Voy a ayudar a mi tío en su negocio de menestras, mi tío usa muletas para caminar y a veces para grandes distancias o cuando está cansado usa silla de ruedas. Luego me comenta algunas de estas hembras están mal saciadas en casa por sus maridos y buscan a grito macho para liberarse de sus calores carnales y me concederían gustosas su cuerpo para que las colmara carnalmente, pero mi cuerpo esta muerto de la cintura para abajo necesito que alguien haga el trabajo que yo no puedo
Relato
.
Lidia y su comadre Rocío.
Desde los doce años hoy ya cumplí mis catorce años nos vinimos a vivir a la casa de mi abuela al lado de la casa y negocio de mi tío Jesús, motivos no los se, pero no me enfado porque aquí tengo dos amigos que formamos dice mi tío el clan de los tres mosqueteros, las maldades de uno la hacemos los tres. Ellos son casi de mi edad uno de doce Juan y el otro Ernesto de trece, somos inseparables aunque vamos en distintos colegios por lo que nuestros horarios son distintos, desde las seis de la tarde andamos juntos en nuestras tras travesuras…
Mientras llegan mis amigos en la tarde hago mis tareas y luego voy a ayudar a mi tío en su negocio de menestras, mi tío usa muletas para caminar y a veces para grandes distancias o cuando está cansado usa silla de ruedas.
Al negocio llegan varias señoras del barrio a comprarle por que dicen él es muy agradable en su trato y siempre las piropea deleitándolas con palabras amables. Aunque algunas veces he visto a mi tío no solamente embelesarlas con palabras sino que también recorrer sus cuerpos o parte de ellos con sus manos.
Luego me comenta algunas de estas hembras están mal saciadas en casa por sus maridos y buscan a grito macho para liberarse de sus calores carnales y me concederían gustosas su cuerpo para que las colmara carnalmente, pero mi cuerpo esta muerto de la cintura para abajo necesito que alguien haga el trabajo que yo no puedo como semental y te juro que mas de una de estas hembras se abriría de piernas en mi bodega, entregándome su cuerpo a las satisfacciones de un apareamiento bien logrado y saciado con travesuras en ese colchón que esta tirado en el suelo. Deberías ser un chico de más edad y entre los dos las compensamos como hembras en celo.
Eso lo escuchaba casi semanalmente, un día cansado de su rosario le digo enséñame y lo hacemos…, me mira con unos ojos de duda y me dice… te aventurarías a lograr un encuentro carnal con estas mujeres y guardar el secreto a todo el mundo solo lo sabríamos tú y yo y por supuesto la saciada hembra… te… te atreves me dice…, aventúrate y te enseño.
Desde ese día, las lisonjeaba y atacaba con mas excitación a sus mujeres… algunas reían y otras se molestaban, él iba seleccionando hasta que un día me dice hay dos que están listas para el horno y el horno ere tú, desde ese día comenzaron unas charlas de lo que debería hacerse y no hacerse en el acto del amor, cuanto había que aprender y el me hacia repetir en cualquier momento que estuviéramos solos el proceder del enlace amoroso donde ambos desean saciarse de sus efusiones sentimentales recobrándose de sus ímpetus sensuales apasionadas. Nada de apurarse debes pensar que ella también desea liberarse de sus apremios hormonales.
A la semana siguiente llega eso de media tarde Lidia una mujer de 30 o 35 años, esta hembra permitía a mi tío Jesús manosearla y le decía por favor que nos puede ver mi marido o pueden ir con el cuento y ahí se armaría todo un lío. Recuerda que tengo dos hijos de siete y cinco años. Tranquilo, pero no se alejaba de este, aun mas permitió a mi tío sentarla en su silla de ruedas sobre sus fláccidas piernas y este me dice por señas que cierre el negocio, lo que cumplo, luego voy al cuarto donde mi tío tiene un sillón que al maniobrarlo se transforma en cama… donde traslado a la damisela.
