Logre hacerle el amor a mi nuera

Bien relatare esta historia literalmente tal como ocurrió. Mi nuera o sea la esposa de mi hijo se llama Laura y tiene veintitrés años de edad. Ella es una muchacha muy bonita y sensual, es de piel blanca, cabello negro muy bien cuidado y largo, sus ojos son marrones, también luce pestañas remangas y una mirada muy coqueta, le gusta maquillarse e igualmente pintarse sus labios con labial rojo. Aproximadamente mide 1.70, con esta estatura es alta y más cuando usa zapatillas de tacón alta ella se ve muy alta, su cuerpo es esbelto y tiene muy buena figura de mujer, también elogiare de ella sus precisas piernas de mujer y sus bien deliciosas nalgas, diré que ella no tiene muchos pechos pero esto no importa pues con todo lo demás que he descrito de ella se darán cuenta que es una mujer muy “buenota” como diría a hoy la juventud. Por su belleza mi hijo de veinticinco años se enamoro profundamente de ella en la universidad y tan luego que mi hijo se graduó como licenciado ambos se casaron, aunque llevan casi tres años de casados no tienen hijos aun y la razón de ello verdaderamente lo ignoro pues no es mi estilo meterme en la vida privada de mi hijo. Mi nuera no logro sacar carrera así que únicamente es ama de casa, más esto no importa pues con la profesión de mi hijo ambos viven cómodamente e incluso se dan alguno que otro lujo, por ejemplo los preciosos vestidos de ella al igual que maquillajes, ella asiste al gimnasio e igualmente de vez en cuando al dicho salón de belleza y por ello se conserva más que hermosa. Laura mi nuera es una mujer cariñosa, amable, alegre e incluso tierna pues así lo he visto que es con mi hijo, sin embargo de vez en cuando también le he notado actitud dominante y hasta algo histérica, más esto no es siempre así que ambos viven felices.

