Me embotellé… ( CON fotos)

No es que yo fuera una adicta a la botella desde hace mucho, no. Realmente mi adicción comenzó, más o menos al mes, de que ya me encontraba viviendo sola, después de mi divorcio. Esa noche no tenía, ni a donde ir, ni con quien salir, ni dinero para gastar. Ya que con lo del divorcio, y la mudanza se me habían agotado todos mis ahorros. Por lo que después de limpiar mi nuevo, y pequeño apartamento. Me di una buena ducha, y después de secarme, pensé en ponerme algo encima, para luego ir abriendo las pocas cajas, que pude traerme de mi antigua casa, y ordenar su contenido.

Pero como hacía un calor insoportable, decidí quedarme desnuda. Acomodé toda mi ropa, y uno que otro artículo de cocina, así como algunos alimentos, y algo de la decoración, que tenía en lo que para mí fue mi hogar por los últimos quince años. Ya había terminado de arreglar todo, cuando me topé con una caja que no reconocí, y al abrirla me llevé la pequeña sorpresa de que estaba llena de botellas de distintas bebidas alcohólicas. Seguramente eran de mi ex, al principio hasta pensé en llamarlo para que la viniera a buscar, pero luego me acordé que lo escuché decir por teléfono, que iba a salir de viaje con la puta que me lo quito.

Por lo que decidí, no perder el tiempo haciendo eso. En su lugar, quizás porque estaba sola, y aunque no tenía costumbre de beber, decidí darme un traguito, y que para celebrar mi nueva soltería. Así que abrí la primera botella que agarré, que resultó ser de ron, y bueno me serví un buen trago, para luego seguir limpiando y ordenando todo en mi nueva vivienda. Pero a medida que seguí limpiando y ordenando, también seguí dándome uno, que otro traguito, hasta que llegó el momento en que me comencé a sentir entre mareada, alegre, y algo atontada.

Yo seguí limpiando, muerta de calor, y bebiendo. Hasta que de momento, que me encontraba sentada en el piso, ordenando algunas cosas, manteniendo mis piernas bien abiertas. Por accidente, porque eso no fue otra cosa que un pequeño accidente, golpee la botella, que recién, y después de darme otro trago a pico de botella, la coloqué frente a mí, la botella ya estaba casi vacía, cuando con una de mis manos, accidentalmente la golpee. Y su pico fue a dar justo sobre mi coño. La cosa es que no se perdió ni una sola gota de ron, pero la manera en que se quedó sobre mi coño, me causó algo de risa. Ya que para mi adentros me dije, a mi misma, lástima que no es una verga de verdad.

No terminé de pensar eso, cuando no sé por qué me provocó comenzar a empujar el pico de la botella dentro de mi coño. Y así poco a poco, comencé a introducirme con la mano derecha, aquella botella de ron dentro de mi coño. Al tiempo que con la otra mano, comencé automáticamente, y de manera viciosa a toquetearme todo mi clítoris. Yo estaba de lo más inspirada, metiendo y sacando aquella gran botella de ron de mi coño, cuando la comencé a levantar, o mejor dicho a inclinar un poco hacía arriba y hacia abajo. Por lo que lo poquito de ron, que aún le quedaba dentro, lo derramé completamente dentro de mi coño.

Bueno con decirles que el resto de la noche, y quizás de la madrugada me lo pase, metiendo y sacando aquella botella de ron dentro de mi coño, al principio tan solo me la introducía metiendo, y sacando el pico de la botella dentro de mi vulva. Pero al rato como que me dio curiosidad por ver si me la podía meter de culo, ojo, dije que de culo, no por mi culo. Y a medida que comencé a ver como esa sabrosa botella desaparecía dentro de mi cuerpo, dejando únicamente el cuello y el pico por fuera, sentí algo que nunca antes había sentido. Una especie de estallido de placer dentro de mi coño, era como que si el cuerpo de aquella botella llenase toda mi vagina por dentro, generándome una tremenda satisfacción. Y seguramente así estuve, hasta que debí quedarme dormida.

