Hola me llamo Lucia tengo tres hijos, 49 años y soy Argentina. Yo quiero contarles esta historia porque cada vez que me acuerdo como en este momento que no se encuentra mi marido y los chicos que ya
Relato
Hola me llamo Lucia tengo tres hijos, 49 años y soy Argentina. Yo quiero contarles esta historia porque cada vez que me acuerdo como en este momento que no se encuentra mi marido y los chicos que ya se acostaron porque mañana tienen que ir a la escuela aproveche para escribir esta historia rápidamente.
Esto ocurrió el año pasado y de entonces me he convertido en una verdadera puta. Fue en febrero del año pasado. Resulta que en mi barrio todos los días al mediodía voy a la carnicería de José, un señor de 50 años aproximadamente, el siempre quiso atenderme, siempre se apuro para atender a los otros clientes para atenderme a mí, siempre supe y me daba cuenta como me miraba, el se fijaba en mis tetas y en mi cola. Creo que yo tuve un poco la culpa de que me pasara esto porque como somos todas las mujeres sin dejar a ninguna afuera y por mas que digan algunas que no pero es la verdad nos gusta que nos miren el culo o las tetas porque quiere decir que todavía estamos fuertes aunque sea para que nos cojan. Cuando me di cuenta de que José me miraba empecé a ponerme los vestidos un poco más cortos y más escotados, no para que pasara nada sino para calentar al viejito. Un día él comenzó a decirme cosas que al principio no me caían bien, como hola que tal, que suerte que tiene su marido por tener una mujer como usted. Al principio no me gustaba y después me acostumbre.
Un día el no me miro mas como antes, claro llego una chica más joven que yo al barrio. Me dio bronca. Entonces comencé a vestirme más provocativa me puse casi diría yo que faltaba poco para ser mini. Me compre porta ligas con medias color negras y una bombachita bien diminuta que se me metía toda en el culo. Tal es así que mi marido me dijo un día, que ahora usas mini se te ve todo si salís así a la calle te van a cojer en cualquier momento. Yo le respondí que como decía semejante cosa pero me gusto lo que me dijo. Al otro día fui a la carnicería bien pintada y con todo puesto. Creo que se me fue la mano porque en mi afán de que se fijara nuevamente en mi, yo me agache demasiado para ver un producto en el mostrador vidriera y pude sentir el aire en mi orto. Cuando me di vuelta, media carnicería me estaba mirando el culo. Tuve vergüenza pero después se me paso, cuando salí de la carnicería él me dijo que hermosa que esta hoy creo que un día de estos le pongo los cuernos a su marido me lo dijo en joda y me gusto.
Así paso el tiempo y un día se me hizo tarde porque le estaba preparando la comida a mi marido que viajaba y tuve que ir a la carnicería tarde cuando llegue justo estaba bajando las persianas y le grite si me podía atender, me hizo seña que sí, abrió la puertita chica de la persiana pase y la cerró con llave. Me atendió entre charla y bromas y me dijo que le gustaría tener algo mas conmigo, yo le respondí que no podía ser porque era casada y él me miro diciéndome que lo que vos estas buscando es que te cojan, sin dejar que yo respondiera mi negación dio la vuelta me agarro de los hombros y me arrincono contra el mostrador. Yo forcejeaba para zafar pero el tenia mas fuerza que yo y comenzó a besarme por el cuello mientras me decía te voy a romper el culo que tienes. Luego saco su pija que cuando la vi me quería morir, nunca había visto algo tan grande. Me levanto la pollera me empezó a frotar con su pija por las piernas mientras me besaba las tetas, después de un rato yo me había calentado y se me mojo la bombacha que el se dio cuenta y me dijo a si que estas caliente, enseguida me levanto en brazos y me tiro arriba de un mostrador me corrió la bombacha con la mano y me la metió de un solo empujón, vi las estrellas comenzó a bombearme con tanta fuerza que me parecía que me la sacaría por la garganta. Yo comencé a gemir muy fuerte porque me estaba volviendo loca de placer con su pija, nunca me habían cogido así.
Luego me desespere cuando me dio vueltas boca abajo con las piernas en el suelo porque presentí que me la metería por el culo y me asusto. Ya que nunca lo hice por atrás comencé a pedirle que no lo haga, pero el no me escucho y dijo te dije que te rompería el culo, enseguida salivo su enorme pija y me la apoyo en el culo comenzó a empujar y pude sentir como se abría paso casi como rompiéndome toda empecé a gritar desesperada porque me dolía mucho creo que el tipo ni me saco la bombacha me la enterró con bombacha y todo, estaba muy desesperado por poseerme comenzó a bombearme y sentía como me metía esa pija hasta el fondo mientras yo seguía gritando.
Luego de un rato me dio vueltas me puso las piernas en su hombro y me la metió por la concha y de vez en cuando alternaba con el orto ya roto por él. Me tubo como media hora así hasta que me lleno el culo de leche pude sentir como el semen caliente ingresaba en mi culo llenándome por completo, luego me bajo de la mesa y se limpio la pija con mi boca me la hizo chupar bien hasta que no quedara nada de semen en su pija. Luego me dijo que siempre me había tenido ganas y que esto algún día pasaría. Yo quede temblando no podía ni pararme de la cogida que me había dado, pero no se que me paso, me acerque a el, lo bese metiendole la lengua y luego me fui a mi casa.
Hoy en día sigo llegando tarde a la carnicería para que me coja, que bien que cojee, por lo menos lo hago una vez a la semana.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces