Mariela y la fiesta de cumpleaños.

Serian aproximadamente las 10 de la noche, y la familia Duarte llegaba tarde a la celebracion con motivo de los 85 años que cumplia doña Anselma, abuela del esposo de Mariela. El auto corria a gran velocidad, pero finalmente llegaron a destino. La familia Duarte se componia de 4 integrantes: Eugenio, Mariela, y sus dos hijos: Ricky de 14, y Daiana de 15. La joven madre de 36 años acepto ir a regañadientes a dicha fiesta: "espero que no termine muy tarde esto, mañana me tengo que levantar temprano para correr, y despues ir a entrenar, al fin y al cabo tu abuela no esta lucida, y ni siquiera debe saber que cumple años", "no pienso comer nada de lo que me sirvan, tengo que seguir una dieta estricta para mantenerme bien","espero que haya una habitacion disponible para que pueda descansar" . Las quejas de Mariela parecian interminables, su marido no le prestaba atencion; si bien su mujer era una persona terca, soberbia,antipatica y superficial, era portadora de una belleza arrolladora: el pelo negro que caia sobre sus hombros, las piernas largas y fibrosas, la cintura pequeña que hacia contrastar aun mas sus masivas nalgas,firmes y levantadas, y sus enormes, realmente enormes pechos que parecian a punto de estallar sobre su pequeña musculosa negra; Sin dudas era la version argentina de la modelo checa Denise Milani, por no decir que era su clon, no existen diferencias entre la imagen de Mariela y la de Denise (A excepcion de que los senos de Denise Milani son naturales...supuestamente).
Mariela es modelo publicitaria, por lo tanto su aspecto fisico es fundamental, y ese voluptuoso cuerpo de 36 años lo conserva gracias a una dieta rigurosa y entrenamiento intenso, es por ello que acapara las miradas de todos los hombres que la ven pasar, permanecen estupefactos al ver semejante mujer, y no es para menos. Apenas puso un pie en la casa de doña Anselma, todas las miradas se posaron en ella, la madre de Eugenio y sus dos hermanos, sus esposas, y sus hijos observaron aquella figura tan atractiva sin poder decir una palabra; las mujeres en cambio, hicieron una mueca de desprecio ante ella, a lo que Mariela les respondio con un seco:"Buenas noches". La abuela, en cambio, mantuvo la mirada hacia el suelo, hasta que el hermano mayor de Eugenio se le acerca al oido y le dice:"Ya vino Eugenio con su familia...."
"Quee?". Era evidente, la anciana era medio sorda. "QUE LLEGO EUGENIO!" Respondio su nieto. Entonces se acercaron, y cada uno se acerco a saludar a la anciana. "Esta vieja se cae a pedazos...no se que hago aca!". Penso Mariela al mirar a la pobre vieja: Su cara, al igual que sus manos estaban surcadas de arrugas, la mandibula terminaba en punta, sus labios se encontraban contraidos, la boca conservaba un solo diente, el pelo totalmente blanco tirado hacia atras le hacia mas visible sus ojeras y su nariz en punta, siempre se encontraba encorvada, y sentada la mayor parte del tiempo, si bien podia caminar, habia dejado de ser un habito cotidiano para esta anciana, pues pasaba la mayor parte del tiempo en ese mismo sofa.
La noche prosiguio con charlas intrascendentes, comida, bebida, hasta que finalmente trajeron la torta. Mariela se sintio satisfecha, el cumpleaños estaba terminando, asique hizo los ultimos esfuerzos en manifestar una falsa simpatia hacia los presentes; en realidad no soportaba a ninguno de ellos, salvo a su marido, que gracias al puesto de importancia que ocupa en el banco, le concedia todos sus caprichos: su costosa vestimenta, su auto, entre otros lujos.
Los flashes de las camaras digitales se hicieron presente para inmortalizar aquella escena: doña Anselma, abuela de Eugenio, cumpliendo 85 años.
"Bueno, abuela, ahora tiene que pedir un deseo!". Dijo Eugenio, con una sonrisa de oreja a oreja, a lo que la vieja respondio: " ¿Un deseo?".
"Si, un deseo, nosotros vamos a concederlo, usted se lo merece." A lo que la fragil anciana alzo la mirada y dijo:"Mira...tengo un deseo que quiero cumplir hace mucho, mucho tiempo...hay una persona que esta presente en esta casa que siempre se comporto mal, es muy caprichosa, maleducada, y las pocas veces que viene aca siempre termina discutiendo con vos, haciendo berrinches, o queriendo llamar la atencion, se comporta muy mal con vos! Ya sabes de quien hablo, no?". Los ojos de Mariela se abrieron ante la sorpresiva sentencia de la ocotgenaria, que hasta hace un rato parecia que no iba a hablar durante toda la noche. Todos los familiares la miraron a ella, a lo que Mariela intento defenderse:"doña Anselma, no es asi...". La vieja hizo un movimiento, como intentando ponerse de pie y con el ceño fruncido dijo:"No es asi? Yo te voy a dar a vos! Irrespetuosa!". La atractiva madre no tenia intenciones de ponerse a discutir con una anciana decrepita, lo que hizo fue obviar el comentario, gesticulo una sonrisa sarcastica, y miro el reloj...los desvarios de la viejita le provocaban risa y pena a la vez.
"Calmese, abuela. Todavia no logro entender: usted esta enojada con Mariela por su caracter altanero? Y eso que tiene que ver con su deseo?"
"Mi deseo, Eugenito, es darle a tu mujer unos buenos chirlos para que aprenda a comportarse, una paliza que le sirva de escarmiento...COOUGH!". Luego de esa sorpresiva declaracion, la vieja despidio una agonica tos. Todos se quedaron boquiabiertos: la abuela Anselma queria darle unas nalgadas a Mariela por su mala conducta, eso era algo que muchos iban a disfrutar, tanto las mujeres que se encontraban alli, pues producto de su envidia ante aquel cuerpo escultural les gustaria verla humillada sobre el regazo de la vieja reciebiendo nalgadas como una niña, y los hombres estarian encantados de ver esas firmes y voluptuosas nalgas siendo azotadas, aunque sea a manos de la abuelita Anselma, toda situacion que incluya a Mariela Duarte, seria entretenido.
Mariela permanecia con esa sonrisa altanera, miro a su marido con los brazos cruzados y dijo:"Ni loca." Todos estallaron en una carcajada generalizada, y la mayoria estaba de acuerdo en concederle el deseo a la abuela, todos menos Mariela, claro esta.
"Amor, hacelo por mi, simplemente es ponerte sobre la falda de la abuelita, y dejar que te de unos azotes en la cola, acaso crees que te va a lastimar? Mirala, tiene 85 años, apenas puede moverse, seran dos chas chas y ya esta, con eso la dejas satisfecha y nos vamos". Las palabras de Eugenio eran convincentes, ademas Mariela daba cualquier cosa por irse de ese lugar, sabia que seria una posicion vergonzosa la de ella, entre las rodillas de la anciana recibiendo unos chirlitos, pero era cierto, cuanto podria doler?. Finalmente, Mariela acepto:"Esta bien, Eugenio, pero lo hago por vos, y mas vale que sea rapido." Los familiares aplaudian, agradeciendole a ella el hecho de hacer que doña Anselma cumpla su deseo, quiza uno de los ultimos de su vida. La hermosa mujer camino lentamente hacia donde estaba sentada Anselma, sus pechos se movian a cada paso, sus botas de tacos altos resonaban en el piso, los hombres la miraban desde la cabeza hasta los pies, hasta que al final, se vio cara a cara con su destino. La vieja levanto el dedo indice con su mano tembolorosa, señalo a Mariela y dijo:"Esto va a servirte de leccion..." "Si, si lo que usted diga." Respondio ironicamente la joven, que se acomodo sobre la falda de la anciana. En esa posicion, su hermoso trasero cubierto por unos ajustadisimos jeans quedaba casii suspendido en el aire, mientras tanto los que estaban frente a ella tenian una vision fabulosa de su parte delantera, que ella se encargo de tapar con su pelo.
La anciana, en tanto, tomo con su brazo izquierdo la cintura de la chica, para mantenerla firme, y la otra mano, la poso sobre sus voluminosas nalgas, algo que incomodo a la hermosa Mariela:"Mocosita, ahora vas a aprender a comportarte como una mujer de verdad...esto es por las veces que le gastaste todo el credito de la tarjeta a Eugenio, por las veces que discutias con el adelante de todos, por no criar bien a tus hijos..." Cuando Mariela escucho eso ultimo, le parecio inaudito, de hecho nada tenia sentido, no pudo entender como pudo acceder a semejante pedido de ser tratada asi por una vieja insignificante...pero era suficiente, ya mismo iba a salir de esa absurda posicion en la que se encontraba; O al menos eso iba a intentar, pero de golpe un sudor frio corrio por su espalda cuando sintio que la abuelita Anselma tomo con sus arrugados pulgares la parte de la cintura de los jeans, y comenzo a deslizarlos. Mariela intento evitarlo, pero su marido rapidamente le tomo ambos brazos, y le dijo:"Nada de eso, amor, me lo prometiste". Mariela empezo a los gritos:"Nooo! Que esta haciendo!!? se suponia que no iba a bajarme los pantalones! Como puede hacer eso!? Soltame, Eugenio!!!" Mariela gritaba descontroladamente, pataleaba sin cesar en un intento de evitar que la abuela le quite los jeans, pero era inutil: lentamente, y con las manos temblando, Anselma la despojo de sus costosos y ajustados jeans, dejando una de sus partes mas intimas totalmente al descubierto, protegida apenas por una diminuta tanga negra con nudos metalicos..."Nooooo!!!!" El aullido de Mariela hizo resonar las ventanas, pero pronto fue opacada por las risas del resto de los presentes, incluso sus propios hijos. Ese fue su punto de inflexion, como madre no podia permitir que sus dos amados hijos la vieran asi,entonces empezo a sacudirse para quitarse de encima la arrugada mano que la sostenia firmemente de la cintura y la mantenia presa en esa posicion tan lamentable, pero aparentemente sus nervios y su nivel de estres impedian que ella pueda hacer fuerza, sus musculos estaban muy tensos, tan era asi que la atletica y joven mujer era actualmente incapaz de zafarse de aquella fragil abuela: Se retorcia (haciendo que sus pechos bailen al compas de sus movimientos, y sus gluteos se muevan sin cesar), gritaba, hasta que comprendio que ya nada podia hacer. Daiana, su hija mayor, con una sonrisa de oreja a oreja pregunto a su madre en tono burlon:"Que pasa mama, la abuelita es mas fuerte que vos?". Mariela alzo la mirada y clavo sus ojos en los de su hija con cierta resignacion, pero ella era testaruda, asique ya que no podia moverse de aquella posicion, intento cubrirse la cola con su brazo derecho, mas tampoco funciono: La anciana tomo su muñeca, y la retorcio a un lado, haciendo que sus largas uñas tambien aprieten los brazos de Mariela, a lo que emitio otro grito:"AAAAYY! Eugenio, por favor!". La pobre y desdichada madre no tenia chances de que alguien la rescate, todos estaban disfrutando esa situacion, las mujeres se veian realmente satisfechas de ver a esa engreida modelo en la situacion mas embarazosa de su vida, por otro lado los hombres alli presentes manifestaban una evidente ereccion que no se ocultaba a traves de sus pantalones, algo que a Mariela le parecio inaudito. Finalmente, luego de tanto luchar, ella se rindio, miro por detras suyo, y al verse en tanga, encima de la abuela de su marido, totalmente expuesta, se tomo la cabeza con una mano, y emitio un leve quejido, lo cual todos respondieron con risas. Finalmente, Anselma hablo:"No empieces a llorisquear, que todavia no empece, mocosa impertinente. Ahora si, preparate para la leccion!". Concluyendo esta oracion, la abuelita levanto su brazo derecho, y la deposito violentamente sobre uno de los gluteos de Mariela, y asi una y otra y otra vez:"AW!AW! AUCH! OOOOW!!!AAAAY!". Los quejidos de la pobre madre no se hicieron esperar, no podia creerlo, ella, quien era el deseo de muchos hombres, estaba siendo castigada como una nena de 10 años; Ella, que jamas dejaba siquiera que toquen aquella parte tan llamativa de su cuerpo, estaba dejando que una vieja senil le pegue chirlos ahi mismo, sin poder hacer nada, mas que gritar y quejarse como una niña malcriada. Y todo adelante de sus hijos. Mariela no podia creer que aquella mano que parecia tan fragil le este generando un verdadero dolor, ardor, y picor en el culo, comprendio entonces que no solo debia lidar con la humillacion de estar semidesnuda, en la falda de la abuelita Anselma, sino que tambien debia soportar ese tremendo fuego que se acentuaba cada vez mas y mas en sus hermosos gluteos. Jamas penso que los chirlos dolieran tanto, pues nunca les habian dado unos...hasta ese dia.
La mano de la vieja castigaba sin parar, cada nalgada hacia que el culo entero de Mariela se estremeciera:"Spank!Spank!Slap! Vas a portarte bien? Slap!!! Vas a portarte bien, carajo!? PAF PAF! "AAAAAAYYYY!!! AAAAWWWWW!!!! Basta!!! Basta por favor!!! ME QUEMAAAA!!!" Obviamente esa no era la respuesta que la senil anciana queria escuchar, asique prosigio con su castigo:"Toma!SPANK!!!TOMA ESTO, MALEDUCADA!!! PLAF!!! A partir de ahora te vas a portar bien con tu marido???SPANK SPANK SPANK!!!". Mariela entendio que debia responderle a la vieja, antes que sus nalgas estallen de dolor:"AAAAy, si doña Anselma!!! Me voy a portar bien con Eugenio!!!snif, snif!". Mariela comenzo a sollozar profundamente, mientras tanto, sus hijos, su marido y el resto no paraban de señalarla y reirse. Sus nalgas tomaron un color rojizo, producto del castigo al que estaba siendo sometida, pero Anselma seguia concentrada en su labor:" Sos una malcriada, y pretendes ser una buena madre!!! TOMA!PLAF!PLAF!SPANK! Prometeme ser una madre ejemplar con mis nietos!!!". Ahora Mariela lloraba como un bebe, desconsoladamente, y lo unico que sentia era el dolor en las nalgas, y esa mano que siempre la azotaba en la misma zona, haciendo que el ardor sea constante, entonces olvido toda la dignidad que le quedaba(no era mucha), olvido a sus hijos, y lo unico que queria era que aquel vergonzoso y a su vez doloroso castigo acabe de una vez:"BUUUU, si señora Anselma, voy a cuidar bien a sus...snif...nietos...sniff...voy a ser buena madre, pero por favor, pare de pegarmeeee....BUUAAA!!!". El castigo no se detuvo, sino que los chirlos se extendieron mas alla de su culo, y ahora la parte de atras de sus muslos tambien recibian el ataque de las temblorosas manos de la abuela. Pero de pronto, la anciana se sintio perdida, su vista se habia desenfocado, sin dudas era otro de sus ataques repentinos de la perdida de memoria:"Pero...que hace esta chica aca? Y sin pantalones???". "Abuela, es mi mama, y la estabas nalgueando por ser una mala madre" Responde su nieto. "¿Que la estaba bañando?" "NOOOOOOO!!!!" Responde a gritos Mariela, estremeciendose ante la simple y bizarra idea de ser bañada por aquella vieja. "Ah, la estaba nalgueando...si, ella es la mujer de mi nietito, ahora va a ver!". Para desgracia de Mariela, la vieja reacciono, y las nalgadas continuaron como si recien hubieran comenzado. La joven y humillada madre sentia que su culo estaba cada vez mas y mas caliente, su llanto era interminable, se disculpaba, rogaba, pero aun asi, la vieja no le daba tregua a su maltrecho culo..."AAAAAYYY! Ay, por favor!!! SMACK! AAAAUUUUCHH....SPANK! OOOhhhhh!!!!!".
Repentinamente, entre las risotadas, el sonido de los azotes,y los gritos desconsolados de Mariela, se oye un profundo bostezo salido de lo mas hondo de la garganta de la abuela castigadora, y asi, se inclino involuntariamente hacia adelante, y aun con Mariela encima de su falda, se puso a roncar. El publico alli presente festejaba a carcajadas esta situacion tan particular, que solo la abuela Anselma podia ofrecer. Mariela en cambio, sintio el alivio de que las nalgadas hayan culminado, pero aun estaba reponiendo fuerzas para poder levantarse, su llanto parecia no detenerse, su cabello era un desastre, todo revuelto, y algunos mechones se depositaban sobre su rostro que estaba cubierto de lagrimas y transpiracion...Finalmente, su marido hablo:"Mariela, amor, deja de llorar, que vas a despertar a la abuela". Ella, totalmente indignada, alzo la vista, deposito sus ojos en los de Eugenio, y le dijo entre sollozos:"Sos un estupido, me voy de aca!!!". Entonces Mariela se alejo de las rodillas de la vieja, lugar en el que estuvo apresada durante unos veinte minutos, y sometida al peor castigo de su vida, se levanto los pantalones, y frotandose las nalgas con las manos, dando leves quejidos, abrio la puerta de la casa y se fue."No te vas a quedar para comer la torta??" Le gritaban en tono burlon los invitados, mientras tanto, la humillada mujer, intentado obviar el dolor de sus gluteos, se acomodo en el asiento del auto, y emprendio viaje hasta su casa. Obviamente, al rato llego su marido, con sus adorables hijos, por lo tanto ella tuvo que aguantar escuchar todas las descripciones que cada uno dio sobre las nalgadas propinadas por Anselma, Mariela los observaba, y les resultaba patetico ver a sus hijos con su padre en una especie de mesa de debate analizando cada detalle de lo acontecido; Mas aun, la patetica era ella, y lo sabia.