A la mañana siguiente al despertarme, con algo de dolor de cabeza, ya que el día anterior casi ni había comido. Cuando es que me doy cuenta de que dentro de mi coño tenía aquella botella, bien metida, tanto que apenas su cuello y su boca o pico quedaban fuera. Sin salir de mi asombro, tratando de recordar lo que me había sucedido, y sin llegar a ponerme aun de pie, saqué la botella de mi coño, asombrada que semejante cosa pudiera caberme dentro. Aun sentada con mis piernas abiertas, fue que me recordé de lo sucedido, y de cómo yo, había comenzado a meter y sacar toda aquella botella de mi coño, y del placer que me había generado.

Por suerte era sábado, y no tenía que ir a trabajar, de lo contrario, seguramente hubiera llamado para decir que no iba. Durante el resto del día procuré pensar en otras cosas, y hasta salí a caminar. Pero ya saben como es, procura no pensar en algo y es cuando más piensas en ello. Aunque yo hasta me fui a visitar a una amiga, para distraerme. Pero apenas llegué nuevamente a mi apartamento, ya entrada la noche, lo primero que hice después de desvestirme fue buscar la botella de ron. Pero ya estaba bien vacía, y no sé, así como que no me provocó volver a metérmela por el coño, y eso que la lavé, y hasta desinfecté.

Prendí la tv, cené algo, pero sin dejar de pensar en lo bien que la había pasado la noche anterior, cuando me recordé de la condenada caja, llena de botellas. Mi ex a diferencia mía, digamos que tiene una gran cultura alcohólica, yo en cambio, me di cuenta de que la noche anterior, con apenas unos pocos tragos, me había emborrachado como nunca antes en mi vida. Por lo que procuré no dejarme llevar por el gusto, pero fue en vano, la siguiente botella que abrí fue una de tequila, y vallan a ver qué emborrachada me di, y bien ya iba yo por como el tercer trago, cuando poniéndole la tapa a la botella penetré mi coño gustosamente. De milagro que no me dio por salir a la calle en las condiciones en que me encontraba.

Además ya cuando iba ya por media botella, me dio por brindarle un trago a mi coño, así que eso hizo que la borrachera fuera más grande. Puse algo de música, y al parecer le subí mucho el volumen, ya que estando completamente desnuda, sentí que tocaron la puerta, y tal, y como estaba, fui y abrí la puerta. Era el conserje, que al verme se puso rojo como un tomate. Yo que en medio de mi borrachera, y con la botella en la mano por suerte. Le pregunté qué era lo que deseaba. De la manera en cómo, se me quedó viendo, me dio a entender, que lo que él quería era acostarse conmigo.

Así que lo invité a entrar, y de inmediato me dijo, aun bastante avergonzado, pero sin quitarme los ojos de encima. Me dijo que bajara el volumen de la música, para decirme algo. Yo no bajé el volumen, sino que apagué el equipo. Fue cuando me pareció que él como que se iba a marchar, y le ofrecí un trago. Bueno esa noche, el conserje hasta por el culo me dio. Por aquello de no querer dejarme embarazada.


Bueno desde esos días, me he dedicado a embotellarme yo solita. Aunque recientemente asistí a un bar con unos amigos, y después de darme unos cuantos tragos, ya después de que la mayoría de los invitados se habían marchado, mientras estuve sentada sola en la mesa, aproveché, y tras quitarme las pantis, que me encajé una botella de vino, dentro de mi coño. Sin que nadie se diera cuenta de ello. Luego seguí bebe que bebe, y uno de los pocos tipos que aun quedaban como que se dio cuenta de mi estado, y me sacó a bailar. Bueno les diré que esa noche, los tres o cuatro tipos que aun quedaban en el bar hicieron conmigo lo que les dio su real gana, dejándome al terminar con una botella encajada de pico por mi culo, y otra por mi coño. Ya sé que el beber me hace daño, pierdo el control, la cabeza, el coño y hasta el culo. Pero algo que he aprendí, es que no necesito beber acompañada de nadie, para divertirme, como a mí me gusta.