LO INEVITABLE SUCEDIO 1

Este relato que les hago fue una historia que sucedió entre dos compañeras de trabajo, Graciela y Claudia, ambas trabajan en sectores distintos dentro de la empresa, Graciela es quien tiene a cargo la parte de gastronomía y demás, por lo que existe una estrecha relación con Claudia quien es Secretaria del dueño y encargada del control de gastos y demás de la empresa.-
Esta empresa de servicios informáticos cuenta con gran cantidad de personal por lo que es normal acudir al sector de comedor y cocina y encontrarse a varios desayunando, merendando o almorzando algunos hasta cenan aquí, y es un lugar de los mas concurridos por este motivo, llenar los termos con agua caliente, saborear un mate a cualquier hora, y siempre se presta a comentarios de nuestras vidas y problemas cotidianos que tenemos todos, seguramente y tratándose de mujeres algún comentario de este o aquel siempre lo hay, pero en esta relación en especial, debo contarles que Clau es una morena de 1.70 aproximadamente quizás un poquito mas, mientras que Graciela es mas bajita quizás 1,58 mas menos, Clau tiene un cuerpo delgado muy estilizado, una cola que es un placer observar al igual que sus hermosos senos que son la delicia de todos, en ocasiones que viene con su propia ropa y no trae los trajecitos que utilizan en la empresa, se puede disfrutar de su cuerpo de novela, Graciela también tiene lo suyo quizás no tan exuberante como Clau pero linda cola, cuerpo bien cuidado y unos pechos mas bien chicos pero bien puestos. Todo esto empieza como ya conté que Clau tiene el control y llevar toda la contabilidad de este sector donde se mueve Graciela y es muy común verlas varias horas juntas conversando de lo que se gasta y hay que comprar, comparten el mate a cada momento que se puede y de ahí surge esta amistad que sin que ellas se dieran cuenta, comenzó a traspasar la barrera prohibida, las salidas juntas a hacer compras de insumos, los toques sin querer de sus manos y pequeños gestos que fueron incrementando lo que hasta allí era una buena amistad.. Claudia es mama soltera en pareja con un buen muchacho, mientras que Graciela que también tiene hijos y marido, siempre se contaban sus problemas diarios de la casa y fue llevando a que se apoyaran una en la otra, pero sin llegar a imaginar lo que les cuento.

Todo comienza un día que otra compañera traía para vender ropa interior de damas, por lo que se llevaron varias cajas y enfilaron a los baños y vestidores de damas para probarse, yo Graciela elegí un conjunto en un tono gris clarito con unos retoques de colores muy atractivo, mientras que Claudia llevaba otros de distintos tipos , siendo ella la que comenzó por quitarse su camisa y el corpiño tradicional y negro que usa con su uniforme, dejando al aire ese par de senos, que provoco que se me escape un Clau que gomas tenes y estirar mi mano para tocar, ella como que quiso evitarlo pero comenzó a mostrarme un pequeño retoque que se había hecho y ahí fue cuando aproveche para acariciar esos pechos que erizaron mi piel y sentí ese cosquilleo que taladra mis entrañas y ella medio si, medio no, dejo que sujetara sus pechos y muy sutilmente comencé a acariciarlos muy disimuladamente y sabia que me atraían esos pechos maravillosos y suaves los cuales erguidos y erizados por el roce de mis manos, ella trato de disimular la excitación que le provoco mi sutil caricia, diciendo como siempre, bueno ché, me pruebo estos, colocando un corpiño que le quedaba pintado, y ahí nuevamente aproveche para acariciar sus hombros aquí te quedan perfectos decía yo, y de espalda al darse vuelta vi esa cavidad que hace la espalda al llegar a su cola y sentí como una subida de presión que me martilló el cerebro, quedo grabado en mi mente esa espalda que era una pintura, note que al rozar su espalda como se erizo su piel y con un pequeño pero indicativo movimiento dejo que siguiera probando con mis manos, al darse vuelta observe sus pezones erguidos como queriendo salir a la batalla, con la excusa de ver la tersura de la tela paso mi manos por encima de sus pechos y note ese