LOLITA, LA APETITOSA JOVENCITA.

LOLITA, LA APETITOSA JOVENCITA.
Me presentare, me llamo Carlos. F. tengo 38 años, atractivo, alto, moreno,vivo en el norte de España, divorciado… lo demás de mi vida creo que carece de sentido y lo realmente importante es que siempre me han gustado las jovencitas delgaditas, de baja estatura, con senos suaves y medianos, con esos pezones rositas… con ojos grandes y soñadores.
Aquellas niñas me gustaban tanto que me hacían disfrutar con tan solo mirarlas, que me hacían sentir en lo más profundo de mí ser, una excitación alucinante que recorría todo mi cuerpo con tan solo rozarlas.
Siempre había deseado estar con una autentica nínfula. En alguna ocasión estuve, disfrute de la enorme belleza de aquellas jovencitas, algunas colegialas, algunas prostitutas, algunas criadas… pero aquellos momentos fueron fugaces, yo deseaba tener siempre a aquella niña que me hiciera endurecer y que ella pudiera deslizar sus manitas por mi bragueta siempre que yo lo deseara. Pero no era fácil encontrar a una jovencita así tenía que tener algo muy especial.
Un día cuando yo iba de camino a mi casa, vi salir de una pastelería a una niña con la cartera del colegio, pelirroja, de pelo liso con labios apetitosos saboreando su gran piruleta. Llevaba un vestidito blanco por encima de las rodillas, que se permitía ver su cuerpo juvenil.
La niña después de unos instantes se fue rápido hacia el parque y se dirigió hacia un hombre para darle el cambio, supongo que era su padre, me quede esperando dentro del portal hipnotizado por semejante hembra. Al poco rato se fueron mi corazón se desquebrajaba deseaba verla, acariciarla, no te vayas por favor…
Estuve toda la noche tumbado en mi cama, hacia riba, pensando en sus senos que deseaba lamer frotar y mordisquear, en esa boca que deseaba que diera lametones a mi pene, deseaba viciarme sobre la piel de esa niña.
Al día siguiente sobre aquella hora fui a mirar al parque sobre la misma hora, a ver si volvía a ver a aquella nínfula, ¡Fantástico! Estaba la niña sola comiendo unas galletas, esta vez vestía una blusa de cuadritos y faldita de volantes. Me senté cerca de ella en un banco, la niña se acerco a mí y se sentó en el banco se quito las sandalias sacudiéndose la arena, yo empecé a ponerme nervioso, la niña empezó a beber del poco agua que la quedaba en la botella, y de repente se dirigió a mí.
-¿Tiene hora señor?
-Sí las 9.30.
-Lastima, la tienda estará cerrada, tengo sed y no conozco a ninguno de los niños que están aquí, para pedirles agua.
-Puedes ir a tu casa si no te pilla, lejos.
-Imposible, se me olvidaron las llaves en casa y justamente hoy que mis padres después del trabajo dijeron que iban a salir a cenar así que tendré que ir a ver si puedo quedarme en casa de alguna amiga.
Perfecto, era un milagro, la niña estaba sola y sus padres no volverían hasta tarde era la ocasión perfecta, para subirla a mi casa y poder disfrutar de ella, eso si lograba convencerla pero ¿Y si alguien me veía? ¿Y la niña? ¿Estaría dispuesta a subir a mi casa? Tenía que pensar ya cualquier cosa rápido.
-Bueno hay una tienda cerca de mi casa que cierra tarde si quieres podemos ir a comprar agua, además la vecina es amiga mía te puedes quedar en la tienda o bien ella te acompañaría a tu casa.
-Ufff! ¿Enserio? Pues vamos que me muero de sed.
Fuimos caminando hasta la tienda, iba a estar cerrada así tendría la oportunidad de poder subir a la niña a mi casa, si ella se dejaba claro.
-Está cerrada, que mal, que sed tengo.
-Bueno pues subamos a mi casa, diré a mi mujer que te llene la botella de agua.-Con esa mentira, trate que la no desconfiara.
-Vale, subamos ¿Tienes hijos?
-Sí un niño de quince años.
-¡Pues casi los mismos que yo!
Deje que la niña subiera las escaleras delante de mí, podía verle las braguitas rosadas, me estaba endureciendo, al llegar a la puerta de mi casa, toque el timbre disimulando, dije a la niña que seguramente mi mujer no oiría nada que estaría en el baño, abrí la puerta y me dirigí hacia la cocina y llene la botella de agua, ella bebió apresuradamente.
-Que sed tenia.
-¿Por cierto cómo te llamas?
-Me llamo Lolita, tengo ganas de hacer pis, ¿tardara mucho tu mujer?
-Parece que va para rato pero puedes pasar al aseo.
La niña se dirigió apresuradamente al aseo, tenía que hacer algo para poder tenerla entre mis brazos, saborear el delicioso fruto que hay entre sus piernas… así que me dirigí hacia la puerta del baño estaba entre abierta, pude ver a Lolita con las braguitas bajadas mientras echaba su chorrito, después se puso totalmente de pie limpiándose y vi su coñito, tenía el bello muy cortito, tan jovencita y ya se lo arreglaba, después la niña se puso frente al espejo mirándoselo, yo quería tocar ya ese delicioso fruto.
