En la confianza,que tenía con migo le ayude a colocarse los ovulitos del dia despues....
Relato
Hace unos 10 años atrás, con 28 años, me desempeñaba como gerente de informática de una empresa Internacional, de impresiones e insumos para el rubro, en ese momento de desempeñaba como secretaria mía un chica de apenas 18 añitos, de nombre Soledad (Sole). Era una hermosa chica de pelo negro largo y enrulados, de piel blanca, con unas nalgas redondas y bien paraditas y con unos pechos un poco más de lo normal., una muñeca, y que hacía suspirar a todos los de la oficina pero en especial a mí.
No se porque si por el trabajo y lo cotidiano del trato de a poco me convertí en algo confidente.
El primer comentario fue sobre su relación sentimental, la cosa estaba en que ella tenía novio pero sus padres no lo aceptaban porque tenía un hijo con otra mujer. Además era de su misma edad. En ese tren ella siempre me comentaba la situación por la que atravesaba en eso yo aprovechaba para ir a fondo y preguntarle cosas más íntimas de ella, como por ejemplo si tenía relación sexual con su novio o cuales eran sus zonas más erógenas, etc., a lo primero se ponía colorada pero como yo le decía que no pasaba nada comenzó a contestar hasta que me los contaba sin dudar y con mucha confianza.
Tal fue esa confianza le dio valor para comentarme que una de estas noches anteriores tuvo sexo con su novio, en fecha peligrosa y que le había entrado miedo de quedar embarazada, me preguntó si yo conocía algo o alguien que le pudiera ayudar,
Fue el punto de inflexión, para maquinar miles de cosas, pues yo veía en esta la oportunidad de aprovecharme de la situación y echarle un polvo a como sea, porque la verdad que hacía tiempo que me tenía recaliente, con ganas contenidas de cogerla como se merecía, una potra como ella
Le dije conocía a una obstetra que vivía cerca de mi casa, qué si quería nos íbamos a la salida juntos a ver si ella pudiera ayudarla, muy preocupada acepto, pero luego a la salida, dijo que su novio, la llamo y pasaría a buscarla, que no podría acompañarme y podía hacerle el favor de preguntarle la posible solución. Cosa que hice, me fui al consultorio y me atendió la hija de la Doctora, que es muy amiga mía, y ella me recomendó que debía ponerse un ovulo la que era llamaba vulgarmente "El día después", que se conseguía en todas las farmacias
Al día siguiente, al encontrarla en la oficina y cuando tuve la oportunidad, le pregunté cómo se sentía porque no la veía del todo bien. Comento que no pasó bien la noche debido a la preocupación que le envolvía y que su novio le trajo para que tomara unos yuyos, en te los cuales no le cayeron nada bien.
Todo se estaba dando para abrir el camino para poder echarle ese polvo, tan ansiados por mi, además le puse un poco de tremendismo a la situación, sobre que debía ir a un medico, en fin ola manipule, entro como un caballo, al rato parecía que desfallecía, y entro en llanto no se concentraba en su trabajo. Le dije que la llevaría al médico me dijo que ya se le pasaría. Cuando le sugerí que se vaya para su casa, me contestó que si iba para su casa, su madre, le sacaría la verdad de su situación no le gustaba para nada., le propuse que vaya a mi casa, allí le recibiría mi madre y que podría quedarse a descansar hasta la hora de entrada de la tarde y como yo voy a almorzar allí, vendríamos juntos o iríamos hasta el medico, esta propuesta le gusto puse en preaviso a mi mama
Ella aceptó le dije que descansara hasta que me vaya. Cuando me fui a casa, la encontré mucho más calmada y bien relajada; almorzamos con toda mi familia y como nos quedaban todavía 3 horas para entrar en el trabajo le dije que debíamos de hablar sobre su tema. La llevé a una sala le comete que venía de la doctora me aconsejó que te de unos óvulos que e dio de las muestras medicas, que convenía no perder tiempo, de los cuales 2 de ellos debía colocarse inmediatamente en la vagina, que había un proceso de lubricación, para que dicho medicamento, surtiera efecto que era algo nuevo que venía de Alemania, y otra en las 24 horas a fin de que le ayude; ella asintió con la cabeza, fue cuando vino la pregunta que sonaba a música a mis oídos, cuando me preguntó “¿cómo lo hago?, aquí en tu casa no lo voy a poder hacer”
Yo que la mitad de lo que le dije era un invento mío, vi el momento de estar solos para poder llegar a mi cometido “Es verdad, le dije, porque la condición es que tenes que estar bien lubricada para que la pastillita se pueda meter con facilidad y que se derrita adentro lo más rápido posible.
Ella toda inocente ¿dónde?, replicó. A lo que le contesté: yo conozco un lugar aquí cerca donde podemos irnos. Bien, dijo ella, vayámonos ya nomás.
