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Lucía y el papá de mi amigo (segunda parte)

Gus20XXX Relato enviado por : Gus20XXX el 29/03/2015. Lecturas: 3964

etiquetas relato Lucía y el papá de mi amigo (segunda parte)   Infidelidades .
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Resumen
(Continuación del relato anterior)

Aquel día había tenido un final inesperado. Lucía no solo había satisfecho sus más bajas pasiones sino que, sin proponérselo, había logrado que también yo logre disfrutar intensamente verlos follar como enajenados. Sentir como ese viejo, a quien ya creía acabado para estas lides, tenía el vigor para empalar a mi mujer y darle el mejor sexo de su vida, me produjo una extraña felicidad interior y una excitación que nunca había logrado imaginar....



Relato
Aquel día había tenido un final inesperado. Lucía no solo había satisfecho sus más bajas pasiones sino que, sin proponérselo, había logrado que también yo logre disfrutar intensamente verlos follar como enajenados. Sentir como ese viejo, a quien ya creía acabado para estas lides, tenía el vigor para empalar a mi mujer y darle el mejor sexo de su vida, me produjo una extraña felicidad interior y una excitación que nunca había logrado imaginar.

Prosiguiendo con la historia, una vez que terminaron de coger salvajemente. El viejo sin vergüenza de lo más fresco prendió mi televisión e incluso abrió uno de mis cajones buscando cigarrillos (ella le indicó donde buscarlos). Lucía por su parte fue a darse un baño pues tenía toda la espalda, las piernas y el culo llenos del semen del viejo. Salió a los minutos con su bata puesta y fue para la cocina a traer las galletas que había dejado. Sí, las malditas galletas que dieron inicio a todo este cachondeo infernal. Regresó al rato y encontró al viejo echado en mi cama con un brazo detrás de la cabeza y fumando uno de mis puros. Se acercó al armario y sacó de una gaveta una especie de prenda que no distinguí al inicio pero que al observar mejor me di cuenta que se trataba de la tanga roja que un día le regalé y que aquel maldito viejo la vio usar hace unos años en su casa.

Cierra los ojos amor, le dijo. Éste obedeció y entonces ella se quitó la bata que traía puesta. Cuando se lo ordenó, el viejo abrió los ojos y se encontró con mi mujer parada al costado del televisor, desnuda excepto por esa prenda que tantos recuerdos le traería. De inmediato el viejo se levantó de la cama como un resorte y fue a su encuentro. Le dio vuelta y se quedó con los ojos clavados en su trasero, cuya raya era tapada levemente por ese calzón rojo tan sexy. Ella empezó a caminar para un lado y para el otro. Estaba modelando para él. Se sentó éste en el filo de la cama y desde ahí la observaba extasiado mientras ella caminaba e incluso bailaba (en ese momento en la TV sonaba música movida). Ella se movía con extrema sensualidad, moviendo las caderas y el trasero de una manera provocativa, dando círculos y agitando sus enormes nalgas. Se tocaba los pechos y se daba vuelta arqueando la espalda, sonriéndole y mirándolo como gata en celo, logrando que el viejo empiece a excitarse nuevamente mientras la recorría entera con la mirada.

Luego de hacerlo babear de deseo se acercó a él y le dijo: ¿Te gustó mi amor?. Giró de pronto y comenzó a caminar a gatas al otro extremo de la cama mientras le sonreía con coquetería. El viejo entonces estirando un brazo la jaló hacia él y cuando estuvo a su alcance le arrimó a un lado la tanga y le chupó nuevamente el ano hasta dejárselo viscoso, preciso para una nueva enculada.

Debe haber tomado Viagra este viejo de mierda, pensé, porque era increíble como luego de llenarle el culo de leche a mi mujer, en tan poco tiempo la tenía dura de nuevo. Se frotó unos segundos el pene y al cabo de un rato tenía nuevamente ese aspecto monstruoso que al inicio, cuando se la tiró en la cocina. Se giró ella justo cuando el viejo la iba penetrar por el culo. No lo hizo porque no quisiera, en realidad era cuestión de alimentar las ganas del viejo y lo estaba logrando.
Se besaban con furia mientras ella se acomodaba encima suyo. Le ponía las tetas en la boca y éste se las engullía y les pasaba la lengua a sus candentes pezones, mientras con las manos acomodaba sus nalgas y las colocaba justo encima de su verga. Una vez que le entró toda, ella se echó en su pecho y el viejo comenzó a penetrarla extrañamente con suavidad. Parecía que con cada movimiento de su pelvis trazaba ondas concéntricas que aumentaban y disminuían de velocidad conforme le daba la gana. Luego ella se incorporaba y se sentaba con fuerza en su tremenda verga y sus tetas rebotaban por el movimiento, haciendo de la escena una obra de arte. Al menos para mí.

Conforme pasaban los minutos el viejo subía el ritmo y poco a poco fue ganado más confianza. Tanto así que empezó a tratarla como a una perra. Insultándola como si fuera una puta y dándole soberanos palmazos en las nalgas. Usaba tal fuerza que en algún momento ella tuvo la intención de reclamarle y parar su cabalgata. Sin embargo, el viejo zorro cuando eso sucedía se agitaba dentro de ella con mayor rapidez, poniéndole los ojos blancos. Haciendo que su furia o dolor se transformara en deseo. Se notaba que la estaba volviendo loca, cada vez más adicta a su verga.

!Chúpala perra!... ¡cómetela toda!... !así puta!... Fueron algunas de las expresiones que el maldito le decía. Lo sorprendente era que ella no le contestaba y más bien obedecía como si él fuera su amo. Solo por ratos se escuchaban sonoros OOOOHHH!!! ó así, duro!!

Parecía que las groserías y golpes lo único que lograron fue excitarla a mil. Se inclinó hacia adelante y levantó las piernas. Por un momento vi la verga del viejo esperándola erecta a que vuelva a sentarse. Ella se agarró del cuello del viejo y de cuclillas frente a él empezó a descender su culo en esa verga. Las sentadas de mi mujer y sobre todo ese choque brutal entre la verga del viejo y su concha, producían un sonido seco. Una delicia para mis oídos. De pronto el viejo saco su verga de la empapada concha de ella, y esta vez la dirigió a su culo. Le entró ahora con más facilidad al inicio, pero cuando se hubo comido la verga entera gritó como una condenada. Aún así el viejo le destrozó el culo dándole terribles embestidas combinadas con sonoras nalgadas. No tuvo piedad de ella.

Recuerdo viendo la escena, que alguna vez que yo me la cogí, en pleno sexo le dije perra y le metí un palmazo en el culo. Esa vez se ofendió de tal manera que hasta tuve que pedirle perdón y prometer que no la trataría así de nuevo. ¡Qué irónica es la vida!. Ése puto viejo la palmoteaba como quería y la trataba como una cualquiera y a ella parecía gustarle.

Conté 4 orgasmos que se dio mi mujer y el tío seguía dándole como si tuviera una energía infinita. No le salía ni una gota de semen. Por el contrario, volvía reiteradamente a meterle verga a Lucía hasta dejarle ardiendo el culo. Luego de un rato él quiso cambiar de posición y se dio vuelta quedando encima de ella. Le subió las piernas a la altura de sus hombros y le dio una espectacular lamida a esa concha sin pelos. Se sobó unos segundos la pinga y la tenía lista para metérsela de nuevo.

En ese momento sonó su celular en la cocina. ¿Adivinas quien era?. Pues… POR LA GRANPUTA!!!... Era yo.

La perra de Lucía le hizo una seña al viejo de que guarde silencio, y me contestó con la candidez de una niña diciéndome: Hola bebé, ¿cómo estás?... yo también te extraño… estoy en casa limpiando un poco para no aburrirme y bla bla bla, mil pendejadas más.

Mientras eso sucedía el viejo le pasó la lengua desde el cuello hasta el culo. Le metió su inmunda verga suavemente por la concha y, despacio pero sostenidamente, fue cogiéndosela durante varios minutos. Ella tapaba el celular para que yo no escuche sus gemidos y al rato actuaba de una manera tan creíble que en el colmo de la ironía, empezó a decirme una fantasía sexual que tenía conmigo en ese momento. Yo hecho un idiota le seguía el juego y le contaba que quería volver cuanto antes y que llegando a Lima lo haríamos a todas horas y en todo lugar. Ella me decía que se estaba tocando su "chuchita" en ese momento y yo la escuchaba que efectivamente gemía (solo que no por mí, la muy perra). Fue tan creíble lo que me decía que hizo que coincidiera el orgasmo que le produjo el viejo en ese momento, con el supuesto orgasmo que le produje con todas las chanchadas que le decía mientras ella se masturbaba. Hasta recuerdo como me sentí cuando me despedí de ella. Todo un dios del sexo.

