Cuidado le digo que ya estoy excitado y con tu abrazo se desesperan mis hormonas, no respondo por lo que suceda..., ¿y que va ha suceder?, me dice, la abrazo y en vez de arreglarle su bata se la saco besándola en el valle de sus senos..., asustada retrocede y tropieza con la cama cayendo sobre ella con sus piernas colgando fuera de esta..., me mira y comienza a bufar su respiración alterada y cuando me hinco a su lado manoseándole sus piernas y besando su vientre se revuelve excitada, no me dice, mi marido es mi único hombre, no he conocido a otro y ..., no la dejo continuar besando sus labios
Relato
Debo supervisar la instalación de nuevas maquinarias en esta fabrica y deberé estar a lo menos un mes por estos lados, como no deseo viajar busco albergue cercano y no en hoteles de la ciudad, esta fabrica está a la salida de ella..., encuentro una familia que tiene una pequeña residencial y me ofrecen una pieza con baño y con desayuno incluido si deseo almorzar es aparte..., como almorzaré en la fabrica no lo contrato eso si la habitación, la veo es pequeña, pero alejada de las otras piezas de la casa separado por la cocina lo que me gusta.
La familia compuesta por el dueño de casa un señor muy mal genio bastante maduro para la señora unos 55 años, la esposa de unos 35 años y dos hijos una de seis años y el otro de cuatro años que van al colegio en la mañana.
Me cuentan las malas lenguas del sector que ella era la criada de esa residencial y este macho cuando su señora lo deja por su mal genio se casa con ella. Esta señora era apagada y poco conversaba aunque era de fácil sonrisas... cuando él estaba ni hablaba.
Como a veces realizábamos trabajos por la noche llegaba al amanecer cuando todos iban al trabajo o escuela, excepto ella que desde temprano hacia el aseo.
Al tercer día llego a media mañana y con una herida en la rodilla derecha, un rasguño, pero sangraba, ella nota la herida y me ofrece curármela..., le digo que me bueno, entonces ella dice me ducho y voy, mejor le digo cúreme y después se asea demorándose el tiempo que quiera, es verdad me dice...
Cuando llega a mi pieza con su botiquín a curarme me dice que no le cuente a su marido por que es tonto de celoso... al curarme debo sacarme el pantalón, ella estaba en bata de levantarse, creía que este la cubría bien sin imaginarse que sus senos se veían muy bien desde la altura cuando se agachaba y el valle de estos era precioso. Se lo comento y se ruboriza sonrojándose y trata de cubrirlo es peor mas veo..., la levanto y le digo déjeme arreglarle su bata que me esta mostrando mas que antes y soy macho me impaciento de pasión y usted muy bonita y agradable ..., me sonríe angustiada y me ruega que no le cuente a su marido por que la castigara por andar en bata, oye le digo no soy soplón y tu marido no tiene derecho a castigarte si lo hace se las vera conmigo... al levantarse para arreglar su bata ella se apega a mi cuerpo y me abraza diciéndome tu si que eres un buen macho. Cuidado le digo que ya estoy excitado y con tu abrazo se desesperan mis hormonas, no respondo por lo que suceda..., ¿y que va ha suceder?, me dice, la abrazo y en vez de arreglarle su bata se la saco besándola en el valle de sus senos..., asustada retrocede y tropieza con la cama cayendo sobre ella con sus piernas colgando fuera de esta..., me mira y comienza a bufar su respiración alterada y cuando me hinco a su lado manoseándole sus piernas y besando su vientre se revuelve excitada, no me dice, mi marido es mi único hombre, no he conocido a otro y ..., no la dejo continuar besando sus labios, los cierra, pero luego me responde efusivamente ardiente al ser manoseada por otros dedos que no son de su marido y estos exquisitamente la acarician con pasión, agravando su calentura, ahora sisea con plácida excitación, diciéndome, si lo vas hacer hazlo ahora o me arrepentiré, mirándome golosamente y besándome con lujuria, mi marido jamás me acaricia me llama a la cama me abre y me monta..., eso es bestial le digo acariciándola y jugando con su calentura enterrándole dos dedos en su ranura vaginal, lo que hace que ella gima y se revuelque estimulada y esperanzada en ser apareada..., como estoy sin pantalones mi pene quería escaparse de sus calzoncillos y los bajo, ella mira mi pene y asombrada tomándolo entre sus dedos dice, es tremendo mas grande que el de Pancho y mas grueso, me vas a partir y destrozar mi vagina..., con cuidado que me harás sufrir me dice, al tiempo que lo lleva a su vagina donde lo acomoda entre sus pliegues vaginales, soy tuya con amor por favor..., suavemente mi pene se desliza en esos mojados pliegues carnales y ella se queja en cada centímetro que ocupo de su vagina, es tremendo reclama, lo ensarto con mayor fuerza incrustándoselo hasta la mitad despacio clama, suspirando y gimiendo, me partes..., otro empujón y se lo empotro hasta el fondo de su matriz sintiendo cuando llego a sus paredes, ella solo gime ... ¡ah..., oh...., duele...., estoy clavada hasta el fondo..., mm..., duele..., soy tuya..., poséeme..., hazme mujer..., comenzando un delicioso movimiento de sus caderas que es apasionado y fogoso, as movía con gran pasión y sus sacudidas y estremecimientos eran desesperados con todas sus fuerzas, sus caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba repitiendo tuya..., tuya. La empotraba deliciosamente con todas mis fuerzas mientras ella gemía y se revolcaba ardiente, prontamente ella suspira y gime que me pasa me voy a orinar..., no le digo vas a gozar con un orgasmo... y de pronto ella se endurece, atiesa y me entrega sus flujos vaginales que acompañaban a ese delicioso y sacudido orgasmo quedando ella desfallecida entre mis brazos lo que aprovecho para saciarme a mi placer y llenarla con mi leche cargada de semen en su matriz..., cuando reacciona me dice, nunca me había pasado esto con mi marido tú eres el primer hombre que me desmaya con sus penetraciones... me abraza y besa para luego decirme deja curarte tu herida, así desnuda me limpia y me medicina mi herida mientras yo jugaba con sus senos manoseándoselos y pellizcando sus pezones... me mira y me dice estoy deseosa de tenerte nuevamente dentro de mi vientre poséeme nuevamente y se recuesta en la cama con sus piernas abiertas, le digo no ahora lo haremos como los perritos y la doy vuelta colocándola en posición de cuatro patas y me acomodo sobre ella buscando con mi pene nuevamente erguido su ranura sexual para empotrarla, me ayuda y pronto estoy dentro de ella y ambos desarrollamos desesperadamente nuestros movimientos del apareo y ella nuevamente siente la llegada de no, uno sino dos orgasmos casi seguidos, ambos son gemidos y gritados con placer de parte de la hembra empotrada satisfaciéndose plenamente de sus calenturas y abrazada a mi se duerme relajada por las pasiones del coito. Soy tuya me dice entre sueño, te quiero todo los día dentro de mi vientre, eres primoroso.
Luego de media hora se despabilada y besándome me dice, tengo que continuar con el aseo y hacer el almuerzo. Levantándose...
Me duermo por dos horas y despierto cerca de medio día llamándola, se acerca y me dice que quieres... la atrapo entre mis brazos y la acomodo en la cama, ella sabe lo que la espera y solo levanta su trasero para que saque su calzón y se abre de piernas, volverá a ser penetrada por su nuevo macho y sabe que gozará con las penetraciones de este semental en su vagina.
Esa semana todos los días es penetrada por este gran pene que la sacia y la deja adolorida por todo el día, pero es exquisito sentirse penetrada por este macho, dice Olga. Alegremente se deja seducir por este satisfaciéndose carnalmente con su nuevo hombre que la llena de semen, se apareaba desesperadamente con todas sus fuerzas, sus caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba, yo estaba activadísima, me atieso, me calmo y exploto en un orgasmo asombroso quedando entre sus brazos mas muerta que viva. Este macho se aprovecha para empotrarme salvajemente mis entrañas rebosándome mi matriz de su tibia leche, semen y espermas, sabía este macho saciarme y dejarme totalmente adolorida y placida de los encantos de en entregarme a él. Sentía esos líquidos deslizarse por mis muslos, nalgas y caer sobre las sabanas, mi joven semental me tenia agarrada de mis caderas en cada eyaculación mas fuerte me apretaba a su cuerpo, yo casi inconciente por placer que había dado en este apareamiento gemía, jadeaba, chillaba recompensada por mi adolescente amo y desde hoy dueño de mi cuerpo.
Ese mes fui su mujer, su puta, su hembra no me importaba a que hora me necesitaba y me entregaba desesperada a los encantos de su apareamiento.
Finaliza el mes y este semental joven y entusiasta debe volver a la capital a su empresa ya que termino su obra aquí... dejaba eso si a una hembra embriagada y enamorada de él, además cuando fui a mis controles mensuales del policlínico me comunican que estoy embarazada, había dejado su semilla en mi vientre tendría un hijo de él, aunque se lo entregaría a mi marido como padre.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces