Segunda parte del relato real de como me enamore del macho que me hizo sentir nena.
Relato
Durante el resto de esa semana no dejaba de fantasear como seria nuestro encuentro, que sería lo que me iba a poner, que le haría, que me haría. Nos escribíamos a través del skype varias veces al día y nuestras conversaciones siempre acababan calentísimas por las dos partes, lo deseaba.
Dos días antes de nuestro encuentro decidí ir a comprar una sorpresa para él. Pero no sabía lo que ni donde, así que me dirijo a un centro comercial chino que tengo cerca de casa y a ver lo que me encontraba. Me pasee por la zona donde había pelucas y cogi una morena con el corte al estilo pulp ficción. Luego me dirigí a la zona de lencería, no sabía que comprarme. Después de varias vueltas me fui a donde estaban los corsés, me puse a buscar una talla para mi cuerpo hasta que la encontré. Un precioso corpiño de cremallera delantera y cintas detrás, muy sensual, seguro que le gustaría vérmelo. ( o eso esperaba que hiciese )
Esa misma tarde decidí depilarme todo el cuerpo ya que para mi desgracia tengo mucho pelo en mi cuerpo. Me pase más de una hora rasurándome en la ducha hasta comprobar que solo me quedaba un pequeño triangulito sobre mi pequeño pene, entonces lo empuje hacia atrás y apreté mis piernas para que no saliese. Parecía el pubis de una chica normal. Y estaba suave totalmente.
Y llego el día, nos levantamos como siempre para preparar a nuestra hija para ir al cole, pero yo lo hacía para algo más, quería tener todo el tiempo posible para prepararme para la llegada de mi macho. En cuanto salieron todas por la puerta me fui corriendo a la habitación de mi cuñada y busque un vestido ceñido negro que sabía que le gustaba a él y el tanga que llevara a nuestra cita. Saque de su escondite la peluca y el corsé y lo puse también encima de la cama, a los pies de la cama puse mis sandalias de plataforma y tacones altos.
Me fui al baño y con la ayuda de una perilla empecé a meterme agua por mi agujerito y a limpiarme bien por dentro, no quería sorpresas desagradables si surgía la ocasión de que me follase mi culito (ese era mi principal objetivo, que me follase el culito) después de un buen rato de limpieza y comprobar que salía el agua limpia me metí en la ducha. Con la ayuda de una maquinilla de afeitar repase mi cuerpo para eliminar cualquier pelito que asomase, quería estar suave para él. Me duche con los jabones que usa mi mujer los cuales están perfumados y salí de la ducha. Me seque bien todo mi cuerpo y agarre el bote de lubricante anal relajante y me lo unte bien por todo el culito, metiendo mis dedos para lubricar también por dentro. Aun no sabía si ocurriría nada pero quien sabe, quería estar lista para él, que no tuviese que esperar.
Me dirigí a la habitación y termine de colocar todo en su sitio, pañuelos, lubricante, protege colchones por si acaso, agua, velas, perfume la habitación….. No me quería olvidar de nada. Entonces recibo una llamada para avisarme que estaba a 10 minutos de casa y para confirmar mi dirección. Mi corazón volvió a ponerse a mil por hora, volví a ponerme nerviosa. Le pedí que por favor me diese más tiempo y le indique una cafetería cerca de casa para que se tomase algo y que yo le avisaría para venir.
Me puse el corpiño apretándolo bien, para sentirme sujeta (quien lo ha usado sabe a qué me refiero), luego el tanga de hilo. Me subí a mis tacones y me puse el vestido. Luego agarre la peluca y me la puse. Me acerque al espejo de cuerpo entero y guaaaau menuda imagen me devolvía, me sentía muy nena, muy femenina. Volví al baño y cogí el maquillaje de mi cuñada y me puse a maquillar como pude, algo sabia de maquillaje pero el problema fue que se llevara parte de sus maquillajes y no tenía muchas cosas. Al final me puse un poco de rímel, tapa imperfecciones, coloretes, sombra de ojos y para terminar pintalabios rojo intenso con un poco de gloss para que resaltasen un poco más. Ya estaba lista. Lo llame al teléfono y le dije que viniese, que simplemente entrase para dentro de casa que yo estaría detrás de la puerta para que nadie me viese y que cerraría la puerta tras él.
Los minutos se me hicieron eternos, y eso que era solo un par de minutos. Bebí un trago de agua y sonó el telefonillo, pegue un salto del susto que me dio. Corrí a abrir el portal y luego me dirigí a la puerta del piso y a mirar por la mirilla como llegaba, entonces le abri la puerta y entro, ya estaba en casa, mi macho había llegado. Cerré la puerta tras él y me apoye en ella como para no dejar que se me escapase.
- Hola –le dije melosa- ¿Qué te parece Nerea? ¿Cómo me ves? ¿Dime algo?
El solo estaba de pie mirándome, como que no se esperaba ese cambio en mí. Entonces me dirigí hacia él y le di dos besos en la mejilla a lo que el correspondió poniéndome las manos en la cintura y acercándome a él, mmmmmmmm
- Hola preciosa- me dijo- como espere este momento, tenía ganas de verte vestida y me has sorprendido, estas preciosa.
Entonces lo agarre de la mano y le pregunte si quería beber algo a lo que él me dijo que no, que ya tomara algo en la cafetería mientras esperaba, le ofrecí ir al baño si lo necesitaba o para asearse si quería. Cuando salió del baño le pregunte donde prefería estar, si en el sofá o en la habitación, y solo me dijo que donde yo estuviese más cómoda. No lo dude, sabia y tenía claro que era lo que quería hacer y le dije que me siguiese. Me puse a caminar por el pasillo moviendo lo más posible mis caderas y sintiendo como mis tacones hacían música contra el suelo.
Sentí sus manos manosear mis nalgas y empecé a caminar más despacio disfrutando de cómo me estaba tocando, dejándolo hacer, dejando que me sobase. Una vez llegamos a la habitación al lado de la cama me agarro de la cintura y me empezó a dar un beso en la boca que no me esperaba, no sabía si me atrevería a besar a un hombre, al cual correspondí abriendo mi boca y dejando que su lengua entrase en mi para jugar con la mía, dios que beso, pensaba para mí, que bien besa mi macho. Me estaba derritiendo con sus manos en mi cintura y sus labios en los míos. Estuvimos un buen rato besándonos apasionadamente hasta que me aparte un segundo para tomar aire.
-
- No te lo esperabas verdad.- me dijo sonriéndome.
- Pues no la verdad que no. Pensé que no lo harías y me cogiste desprevenida.
- Es que eres tan sensible que me apeteció besarte. ¿qué te pareció?
- Delicioso. Besas muy bien. Y me encanto que lo hicieses.
Lo empuje ligeramente sobre la cama y el entendió perfectamente la señal. Le quite la camisa que llevaba puesta mientras él se quitaba el resto de la ropa dejando solo los calzoncillos, luego se recostó en la cama. Me subí a ella y me puse entre las piernas de él y comencé a acariciar su cuerpo suavemente, quería sentirlo, notar su piel. Luego me dirigí de nuevo a sus labios y después de unos cuantos besos más empecé a bajar poco a poco hacia mi objetivo mientras iba besando todo su cuerpo hasta que llegue a sus calzoncillos, entonces empecé a besar y lamer su polla a través de ellos, notando como poco a poco iba creciendo de tamaño, nunca había hecho eso pero me sentía una reina haciéndolo y era como si saliese de dentro de mi alma lo que tenía que hacer. Sus calzoncillos empezaban a mojarse por mis lametazos y ya quería ver mi premio, quería ver su tamaño, entonces los agarre con ambas manos y los deslice hacia abajo hasta sacárselos. Cuando volví a mirar a su polla descubrí una hermosa polla con un capullo rosadito que decía coooomeme.
Me tire como una posesa a por ella, la quería tener dentro y no quería esperar más tiempo. La agarre con una mano y empecé a moverla de un lado a otro observándola nerviosa. No sabía cómo lo iba a hacer, era la primera vez que tenía una polla en la mano que no fuese la mía y me estaba causando una excitación terrible tenerla en mi mano.
Poco a poco fui acercando mi cabeza a ella y tímidamente saque mi lengua para lamer desde su base hasta la punta a lo que el respondió con un suspiro profundo, le estaba gustando, seguí un rato lamiéndola hasta que empecé a lamer solo la punta dejando un poquito de saliva que se mezclaba con su néctar que empezaba a manar de la puntita de ese pollón. Me hipnotizaba ver como al separarme de ella quedaban hilos de baba entre mi lengua y su polla. Entonces decidí metérmela poco a poco en la boca. Mmmmmmmm por fin la tenía dentro de mi boca. Empecé a meter y sacarla de mi boca chupándola, quería sacarle toda la leche de una sola vez.
- Tranquila nena, no hay prisas, lo estabas haciendo bien, despacio primero.
Entonces volví a empezar a chupársela pero esta vez más suave, no quería hacerle daño, lo que quería era que disfrutase de mi mamada. Poco a poco fui cogiendo un buen ritmo de mamada a lo que el respondía con suspiros y gemidos. Eso hizo que me animase más y empecé a bajar cada vez más, quería metérmela toda, sentirla dentro de mi garganta, pero no fui capaz, no era capaz de metérmela toda ya que me entraban arcadas y no era capaz de meterla toda adentro.
- Ponte a cuatro patas preciosa.
De un salto me puse en posición y me subí un poco el vestido, quería que me la metiese ya, ni siquiera quería que esperase, quería sentirla dentro, que me follase mi culito pero fue aún mejor. Cogió un bote de lubricante que había comprado el antes de venir a casa, se lo hecho en uno de sus dedos, aparto el tanga a un lado y comenzó a pasarlo suavemente sobre mi agujerito.
- Mmmmmmmm siiiii, -gemí como una gata en celo, solo el roce de su dedo me hizo estremecer todo el cuerpo, creo que hasta el último poro de mi piel se estremeció- mételo ya.
- Quieres que te meta el dedito.
- Quiero que me metas otra cosa- y volvió a pasar de nuevo el dedo sobre mi culito-
- No quieres este dedito. Pídemelo.
- Por favor méteme lo que tu quieras, pero hazlo ya.
Mi culito comenzaba a pedirlo a gritos y yo lo exprese por mi boca. Suavemente sentí que comenzó a hacer presión sobre mi agujerito y su dedo se colo dentro de mi con una suavidad asombrosa. Al haber estado jugando antes de su llegada con mis dedos para lubricarme había facilitado mucho la situación.
- Mmmmm
- ¿te duele?
- Noooo, me encanta, mmmmm sigue- mientras apoyaba mi cara en la almohada para así poner más en pompa mi culito.
Comenzó a jugar con su dedo dentro de mí, lo metía y sacaba, hacia círculos dentro de mí, me estaba dilatando muy bien. Entonces sentí como empujaba el segundo dedo y entraba igual de fácil que el otro.
- Sigue por favor sigue no te pares que me gusta. Me estás haciendo gozar muchísimo mmmmmm.
Y sin decirme nada metió el tercero, este costo un poco más pero entro, y una vez dentro mmmmm, empezó a follarme con sus dedos. Sentía como mi tanga se estaba humedeciendo, como mi clítoris lubricaba.
- Te la voy a meter, te voy a hacer mía. Te voy a hacer mujer.
- Siiii por favor, necesito que me folles, que me la metas.- le dije medio gimiendo por el placer que me estaba dando.
Saco sus dedos de mi interior y yo agarre con mis manos mis nalgas abriéndolas bien para que entrase mi macho en mí. El agarro su polla con la mano y la dirigió a mi agujero. Lo coloco y comenzó a empujar. Esto era lo que llevaba tanto tiempo deseando, que me la metiese y por fin lo estaba viviendo. Fue entrando en mí poco a poco.
