Los vicios de Nuria II.

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Aquella mañana Nuria se levantó temprano como cada día, desayunó y se duchó, se miró al espejo, los pechos grandes y con el pezón arrogante mirando adelante, el coño casi por completo rasurado (aun no hacía 24 horas que se había depilado), un escalofrío de excitación recorrió su cuerpo cuando comenzó a darse la crema hidratante.

Demasiado tiempo sin follar, desde que se había mudado a Alicante a casa de su hermana para buscar trabajo habíamos tenido contadas ocasiones de vernos y aunque las habíamos aprovechado al máximo a ambos nos sabían sabido a poco y a ella ni siquiera su “escapada” del 24 horas la consolaba ya a tres días vista.. La mano se dirigió, chorreando crema, de forma instintiva a la suave entrepierna, recorrió el perineo y acarició el rosado ano, totalmente libres de pelo. Siguió hacia el frente y añadió humedad a sus labios vaginales hasta alcanzar el clítoris, sufrió de nuevo un escalofrío, un sobresalto...oyó la voz de su hermana y recuperó la compostura:

- ¿Acabas?- Aurora entró en el baño despreocupada y Nuria se rehizo justo a tiempo.

- Si... ya estoy- desnuda y con el pelo envuelto en una toalla salió para su dormitorio.


Esa mañana decidió atender mis consejos y se arregló lo mejor posible para enfrentarse a su diario, y hasta entonces infructuoso, reparto de currículums. Culotte de encaje negro, wonder a juego, medias negras con ancha blonda de encaje, entubada falda elástica negra por encima de la rodilla, botas negras de caña alta con 10 cm de aguja, camisa blanca entallada y de escote más que generoso a base de dejar botones sin abrochar, manicura francesa perfecta, cinturón distraídamente caído sobre la cadera y como única joya una cinta de seda negra al cuello de la que caía una larga cadena de plata terminada en un cuarzo cómodamente alojado entre sus tetas y claramente diseñado para dirigir a ese punto todas las miradas. Puso un poco de brillo en sus labios, mojó sus rizos con espuma tomó la carpeta bajo un brazo y colgando de su otra muñeca el pijo bolsito negro salió a la calle.

Academias, oficinas con puestos vacantes de administrativo, librerías, tiendas de todo tipo, la mañana discurrió como de costumbre hasta que llegó al último punto del itinerario que se había marcado siguiendo los anuncios de demanda del periódico:

“CLUB REFORMISTA BRITÁNICO DE ALICANTE”

Empujo la pesada puerta tallada con motivos victorianos y entro a un amplio hall donde, en uno de sus laterales, en una elegante mesa escritorio se encontraba sentado lo que, por su uniforme, parecía ser algún tipo de ujier o conserje:

- Hola buenos días

- Buenos días ¿en que puedo ayudarla?- el rechoncho anciano la miró descaradamente aunque saludo con tono imperturbable.
- Venía por el anuncio del periódico en el que demandan una recepcionista.

- ¡Ah! Si, perfecto sígame por favor- el hombrecillo, se levanto e invitando a Nuria con un gesto para que lo siguiera tomó dirección a un pasillo que se abría en el lado opuesto del hall.


El conserje abrió una puerta de dos hojas en el lateral del pequeño pasillo y accedieron a un amplio despacho con una gran mesa de escritorio, numerosos archivos y estantes, un ordenador y algunas sillas de brazos bastante elegantes Luis XV (¿o era XVI?) dispuestas como si se tratase de una sala de espera. Cruzaron hasta otra puerta de doble hoja en el lateral del despacho, y el conserje tocó ligeramente con los nudillos:

- ¿Se puede señor Márquez?- el conserje no esperó la respuesta y empujó la puerta, con lo que ambos entraron en un despacho aun más amplio que el primero, con dos puertas más y un enorme ventanal a la calle junto al que había otro enorme escritorio, sin embargo aquí las sillas de espera las sustituía un impresionante tresillo de cuero negro y una mesa de reuniones con al menos seis plazas- esta señorita viene preguntando por el puesto de recepcionista.

- Gracias Jaime, puede retirarse- Márquez , lo despidió con un gesto, era un hombre de unos cuarenta años, vestido con impecable traje gris y corbata verde con pañuelo a juego, alto aun sentado, de pelo entrecano y rostro algo duro pero atractivo, bien formado- siéntese por favor señorita...


- López, Nuria López- Nuria se sentó uno de los dos sillones de cuero dispuestos frente al escritorio, cruzó sus piernas e hizo un movimiento distraído pero totalmente intencionado para que su escote se abriese hasta la exigua unión de las copas del sostén.

- ¿Ha traído usted currículum?


- Si por supuesto- Nuria dejó la carpeta sobre el escritorio y tomando un curriculum lo extendió hasta Márquez.

- Veamos...-Márquez se puso unas finas gafas montadas al aire y ojeó el documento- bien veo aquí que es licenciada y tiene cierta experiencia en trato con grupos y gestión de empresa... 32 años, soltera, excelente presencia... en principio usted podría encajar en el puesto. ¿Conocía usted el club?


- No...leí el anuncio en el periódico, vivo aquí hace pocas semanas.

- Bien, el Club lleva abierto en alicante 46 años, todos nuestros socios son caballeros de al menos 19 años de edad, que han de ser invitados por otro socio y aprobados por dos tercios de la asamblea suponiendo que haya vacantes y siguiendo un criterio simple: todos los socios deben aportar al club algún valor añadido en lo que a la influencia económica, política, administrativa y social se refiere. Nuestro personal lo componen el conserje, Jaime, a quien usted ya conoce, que presta aquí servicio desde que su padre se retirase hace 34 años, un jefe de servicio de bar, Antonio, puesto que él ocupa desde hace 12 y que siempre ocuparon caballeros; un ayudante de bar, el actual Mario lleva con nosotros un par de años y en algunas ocasiones ese trabajo lo han realizado señoritas; un encargado de mantenimiento, siempre un hombre que no trabaja de forma exclusiva para nosotros, desde hace varios años el señor Rodríguez realiza esas tareas; y la encargada de administración y relaciones públicas, que sería el puesto que usted ocuparía de entrar a trabajar en esta institución. Sus labores incluyen las funciones de secretaria de presidencia, las tareas contables y administrativas y toda la labor de relaciones públicas tanto en el exterior en nombre del club, como para nuestros invitados, así como la asistencia para proporcionar a nuestros socios todas las atenciones y servicios deseables. El horario del club es diario desde las siete de la mañana hasta la una de la madrugada, excepto los viernes y sábados que se amplia hasta las tres, reduciéndose el de apertura a las nueve los sábados y domingos. El horario del puesto por otra parte es flexible, deberá estar disponible cuando se esperen eventos, visitas o mi presencia en el despacho, así como deberá estar disponible para acudir ante imprevistos o salir de viaje siempre que sea necesario. El club le proporcionaría un teléfono, así como se haría cargo de sus desplazamientos, dietas y gastos de representación en todo caso, con un sueldo de 2.500 euros. Este puesto siempre ha sido ocupado por señoritas, la última, Herminia, lo abandonó hace tres días tras veintiún años en la casa, la asamblea consideró que 42 años era una edad excesiva para el puesto, pero fue generosa en la indemnización y no ha habido problema para el acuerdo, incluso uno de nuestros socios la ha recolocado cómodamente en su empresa. Bien...¿alguna duda?

- Bueno...no creo, las condiciones parecen buenas, y el trabajo me encuentro capaz de hacerlo, aunque la labor de relaciones públicas quizá no me haya quedado demasiado claro hasta donde abarca...- Nuria aun intentaba procesar información.


- Muy bien entonces si lo desea la mostraré el club y le intentaré explicar los detalles- Márquez se levantó e hizo un ademán a Nuria para que se levantase y lo acompañase.

- Bien...gracias- Nuria lo siguió a través de los despachos, el pasillo y el hall hasta la escalera que presidía este y ya en el piso superior, aparentemente más amplio que la planta baja, donde abrieron la primera puerta que encontraron a la izquierda.


- Este es el salón de juntas donde se reúne la asamblea del Club- la habitación era inmensa rodeada por completo de las elegantes sillas de brazos, que había visto en el despacho de secretaría, elevadas sobre un escalón de unos dos metros de ancho, y bajo este otra línea que rodeaba casi por completo el salón dejando únicamente una entrada al espacio central y un lateral ocupado por una mesa presidencial con cinco sillones de aspecto aun mas regio; aquella inmensidad parecía hacer minúscula a Nuria que a pesar de su 1.70 y sus tacones se sintió pequeña junto al presidente que parecía sacarle al menos diez centímetros- los socios son aproximadamente un tercio del total de los asientos, el resto se destina a posibles invitados.