La niña se tapo rápidamente y comenzó a lavarse las manos aproveche a entrar y darle una toalla limpia, me acerque me puse tras Lolita la note nerviosa, quizás excitada… Acerque mis pantalones a su culito, y empecé a moverme suavemente, ella me dejaba apretarla, que rica…
Después ella se dio la vuelta bruscamente y me beso… aquel momento que tanto había deseado se estaba cumpliendo. Me senté en el váter y después a la niña en mis rodillas, la tocaba las tetitas, por encima de la blusa, tenía que ir despacio por si acaso se asustaba, aun que era poco probable. Después de un rato la dije que se sentara ella en el váter, Lolita obedecía…la abrí de piernas y comencé a chuparla por encima de las braguitas, la niña empezaba a estremecerse.
-¿Quieres que siga?
-Ay! Me gusta mucho…
La notaba muy excitada así q la retire las braguitas hacia un lado y comencé a lamer esos labios jugosos rosaditos tan húmedos, después moví mi lengua en círculos sobre su clítoris y la niña gimió muy fuerte, había tenido un orgasmo se la veía muy guarrita gimiendo, después la baje las braguitas y la introduje un dedito por su estrecha vagina se quejo un poco, así que decidí sacárselo.
Tome a la niña de mi mano y la lleve hasta mi habitación, la tumbe en la cama, la quite la blusita y vi unos pezones endurecidos comencé a chupárselos y mordisqueárselos ella movía su cuerpo y suspiraba “Más, más, me encanta” mientras yo suavemente la tocaba su coñito y poco a poca la iba introduciendo un dedito, se iba llenando mi mano de sus juguitos a mi me encantaba, estaba muy excitada decidí desabrocharme mis pantalones y mostrarla mi pene erecto, puse la manita de Lolita en mi pene ella comenzó a menearlo, yo gemía estaba a punto de estallar en aquellos senos tan deliciosos pero me aguantaba, quería penetrarla.
-¿Lo hago bien así?
-Sí, muy bien, mi niña.
Después de unos minutos la dije que si le apetecía pasarle la lengua a mi pollita, la niña dijo que le daba vergüenza, así que no insistí mas… la puse a cuatro patas y decidí seguir comiéndola su coñito mientras la metía el dedito, poco a poco fui subiendo mi lengua hacia su otro agujerito, empecé a saborear su culito a meter mi lengua dentro cada vez se iban dilatando mas sus agujeros…de repente ella grito y sintió su segundo orgasmo, yo era el hombre más feliz del universo, rápidamente aprovechando su postura y su segundo orgasmo la introduje mi pene en su coñito, ella no se quejaba así que poco a poco la penetraba y desgarraba esa vagina tan húmeda mientras veía su agujerito abierto mmm que culito.
Se empezó a quejar Lolita que estaba incomoda así que la tumbe en la cama hacia arriba con las piernas en mis hombros y empecé a penetrarla ella miraba fijamente como entraba mi polla con los ojos muy abiertos en su coñito que estaba muy empapado, cada vez la penetraba mas fuerte ella no se quejaba, mis huevos embestían su culito y mi polla atravesaba su chochito tan estrechito, estaba a punto de correrme saque el pene y la dije que me lo meneara fuerte la niña obedeció “Mas rápido Lolita, acércame tus tetitas” restregué mi pene en sus pezones y un chorro de semen salió disparado. Que orgasmo tan alucinante, esa niña era un vicio, la limpie rápido, pero ella dijo que tenía ganas de más que quería que la hiciera cosas en su coñito, la cogí en brazos y la senté en un sillón.
-¿Quieres volver a sentir gusto en tu coñito?
-Sí- Dijo tímidamente.
Senté a la niña en el sillón y vi sus labios abiertos, comencé a masajeárselo con mis dedos y mientras en su coñito rojo se los introducía la pellizcaba los pezones, ella volvía a sonrojarse… su coño atrapaba mis gruesos dedos, que ganas tenia de verla correrse de que chorreara ese coñito que por cierto era medio virgen, no había sentido esa presión que se siente al romper el himen, pero si sentí mucha dificultad... seguramente habría jugado ella como cuando la mire en el espejo… la pregunte que si quería que la introdujese algo por el culito… ella dijo que sí.
Moje su culo con saliva y saque un vibrador la niña miro asombrada pero la dije que sería suavecito… que no se preocupara, se lo pase por el clítoris, ella gritaba cada vez mas y mas estaba a punto de correrse pero todavía no, yo quería mucho jugo…así que se lo saque y comencé suavemente a introducírselo pro el culo mientras la chupaba el clítoris, ella estaba a punto de estallar, la deje el vibrador metido el su culito mientras la estimulaba con mis dedos su coño, ella contrajo su estomago y soltó una gran lluvia dorada que mojo todas su piernas… yo relamí esos labios empapados mientras caía ese delicioso chorrito, ella avergonzada se fue al baño corriendo… CONTINUARA.