En cuanto entro la cabeza se paró un segundo como para tomar carrerilla y luego me la metió toda, despacio pero sin parar, pude sentir como cada milímetro de su carne entraba, sentía como latía dentro de mí, mmmmm. No paro hasta tenerla toda dentro, bien adentro.
- Ya eres mía.
- Siiii
- Si ¿Qué?
- Soy tuya, toda tuya.
Y la fue sacando poco a poco, cuando casi la tenía fuera me la envió de nuevo hasta el fondo sin miramientos, esta vez me molesto un poco pero era más la excitación y el placer que sentía que la molestia. Y comenzó a bombear con fuerza, me seguía molestando, era como que algo dentro de mí no terminaba de dejarlo entrar, entonces le pedí que parase un momento.
- Para por favor.
- Te duele.
- No, solo sácala y métemela de nuevo. Siento algo raro.
- Tranquila y relájate.
- Ya lo estoy cari pero no sé qué es.
Entonces la saco, se puso un poco más de lubricante y otro poco a mi agujerito dilatado, volvió a apuntar su polla a mi diana y me la volvió a meter despacito, esta vez sentí todo de diferente forma. Me la metió hasta el fondo y esta vez sentí como cruzaba su polla algo dentro de mí, aquello que me molestaba antes, y entraba más adentro. Al sentirla tan adentro arquee mi espalda y levante más mi culito para facilitarle más las cosas.
- ¿Qué tal ahora?
- Cari, ahora sí que estas adentro. Te siento muy dentro de mí y no me molesta nada.
- Yo también te siento más.
- Pues sigue que me estás dando mucho placer.
- Tranquila que te voy a follar bien este culito que tanto placer me está dando.
- Eso espero jjejejjejej
Nos reímos y me gire para darnos un beso apasionado mientras me la tenía metida. Y comenzó esta vez a follarme bien follada, sentía un placer increíble, imposible de describir, sentía que se fundía conmigo y yo jugaba como podía a apretar mis esfínteres para que me sintiese apretadita. Pero llego un momento en que ya no podía jugar, solo gemía y apretaba mi cara contra la almohada para no gritar de placer. Estaba siendo follada por mi macho. Y que buena follada me estaba dando.
- Cari túmbate por favor- le dije.
- ¿por?
- Es que quiero cabalgarte yo.
- Ok
Se tumbó en la cama, me levante un poco el vestido y me senté sobre él, nos empezamos a besar pero yo quería tenerla dentro así que con una mano dirigí su polla a mí y me fui sentando sobre ella hasta sentirla dentro. Con lo excitada que estaba comencé a saltar sobre ella patosamente y lo que conseguí es que se saliese y hacerle un poco de daño a mi macho.
- Mejor que te bajes y que sea yo el que te folle- me dijo un tanto sonriente.
- Perdón.
- No te preocupes no me hiciste daño, pero será mejor que dirija yo.
Me baje de él y volví a la posición a cuatro patas volviendo a levantar el vestido y a apartarme yo el tanga. Mientras él se colocaba detrás mía yo con una mano recoloque mi clítoris para que el no lo viese y no le molestase. Comprobé que tenía el tanga mojadisimo, casi que empezaba a gotear jijijijiii.
Se colocó detrás mía y me la volvió a meter, esta vez sin pararse demasiado, ya que estábamos bien lubricados los dos y yo estaba en celo de lo abierta que estaba, solo deseaba que me la empotrase de nuevo. Y vaya si lo hizo. Comenzó a follarme a un ritmo constante y enérgico.
- Sigue cari sigue, que placer me das mi amor- le decía entre jadeos.
- Pídeme polla puta.-sabe que me encanta que me trate así y eso me excitaba más y más.
- Dame polla cari, por favor dame polla.
- ¿Quieres que te folle?
