Malena y su amiguita juengan en la ciesta (I)

Esta historia comienza una siesta de verano de hace por lo menos 15 años atrás.
Yo en ese entonces vivías un pequeño pueblo donde estaban unas universidades y yo asistía a una de ellas.
En ese pueblo todo el mundo acostumbraba a dormir la siesta pero yo estudiaba a esa hora con un calor terrible en mi cuarto.
Acostumbraba mirar por mi ventana mientras estudiaba y veía a Malena que jugaba todas las siestas en su gran patio con su vecinita que no recuerdo su nombre.
Malena tendría en aquel entonces 8 o 10 años no más, morenita, delgadita, menudita y muy simpática con migo. Su amiguita tal ves un año o meses mayor, algo más alta y fornida rubia descendiente de alemanes, una muñequita rubia casi albina y con una leve protuberancia de sus incipientes tetitas casi imperceptible, no para mi en ese verano.
Ellas tenian por lo general un juego algo ingenuo con sus Barbie a mis ojos haciendo que se besen y cosas por el estilo, hasta que un día las vi escondes detrás de unas plantas, sentaditas con las piernitas abiertas y mirandose entre ellas haciendo aun lado sus bikinis.
Ese día me puso a mil verlas cerré la cortina de mi ventana para que no me vean y por supuesto que me masturbe viendo toldo lo que pasaba.
Pasaban los días y se repetian esos espisodios por más de unas 2 a 3 horas que estaban solas mientras todos dormían en su casa.
Una de esas tarde vi a Malena solicita salir a su patio, deje pasar unos minutos y seguía solita, así que me acerqué al bajo cerco que separa nuestros patios y comencé a hablar con ella.
Le pregunte por su amiga que no había ido porque se fue a una piscina de una amiga y eso la ponía algo celosa así que aproveché eso para hacer una amistad más profunda entre nosotros y ella se comportaba muy receptiva con migo.
Al rato le dije que se fije si dormían todos en su casa que yo la invitaba a jugar en mi computadora si me prometía no contar nada. Ella fue ansiosa y volvió muy rápido pasando el cerco sola y corrió hasta dentro de mi casa para que nadie la viera.
Una ves adentro mientras nos reíamos tratando como de no hacer ruido y ella hablaba en murmullitos como si nos escondíamos de algo.
Como ella estaba con una pequeña bikini que le queda algo chica y le entallaba mucho su pubis no dude en preguntarle si quería jugar a las luchitas y ella dijo que si y se abalanzo a mi tratando de no hacer ruido cosa que me llamaba mi atención porque creo que ella sabia de mis intenciones, así que mis manos comenzaron hacerle cosquillitas en todo su cuerpito hasta que la tome por detrás abrazándola y apoyando mi duro miembro en ese traserito que me resulto muy mullidito.
Ella al instante quedo quietita y se movía levemente y me contaba cosas sin importancia como para disimular de lo que estaba haciendo.
Una de mis manos comenzó a carisias su pansita y de apoco fue bajando y ella ya estaba muy excitada y yo ni les cuento.
Cuando intente meter mi mano dentro del bikini me resulto muy apretado así que ni dudé en bajárselo y ella me ayudo a sacárselo.
No tardo en estar mi pene entre sus piernitas ella me lo apretó fuertemente y comenzó a moverse haciendome una paja y el parecer ella tubo unos espasmos como un orgasmo y al verla y escuchar sus gemidos yo t5ambien me vine
Esto no tremina aca