escalofrío que le recorrió el cuerpo sus ojos como entrecerrados me dijeron que le agrado , seguidamente le digo y el resto proba y vemos como te queda, por lo que reacciono y comenzó por desprender su pantalón que dejo caer y al agacharse para sacarlo, dejo su redondo, hermoso y envidiable culo frente a mi cara lo que me provoco una tentación irresistible y la perdida de la cordura, me sujete y solo dije “que hermoso culo”, a lo cual ella conservadora reacciono y se puso de pie se dio vuelta para sacarse las bragas y probar otra, quedando allí expuesto y frente a mis ojos ya llenos de lujuria y deseo ese pimpollo que denotaba un cuidado especial, muy prolijamente depilado y ni hablar de sus piernas largas estilizadas, finalizando en un pie delgado y muy fino, que me perdió, me puse de pie al lado de ella, como ayudando a subir su nueva adquisición que como el corpiño le quedo pintada, sus nalgas bien paradas y su cola que sobresale con esa abertura justa en la parte trasera que la hace mas atractiva todavía, ya coloque mis manos y recorría su cuerpo no se si quedaba bien esa bikini solo quería disfrutar ese cuerpo que se abría para mi, ahí, ella ya decidida y con un gesto me tira de aquí,dijo, coloco una pierna en el banco del costado y dejo su parte mas intima al aire, donde metí mi mano diciendo aquí te tira y ya vi, su rostro como desfigurado entreabriendo su boca y mientras mi mano derecha recorría el borde del bikini me acerque lo mas cerca posible a su rostro que ya respiraba agitada, viendo esto, con mis dedos traspaso la línea hacia su sexo, lo que provoco que ella inclinara su rostro contra el mío y se desatara aquella catarata de caricias y besos, mis dedos introducidos en su vagina ya hacían emitir gemidos desesperados y con su no puede ser, yo seguía hurgando en su interior, hasta que llegue a su clítoris donde ya abrió mas sus piernas y me entrego el tesoro mas preciado que toda mujer tiene, yo con mi boca llena de sus pechos mordisqueaba sus pezones y lamia su contorno , ella jadeaba como pidiendo mas, y mi otra mano recorría ese cuerpo escultural y delicado, a esta altura ya me despoje de mis ropas, quedando ambas totalmente desnudas, fue allí que escuchamos que alguien venia a vestuarios, y nos encerramos en uno de los baños donde ya nos proferíamos todo tipo de caricias desgarradoras que provocaban alaridos apagados por la presencia de alguien mas, aprovechándome de ello, deslizo un dedo en su ano y eso la mato contrajo su cuerpo pero ya lo tenia adentro, lo deje reposar unos segundos e intente nuevamente, logrando que se perdiera en su cuerpo ella con su boca abierta a mas no poder, aflojo su contextura física y permitió que comenzara a masajear su cola, mientra me arrodille y comencé a chupar su panochita que era una delicia nunca me sentí atraída por una mujer pero aquí se dio todo así, de repente y sin meditar, surgió y lo disfrute al máximo comiendo sus jugos que parecían un volcán en erupción emanando ese liquido caliente desde el interior, los cuales me cubrían la boca y derramaban por la comisura de mis labios, me puse de pie y le di un beso tan apasionado y profundo que hizo caer de rodillas a Clau quedando frente a frente y nos comimos la boca su lengua desesperada pedía por la mía, sus manos recorrían mi cuerpo con desesperación y ya entregada totalmente nos dimos una zurra tremenda, Ella que nunca tuvo este tipo de experiencia ya desenfrenada y desinhibida procedió a introducir sus dedos en mi sexo, mientras mordisqueaba mis pechos haciéndome explotar en ese primer orgasmo que inundo sus manos que masajeaban mi sexo fue una venida brutal un orgasmo tras otro que nos dejos allí tirados cual trastos viejos al costado del inodoro del baño que fue testigo fiel de aquel encuentro casual pero inevitable que nunca esperamos sucediera de esta forma, se dio, lo hicimos y lo disfrutamos a morir, y les aseguro que no será el único, descubrimos una faceta de nuestras vidas inexploradas y como dice el titulo lo inevitable sucedió, espero sus comentarios y criticas todovaleaqui@yahoo.com.ar Juan Carlos San Rafael Mendoza