga se paraba desenando entrar en su deliciosa vagina al igual que la verga de mi padre, mis deseos y pensamientos morbosos hacia ella continuaban hasta que un día ya no pude más e intente mi primer paso para ver si lograba calentarla o era o mujer decente que amaba de verdad a mi padre y por suerte descubrí que era toda una perra golosa de sexo.
Esta oportunidad se dio cuando el martes pasado de esta semana acompañe a mi madrastra al salón de belleza, de ida fuimos en el auto de mi padre pero al regresar se poncho un neumático del auto y mi madrastra entre furia y yo también tuvimos que tomar un autobús para regresar a casa, claro no antes de llamar una grúa para que llevase nuestro auto a un taller mecánico. Ese día mi madrastra deseada se vistió con un vestido floreado color rojo con negro, la falda de su vestido le llagaba unos centímetros arriba de las rodillas y lo más bueno fue cuando descubrí que no llevaba bragas, aquí está la historia. En fin después de arreglar lo del auto subimos a un auto bus y mi primera sorpresa, la que me calentó fue que cuando ella iba subiendo al auto autobús el viento levanto su falda y por fracción de segundos pude ver que no llevaba bragas y esto me súper calentó, para mi mas enorme fortuna iba lleno el autobús y nos tuvimos que quedar parados, ella adelante y yo atrás, con esto no desaproveche más la oportunidad. Primeramente comencé a tocar sus nalgas sobre la tela de su vestido, ella no hacía nada, luego muy atrevido ya cole mi mano derecha debajo de la falda de su vestido y ¡sorpresa¡ caliente fue cuando logre tocar su zona vaginal sin nada de tela de bragas, como loco me volví en ese momento, le inicie a acariciar su raja vaginal y lentamente a meter mis dedos en su deliciosa rajita vaginal que desde que la conocí había deseado tocar y que ahora por fin estaba logrando acariciar, ella por un momento intento cerrar las piernas para bloquear el paso de mi mano pero afortunadamente no resistió por mucho tiempo pues al paso de minutos ella misma abrió sus piernitas para que pudiera manosearla con toda libertad.

Este momento fue de extrema gloria para mí pues al fin había logrado no tan sólo manosear si no también meter mis dedos en la vagina de esta perra caliente que es mi madrastra. Llegamos a casa sin hablar ni una palabra los dos, eran como eso de las 3:00 de la tarde y sabía que mi padre llegaría en tan sólo media hora más pero la calentura era tanta que no me importo mi padre, sin que digiera nada le di un apasionado beso en sus labios, sus labios decorados con labial rojo me supieron a toda una mujer sedienta de sexo, lo malo fue que ella se aparto de mi y en breves segundos me dijo que aunque también me deseaba no quería traicionar a mi padre pues no estaba bien. Sin embargo yo le dije que sabía que no le había hecho fiel a mi padre desde que se casaron pues la había visto con uno de sus amantes, mientras le decía esto continúe besando sus senos con toda la pasión que hay en mí, con esto ya no puso más resistencia y de nuevo nos besamos larga y apasionadamente en los labios, mi gran alegría fue cuando al oído me dijo ¿Y donde quieres hacer el amor nene? Al instante mi verga se paro al escuchar estas palabras que desde hace meses había querido escuchar, como estaba haciendo un enorme calor sin pensarlo mucho le dije ¡En una rica ducha en el baño perra puta! Al escuchar mis palabras me dio una sonrisa muy picara y besándonos nos fuimos al baño.
De una vez ahí ella abrió la lleve de agua y la regadera del baño empezó a liberar agua fría pues de la prisa por hacer el amor ni nos acordamos de nivelar la temperatura del agua, ella con una mirada de gran deseo me dijo ¡Desviste mi amor que quiero verte! Ella se quedo bajo la regadera de agua del baño que ya había mojado todo su cuerpo, por mi parte inicie por sacarme mi sudadera, luego lentamente me baje mis pantalones en conjunto con mi bóxer hasta que quede totalmente desnudo ante ella. Yo luciéndome inicie bailar como un striptease masculino presumiendo de mi cuerpo perfecto y musculoso que he logrado gracias al gimnasio, para este entonces mi verga ya estaba bien parada al sólo ver como su vestido se había pegado a su cuerpo por el agua, yo jamás olvidare la mirada de deseo de ella cuando me inicie a poner el preservativo y ella pudo ver el gran tamaño de mi verga. De una vez puesto el condón no espere más y como una fiera sedienta de placer me lance hacia ella. Subí la falda de su vestido que ya estaba muy pegada a su cuerpo hasta su cintura, luego abrí sus piernas y ella me agarro la verga y sin esperar más ella misma se lo metió en la vagina que ya estaba muy mojada del agua. Me coloque bien pegado a su cuerpo e inicie el mete y saca de mi verga en su vagina a velocidad moderada, mientras la penetraba le seguía besando los senos y los apachurraba como si fueran dos frutas queriéndolos exprimir. Luego le daba chupadas y mordiscos en su delicioso cuello como si fuera yo un vampiro deseando su sangre.
Con todo esto y la velocidad del mete y saca que ya lo había incrementado ella gemía como una loca sólo diciendo ¡si, si, si, si, si! Lo repetía sin parar, más por un momento me preocupe pues note que por la velocidad de penetración el maldito condón se salió de mi pene, más ella no le importo y me pidió con voz muy sexy que le siguiera metiendo. Así lo hice, esta vez ya la estaba penetrando al natural sin nada de preservativo por lo que ambos sentimos mucho, mucho más placer. Ella estaba estallando en infinidad de orgasmos, yo estaba como loco con ella, la besaba, la tocaba, ya ni sabía que hacerle más para satisfacerla totalmente pues a ella le estaba haciendo el amor como nunca se lo había hecho a ninguna otra mujer, ni siquiera a mi novia le hago el amor como le estaba haciendo e ella.
Ya habíamos durado más de media hora y no estábamos cansados pero por la preocupación de que nos descubriera mi padre mejor decidí terminar pronto. Ahí fue donde empezó a gritar como poseída pues la penetraba con todas mis fuerzas hasta en menos de dos minutos eyacule y le inundé su vagina de mi leche caliente. Ambos estábamos cesando de tanto placer y continuamos besándonos ya con mi verga fuera de su vagina, debo decir que el hecho de tener a su raja cerca de mi verga hizo que me parara de nuevo pero en el momento que quise metérsela nuevamente ambos escuchamos el ruido de la puerta de la casa y casi me resbalo al salir despavorido del baño del baño pero por suerte jamás se entero mi padre que le había hecho el amor a su esposa, si no el nomas pensó que únicamente se estaba bañando.