En ocasiones los hombres nos creemos unos pendejos, quizás porque somos más directos, no andamos con tapujos y estamos seguros de dominar a las mujeres basta con el guiño de un ojo. Pero una mujer, cuando quiere, puede hacer diabluras y disfrazarlas de tal manera que luego siempre las vemos como ángeles. Como los seres más cándidos, incapaces de hacer nada malo. Estaba aprendiendo esa dura lección y vaya de qué forma…
Volviendo a la historia. Una vez que colgué el teléfono, ella le dijo: Ahora sí mi amor, ese idiota me llama justo cuando estábamos en lo mejor. Se colocó en cuatro de rodillas, con el culo bien arriba y desde ahí le dijo: mátame a trolazos!

No tuvo tiempo de terminar la última palabra y el viejo ya estaba sentado encima de su culo con su verga apuntando directamente a su ojete. Ésta vez ni si quiera la lubricó y de un porrazo le hundió la verga hasta las entrañas. Sin duda el ojete de mi mujer había quedado más abierto que un cráter pues de otra manera habría muerto de dolor cuando ese culebrón le entró. El viejo empezó a cabalgar mientras le daba sonoras nalgadas al tiempo que le decía: Toma perra de mierda!... así te gusta no?.... te voy a reventar el culo hasta que no puedas sentarte!.

Ella no paraba de gemir y pedir más verga. Cuando el viejo se la sacaba por ratos para volvérsela a meter con más fuerza, podía notar el enorme hoyo que le dejó en el culo. Era del tamaño de un puño, con todo el rededor morado, como si la hubieran agarrado a trompadas. La verga del viejo salía llena de mierda, por lo que el viejo constantemente se la limpiaba con papel toalla que poco antes había sacado de uno de los cajones. Por casi 20 minutos no paró de penetrar su culo, su alma. Al fin, cuando estuvo bañado en sudor y con el cuerpo que no daba para más, pude notar que la hizo venir en un extraordinario orgasmo anal, que al mismo tiempo hizo que se orine en la cama. Luego de unos minutos se la sacó del culo y se masturbó en sus nalgas, bañándola de leche. Solo ahí el maldito viejo pareció morir. Se desplomó encima de ella casi sin aliento y con la respiración sonora típica de cuando uno se ahoga, y luego de unas bocanadas de aire pareció volver a la vida. Ella estaba en similares condiciones. Jadeaba de cansancio, de dolor. Tenía el culo lleno de semen, de sangre, de mierda, se había meado al lado. Pero aún con toda esa inmundicia reunida, sonreía como una enajenada perra.

Quedaron tendidos un buen rato así y luego entraron ambos a ducharse. Al viejo por fin pude verlo con la verga caída. Como no, después de la descomunal entubada que le dio a Lucía. Aún en esas condiciones parecía que le colgaba un brazo. Se bañaron mutuamente y a pesar que ella le lavó la pinga pude notar que había sido la última función del viejo. Al menos por ese día.
Salieron del baño y el tío se empezó a cambiar. Ella se acercó y lo abrazó diciendo: Mañana vuelves mi amor, te prometo darte una sorpresita. A lo que él contestó: Claro que sí preciosa, mañana me escapo en la nochecita, yo también te traeré una sorpresa. Se fueron riendo y bromeando hasta la sala y antes de irse ella lo abrazo y besó apasionadamente. Éste le correspondió de igual manera mientras le sobaba el culo por encima de la bata. Se dieron un beso amoroso más y por fin el viejo se fue.

Ella entró al dormitorio y se dispuso a ver TV. Al sentarse se dio cuenta que aun le dolía el culo. Definitivamente el viejo le había abierto el ano de tal manera que hasta sentarse era doloroso. Se echó de costado y quiso ver su novela acostumbrada pero el cansancio le ganó y se quedó dormida con el televisor prendido. La tarde fue muy agotadora y había que reponer energías.

Hasta aquí el relato de ese día. Fue solo el comienzo de esta locura sexual de mi mujer, Lucía y aquel maldito viejo, Don Tito.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 19:31) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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