- Unos doscientos entonces.


- Mas o menos, bien sígame- encararon al lado contrario del distribuidor y accedieron a un pasillo acristalado por un lado, desde el que se veía una amplia sala con al menos una veintena de mesas de café rodeadas cada una por cuatro sillones de cuero, y una larga barra de mármol y madera, en la que se afanaba un pulcro camarero, bajito, rechoncho y escaso de pelo de unos 45 años, mientras un chico joven, casi un adolescente, servía con escrupulosa corrección, bandeja en mano a la treintena larga de clientes, que a pesar de ser lunes, disfrutaban del aperitivo.

- ¿La cafetería?


- Sí, abre con el mismo horario que el club, esos son Antonio y Mario como le comenté, como puede observar nuestros socios son fundamentalmente españoles, aunque hay gran cantidad de británicos y un buen número de suecos y alemanes. En la mesa del fondo puede ver sentado a D. José Luis De Aristaga, juez del tribunal supremo, y a sus 77 años nuestro socio de más edad y uno de los nueve socios fundadores que todavía quedan entre nosotros, de los 35 que participaron en la primera firma de estatutos. Pero pase por aquí, al sancta santórum de nuestro club- el presidente abrió una puerta al otro lado del pasillo y ante ellos se presentó una enorme sala de billar rodeada de taburetes, con cuatro mesas en las que una pareja de socios elegantemente trajeados jugaban una partida de billar americano- la sala de billar, la razón de ser de este club fundado por fanáticos hispano-británicos practicantes de este juego.

- ¡Aha!-Nuria no alcanzaba a decir nada más, sencillamente observaba el trasero perfectamente definido de uno de los jugadores que se disponía a disparar, un rubio de unos veinticinco años y de aspecto nórdico.


- Bien permítame que le presente a alguno de los socios- Márquez se dirigió a el jugador que esperaba turno, un hombre de unos 50 años, alto moreno y con barba, bastante bien conservado que se dirigía hacia ellos- Nuria: Francisco Del Toro, abogado de Elche... ésta es Nuria una aspirante al puesto de recepción.

- ¡Ah! Encantado señorita -el jugador estrechó con delicadeza la mano de Nuria- veo Luis que se puede seguir confiando en tu criterio ¿conoce ya las normas?


- ¡Ah! Gunther- Márquez se giró ahora hacia el alemán que taco en mano se dirigió hacia ellos- ésta es Nuria una aspirante al puesto de recepción.

- Encantado- realmente atractivo aquel gigantón de pelo rubio y espalda ancha con acento alemán que estrechaba su mano.


- Creo que la señorita López, podría ser la candidata ideal, de hecho urge bastante ocupar el puesto y las otras cuatro que se han presentado no encajaban en el perfil, precisamente ahora me disponía a explicarle las normas...si ella sigue definitivamente interesada en el puesto ¿?

- Por supuesto... claro que estoy interesada- Nuria dudó un instante mirando alrededor, pero los inquietantes ojos del alemán la animaron misteriosamente a aceptar sin reservas aquel puesto, que por otro lado era un autentico chollo y le daba la sartén por el mango a la hora de decidir en nuestra relación que camino debíamos tomar ambos.


- Bien, comenzaremos por el vestuario, para su labor diaria es imprescindible que acuda impecablemente arreglada, hoy por ejemplo esta usted perfecta, no tenemos problemas en que use pantalón siempre que mantenga esta exquisita elegancia, aunque el club tiene preferencia por las faldas, eso si con la exigencia de usar medias siempre que el tiempo lo permita y en todo caso calzado de tacón... comprenderá que este es un club masculino y el primer paso para que nuestros socios ese sientan bien atendidos esta en la vista.

- Eso no es problema...-Nuria hizo un repaso mental de su vestuario y se sintió satisfecha, pues con ese sueldo podría llenar su armario con todo lo que hiciese falta.


