Le metí verga a mi nuera

Desde que mi hijo se caso con Sarah yo la empecé a desear, una mujer de treinta y dos años de edad muy buenota la perra sin duda. Ella es una mujer de piel morena clara, tiene ojos negros muy bonitos, su cabello es largo muy bien cuidado y le gusta maquillarse un poco. Goza de un delicioso cuerpo de puta, sus pechos no los tiene muy grandes pero si diré que sobre salen de ella sus sensuales piernas de puta y sus nalgas de infarto, aunque si debo reconocer que es una dama respetable pues me costó muchísimo lograr hacerla mía a pesar de varios intentos fallidos por lograrlo, tiene un carácter algo posesivo pero también es tranquila y risueña. Sin duda por todos estos atributos tanto físicos e interiores mi hijo se fijo en ella al grado de hacerla su esposa, llevan casi tres años de casados y ya hasta tienen una bebe o sea mi nieta, si pues como ya he dicho desde años he venido intentando seducirla sin lograrlo porque ella rechazaba todas mis insinuaciones y ahí me di cuenta que en verdad amaba a mi hijo y que era una mujer ejemplar. Por mi parte sólo mencionaré que soy un hombre maduro de cuarenta y cinco años de edad pero sin importar mi edad todavía tengo potencial para el sexo y créanme que no es por hablar de mas pero sé muy bien cómo hacerle el amor a una mujer hasta dejarla satisfecha y pues como soy viudo nada me impide andar cogiendo a cuanta mujer se me antoje y pues en este caso sin importarme que era la esposa de mi propio hijo yo la hice mía. Aunque si debo decir que ya estaba perdiendo las esperanzas de lograr chingarmela pues había fracasado en todos mis intentos y en el ultimo que me atreví a manosearle las nalgas recibí de ella una bofetada tan fuerte que me sangro la nariz, sin embargo me dio gusto que se quedara ahí y no se acusara con mi hijo de lo que hice.

En fin vivo en la misma casa de ellos y por esto mismo se me facilitaba ciertas cosas que hacía para sacarme la calentura, en más de una ocasión tomaba sus calzones deleitándome con el rico olorcito de su vagina de mujer, con los mismos me masturbaba pensando en ella. Pero sin duda lo más placentero era cuando me daba por espiarlos cuando hacían el amor, la mayoría de veces sólo escuchaba atrás de la puerta de su recamara los gemidos de mi nuera y en mi mente imaginaba como la verga de mi hijo la hacía gemir de esa manera, pero para mi suerte en una sola ocasión logre verlos coger. Mi hijo encima de ella con sus piernas totalmente abiertas se la estaba metiendo, afortunadamente ninguno de los dos se dio cuenta que los espiaba y sin duda yo me la pase de maravilla en esa única ocasión que logre verlos hacer el amor aunque en penumbras de su habitación pero logre verlos claramente gracias a la lámpara de noche. A partir de ese momento mi lujuria se incremento al mil por ciento y sabia que pasara lo que pasara yo debía cogerla a toda costa. Mi gran oportunidad se dio una excitante noche de jueves, mi hijo llega siempre del trabajo después de las 9:00 p.m. y eran casi las ocho cuando decidí abusar de mi puta nuera, Sarah había terminado de sus quehaceres y por ultimo estaba tendiendo la cama de su habitación, ella portaba en esa ocasión un sensual vestido floreado color morado, con un poco de escote y falda larga de vuelo, además tria puesta una zapatillas negras altas y un perfume de mujer muy seductor.


En seguida fui donde ella iniciando a hacerle platica normalmente mientras continuaba tendiendo las colchas. Pero justo en ese momento fue como si algo se me apoderara que me dio valor suficiente y la tome detrás apachurrándole sus pechos, ahí ella quiso gritar por lo que le tape la boca pero no bajo la resistencia y de una patada con su zapatilla casi me pega en mi parte pero por suerte lo esquive ¡Uy mamacita no sabes cuánto disfrute ver como mi hijo te cogía la otra noche y ahora serás mía puta! Con mis manos levante la falda de su vestido completamente, ella cerraba su piernas con fuerza pero yo con más fuerza se las separé comenzando a tocarle su vagina sobre sus calzones, por instinto de mujer en pocos minutos de tocarle su intimidad me di cuenta que se había mojado la muy puta, aunque ella seguía resistiéndose aun. Mientras la seguía sujetando con otra mano bajo a fuerza sus calzones hasta sus rodilla y fue donde tuve la delicia de meterle mis dedos en su panocha bien mojada ya. Ahí fue donde ya nada me detuvo, liberé mi pene y de un golpe se la metí hasta el fondo de su culo, por esto al sentir mi verga entre sus nalgas dio un grito que pareció un poco de dolor pero no me importo, inicie a metérsela y sacársela a velocidad normal mientras con mis dedos seguía jugando con su vaginita y mientras la penetraba con mi verga por su culo también la penetraba con mis dedos en su panocha. No se imaginan lo feliz que estaba pues al fin logre hacerla mía después de tanto tiempo, lo lindo fue que logre llenar su culo de semen y sé que aunque ella me lo negó si lo disfruto tanto como yo y para mi suerte no le dijo nada su esposo o sea a mi hijo; esto sin duda ha quedado en secreto y sólo a ustedes les cuento.