Llega con el pedido mas mojado que si se hubiese caído a un río…, sácate esa ropa y sécate le digo pasándole una toalla, se mete al baño secándose y sale de este solo en short deportivo… se le marcaba su paquete sexual y mis hormonas se intranquilizaron, le digo voy al baño, pero esta silla no entra, el fortachón muchacho me toma entre sus brazos y me entra en la sala del baño, el sentirme apretada en sus brazos me excita y mis hormonas se sublevan excitándome y caliente me abrazo a él cruzando mis brazos por su cuello. Cuando salgo del baño nuevamente me toma entre sus brazos y le digo que me traslade a mi cama, lo llevaba tomado de sus cuello y le respiraba ansiosamente en su cuello, el casi desnudo solo cubierto por su pantaloncito corto me estimulaba y provocaba lo abracé contra mi desesperado cuerpo… hervía de pasión y calentura
Relato
Contaré mí desagraciada historia que comenzó hace dos años… en viaje al sur en el coche de la familia manejando mi esposo, nos dimos vuelta y saque la peor parte, tuvieron que amputarme una pierna a la altura de mi muslo quedando solo con un trozo de este además de varios machucones que he ido mejorando.
Seis meses de recuperación y mi bonito cuerpo con dos preciosas piernas envidias de no se cuantas mujeres a la basura, mi marido al comienzo muy comprensivo y manteníamos por este primer año nuestro placentero amor, en la cual satisfacía a lo menos una vez a la semana mis ansias y vehemencias sensuales carnales. En estos días mi hija Martinica, se llama igual que yo, que solo había recibido machucones a sus 19 años, lleva a cabo su matrimonio y va a vivir con su marido cerca de sus suegros al pueblo vecino.
Mi traslado lo hacia en silla de ruedas poco a poco mi marido me fue enclaustrando en mi casa al no sacarme a pasear en la silla, por que todos lo miraban según él, en verdad sentía vergüenza y sabía que él era culpable de mi situación… de fiesta olvídate no me llevo a ninguna a pesar que en su oficina celebraban el aniversario y el fin de año. Yo en casa mientras el gozaba de estas fiestas… a mis 38 años enclaustrada en mi casa.
De las pasiones sensuales apasionadas, olvídate. No me tocaba por que se ponía nervioso al tocarme ese trozo de muslo y no concluía el acto sexual. Llevo casi un año sin saborear un coito. Hace seis meses más menos en el verano sediento de placeres gozadores me satisfacía con mi estimulante consolador masturbándome cuando sentí, al tener mis ojos cerrados por el placer del consolador y no veía, sentí un placer al ser mi vagina masturbada por una lengua que me provocaba gran placer, miro y veo a mi perro alano de gran tamaño lamiendo mi sexo me llevo al cielo, deseaba mas y me abrazaba con sus patas tratando de meter su pene en mi, era un don pene lo cual me dio miedo y me conforme con su lengua… Otra amiga, también lisiada por enfermedad, habían tenido que amputárselas parte de sus piernas, si había probado su perro, me decía lo mas exquisito es cuando quedas unido al perro sujeto por la pelota que se le formaba en su pene en el interior de su vagina, sin poder despejarse, hasta que esa pelota se descargaba en ella.
Hoy llueve un diluvio. Llamo al almacén de una calle abajo y el dueño me dice que no me preocupe que enviara a su hijo con el pan, queso y las verduras solicitadas, pobre muchacho, Leo tiene 17 años y es tan servicial y amoroso como su padre, siempre con la picardía por delante alabándote y adulándote. Me decía que bella rosa hay en este jardín, si le contestaba con un miembro menos… y me respondía si una espina menos así no me clavo tan fuerte. Era amoroso.
Llega con el pedido mas mojado que si se hubiese caído a un río…, sácate esa ropa y sécate le digo pasándole una toalla, se mete al baño secándose y sale de este solo en short deportivo… se le marcaba su paquete sexual y mis hormonas se intranquilizaron, le digo voy al baño, pero esta silla no entra, el fortachón muchacho me toma entre sus brazos y me entra en la sala del baño, el sentirme apretada en sus brazos me excita y mis hormonas se sublevan excitándome y caliente me abrazo a él cruzando mis brazos por su cuello. Cuando salgo del baño nuevamente me toma entre sus brazos y le digo que me traslade a mi cama, lo llevaba tomado de sus cuello y le respiraba ansiosamente en su cuello, el casi desnudo solo cubierto por su pantaloncito corto me estimulaba y provocaba lo abracé contra mi desesperado cuerpo… hervía de pasión y calentura, me recuesta en mi cama y al separarse me saca mis calzones dejándome con mis muslos abiertos y mostrando mi húmeda vagina que vibraba abriéndose y cerrándose de emoción y delirio. ¡Que haces!, susurro sin soltarlo de su cuello, siento como él se baja sus pantaloncito y se acomoda entre mis muslos, su pene clava mi entrepiernas, asustada trato de apartarlo, pero mis ansias de ser apareada liada en un enlace de conexión carnal amatoria es superior a mis fuerzas y pronto ceso en mi rechazo entregándome a este joven macho mis manos vuelven a su cuello y lo apreso contra mi busto el cual este muchacho a abierto mi blusa apartando mi corpiño manoseando mis senos, mi respiración ahora es loca y impetuosa, estaba ardiente de pasión, arrebatada por mis apetitos de ser poseída por un macho, aunque fuera un muchacho. Olvide que era una mujer con media pierna menos, olvide que era una mujer casada, olvide que era madre de una chica casada de casi la edad del mozuelo que trataba de unirse sexualmente conmigo, olvide todo solo quería ser disfrutada por este macho.