- Para eventos extraordinarios, fiestas y demás ya le indicaremos el tipo de traje de noche y demás complementos que deberá usar, cuando eso suponga gastos extraordinarios, el club los sufragará.

- ¡Aha! Perfecto...


- Su trabajo, como le he explicado antes, además de la rutina del área administrativa implica todas las tareas relacionadas con mi secretaría personal, lo cual supone además de mi gestión de agenda, acompañarme en mis viajes, y atenderme en todas mis necesidades- Márquez pasó la mano por la cintura de Nuria y la empujo suavemente hacia la mesa de billar con la partida comenzada- aunque como ya le dije su principal función será la de atender a nuestros visitantes para que se encuentren completamente satisfechos y sobre todo atender a cada uno de nuestros socios, para que en cada momento disfruten de todos los caprichos que estén a nuestro alcance, eso, entre otras cosas, implicara acompañarlos a fiestas y viajes de placer.

- Si...perfecto- Nuria sopesó un salario de 2.500 euros al mes, más un viaje de lujo a las Bahamas con todos los gastos pagados y no le pareció excesivo tener que hacer un par de llamadas y sobornar, a cargo del club, algún que otro conserje para que un par de putas se metiesen en el jacuzzi de algún socio.


- Nuestra principal afición es el billar- el alemán con su acento sugerente y autoritario se acercó a Nuria y pasó su mano también por su cintura, justo debajo de la de Márquez rozándole descaradamente el culo- ¿conoce usted el juego?

- Mas o menos- notó la mano del alemán sobre su carrillo, pero ¡que demonios!¿que tenía de malo que le sobase el culo un millonario macizo que podía abrirle la puerta al trabajo de sus sueños, cuando no hacía ni una semana había follado con varios desconocidos en rumanía sin pedir nada a cambio?


- Bien háganos una demostración- el alemán le entregó el taco y rodeó la mesa- jugaba Francisco con ralladas

Nuria se dirigió a la mesa, tomó el taco con un estilo algo torpe pero aceptable, entre sudores nerviosos, se agachó para apuntar pero se dio cuenta de que lo ajustado de su falda le impedía el movimiento...dudó, el trabajo estaba en juego...hizo un rápido movimiento con la mano derecha y la falda subió mas de quince centímetros sin darse cuenta de que parte de la blonda de la pierna derecha quedaba expuesta a la atenta mirada de Francisco y Luis. Tomó ahora la posición y apuntó con la bola blanca a la rallada azul, su escote se abrió descaradamente y el péndulo de cuarzo se suspendió sobre el tapete, frente a ella observó a Gunther mirándola descaradamente a las tetas de las que debía tener una excelente perspectiva, mientras pasaba ligeramente su mano sobre el enorme bulto que se adivinaba bajo el pantalón. Nuria sintió un punto de morbosa excitación exhibicionista y disparó. El tiro no fue gran cosa pero suficiente para que no hubiese penalización.

- Bien...- el alemán tiró y enlazo varias carambolas que le proporcionaban una amplia ventaja- te toca.

Nuria, despreocupada de que su falda subiese al andar exponiendo ya descaradamente la blonda de sus medias, rodeó la mesa y se dispuso a volver a tirar; entonces notó a su espalda a alguien, Gunther estaba enfrente:

- Permítame que le ayude, la apuesta eran cien euros y no deseo perderlos -Francisco era quien estaba detrás, apoyando un paquete más que evidente contra su culo y plegando su cuerpo, con un agradable aroma, sobre el suyo, hasta ayudarla a coger el taco; Nuria no pudo evitar que sus pezones se pusiesen duros.

La tirada fue un éxito:

- Vamos a aquel lado- giraron y Francisco volvió a colocarse de la misma manera, pero ahora solo uso una mano para ayudar mientras la otra acariciaba la cintura y el abdomen de Nuria-...así.

Otro nuevo éxito:
- Aquella- la bola sugerida estaba bastante alejada, Nuria se estiró , Francisco se acopló, su falda subió proporcionando a Nuria la sensación de que se había atascado sobre la polla de francisco y le dejaba ya el culo casi al aire, este a su vez la ayudo con una mano en la nalga semidesnuda.

Nuria falló.

- Es mi turno, pero por favor señorita tiré usted, habrá que igualar las cosas.

