Mi nombre es María, pero todos me llaman Maritta. Soy Prostituta, y aunque usted no lo crea, satisfecha y orgullosa de serlo.
Ésta es mi historia, si te gusta y quieres que te siga confesando mis perversiones, es cosa que lo pidas…comenta, vota y ya verás.
Relato
Mi despertar sexual fue precoz. Desde pequeña me gustaban los hombres y más específicamente lo que cuelga de su entrepierna. Siendo chica me encontré una revista porno que mi padre ocultaba en su escritorio. Fue la primera vez que veía hombres desnudos con sus miembros erectos y entendí o al menos supuse la función de la vagina en nosotras las mujeres. Ahí se despertó en mí el morbo sexual, el deseo de la carne. Al hojearla y ver hombres y mujeres desnudos en poses sexuales me excitaba y hacía el ejercicio de imaginar que era yo quien estaba ahí siendo poseía, me masturbaba sabrosamente, incluso llegando a lamer las fotos de esas vergas erectas con la ilusión de que pronto tendría no solo una, sino varias vergas de verdad a mi completa disposición.
Pasaron los años y crecí fantaseando con el día en que probaría el sexo. Hasta que llegado el momento decidí seducir a los chicos de mi barrio y junto a ellos perder mi virginidad.
Partí por cambiar mi atuendo por prendas provocativas, ya me había desarrollado y la voluptuosidad de mis pechos y mi cola me favorecían como para que los muchachos se convirtieran en presa fácil de mis encantos y esclavos de mis pervertidas intenciones.
Cada vez que cruzaba la calle me encargaba de exagerar mis movimientos de caderas y menearlas como quien ofrece una mercadería. Rápidamente captaba la atención de ellos, e incluso podía llegar a sentir como me devoraban con la mirada y uno que otro más osado se atrevía a piropearme. Yo en mi interno deseaba que me digieran cosas sucias, que me preguntaran –“cuánto cobraba ” – que me trataran como la puta del barrio. Esa fantasía me prendía, me incitaba a provocar a los machos como una perra en celos.
Esa noche estaba necesitada de probar todas las vergas que estuvieran a disposición para mí. Caminé con convicción hacia la esquina donde ellos se juntaban, y a un par de metros los desafié a que me siguieran y me hicieran su putita. Me adentré en un callejón oscuro, y pude sentir los pasos de los muchachos que venían tras de mí. Entre ellos Mauricio, él sin ser el más guapo del grupo era el más fornido; siempre me gustó, pero no podía seducirlo porque era un tanto tímido. Tenía espalda ancha y brazos musculosos, pectorales marcados y con el detalle que me excitaba: era peludo.
Lo que más resaltaba de su rostro eran sus cejas frondosas, pero además tenía otra parte de su cuerpo que resaltaba; y eso era… su tremendo bulto. Cuando usaba jeans se marcaba todo su paquete quedando abultado bajo el pantalón un monte que se podía distinguir a metros de distancia. Yo trataba de ser lo más discreta posible, pero siempre que me hallaba cerca de él le miraba el paquete, y llegaba a mi casa a tocarme pensando en él y su gran miembro.
Cuando llego a la parte final del callejón pude observar de reojo que los chicos ya estaban muy cerca de mí, entonces, apoyada en una pared me comencé a pasar la mano por mi concha masturbándome sin pudor alguno.
Los cuatro muchachos me rodean, primero observando la escena de provocación y luego tomando parte en ella, en la medida que me fueron tocando y despojándome de mi ropa, iban apareciendo las vergas erectas fuera de los pantalones. Y ahí pude confirmar que efectivamente era Mauricio quien la tenía más grande. No obstante era Pedro el líder y el más osado por lo demás. Éste se encargó de dejarme completamente desnuda y sin cursar palabra me toma de la cintura y se comienza a frotar en mí, la sensación fue exquisita, aunque todavía no se consumaba ninguna penetración, ya podía sentir un satisfactorio placer sexual. No fue mucho el tiempo que transcurrió para que los otros también tomaran parte en la acción. Bruno me tocaba las tetas y apretaba mis duros pezones al tiempo que se masturbaba. El Rusio me toma por atrás y se frotaba en mí culo como queriendo competir con Pedro. Mientras Mauricio me acariciaba el rostro y penetraba mi boca con sus dedos enormes y gruesos. Yo lamía tal cual comosi me estuviera comiendo una verga y Mauricio continuaba introduciéndolos mientras se masajeaba ese delicioso cipote totalmente empalmado.
Fue así que me agache y decidí que al primero que se la chuparía sería a Mauricio. Pedro intento obligarme que fuera a él, pero Mauricio como era más fuerte se encargó de apartarlo para que consumara esa primera mamada en su miembro duro. Así son los machos cuando se trata de poseer a una hembra, se pelean los liderazgos y ese tipo de cosas.
Tome con mi mano el vergón de Mauricio, estaba caliente, e hinchado, se podía palpar un tronco venoso y mi mano se deslizaba con facilidad dado todo el líquido pre-seminal que estaba lubricando. Comencé por lamérselo para luego abrir mi boca en grande y empezar a tragármelo. Era una sensación tan morbosa sentir que me comía una verga igual e incluso más rica de las que había visto en las revistas porno; gracias a las cuales por otra parte sabía muy bien que es lo que tenía que hacer. Mauricio empujaba haciendo unos movimientos pélvicos deliciosos. La tenía tan grande que me llegaba hasta la garganta atragantándome a ratos. Fue en uno de esos atracones en que retiro la verga de Mauricio de mi boca y Pedro aprovecha la ocasión para ponerme a mamar la suya. No me resistí a hacerlo porque aunque me encantaba la verga de Mauricio, ese día quería probar una variedad de miembros de machos.
La verga de Pedro no era tan larga como la de Mauricio, pero la tenía gruesa y por lo demás también deliciosa, me dedique a chupar y chupar cada vez con más alevosía y calentura. Los cuatro con los pantalones abajo me rodearon ofreciéndome sus miembros erectos y jugosos mientras me manoseaban todo el cuerpo. Yo al centro desnuda tal cual putita de rodillas, agarraba las vergas y me las iba comiendo al son del lengüeteo una a una, luego lamía dos al mismo tiempo y en su momento tenía las cuatro vergas presionando sobre la comisura de mi boca, que se expandía al máximo tratando de acaparar la mayor cantidad de glandes posibles.
Me sentía loca y desesperada por devorarme esas vergas exquisitas. Las chupaba con fuerza al tiempo que las masturbaba para conseguir que me dedicaran una lluvia de esperma. Definitivamente una de las escenas que más me calentaba de las revistas porno, era precisamente cuando los machos vaciaban su leche en la boca de las maracas, y éstas se la tomaban poniendo sus caras de putita satisfecha. Era a eso lo que yo quería llegar, y no estaba muy lejos de conseguirlo pues los chicos cada vez bramaban y rujían como animales, comenzándose a masturbar por sí solos para conseguir escupir la leche contenida en sus ricos miembros. Yo los incitaba a escupirme en la cara y vaciarme en la boca toda la leche, quería probar, quería saborearla, quería tragármela a como de lugar.
Mientras lamía a Bruno, pude sentir los espasmos de éste, esa era señal de que estaba a punto de eyacular. Él efectivamente fue el primero en correrse y torpemente comenzó a derramar su leche por todas partes, impidiéndome probarla, pues por más que estiraba mi lengua apuntando hacia su verga, sus chorros se le escapaban no pudiendo conducirlos hasta mi rostro. Casi al mismo tiempo el Rusio lanza un rugido y comienza a regarme con su esperma, al menos esta vez si pude alcanzar a saborear parte de la corrida. Si bien lo había visto en las revistas nunca lo había probado. Era un líquido viscoso y pegagoso. El de el Rusio particularmente un poco dulce.
Aún faltaban Pedro y Mauricio…Éstos, no tardaron mucho en venirse, primero fue Mauricio quien derrama su esperma en mi boca haciendo que me la trague con gusto, cuando estoy en eso recibo un latigazo de leche en la cara, era Pedro que se había corrido lanzado su esperma con tal fuerza que los regó a todos. Ya todas esas vergas se habían vaciado y yo me encontraba extasiada toda cubierta de semen e impregnada a ese exquisito olor del néctar que brota de un hombre satisfecho.
Los muchachos comenzaron a vestirse, y yo también, ya se hacía tarde y tenía que volver a casa. Me limpié todo el semen con la mano y me encargué que no quedara registro alguno en mi cara. Me tome el pelo haciéndome un moño porque ahí había caído gran cantidad de semen, especialmente el de Pedro. Mi pelo estaba muy pegagoso tendría que llegar a casa directamente a lavármelo, de lo contrario sería rápidamente descubierta.
Cruzamos un par de comentarios con los chicos y luego nos despedimos, claro que sin besos… las putitas no besamos.
Camino a casa, me sentía satisfecha, al fin había conseguido tener mi primer encuentro sexual, y no solo con uno sino con cuatro machitos – “¡Hay que ser muy puta, no!” – Me saboreaba el gusto a semen que aún tenía en la boca, me sentía tan maraca y eso me era complaciente. Pero esto no se termina aquí, recién comienza. Yo quería ir por más, había lamido vergas que era una de las cosas que más me excitaba, pero aún seguía siendo técnicamente “virgen”. El poco tiempo y las circunstancias en que lo hicimos no dio lugar a una penetración, y yo quería probar como era sentir un fierro enterrado en mi conchita. CONTINUARÁ
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312251 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212289 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149887 veces
Si te ha gustado MARITTA, MEMORIAS DE PUTITA 1ra Parte ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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PuntoH
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Comentarios enviados para este relato
PuntoH
(6 de October de 2014 a las 00:46) dice:
Gracias Marcel49. Acaba de ser publicada la 2da parte, espero que la disfrutes y si quieres leer mas de mis relatos visita mi blog
El lugar de los besos me lo reservo para mi
Marcel49
(5 de October de 2014 a las 20:20) dice:
Hola Marita deseo que le des continuacion a esta historia, mas por lo Putita que sos y por como buscas con tu provocacion que Te Gocen y como deseas voz Pija que es lo que voz queres, por lo Putita que sos y voz misma lo decis en el encabezado de tu relato.
Besitos donde mas los Deseeeeeeeeeeesssssssssssssss. PuntoH
(5 de October de 2014 a las 16:58) dice:
Gracias, para leer más de mis relatos puedes entrar a la página de mi blog. Un Abrazo
placerdisculpable.blogspot.com albertoelsolitaria22
(5 de October de 2014 a las 15:46) dice:
estubo muy chevere quiero escuchar mas y tienes correo PuntoH
(5 de October de 2014 a las 01:04) dice:
placerdisculpable.blogspot.com katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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