Sentí como esa maza de carne y músculos abría mis carnes vaginales apretadas desde mas de un año sin uso, sentía que me estaban desgarrando mis paredes vaginales, era virgen después de un año despreciada por mi marido, me estaban desflorando nuevamente, me dolía, pero ese dolor me excitaba y me agradaba, que pene era ese duro, gordo, extenso y ansioso por poseerme, me sentía mujer deseada y comencé a mover mis cinturas como meses que no lo hacia apretando y soltando ese maravilloso miembro de mi muchacho que gemía feliz sobre mi cuerpo penetrándome con dureza y fuertemente casi partiéndome en dos, estaba siendo cubierta por un adolescente, pero que adolescente, como entraba y salía de mi vagina, me estaba llevando a la cumbre de mis frenesíes carnales…, pronto gritaba y arañaba su espalda desesperada por un delicioso orgasmo que este muchacho había logrado de mi cuerpo con sus maniobras vaginales, me estaba entregando a un nuevo macho, un nuevo marido, un delicioso y delicado amante.
No se el tiempo que me tuvo gimiendo, suspirando y ansiando su leche en mi matriz, solo se que cuando esta comenzó a llegar era tibia potente y en gran cantidad, parecía un grifo abierto de cómo me llenaba de sus semen y sus derrames de espermas en mis entrañas, tenía un nuevo amo y señor de mi cuerpo, lo abrazaba, besaba, acariciaba mientras este macho vaciaba sus emisiones en mi matriz luego silencio y solo se escuchaba nuestra respiración alterada por el desplante apasionado amoroso que habíamos sostenidos.
Recuperada la cordura lo miro y digo hora que…, tendremos que tener cuidado que nadie se entere de lo sucedido, por mi parte se callar me dice, pero esto no acaba aquí volveré por mas, eres una mujer exquisita y mal acogida carnalmente y yo seré quien te libere de estas discernimientos eróticos. Eres mía y nadie me prohibirá seguir haciéndote mía.
Al marcharse Leo pienso en lo acontecido y me excito nuevamente al haber sido una hembra tan deliciosamente acoplada y saciada, si merecía ser mi amo y dueño de mi cuerpo. Volví a mis labores hogareña y casi a medio día suena el timbre de mi casa, abro imagínense quien estaba allí…, si mi Leo… venía por mas sexo.
No me dejo ni siquiera hablar me toma en sus brazos me lleva a la cama me desnuda se desnuda y nos acoplamos en unas amorosas, apasionadas maniobras placenteras que nos llevan nuevamente a quejarnos a gritos y suspiros por los placeres del apareamiento de dos cuerpos excitados y ardientes de pasión y fogosidad. Quedamos agotados y lacios de nuestro encuentro conyugal. Nos acariciábamos y nos besábamos aún estimulados de placer. Luego le digo que debe marchar y que no se precipite habrá muchos días más para nosotros dos.
Palabras al viento por la tarde eso de la merienda, nuevamente esta en mi casa manoseándome y solicitándome sexo, lo complazco y nuevamente soy destrozada contra la cama matrimonial en unos deliciosos y amorosos aparejamientos donde cada uno entrega lo mejor de su sexo ala otro, como me penetra, como me excita y cohabita conmigo, ese tremendo pene hace estragos en mi matriz, grito, gimo después de un año sin sexo hoy lo he tenido tres veces estoy emocionada y excitada, me entrego totalmente a mi macho y este macho se satisface con mi cuerpo…
En verdad perdió el estúpido de mi marido como lo llame Leo, este joven semental me visita casi a diario, se entretiene deleitándose y gozando conmigo en mi cama, a su vez me entrego con toda pasión a este joven macho maltratándose mi cuerpo en cada entrega a este entusiasta y efusivo macho.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces