Martina mi secretaria y Jenny su amiga

Martina es mi secretaria, mi protectora ante las demás personas, me cubre muy bien mis espaldas. Es una madura mujer de 52 años madre de cuatro hijos y uno de ellos es un moreno, este le digo como fue ya te contaré un día mi agitada vida amorosa genital me dice…
Hoy la pillé con su ánimo por los suelos, estoy desecha me dice, uno tiene amigas y son algunas buenas para sonreírte, pero pegan palos por la espalda… tengo un secreto que solo lo sabía una de mis amigas, pero esta habló…, ya no es secreto, cuéntame el secreto le digo… es de mi último hijo mi moreno que tantas tallas me dices, este lo fecundé en un viaje maravilloso a los Estados Unidos, conocía a un mulato que me paseó por todas parte y me hizo muy agradable mi estadía que era por un mes, él me la alargo a tres felices meses, desgraciadamente se me acabo la visa y tuve que volver, al regreso a mi país me entero que estoy embarazada, los tres felices meses con mi mulato cobraban su precio… es que mi moreno me cuenta que trabaja en una torre petrolera en medio del caribe y hace tres años que no sabe de estar acompañado por una mujer…nos desnudamos , nos acariciamos…
Le pido que se recueste sobre su espalda, en la cama. Ahí me percato del tremendo bruto que voy a introducirme. Me monto a horcajadas sobre un asta de unos treinta centímetros, tanto o más gruesa que mi brazo, y empiezo a sentir como de a poquito se va deslizando e ingresando hasta mi vientre. Mi vagina, igual que un cinturón apretaba al bruto. Estaba abierta mi pobre vagina hasta casi desgarrarse. Ya tenía medio pene adentro. Me dolía, pero ese dolor me excitaba, mi vientre estaba embriagada de placer recibiendo ese tronco entre mis piernas.
El negro tuvo paciencia. Esperó a que yo sola bajara y de ahí en adelante empezó a moverse, muy suavemente al principio. Me preguntó si dolía. Le dije que no, que solo ardía un poquito. Dicho esto dio un salto brusco y sentí como la verga entraba casi toda. No grité porque creo ser valiente, un ardor intenso dentro de mis entrañas me llegó de golpe. Sentí que me desgarraban por dentro. Unas movidas más y el inmenso pene acabó, soltó lo que había acumulado en tres años de celibato. Eso me alivió, también acabé. A pesar del ardor, acabé como los dioses. Fue un orgasmo soñado, sentí que algo tocó en mi interior por primera vez y me sentí en el cielo.
Esa fue la primera de un centenar de veces que fui perforada por esa herramienta durante esos meses. El resultado ya lo conoces, ese era mi secreto y esta mala amiga hablo…
Piensa le digo en lo bien que lo pasaste esos meses y se te olvidara la rabia…, me sonríe es verdad dice…, pero te puedo pedir un favor… zamarrea en la cama a esta bruta que se cree una diosa por que siempre le ha sido fiel a su marido… aparéate con ella y yo se lo refregare por habladora. Ella está excitada con tus ojos y color de pelo, dos palabras y tú eres un especialista en hacer caer a las mujeres en tu cama ensartadas por tu pene.
Con agrado te ayudaría en tu escarmiento a tu amiga, pero que edad tiene y querrá probarme…, es menor que yo tiene 47 años, sin hijos,yo me encargo de entregártela aquí en casa y tú haces lo restante.
Tres días después estaba en mi casa la famosa Jenny, en verdad no iba hacer un sacrificio ayudar a mi secretaria esta mujer era bien constituida y se notaba una hembra apasionada por su comportamiento. Entre tragos con Martina y conversación ladina conmigo sus piernas comenzaron a demostrar su pasión al refregarse entre ellas incomoda, miramos un video erótico de un trío y Jenny estaba embriagada y caliente al termino de este permitiéndome recorrer su cuerpo con mis manos, la abrazaba de su pecho y sobaba sus senos por sobre su vestido, baje su cierre que afirmaba su vestido y sus senos quedaron al aire sujetos por un mini fijador de estos que no era capaz de sostenerlo aprisionados y estos se alborotaban en su pecho, los acariciaba y esta caliente hembra gemía y se debatía tratando de ser una dama y no una ardiente puta…, mis caricias dieron frutos y bien pronto ese vestido estuvo en el cuelo y ella en mis brazos. Me desnudo llevándola a mi cama sin oposición era una excitante y ardiente hembra que con sus grados alcohólicos demás no razonaba, solo sus hormonas trabajaban deseando macho.
En la cama parecía una desamparada mujer, pero a mis caricias fue un volcán, extendía sus brazos, gemía, chillaba al ser recorrida por mis labios que la besaban desde sus cabellos hasta su vagina. Al llegara esta mi lengua se introduce en ella y su clítoris acariciado lleva a esta mujer a su primer orgasmo. Esa vagina parecía un surtidor de líquidos al brotar por su entrega, sin ser penetrada me entregaba los frutos de su pasión…, continuo con mis caricias y picardías, mis tretas la tienen nuevamente activada suspirando, vibrando y entregada a mis requerimientos, me abrazaba y se refregaba ardiente contra mi cuerpo solicitando ser penetrada, le recorría con mi pene sus entrepiernas y su trasero se agitaba y tiritaba estimulada, me decía poséeme, hazme tuya…y al entrar abriendo sus ardientes carnes vaginales, al sentir a este pene ingresar a su cubil erótico, nuevamente entrega sus fluidos seminales en un segundo y mas devastador orgasmo, se sacude balanceando sus caderas en una exagerada y extensa entrega, cae semi desmayada en la cama permitiéndome mis libres maniobras de posición de su cuerpo la penetraba salvajemente, entraba mi pene hasta mis testículos lo sacaba hasta su glánde y volvía a penetrarla bruscamente, sus gritos y alaridos de pasión y dolor eran acallados con mis besos, continué con mis arremetidas hasta vaciar en su matriz ríos de semen que ella me agradece entregando un nuevo orgasmo este mas debilitado por estar en plena satisfacción de sentirse saciada. Estaba en su época de fertilidad y mi semen la fecunda sin enterarse ella que de esta entrega llevaba en su matriz un hijo fecundado en su atrevida entrega.
Continuó visitándome Jenny a pesar de que Martina se fue al lado de su hijo, dos meses duro su visita semanal en busca de sus compensaciones amorosas, después viajo al extranjero por unos meses a visitar a su hermano y no he vuelto a verla, parece que aun no vuelve