Yo sólo diré que estoy viviendo de arrimado por así decirlo con ellos, pues desde que enviude he criado a mi hijo desde adolecente y me imagino que por ello me acepta vivir en su casa, claro aparte de que soy su padre. Soy un señor maduro de cincuenta y seis años. Como verán casi ya soy un anciano pero esto no impidió que aun tuviera ánimos para hacerle el amor a una mujer y esa mujer fue mi propia nuera. Tengo que aclarar que nunca fui un hombre pervertido y que jamás le fui infiel a mi esposa, no más siempre he sido un hombre honesto y serio, pero ahora sí que no pude contener mi hambre de lujuria pues a pesar de mi edad aun se me para mi verga y sin duda se me pone aun lo suficientemente erecta para que pueda penetrar la vagina de cualquier mujer. Por otra parte diré que como ya estoy jubilado de la carrera que algún día ejercía como profesor de matemáticas, ahora sólo para mantenerme ocupado me reúno con amigos de mi edad con los que juego póker, no sé yo sólo he tratado de no intervenir mucho en la vida conyugal de mi hijo y ni sé lo que haría si supiera que yo su padre tuve sexo con su amada esposa.
En fin, ahora continuando con la historia voy a decir que nunca desde que convivo con mi nuera la había deseado como mujer y ni meno me hubiera imaginado que por un descuido en mi nacería el deseo de hacerla mía. No más bien como ya mencione esta morbosidad inicio por descuido una noche de fin de semana en la que ella se prepara para salir a cenar con mi hijo. Esa noche eran alrededor de las siete, mi hijo quedo de pasar por ella pero aun no llegaba del trabajo. Yo por mi parte estaba durmiendo una siesta pero al despertar me dieron unas ganas irreversibles de hacer del baño, así que a toda prisa me dirigía hacia el baño pero al llegar escuche que alguien se estaba bañando y como mi hijo no estaba desde luego pensé en mi nuera, como aun no tenía nada sucio con ella dude de entrar pero las mismas ganas de defecar me impidieron esperar a que terminara de bañarse. Bien yo entre lo más silenciosamente posible y como la parte donde está el baño esta una sabana, ella no pudo verme, yo sólo veía su silueta a través de la sabana. En fin yo me dispuse a defecar y ahí el miedo más grande que tuve es que soltara gases y por el mal olor ella me detectara, así que trate de contenerme y lo logre, yo tranquilamente termine pero en el momento que me iba a disponer a retirarme ella apago la regadera por lo que supe que ya saldría, como hay cierta distancia del lugar de la taza hasta la puerta en lugar de salir lo que hice fue esconderme en el lugar donde se guardan los artículos de limpieza y como el mismo tenia cortina era imposible que fuera visto.
En fin ahí inicio el deseo hacia ella al verla totalmente desnuda y con su cuerpo mojado, como no sabía que estaba yo ahí ni se tapo. Yo logre ver su sensual cuerpo completamente desnudo, desde donde estaba me deleite al verle sus deliciosas piernas, su culo con sus nalguitas humedad y sin duda lo mejor de todo fue verle su zona vaginal, ella la tiene con algunos pelitos que no son muchos pero si tiene un poco. Ella con una toalla inicio a secarse su cabello, posteriormente su cuerpo y sin duda el momento en que pude verle más mejor su deliciosa vagina de mujer fue en el momento que comenzó a secársela. Ella así de pie levanto su pierna derecha e inicio a frotarse su vagina con la tela para secarse el agua, para ese instante mi pene ya estaba a reventar de excitación por ver la deliciosa vagina de mi propia nuera, vagina que sin duda mi hijo podía disfrutar a su ancho antojo. Bien, en ese momento mi excitación no había terminado pues después de esto ella así continuando desnuda tomo un frasco de crema humectante e inicio a aplicárselo en sus piernas, yo veía como con sus manos se untaba dicha crema de arriba hacia abajo por sus piernas. De una vez terminado esto se puso unas bragas color rojo y un sensual vestido de noche color blanco con adornos de flores rosas, el mismo era de tirantes a los hombros, no era escotado pues tapaba muy bien sus pechos y la falda del vestido a unos centímetros arriba de sus rodillas. Ella continúo arreglándose, se peino y maquillo aun sin saber que yo la vi por completo, yo anhelaba en ese instante hacerla mía pero justo en el momento que iba a tomarla la puerta se abrió y era mi hijo. Ellos creyendo que no estaba en casa se retiraron a su cena romántica.

A partir de ese momento mi apetito sexual volvió a salir e incluso después de varios años sin masturbarme, esa noche lo hice en nombre de mi apetitosa nuera. En el momento que yo masturbaba mi pene en mi mente me imagina que era mi nuera quien me la acariciaba y también venían a mi mente las imágenes de la vagina deliciosa de ella. Pero aun así una vez más me quede con las ganas pues como también ya estaba cansado después de masturbarme en mi cama me quede dormido y ni siquiera me di cuenta a qué hora llegaron. Y la primera inquietud que tuve al despertarme de mañana fue de nuevo mi nuera pues en mis pensamientos sucios sin duda creía que esa noche habían hecho el amor, hasta incluso en casa pero por quedarme dormido no pude espiarlos. Bien, los siguientes días mi lujuria siguió aumentando, la mirada de deseo que le daba sin duda ella las noto pero no me dijo nada, en mis pensamientos sólo estaba ella, ella y ella, al recordar su cuerpo desnudo, mojado y mejor aun al recordar su vagina mi pene se paraba inevitablemente, con este deseo volví hacer lo que sólo en mi juventud lo hice comprar películas pornográficas, a cada momento que las veía de nuevo me masturbaba en nombre de ella, sin duda se estaba volviendo en mi obsesión.
Esto continuo hasta el día en que ya no pude más y pasara lo que pasara yo me lance hacia ella como un lobo hambriento de sexo. Ese día mi hijo estaba en el trabajo y ella salió de compras al súper, ese día o casi tarde ya ella estaba más sensual que nunca pues vestía ropa muy provocativa. Mi exquisita nuera tenia puesta una sensual blusa de verano color rosa y muy bien escotada, sin duda el escote era tanto que se le notaban bien los pezones y por si faltara algo también tenía puesta una rica minifalda color negra, por la misma se le podían apreciar muy bien sus sensuales y deliciosas piernas. Ella tenía demás unas botas muy femeninas de piel con cierre y tacos de altura normal, con este vestimento me fue imposible evitar tomarla ese mismo día. Bien, cuando llegó a la casa con las compras inicio a acomodarlas en su correspondiente lugar, yo tratando de disimular lo más que pude comencé una conversación normal con ella, ahí en la cocina mientras acomodaba sus compras en la despensa estábamos platicando pero sin duda yo no podía apartar mí vista de sus deliciosas piernas. Y por fin llegó el momento en que ya no pude más, esto fue en el momento que ella abrió el refrigerador para acomodar las cosas. Ahí ella se agacho y como consecuencia su minifalda se alzo más de lo normal, tanto que pude verle su culo perfectamente al igual que sus bragas blancas. Yo fingiendo todavía plática normal lentamente me fui acercando hacia ella, al llegar justo detrás ya no tuve miedo e inicie a tocarle sus nalgas encima de su minifalda y justo en ese momento ella se puso de pie con brusquedad dándome una mirada de confusión mesclada con un poco de temor. Ambos sólo nos miramos a los ojos sin decirnos ni una palabra, se empezó a sentir un ambiente de duda e erotismo mutuo, me encantaba la forma en que miraba mi pene que por mi pantalón ya se notaba su erección y esto ocasiono que ella iniciara a respirar agitadamente.

-¡Tranquila que no va a pasar nada que no quieras que pase, pero deseo tocarte!-

-¿Qué dice señor? Ha olvidado que soy la esposa de su hijo-

-Aun así voy a tocarte pues no sabes lo cuanto te deseo mamacita-

Sin más palabras tome su minifalda y la subí por completo, ella se estremeció pero no hizo nada para detenerme, así parada yo separe sus piernas y me encogí ante ella, lentamente comencé a tocar sus piernas tan suaves, ella tenía sus ojos cerrados y así acariciándole las piernas fui subiendo hasta que mis manos se toparon con su zona vaginal, ella al instante que sintió mi mano en su vagina dio un salto, de nuevo le dije que se dejara llevar. Yo tome sus calzones y lentamente los deslice hacia abajo, al momento que llegaron a sus botas yo levante cada una de sus piernas y se las quite al igual que sus calzones. Así por fin en ese momento su vagina que logre ver la pasada ocasión de lejos ahora podía verla justo en frente de mí. Ella continuaba con sus piernas separada y yo introduje mi cabeza entre ellas directa a su vagina, al instante se deleito mi nariz al oler la rica aroma de su vagina y sin esperar más inicie a mamarle su vagina, debo confesar que lo hacía torpemente pues a mi esposa jamás le mame la vagina pero aunque torpemente ella inicio a suspirar y ello me inicio que si lo estaba disfrutando. Y sus primeros gritos de placer fueron cuando yo inicie a meterle mis dedos en su raja vaginal ya bien mojada de mi saliva al igual que de sus flujos vaginales, ella gritaba como loca. ¡Ya no aguanto más, hágame el amor por favor!, ¡Si hágame toda suya! El tome en mis brazos y ambos fuimos a mi habitación, al llegar y con prisa nos despojamos de toda nuestra ropa hasta quedar desnudos por completo.

La acosté en la cama y abrí sus piernas por completo, yo me pose encina de ella y sin esperar más le introduje mi pene de un solo golpe hasta el fondo de su vagina. Me imagino que por mi edad ya no tenía la potencia suficiente pero aun así comencé a meterle y sacarle lo más fuerte que pude, ambos estábamos haciendo el amor ya en ese preciso momento, sin duda era increíblemente maravilloso. Pero por mi misma edad no duré más de casi veinte minutos e inmediatamente eyacule una poca cantidad de semen dentro su vagina. Ahí termino el delicioso momento, después yo me retire de la casa para ir con un amigo y al llegar la cena, todos cenamos normalmente pero sin duda por la forma en que me miraba supe que nunca olvidara que su propio suegro le hizo el amor.