- De acuerdo- Nuria se dirigió a un lado de la mesa obviando que la falda se el había subido hasta un punto donde se podía ver su culotte y el particular diseño de este exhibiría su perineo y casi su coño en el momento que se agachase.


- No...espere- el alemán se dirigió a Nuria y la tomó por la cintura- primero debe agarrar el taco por su lado mas grueso con firmeza.

- ¿Así?- Nuria obedeció mientras el alemán apoyaba su mano sobre la nalga.


- Exacto, ahora agáchese sobre la mesa y use su cuerpo para preparar el impulso de la bola- pasó su otra mano por el abdomen de Nuria hasta alcanzar y abarcar parcialmente uno de sus pechos- eleve el pecho...así.

El tiró falló su objetivo. El siguiente turno correspondió a Francisco que no lo desperdició y , mientras Nuria observaba con Gunther a su espalda masajeándole un glúteo y apretando su paquete contra el otro, encadenó una serie de carambolas que le dieron la victoria.

- Bien señorita- Gunther apretó el cuerpo de Nuria contra el suyo haciéndola percibir lo que debía ser la polla mas descomunal ante la que había estado- ha quedado sobradamente claro que no es usted una gran jugadora de billar, pero supongo que si acepta el puesto...porque imagino que Luis no tendrá objeción en que lo ocupe...sabrá compensarnos por descontado.

- La señorita puede comenzar a trabajar ahora mismo, si es que desea aceptar el puesto- Luis Márquez se acercó hasta que Nuria pudo percibir su aliento mentolado.


- Si...si, por supuesto...- Nuria balbuceó dudando y sintiéndose como en una encrucijada, pero el puesto de trabajo merecía la pena y aunque aquellos tipos la manoseaban como a una zorra cualquiera, la necesidad que el generaba la espiral de sexo de los últimos días, las caricias y la presencia de aquel bulto en su culo la mantenían más que razonablemente húmeda.

- ¿Bien y como piensa compensarme entonces por los cien euros que me acaba hacer perder?- Gunther apretaba ahora los dos carrillos con una mano depositando su dedo corazón sobre la fina banda del culotte que cubría el perineo.


- Bueno...usted dirá que desea- Ahora sí, Nuria se sentía realmente caliente, incluso sus dedos comenzaron a rozar el paquete del alemán instintivamente.

- Arrodíllate- Gunther la empujó con violencia hacia el suelo.

Nuria no estaba muy segura de lo que estaba haciendo, pero estaba de rodillas con la falda en la cintura y un paquete descomunal a escasos centímetros de su boca.

- Bien, Herminia hacía esto como una diosa, demuéstrame que no ha sido un error sustituirla- Gunther bajó la cremallera y un pollón que no disponía de calzoncillo para contenerse surgió del agujero, quedando su punta a un centímetro escaso de los labios de Nuria- ¡Chupa!

Dudó, pero su boca actuó independientemente de su mente, y se abalanzó para engullir más de veinte centímetros de carne semierecta. Su mano comenzó rápidamente a masajear los huevos del socio mientras su lengua recorría la extensión de aquel aparato que crecía por momentos, alterándose con húmedas engullidas de sus labios. El alemán no tardó en comenzar a suspirar y a ayudar con su mano en la nuca de Nuria. Nuria se sentía ahogada pero chupaba con más ansia, mordiendo y apretando los huevos, al tiempo que con la otra mano acabó de subir su falda y comenzó a sobarse el coño sobre el culotte.

- Parece que ha sido una buena elección, ayúdame Francisco- Luis se colocó junto a la pareja y con ayuda de Francisco tomaron en volandas a Nuria y la situaron sobre la mesa de billar.

El presidente se arrodilló frente a las piernas abiertas de Nuria y apartando el culotte, comenzó a lamer y masajear el clítoris, pasando inmediatamente a penetrarla con los dedos, mientras ella gemía totalmente fuera de control.

El alemán se subió a al mesa y con la polla de fuera volvió a situarse junto a Nuria que comenzó a chupar ayudándose de una mano (la otra le resultaba imprescindible para mantener el equilibrio). Imitando a Ghunter y también de rodillas, Francisco se colocó al otro lado y extrajo de su pantalón una herramienta que poco tenía que envidiar al alemán (Nuria comenzaba a sospechar que existía algún criterio de acepción más que los que en principio le había comentado Márquez), así que mi querida novia decidió tragar por partida doble y con tanto éxito, entre aullido y aullido de placer por la comida de Luis, que en un instante tubo a aquellos dos instrumentos en su máxima expresión y a los dos hombretones gimiendo.

De repente su cuerpo se estremeció próximo al orgasmo sintió algo duro que la penetraba bien adentro, era enorme pero ella estaba bien lubricada...abrió los ojos y vio a Luis con cierta mirada sádica: la estaba follando con un taco de billar. La sensación la sobrepasó y se deshizo en un aullido y un orgasmo que empapó el culotte, los muslos y el tapete chorreando a lo largo del taco.

Cuando Márquez la desensartó, Nuria subió completamente a la mesa y a cuatro patas comenzó a aplicarse en la polla del alemán que se había tumbado, acompañó con un gemido el fuerte tirón que le destrozó su precioso culotte y se dispuso a gozar de los dedos de Francisco restregando sus flujos desde el agujero del ano hasta el clítoris.

Mientras chupaba notaba un dedo en su coño y otro en su culo, cuanto más la penetraba Del Toro con más fruición mamaba polla, lamiendo aquellos huevos afeitados y los veintitantos centímetros del cabezón miembro erecto. De nuevo se sintió follada y una oleada de placer la recorrió, era obvio que Francisco no había empleado preservativo para meterle en el coño aquellos veinte centímetros de polla y ni siquiera pensó en el alivió que resultaba tomar la píldora, pues en ese momento solo deseaba que aquella polla le llegase mas adentro y que el pulgar del abogado siguiese entrándole en el culo.

El orgasmo volvió a llegar y ella pajeó y chupó a compás el pene de Ghunter que se deshacía en gemidos hasta que un surtidor de leche entró hasta la garganta de Nuria desbordando los labios que besarán a mis hijos y salpicándole la cara , el pelo y el cuello. El alemán se retiró:

- Creo que hay que dar la buena noticia al resto de socios- dijo el alemán mientras se retiraba hacia la puerta recomponiendo su ropa.

Francisco giró a Nuria para que su cara diese hacia el exterior de la mesa donde se encontró, chorreante aun de semen, con la polla del presidente, dura grande y brotando de un pubis depilado del que nacían unos abdominales juveniles. No necesitó indicaciones, al ritmo de las embestidas de Francisco siguió con su deporte favorito, chupar pollas y tragar semen. El atisbo del tercer orgasmo llegó cuando notó entrar en su culo sin compasión la polla del abogado, era como si la desgarraran pero el placer superaba con creces el dolor.

Miró, entonces, hacia un lado y observó a un buen número de hombres entrando y tomando posiciones en taburetes entorno a la mesa. Francisco descargó su leche dentro de su culo y Nuria no se pudo contener, el semen le chorreaba por los muslos manchando sus medias, pero sus gemidos de placer por el tercer orgasmo lo superaban todo. Francisco se retiró y Luis tomándola violentamente del pelo, la obligo a bajar de la mesa.

Se encontró allí rodeada por mas de veinte hombres de los que muchos tenían sus pollas en las manos y se masturbaban, mientras ella se exponía con el culo rebosando semen, semen que manchaba sus medias, semen que manchaba su cara, su cuello y su pelo y con la falda recogida en la cintura igual que su destrozado culotte. Le desabrochó la camisa con tanta brusquedad que saltó un botón, se la quitó y la arrojó al suelo, forzándola a darse la vuelta y exponer su culo en pompa apoyando las manos en la mesa, a la vez que a los que quedaban enfrente les daba una excelente perspectiva de sus tetazas bamboleantes, enmarcadas en un vertiginoso wonder que no había sido diseñado para permanecer oculto bajo una camisa y coronadas por el oscilante péndulo de cuarzo.

Luis comenzó a acariciar su espalda y sus nalgas con el extremo mas fino de un taco:

- Bien señorita, ha demostrado sus aptitudes para el puesto...demuéstreles a los socios que no he cometido un error.

Con habilidad extrema el presidente descargó un latigazo sobre las nalgas de Nuria con el extremo del taco que dejó una marca roja y le arrancó un gemido de dolor y placer.

El castigo continuó con descargas sobre la espalda, muslos y alternativamente las nalgas, que conseguían que la muy zorra gimiese y se retorciese, tensa por el dolor, el placer y la excitación. Sus pezones parecían querer atravesar el sostén y su coño estaba mucho más húmedo de lo que la distancia con su novio hacía deseable para una novia casta. Nuria agotada por los golpes comenzó a sentir que le temblaban las piernas, tuvo que apoyar la cara en el tapete.

El presidente se desnudó por completo y se sentó en el suelo junto a ella, al tiempo que un negro enorme embutido en un Armani de más de1000 euros, con un pollón desmesurado y colgante, la obligaba a ponerse a horcajadas sobre el presidente y bajar lentamente hasta que su polla erecta acariciase su coño húmedo. A lo siguiente no hizo falta que la obligasen, aquel hombre, de pecho fuerte y físico juvenil le parecía muy atractivo y en aquel momento todo su cuerpo vibraba por que se la follasen todos los presentes, así que se clavó aquel aparato hasta las entrañas y aprovechando la postura que los tacones y la caña de su botas el obligaban a mantener comenzó un frenético metisaca acompañado de gemidos, durante el que Luis, hábilmente, le desabrochó el sostén y la agarró de las enormes tetas a dos manos mientras el péndulo vacilaba a uno y otro lado al ritmo de la follada.

Nuria sentía de nuevo su orgasmo llegar con aquella enorme polla y aquel magreo, cuando un brazo fuerte la empujó hacia delante hasta obligarla a llevar rodilla en tierra y besar en la boca al presidente que no puso pegas en lamerle el semen, fresco aun, de su cara y sus labios. El orgasmo seguía anunciándose cuando notó algo enorme en la entrada de su culo, notó entonces un torso en su espalda y de repente...el orgasmo, al tiempo que la inmensa polla de aquel negro le taladraba el culo con una sensación de dolor que quedaba totalmente anulada por un inmenso placer. Follada doblemente, en aquella posición, con sus tetas estrujadas contra el pecho de Luis, sintiendo como sus medias se rozaban contra el suelo, sin aliento, con la lengua del presidente explorando su boca solo podía ver un buen número de pies que se congregaban entorno a ella. El presidente se le abrazó, se convulsionó, le mordió en el labio y eyaculó dándole una sensación de plenitud. Nuria se sentía llena mientras Luis gemía bajo ella y el semen rebosaba de su coño manchando la pelvis de su amante y sus propios muslos.

El negro al ayudó a levantarse después de sacarle, no sin dolor , la polla del culo. Nuria pudo verlo ahora mejor, con el torso desnudo y el pantalón desabrochado, debía medir mas de 1.90, musculoso, de piel brillante, atractivo con sus labios carnosos y sus dientes perfectos. Entorno a ellos al menos una docena de los presentes se habían congregado vestidos o semidesnudos, pero con la polla tiesa y de fuera, mientras el resto seguían sentados pajeándose o simplemente observando. El negro la besó en la boca, acarició sus pezones y las sonrojadas marcas de su trasero. Nuria volvió a sentirse segura, excitada, respondió sensual con su legua al beso y acarició con sus uñas el pecho poderoso y los pezones enhiestos.

El negro la tomó del pelo y con autoridad pero sin brusquedad la volvió a obligar a arrodillarse. Nuria se aplicó diligente con aquella polla y sus huevos, limpiaba el semen que había extraído de su culo, cada día le gustaba más ese sabor y se preguntaba como habían entrado en su culo casi 25 cm de carne con un grosor que no podía abarcar con sus dedos.

Junto al negro se colocó Gunther que mostraba su polla de nuevo en disposición y la obligó a ponerse en cuclillas, a pesar de lo difícil que se hacía esta posición con sus botas excesivamente “putas”. A dos manos ahora, Nuria comenzó a chupar, pajear, lamer y mamar aquellos miembros, hasta que percibió a su lado otra presencia: a su izquierda había un hombre grande cuya barriga podía verse bajo la camisa desaliñada y que se pajeaba junto a su cara una polla no excesivamente larga, pero aun mas gorda que la del negro y con los huevos mas descomunales que habría podido imaginar. Tres pollas era un número que Nuria aun podía manejar con gusto, pero de repente notó como algo caliente chorreaba por su espalda, se estremeció , miró de reojo y vio a un hombre bajito barbudo de casi 60 años, pero con una aceptable polla acabando la paja de la que procedía la leche que ahora manchaba su pelo y su espalda. Nuria diligente se giró y limpió con la lengua la polla del socio, ayudándole a terminar, pero inmediatamente una nueva lechada surgió de la polla del gordo alcanzando su cara y su pelo, por lo que mi novia optó por abalanzarse sobre ella para tragarse los dos o tres disparos que aun le quedaban y que pronto rebosaron de la comisura de sus labios.

De repente el negro la empujó para apartarla de las pollas y dejarla con sus tetas y su cara expuestas con lo que a la limón con Gunther la bañaron literalmente de leche. Ambos se apartaron y dejaron paso a dos nuevos socios cuyas pollas deseaban estallar, por lo que Nuria para animarlos comenzó a masturbarse con agudos gemidos; la motivación dio rápidos resultados y los dos hombres se corrieron abundantemente sobre sus medias, sus botas y su coño y un tercero se aproximó deprisa para añadir leche a su cara y sus tetas, al tiempo que ella volvía a orgasmar extasiada como en su vida.

Finalmente intentó relajarse apoyando sus manos en el suelo, mientras dos socios bastante jovencitos y completamente desnudos, que ya había eyaculado en el suelo se arrojaron de rodillas a su lado y se aplicaron con fruición en lamer cada uno una de sus botas y dejarlas relucientes y limpias de semen; tarea esta en la que los imitaron dos socios de mas edad también desnudos, pero ellos en los pechos y cara de Nuria.

Mi “virtuosa” zorrita se entregó a la dulce limpieza con los ojos cerrados y un dedo en su coño, así que cuando volvió a abrir los ojos se encontró que los limpiadores de sus botas se habían retirado y frente a ella se encontraba polla en mano el viejo De Aristaga. Nuria no daba crédito a sus ojos, unos buenos , relucientes, venosos y perfectamente erectos 20 centímetros que para su estupefacción y éxtasis (pues se volvió a correr con los dedos en su coñito) soltaron una inmensa lechada que la alcanzó desde el coño hasta la cara.

Una vez los chupadores acabaron su labor de limpieza, Luis ya vestido y recompuesto la ayudo a levantarse y le entregó una toalla.

- Esta usted contratada, por hoy ha estado bien, recompóngase y preséntese mañana en mi despacho tendrá que preparar la documentación de su contrato...¡ah! y no se preocupe por la ropa interior, se le compensará con creces.

- ¡Aaah!...Bueno...si...gracias- Nuria tomó la toalla e intento secarse el pelo, las medias y algún que otro resto de semen que aun brotaba de su culo, mientras los socios se retiraban de la sala.


Regresó a casa sin bragas, con una carrera en la media, y varias manchas de semen en la ropa, así como el pelo hecho un asco, durante el camino pensó, en el rumbo que su vida había etomado en menos de dos semanas, en si volvería al día siguiente, pero pronto el recuerdo de los innumerables orgasmos y del sueldazo ocuparon su mente y un escalofrío de excitación recorrió todo su cuerpo...solo deseaba llegar a casa , cambiarse ducharse y masturbarse por última vez en la tranquilidad de su dormitorio.

- ¿Que tal?- Su hermana Aurora, que la esperaba con la mesa puesta, preguntó desde el comedor.

- Bien...ahora te cuento- Nuria cruzó deprisa el pasillo para que no viese su hermana la pinta que traía- voy a ducharme.


Se desnudó se puso el sexi batín de seda de andar por casa que yo le había regalado y pasó fugazmente al dormitorio de su hermana, abrió el cajón del comodín y encontró allí el tremendo aparato venoso y color carne de mas de 20 cm que tan bien conocía, con el y en la ducha tubo el último orgasmo del día recordando la jornada de sexo mas brutal que nunca había vivido.

A su hermana le dijo que había obtenido trabajo en el Club (como se imaginaba ni ella ni nadie tenía idea de lo que iba aquella sociedad), le comento por encima las condiciones jugosas, omitió los “pequeños” detalles y a partir del día siguiente comenzó a desarrollar sus “gratificantes obligaciones”.