En el chat habíamos quedado para vernos en alguna ocasión, aunque yo no estaba segura si asistiría en caso de quedar un día y hora por desconfianza.
Le había dicho a él que me encantaba dejarme tocar por hombres mayores, cosa que era cierto; siempre me dejaba tocar en el metro cuando querían. Él me dijo que podíamos ver y hacer eso a lo que yo accedí.
Relato
Hace unos días que entraba a un chat porno por curiosidad. En uno de esos días empecé a hablar con un hombre de 48 años, yo tengo 22, soy delgada, alta, tez morena clara y cabello oscuro largo ondulado; no tengo pechos grandes pero tengo bonito cuerpo y soy de piernas largas.
En el chat habíamos quedado para vernos en alguna ocasión, aunque yo no estaba segura si asistiría en caso de quedar un día y hora por desconfianza.
Le había dicho a él que me encantaba dejarme tocar por hombres mayores, cosa que era cierto; siempre me dejaba tocar en el metro cuando querían. Él me dijo que podíamos ver y hacer eso a lo que yo accedí.
Pasaron solo como tres días cuando me conecté y él estaba. Según lo que me dijo no estaba lejos de mi casa y podíamos vernos para un faje en algún parque o en la calle.
Era de esos días en los que en serio tenía ganas de hacer algo así que accedí.
Ya era tarde, alrededor de las 2 am por lo que sería fácil sin que alguien nos viera y no tendría que decir nada en mi casa porque ya dormían. Salí con un vestido que me llegaba arriba de la rodilla para hacerlo más fácil.
El parque no me quedaba lejos, estaba como a tres calles de mi casa pero por la hora decidí caminar rápido. Quedamos de vernos en el centro del parque y para cuando llegué él ya estaba ahí. Era un hombre de complexión media pero con algo de panza, canoso y se veía algo tosco, llevaba un pantalón de vestir y camisa.
Te ves bien rica
Yo no dije nada aparte de gracias, era la primera vez que quedaba con algún desconocido así. Me agarro de la cintura y nos metimos entre los arbustos en el parque. Nos fuimos a un árbol un poco apartado de las luces e inmediatamente me puso de cara contra el árbol y me metió la mano bajo el vestido.
Me tomó un poco por sorpresa y solté un gemido cuando sentí su mano sobandome por encima de mi ropa interior. Me empezaba a tocar más rápido y yo no tardé en humedecerme. Sentía su mano enorme tocandome como quería y un poco de su peso encima.
Me hizo mi ropa a un lado y me empezó a meter unos de sus dedos; se sentía muy rico y yo seguía gimiendo. Cuando sintió que ya estaba húmeda escuché como jadeaba en mi oreja y me ponía más de su peso encima. Sentí su verga pegada a mi, estaba completamente dura, pero no duró mucho así. Se apartó un poco y solo sentía como seguía dedeandome contra el árbol.
Cuando se me volvió a pegar sentí su pene directo en mi trasero, se lo había sacado y ahora me lo restregaba en mis pompas. No dije nada, pero me preocupaba que tratará de penetrarme ahí sin condón. Lo bajó y empezó a tallarmelo en la vagina, se sentía grande y ancho.
Ya no me dedeaba; me sacó los pechos por encima del vestido y ahora sus manos estaban ahí, me sobaba y pellizcaba los pechos con fuerza mientras su verga pasaba por fuera de toda mi vagina con facilidad por lo mojada que me había dejado y yo me balanceaba también a su ritmo.
En uno de sus movimientos puso su pene en la entrada y empujó antes de que yo pudiera decir cualquier cosa, solté un pequeño grito a la vez que él gemía de satisfacción. Le pedí que lo sacara pero no me hizo caso y comenzó un mete-saca rápido.
Sus huevos chocaban contra mi trasero de tan fuerte que me penetraba y no pude evitar gemir con cada embestida que me daba. Me jalaba los pezones y sentía su respiración caliente en mi oído mientras jadeaba.
Me sentía como una puta, me estaba cogiendo un señor desconocido que me sacaba varios años y en el parque de cerca de mi casa. No pude evitar gemir, aunque me daba miedo que alguien pudiera escucharnos.
Estaba completamente perdida de placer, de un momento a otro había pasado de estar en mi casa a sentir la verga de un extraño. Por sus jadeos supuse que estaba por terminar
-MMMM… Por favor termina fuera…
- No putita, lo rico es llenarte de leche
- No por favor, no tomo anticonceptivos…
-Pues más rico aún poder embarazar una putita como tú… toma toda mi leche amor… ahhh
Me la metió aún más frenético y yo intentaba soltarme mientras le seguía pidiendo que lo sacara, pero para entonces ya me había puesto las manos en la cadera y me tenia bien sujeta y pegada a él.
No tardó mucho en soltar un fuerte gemido y sentí como se vació en mi. Solté un grito cuando sentí el primer chorro de leche salir con fuerza dentro de mi vagina, era caliente y espeso y no pude evitar tener espasmos de placer con cara chorro que me inundaba.
Se quedó en mi interior hasta que descargó toda su leche en mi, y cuando me sacó su verga parte de ella salió y escurrió por mis piernas.
No lo miré, pero escuché como se vestía y se alejaba. Ya solo me quedaba volver a mi casa así como estaba, por suerte nadie se dio cuenta, pero tuve que quedarme llena de leche hasta el otro día que pude bañarme.
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 247755 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:19) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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