Lo conocí por internet

Paso hace ya algunos años, yo siempre había tenido el deseo de hacer feliz a un hombre dándole unas buena mamadas de verga y también que me cogiera, pero sobre todo mi deseo y fantasía era sentir como el hombre estuviera gozando de mi primera vez. Así que coloqué un anuncio en internet para encuentros de este tipo, me llegó un aviso y me comuniqué, le dije que tenía mucha curiosidad y que quería mamarla y si se podía y quería cogerme también. Nos pusimos de acuerdo para ir a su casa. Llegué y era un hombre moreno gordito como de me edad no llegaba a los 40, me senté en un sillón y se paró enfrente de mi:
-A ver cuál es tu curiosidad que quieres satisfacer? Quieres algo de tomar? Me dijo.
- Si - le dije - a ti. Lo jale del cinto y él de inmediato se bajo el shorts. La tenía bien parada, yo la tomé con una mano y le empecé a mamar la cabeza, la tenía gruesa, poco a poco me la fui metiendo toda, como no estaba muy grande me cabía toda. Voltie a verlo mientras le acariciaba los testículos que los tenía bastante grandes y pude ver cómo estaba gozando lo que me hizo esmerarme más, le dije que se sentara, me puse de rodillas entre sus piernas para darle unas mamadas deliciosas, lo escuchaba gemir, le mamaba los testículos se los acariciaba con la lengua y los labios mientras mi manos le acariciaba la verga, le recorría desde los testículos hasta la cabeza con mis labios y lengua para metermela toda completa hasta el fondo de mi garganta mientras movia mi cabeza de arriba a abajo a los lados, me la sacaba y dejaba solo la cabeza moviendo mi lengua y mi cabeza haciéndolo gozar.
- Queres que te coja - me dijo.
- Si, cojeme, estrena mi culito, le contesté, mientras me ponía de pie, él también se paró, me baje el pantalón y el boxer enseñandole las nalgas, él me las acaricio con las dos manos yo puse las mías sobre las de él para abrirlas y ofrecerle mi culito.
- Mira nomás - me dijo - aparte que tienes muy buenas nalgas tienes un culito precioso, chiquito apretadito... Me decía, mientras sus dedos me lo acariciaban.
- Es tuyo - le dije - es le regalo que tu vas a abrir. Me puse de perrito y le dí un tubito de lubricante y un condón y le dije:
- Ven, te la voy a mamar, mientras me lubricas.
Mientras se la mamaba él me lubricaba, primero me metió un dedo y después con más lubricante me metió dos, les daba vueltas haciéndome gemir de placer.
- Ya - le dije - cojeme, metemela, metemela toda, cojeme rico papasito.
Se puso detrás de mi apoyando un pie en el sillón y el otro en el piso, como yo estaba empinado completamente mi culo estaba disponible para ser penetrado, me tomo de las caderas y cintura y me la metió riquísimo, no se detuvo gaste que me entró toda y empezó a darme una tremenda cogida. Mis nalgas chocaban con su vientre, yo volteo a verlo para decirle:
- Papasito - que rico me cojes, te gusta? Y me movía adelante y atrás arriba abajo en círculos, mientras él me tenía agarrado de las caderas , de vez en vez de daba unas nalgadas deliciosas, - hay que rico - le decía yo.
Hasta que él se empezó a mover más rápido, su verga se hizo más gorda y... Estalló en un tremenda venida. Me la sacó poco a poco , se quito el condón y yo se la mame riquísimo, le mame los testículos, hasta que perdió la erección.
Quedamos de vernos otro día, así que luego les cuento.