Llene de leche la vagina de la subdirectora

Hola amigos de Elite relatos, después de un tiempo sin que tuviera ninguna aventura sexual con otra mujer ahora les presento esta nueva historia real que trata de cómo tuve sexo con la subdirectora del colegio de piano donde estudio. Espero sea de su agrado y también sus comentarios futuros gracias.

La subdirectora cuyo nombre no mencionare por discreción es una mujer de 39 años de edad, caucásica, pelo negro, piel blanca y ojos color miel. Posee una estatura media, con un cuerpo un poco llenito pero no es gorda, sus piernas bien torneadas y sexys que luce cada vez que se pone falda y no hay que menospreciar su culo con unas nalgas bien formadas. Ella es de buena actitud, muy risueña, le encanta contar chistes y siempre anda llevando un carácter muy alegre, en su vida intima es una mujer divorciada y no tiene hijos, pero si le encantan las aventuras eróticas pues me llegaron rumores de que se ha acostado con varios profesores de música de este colegio y ahora que yo la he follado también lo sé que es cierto. Ahora con su permiso iniciare la historia para no hacerla muy largo.
Desde que entre al colegio hace dos años me ha gustado pues me excitan sus piernas cada vez que va vestida con falda corta, pero a pesar de las ganas que he tenido de tirármela hasta hace tres días no lo había podido lograr, por varias razones entre ellas la gran diferencia de edades pues yo tengo 17 años y ella 39, como consecuencia una relación entre los dos era algo absurdo, más una follada no fue nada malo. Como en ya mencione en otro relato pasado que ya me había follado a varias alumnas del colegio incluyendo a mi profesora de piano, por esto ella se decidió a coquetearme, un día por descuido cuando estaban solas mi profesora de piano y la subdirectora hablando en el aula, sin querer las escuche hablando de cómo le había hecho el amor a la profe de piano, ella me estaba elogiando mucho ante la subdirectora diciéndole que yo tenía sin duda experiencia absoluta en el sexo, esta conversación me puso caliente rápidamente y mi deseo hacia la subdirectora creció aun más, y para mi caliente sorpresa ella también desde ese momento inicio a coquetearme. La primera vez sucedió en el baño de hombres, yo entre al baño sin saber que la muy zorra iba a insinuarme ahí mismo, mientras estaba orinando en las letrinas note una presencia atrás de mí y gran sorpresa fue la que me lleve cuando la vi a la misma subdirectora del colegio viéndome, de inmediato trate de acomodarme mi verga más ella me lo impidió diciéndome que me volteara así, yo le advertí que tenía mi pene afuera más la muy golosa me dijo ¡Quiero vértela papacito! Yo me quede un momento impactado por lo directa que estaba siendo, más no lo dude más y me voltee dejando a su entere vista mi enorme pene de hombre que sin duda ya estaba bien parada por la excitación, ella al instante me dio una mirada picara diciéndome ¡Uyy si que la tienes grande y bonita! Tal como me lo dijo la profe de piano a quien me conto que también hiciste el amor verdad, yo no sabía que contestarle pues estaba yo ya muy caliente de pensar que ella misma se entregaría a mí. Ella muy decidida me dijo de inmediato si podía tocármela, sin pensarlo le respondí que si, al instante me la agarro apretándome un poco, luego me la empezó a masturbar ya mamándomela como toda una experta mamadora, me la chupaba hasta mis bolas dándome un placer muy profundo, tuve que hacer milagros para no eyacular por el placer tan grande que la estaba dando a mi miembro con esa mamada. Más no pude resistir tanto y eyacule tantito en su boca por lo que se trago parte de mi semen, ella alzo la mirada diciéndome ¡Te sabe bien rico papacito! Ella se saboreaba chupándose los labios con restos de mi semen, yo quería penetrarla ahí mismo más no se pudo pues en cualquier momento podía entrar alguien al baño del colegio, así que tuvimos que posponer el sexo para esa misma noche en el mismo colegio.

Todo el día anduve excitado de sólo saber que por la noche me follaria a otra mujer más y que ahora seria a la subdirectora del colegio. Al fin la noche llegó y en cuanto todos maestros y alumnos se retiraron sólo quedamos los dos, claro yo me escondí para que nadie sospechara nada, cuando sólo los dos estábamos nos miramos con deseo mutuo hasta que ella dio comienzo con las palabras diciéndome ¿Y ahora adonde te gustaría que lo hiciéramos? La cuestión de escoger el lujar era mío así que me puse a pensar entre el baño, la dirección del colegio o una de las aulas, más ninguna me pareció adecuado puesto que en pasadas aventuras ya lo había hecho con otras mujeres en esos lugares así que decidí hacerlo en el jardín del colegio encima el pastizal, lo cual fue era perfecto puesto que ya era nochecita y había luna lo cual le daba al momento un toque romántico. Así que ambos nos fuimos al pastizal del jardín, se notaba que ella estaba algo nerviosa porque estaba a punto de tener sexo con un joven como yo, más yo también le aclare antes de empezar que lo que estaba a punto de suceder seria una simple relación sexual y era todo puesto que no tenía ni el menor amor por ella, sólo deseo y calentura.

Ella con toda seguridad me dijo ¡Si papacito lo sé, sólo hazme el amor y ya! Yo sin esperar más le indique que se acostara sobre el pastizal, en cuanto lo hizo yo me empecé a desnudar, yo no supe si en verdad hacía calor o era por el erotismo del momento pero yo estaba sintiendo arto calor, al quedar mi verga bien erecta de nuevo ante ella sus ojos se llenaron de lujuria y deseo invitándome a irme a ella, a comérmela de un solo trago. Lentamente fui subiendo su falda mamándole sus piernas con delicadeza, ella ya estaba gimiendo de placer, después retire lentamente sus bragas dejando a mi entera vista su vagina deliciosa la cual inicie a chupar con todo mi entero placer, me bebía todos sus flujos vaginales, ella gritaba como loca cada que le daba ligeros mordiscos a su clítoris.

Mientras yo le mamaba su vagina ella jugueteaba con mi pene hasta que ella me dijo ¡Ya métemela, métemela hasta el fondo! Le abrí totalmente sus piernas y se la metí de un golpe provocando de ella un estallido de orgasmos que tuvo. Yo le metía y sacaba mi pene de su raja vaginal a toda velocidad, ella no cesaba de dar gritos de infinito e indescriptible placer al igual que yo pues su vaginita era deliciosa. Hasta que me vine inundándole toda su vagina de mi leche caliente lo cual ocasiono que ella también se viniera, fue un sexo a toda gana y sin duda la hice gozar como a las otras.