Al entrar está mi tío sentado en este y ella sobre el cuerpo de mi tío, este le tiene levantada las polleras y sin calzones su trasero, primera vez que veía un trasero femenino al aire y mas se veía entre sus muslos su vagina bien mantenida, roja en su abertura y esta palpitaba dilatándose y contrayéndose, apareciendo en medio de sus pliegues una dureza parecido a un dedo o una ramita…, este salía y se escondía en sus pliegues, nuevamente con señas me ordena mi tío Jesús que me desnude y luego me ordena mientras lamía los senos de esta dama y sobaba la vagina… méteselo…, la abre lo que mas puede de piernas y sus manos me abren su mojada vagina los dedos de mi tío se resbalaban de lo mojados que estaban, la hembra solo gemía y gemía al ser acariciada por los labios de mi tío y sus dedos provocaban verdaderos saltos de placer al sobar su vulva…, mi pene estaba a todo esto duro, largo, tieso, grueso a su máxima expresión y me dolía al igual que mis testículos que se habían calentado a mas no poder doliendo en su estado por lo hinchado al producir semen por lo que mis ojos estaban viendo por primera vez… mi tío insiste méteselo…, y tomando mi pene lo atrae hacia ese maravilloso trasero, mi pene juguetea en el trasero sin poder entrar en la vagina entonces mi tío coge del suelo un almohadón y lo mete entre su cuerpo y el vientre de la mujer que tiene encima esto para el trasero y mi pene encuentra fácilmente el orificio de la vagina entrando hasta el fondo al escurrirse por lo mojado que esta estaba…, Lidia lanza un grito al ser penetrada y trata de desmontarme, mi tío se lo impide y ella mira sorprendida hacia atrás viéndome que con furia estoy hundiendo mi pene en su vagina y sacándolo para nuevamente arremeter a la tercera vez ella se entrega y comienza a estremecerse como si tuviera corriente, yo seguía picándole con mi miembro en su vientre entrando y saliendo, luego ella grita, gime, solloza y por último jadea desesperada abrazándose a mi tío en un arrebato de entusiasmo al llegar sus orgasmos y yo siento como mi miembro es bien recibido en esas entrañas acunándolo al tiempo que me succionan y sueltan repetidas veces hasta sentirme hasta con los testículos dentro de ella y regarla en su vientre con un líquido caliente que sale de mi pene, pensé que me meaba, pero no era así, en verdad eran ríos de leche que vaciaba en su entrañas y esta al sentirlo mas gritaba y gemía moviéndose ese trasero como en un delicioso vaivén circular extrayéndome todo mi semen luego caímos ella y yo desmoronados en el piso de ese cuarto al relajarnos del cuerpo de mi tío y este estaba feliz había logrado saciar a esa hembra.
Ella se levanta y mira como mi semen baja por sus piernas al caer de su vulva, mojándola en sus piernas, mi tío me solicita unas toallas de papel para pasárselas a ella y se limpie, luego se coloca sus calzones arregla su ropa y dice me voy…, por donde salgo… mi tío Jesús me envía a ver si hay gente en la calle y como no veo a nadie deja que salga Lidia y le dice que en un rato mas envía sus compras conmigo a su departamento, si que sea rápido en una hora mas llegan sus hijos .., luego me dice llévale las compras a su casa. Cansado por el esfuerzo realizado voy con las compras a dejarlas, al entrar en ese departamento y trasladar las cosas al pasar veo las camas en los dormitorios y mis deseos de estar con la señora Lidia se estimulan y deseo tenerla nuevamente ensartada con mi pene.
Al pasar de vuelta por su lado la abrazo por su cintura y arrodillándome levanto sus vestidos como lo había realizado mi tío y comienzo a besarle sus entrepiernas y luego bajando sus calzones mi lengua entraba a su sexo.
Déjame me dice, estoy sucia no me he lavado, al pasar mi lengua esta entra en su vagina y roza su clítoris, sentía el sabor salado en mi boca, pero deseaba a esa mujer nuevamente, el roce a su clítoris rinde frutos y pronto Lidia esta siseando abrazándome mi cabeza apretándola contra su vientre, gemía y dice… dos veces en una tarde ¡oh! Apúrate que pueden llegar los niños y la recuesto en el sofá de su salón abriéndole su pechera y sacando sus pechos al aire para succionar sus pezones, como brama esta mujer, y sus caderas toman ese compás oscilante lo que me enloquece y sin miramiento penetro nuevamente su vagina, la clavo hasta el fondo sacándole gritos de emoción y dolor, nos apareamos con desesperación, ella realiza exquisitos movimientos con sus caderas y yo penetro y saco mi miembro de su vientre llevándola hasta sus orgasmos nuevamente y entre gemidos, exclamaciones de placer me entrega estos con sus fluidos eróticos al tiempo que nuevamente riego su matriz con chorros y chorros de semen caliente que ella siente en su vientre como la inundan.
Ya ahora cálmate ya me has copulado dos veces descansa, mejor ándate llegan mis chicos. Al irme me dice soy una mujer ardiente y mi marido a mis 33 años no es capaz de satisfacerme, tú eres joven ya me has poseído dos veces hasta los orgasmos ¿cuantos años tiene?, dice…, 14 años respondo ¡oh! dice sorprendida, eres un niño eso sí lo haces divino y con tu tío se complementan cualquier de estos días estoy allí devuelta.
Tienes 14 yo 33 la diferencia es de casi 20 años dice, eres un muchacho, pero lo haces divino a tu edad eres fantástico…, mi marido no se que le sucede no me ocupa como su mujer mas de dos veces en el mes y de esas dos veces no me satisface hasta los orgasmos como tu lo haz hecho en estas dos ocasiones, soy aun joven para no excitarme por un macho que sea un buen semental anhelo ser apremiada con energía, pasión y si tengo que copular fuera del matrimonio deseo que este sea un macho joven y lleno de energía aunque me desgarre mi vagina, tal como lo haces tú. Serás mi amante, tendrás cuidado y deberás serme fiel además de guardar silencio. Soy tu mujer, soy tu esclava en otras palabras soy tu insaciable hembra. Te espero mañana, después de clases pasa por mi departamento primero, antes de ir a tu casa.
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234924 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 202504 veces
Si te ha gustado Lidia y su comadre Rocio vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Lidia y su comadre Rocio.
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:08) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:44) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Lidia y su comadre Rocio.
Vota el relato el relato "Lidia y su comadre Rocio" o agrégalo a tus favoritos