Les juro que yo no soy así… ( CON fotos)

No es que yo sea una pervertida sexual. No que va, es hasta hace poco, con el único que me atrevía acostarme, era con mi novio. Hasta que me enteré que el muy hijo de la gran puta, también se había aprovechado de mi mejor amiga.

Yo pensé que me moría cuando me enteré de todo, y de no haber sido por mi madre, quizás hasta me hubiera suicidado. Pero después de que ella me dio un buen regaño, por la manera estúpida en que yo estaba actuando, fue que caí en cuenta que mi mamá, tenía toda la razón.

A mi amiga la perdoné, ya que mi novio, no tan solo la emborrachó esa tarde, sino que la drogó, para acostarse con ella. Y no fue que ella me lo contase, sino que lo escuché a él, jactándose de eso, con varios de sus amigos.

Según mi ex, Marina mi amiga, pasó a buscarme. Pero al no encontrarme, le preguntó a él donde me encontraba. Salvador que es como se llama el tipo que era mi novio. Le dijo que yo ya regresaba, pero que supuestamente yo le había pedido que la atendiera. Por lo que sin preguntarle a ella, si deseaba o no una cerveza, le abrió una. Y luego otra, y otra. Fue en esa tercera o cuarta cerveza que la drogó.

Así que cuando mi amiga perdió el sentido, mi ex novio se aprovechó de ella, desnudándola completamente, y luego aprovechando el estado en que ella estaba la abusó sexualmente por todas lados. Bueno eso pasó, y fue cuando me puse a pensar como podría vengarme de él, pero de manera que lo hiciera sufrir bastante.

Así que se me ocurrió, que mejor manera de vengarme, que obligándolo a ver como su mejor amigo me follaba. Así que lo primero que hice fue decirle, que deseaba terminar con él, por lo que le había hecho a la pobre de Marina. Mi ex me suplicó, y me rogó que no terminásemos. No porque yo fuera la mujer de su vida, aunque eso fue lo que me dijo.

La verdad es que mientras Salvador fue mi novio formal, mi padre que es un alto oficial del ejercito, lo tenía en muy alta estima, además lo había nombrado su ayudante. Pero al enterarse de que estábamos por terminar. Le dijo, que se fuera solicitando cambio a otra unidad. Así que en realidad eso bastó para que Salvador, se mostrase sumamente arrepentido, por lo que le había hecho a Marina.

Casi llorando me volvió a pedir perdón, y fue cuando se le escapó decirme. Yo hago lo que tú quieras, pero por favor no termines conmigo. En ese instante se me ocurrió decirle. Bien, lo que es igual no es trampa ¿verdad? A lo que el muy idiota respondió de manera afirmativa, y repitiendo la misma frase.

Fue cuando le dije, si tú quieres que yo te perdone, vas a tener que ver a tú mejor amigo, el Francisco teniendo sexo conmigo. Lo cierto es que desde que conocí al tal Francisco, le tenía unas gana tremendas. Pero como era la novia de su mejor amigo. Nunca me atreví ni tan siquiera a insinuármele un poquito.

Lo interesante de todo eso, es que de inmediato Salvador, dijo que no. Pero cuando le dije, bueno entonces terminamos, y no me jodas más. Nuevamente casi llorando, aceptó. Además también le exigí que fuera él, quien le dijera a su amigo que me follase.

Yo la verdad hasta que no vi a los dos llegar a mi apartamento, no lo podía creer. No pensé que Salvador, estaba tan interesado en que nuestra relación continuase, por lo que ya les he contado. Que prácticamente le pidió a su amigo Francisco, que le hiciera el favor de follarme frente a él.

El Francisco estaba como incrédulo, sentado en el sofá de mi sala, cuando yo salí de mi cuarto con mis tetas al aire. Así que cuando le pregunté, que le había propuesto Salvador. Él sin dejar de reírse me dijo, bueno que este quiere que yo te folle. Fue cuando acercando mis tetas a su rostro, le dije si eso mismo efectivamente, fue lo que Salvador me propuso.

Salvador no sabía donde esconder la cara, no se atrevió a desmentirme, quizás por miedo a que terminásemos. Francisco comenzó a lamer, y chupar deliciosamente, los pezones de mis senos, para luego ayudarme a ir quitándome el pantalón y la braga.

Ya una vez que me había desnudado completamente, se le antojó, decirme. Si no te incomoda, antes quisiera mamarte el coño. Cosa que mi novio jamás me había propuesto, y que yo en muchas ocasiones se lo había insinuado, aunque sin resultado alguno.

Por lo que cuando Francisco comenzó a pasar su lengua entre mis nalgas, y mi coño, lamiendo los labios de mi vagina, y hasta chupando y mordisqueando sabrosamente mi clítoris. Yo gemí de placer, como nunca antes lo había hecho.

Luego por iniciativa mía, me puse a mamar su rabo. Que de inmediato al verlo tan de cerca, lo comparé mentalmente con el de Salvador, y como dicen en toda comparación, siempre hay alguien que sale perdiendo, y eso fue lo que le paso, al pobre de Salvi.

Así que después de haber estado mamando toda aquella gran verga, no hizo falta que ninguno de los dos dijera nada. Francisco tomó asiento en mi sofá, mientras que yo separando mis piernas, fui colocando mi coño sobre su gran verga, la que deliciosamente se fue deslizando completamente dentro de mi.

Por un bue rato estuve cabalgando sobre aquel semental, gimiendo, y disfrutando de todo lo que ambos hacíamos, frente a la avergonzada mirada de Salvador.

Luego nuevamente cambiamos de posición, y sentí como aquel trozo de carne, que penetraba mi vulva, me produjo un gran placer. A todas estas, Salvador procuraba no mirarnos, pero pienso que el morbo de ver a su novia, siendo follada por su mejor amigo, era mucho para él, y a pesar de no querer vernos follando, siempre terminaba clavando sus ojos en nosotros dos.

Yo lo disfruté como no tienen idea, Francisco desde luego que también lo disfrutó al máximo. Pero el pobre de Salvador, una vez que terminamos, y vio mi rostro de felicidad, como que comprendió que él nunca iba a llegar a satisfacerme de la misma manera que lo hizo su amigo.

Bueno en resumen, Salvador pidió cambio de unidad, y se la concedieron. Francisco es ahora el ayudante de mi viejo, y mi nuevo marido. Además ya sabe lo que le puede pasar, si llega a serme infiel….