Así nos pusimos en camino. Durante el trayecto yo estaba temblando de nerviosismo, la idea de estar con ella a solas me entusiasmaba y me excitaba aceleradamente. Al llegar al lugar (un hotel por horas,, por supuesto) la hice pasar y cerré la puerta, me miró y me dijo “nunca pensé que me traerías aquí.” Solamente me sonreí y le dije que se tranquilizará que no le haría nada malo ni nada en contra de su voluntad. La veía bastante nerviosa, esas palabras le dieron más confianza se tranquilizó “Bueno, empecemos, le dije, acostate ahora, tenes que pensar en algo erótico para que te puedas mojar allí abajo” yo sabía que era difícil que se concentrara estando yo a su lado
Se acostó en la cama boca para arriba con la ropa puesta y yo me senté en el borde de la misma, la miraba de vez en cuando, a la espera alguna reacción de parte de ella o al menos que haga algo o diga algo en fin. Estaba semejante bombón a mi lado Después de unos minutos ella habló para decir no puedo concentrarme, me es difícil hacerlo sola, creo que no voy a poder. “Vamos, cálmate y trata de concentrarte mejor, para esto debes estar completamente relajada”, me veía en cualquier momento saltándole encima, yo sentía que mi pija se agrandaba hinchaba mi bóxer al decir nuevamente No puedo, mi respuesta refleja “Entonces voy a ayudarte, le susurré en el oído”. Me miró y lanzó una sonrisa medio forzada. le pregunté "¿en qué parte de tu cuerpo te excita más?; "en el pecho...", me aclaró. Sin dudar, la empecé a sobar sus enormes y hermosas tetas por encima de su sostén, luego de meter manos, de a poco delicadamente. ¿Te gusta?, le pregunté. No me dijo nada, tenía los ojos cerrados y se la veía muy concentrada en las caricias que le daba.
Al rato metí mi mano bajo su camisa y le agarré de su pecho lo saque por encima de su corpiño. Todo esto lo hacía con mi mano derecha. Hasta que con la otra mano empezaba a desabrocharle, de a uno sus botones, las dos brevas quedaron al aire, mientras ya le iba desprendiendo el pórtasenos para que no me moleste, Allí nomás, esos pechos de color blanquito y con unos pezones rosaditos y con la puntita bien paradita, que eran el motivo de varios sueños húmedos que tuve desde que la conocí. Sin dudar un segundo, me abalancé sobre ellos, rápido comencé a comérselos todo de un solo bocado, le chupaba con sutileza, sabía que era la única, oportunidad para disfrutar, y quizás la última que tendría para hacerlo.
Era tan sensible como dijo que los resultados no tardaron en aflorar empezó a suspirar, jadeaba, se olvido de todo y quien era yo se transformo "siiii, así me gusta, chupame todo, los dos, por favor, los dos. No pares. Ya sabes que esta es la parte que más me calienta. Seguí". Mientras le chupaba, también le daba pequeños mordisquitos en sus dos pezones, que la enardecía aun más y era de no creer. Luego empecé a bajar mis manos buscando su entrepiernas, le empecé a levantar la pollerita, hasta alcanzar su entrepierna, allí donde se juntan sus muslos. Entonces ella me detuvo, olvidando el propósito, de lo nuestro, estaba tan caliente y me dijo, "espera que voy a sacarte la ropa", y comenzó con mi camisa, besándome por todo el pecho mientras lo hacía. le bajé el cierre de la pollerita y acto seguido la desnude por completo incluyendo las medias. Ella seguía tendida en la cama boca arriba, me miraba con lujuria presagiando lo que iba a pasar, lo inevitable. Me miró y me dijo: "Acordate que solamente el ovulo me tenés que introducir", "por supuesto, Sole", le contesté. "Ahora debemos asegurar que te pongas bien caliente para meterte lo más profundo posible", añadí.
Cerró nuevamente los ojos entregándose por completo a mis deseos, ávidas de saborear aquel manjar delicioso que estaba tendido delante de mí. Me lancé de nuevo contra sus pechos, la mordisqueaba y ella se revolcaba de un lado para otro. Ya no lo soportaba y parecía que enloquecía, me agarró de la cabeza y, estirándome del cabello me apretó contra su cuerpo con una fuerza impresionante. Fue en ese momento que le pregunté: "¿ que te gusta hacerle a tu pareja?". Me separó y me levantó la cabeza, me miró a los ojos y me dijo "ahora lo vas a saber y vas a ver te gustará mucho” agarró, el bóxer metió su mano dentro, apretó mi pija de una forma suave. Esta ya estaba por reventar. La detuve y me desnudé por completo. la acostate en posición 69. Introduje mi cara entre sus piernas y comencé a pasar mi lengua por sus labios vaginales. Mientras sentía como me succionaba mi verga; esos labios eran calentitos, su lengua jugueteaba con la cabeza de mi mástil. Era sabroso. Pero yo trataba de no distraerme tanto y le metía mi lengua en su vagina, que dicho sea de paso ya estaba mojadísima. De la forma que se movía y por los gemidos que lanzaba me di cuenta que ella ya había conseguido más de un orgasmo. Yo tenía la cara toda empapada con sus jugos, me picaba, un poco pero me relamía. Después de estar así, metiéndole el dedo hasta en el culo y al cabo de unos minutos ya sentía que acabaría en su boca. Ambos nos detuvimos en el mismo instante y me dijo: "ya es el momento de introducirme el ovulito". Me arrodillé en la cama y le abrí las piernas, me coloqué en el medio y suavemente le metí dos dedos en su concha y luego otro más. Sole se retorcía de placer y me preguntó si estaba, le dije de calmase, que había que hacerlo despacito, con buena letra, no apurarse. Agarré el ovulito, que no era otra cosa del tamaño diminuto, se la metí y la volví a sacar. Le miré a sus ojos y le dije: ya fue, bueno, la primera ya está colocada y para asegurar de que se vaya bien al fondo, voy a tener que empujarlo, un poco mas profundo, ella dijo medio sonriente “vas a usar tu miembro” lo que me daba permiso para penetrarla,. Le levanté un poco las caderas y le metí mi pija con todo. Como estaba bien lubricada su concha, entró hasta el fondo. Me acosté encima de ella y le besaba en la boca y luego en los pechos, mientras continuaba con el frenético mete y saca. Al sentir que me venía saqué rápidamente mi pija le apunté directamente a sus pechos, saliéndome unos chorros bien largos por sus dos montículos, la esperma, se deslizaba por sus pechos, bajaba hacia sus ombligo al mismo tiempo, ella no dejaba de jadear de placer, por mi premura no quiso quedar a medias, ayudándose con sus dedos hasta que evidenciando uno de sus mejores orgasmos, que se repitió, por unos instantes, según me lo hizo saber. Se levantó y se dirigió directo a mi pedazo, limpió con su boca y su lengua, chupando y tragando todos los restitos de semen que tenía. Descansamos un poco, mientras ella me seguía, masajeando la verga.
Tanto lo hizo, que la levantada fue instantánea y allí estaba firme nuevamente mientras nos besábamos brutalmente.
"Soledad,ahora, nos vamos por el segundo ovulito ", le dije. Se sonrío y al mirarme, y metida en mi juego me susurró "pero comenzamos de cero, ¿si?". Asentí, moviendo la cabeza y nuevamente, comencé el sutil, le masaje de su punto vulnerable, mis labios, lengua, y dedos combinaron, una deliciosa, sobada, de senos, cuando le chupaba sus pezones, se hincaba hacia delante, soltaba un pequeño suspiro de placer. Descendí hasta su vello púbico y le abrí las piernas, procediendo luego a jugar con mi lengua su clítoris, lamiendo toda su vulva, entreabrí sus labios vaginales con ambas manos y metí dos dedos dentro de su concha que ya la tenía remojada nuevamente. Se olvidó de todo el procedimiento y se concentro en el placer, pasó a sentarse en la cama y me recostó boca para arriba, como una víbora, se subió encima de mí, empezó por sobarme la pija con sus labios,. Luego se fue introduciendo lentamente en la boca dándome una chupada inolvidable, una verdadera docente en el arte de mamar. Era magnífica. Todo lo que me hacía era espectacular.
Y como yo sabía que esta era la única vez que la emputecería, no perdí ni un minuto más de tiempo y procedí a hacerla sentar sobre mi pija. Ella empezó a cabalgar y yo le agarraba de su pecho, apretándola y dándole pequeños pinchazos en las puntitas.
Al ratito nomás, le detuve y le hice acostar boca para bajo, le levanté las nalgas y le puse en la posición perrito. Le empecé a lengüetear su preciado culito, y mis dedos en su vagina La hice acostar le coloque la cosa dentro y estando sobre su espalda le calzaba, con embates que repiqueteaban en su culo cada vez con más ímpetu. Ella continuaba con su quejido de placer y me decía: "dale duro, más duro, que me vuelve loca". La besaba en la boca de esa posición y al chuparme los labios con fuerza sentí que le llegó otro orgasmo. Yo paraba y continuaba moviéndome furiosamente hasta que al fin, saque y le llené su agujerito marrón con mi leche que salía como una explosión de lujuria. Fue lo máximo. Estábamos sudados. Yo no me levantaba y me quedé en esa posición hasta el descanso total del pájaro jubiloso.
Después de bajarme, me pregunta: "¿y el ovulito? ¿No me lo vas a poner?
Sole, voy a decir algo, le contesté, los ovulitos te los puse juntos hace un rato. Pero era tanta la calentura que me metiste que quería seguir gozándote y yo te lo metí y lo saqué nuevamente. La verdad es que hace tiempo que quería hacer esto contigo y no pensaba que tu problema, me daría el placer que me diste, espero que te sirva porque a mi si me sirvió, goce, como no imaginaba. Sole, esbozo, una sonrisa y con cara de complicidad dijo bueno en verdad yo también disfrute.
En la confianza, me contó que se peleo con su novio, así que le insinué salir un par de veces. En las que tuvimos buen sexo, Un día no volvió a trabajar, renuncio por telegrama, ya no nos volvimos a ver.