- Si por favor fóllame duro, dame más, no pares. Ahahahahah más por favor.
- Te voy a preñar puta.
- Si préñame, lléname.
- Te voy a rellenar.
- Dame tu leche cari, la quiero dentro de mí.
Estaba en el quinto cielo, a cuatro patas siendo follada por un verdadero macho, sintiéndome una nena y disfrutando de la follada que me estaba dando mi semental. Pase una de mis manos sobre mi tanga para comprobar cómo se encontraba mi clítoris, estaba goteando la tanga y seguía metido bien dentro de la tela del tanga, sin moverse. Estaba excitadísima y gozando como nunca lo había hecho, y mi clítoris chorreando pero pequeñito como siempre, sin molestarnos. No quería tocarme, quería disfrutar solo con el roce de la piel de mi macho y de la follada que me estaba dando, y valla si estaba disfrutándolo. Me abría más las nalgas para que me entrase más carne y sentirlo más dentro de mí.
- Me voy a correr- me dijo entre jadeos- donde quieres la leche puta.
- ¿Dónde quieras mi amor? Pero me gustaría dentro, mmmm- casi no podía hablar porque me estaba haciendo gozar con su polla.
- Pues te la dejare bien adentro para dejarte preñada con mi semilla.
- Si por favor la quiero dentro, pero no pares por favor.
Entonces acelero un poco más sus embestidas, sentía como que me iba a salir de la cama de lo fuerte que me la estaba metiendo. Se empezó a tensar y sentí como su polla se hinchaba dentro de mí y la sentía más dura aun.
- Me corro puta, me corro.
- Siiiiiiiiiii córrete dentro de tu puta.
Comencé a sentir como se estaba descargando dentro de mí, como algo caliente me estaba llenando, por fin era mujer, un macho me estaba llenando con su semen, marcándome como suya. Me quede quieta sintiendo como el terminaba sus movimientos y apreté mis esfínteres para estrujarlo bien. Se quedó apoyado en mi espalda un ratito, descansando.
- Gracias cari por darme tu leche- le dije en el tono más meloso que pude.
- Gracias a tu guapa por darme tu culito, es maravilloso follártelo. Cuando llegue no sabía si te follaría el culito pero cuando me lo pusiste en pompa y lo vi tan limpito pues no me pude resistir.
Le ofrecí un pañuelo de papel para limpiarse cuando saliese de mí, se fue saliendo poco a poco y yo apretando mis nalgas porque no quería que saliese nada de su leche, el, muy simpáticamente me puso el pañuelo de papel en mi culito y encima coloco de nuevo el tanga en su sitio.
- Para que no se te escape nada un taponcito, jejjejejejje
- Me tuviste que dejar bien abierta porque siento la ausencia de tu polla dentro de mí.
- La verdad es que dilatas muy bien y estabas bien abierta.
Le pregunte que si se quería duchar a lo que me dijo que sí, nos levantamos de la cama, me acomode bien el vestido y nos dirigimos al baño, yo delante para enseñarle el camino y para contonearme delante suya, podía sentir su mirada en mis nalgas jejejjejeje. Le di una toalla y me quede mirándolo un rato mientras se duchaba. Para mis interiores pensaba: ``me ha follado un macho y lo tengo en la ducha.´´
- ¿Quieres un café cari?
- Si por favor.
Me fui a la cocina moviendo mi culito ya que sentía como su leche estaba dentro de mí y me seguía excitando esa idea, no la quería dejar ir. Prepare café solo para él, yo no quería tomar nada porque aun sentía el delicioso sabor de su polla en mi boca.
Cuando llego se sentó a tomar el café y empezamos a hablar de lo que podríamos hacer para volver a vernos, para seguir en contacto. Yo me apoye en el marco de la puerta mirándolo a el. Ya podía estar diciéndome cualquier tontería que yo no lo escuchaba, simplemente estaba embobada mirando a mi macho, y sintiendo su leche dentro. Me hubiese abalanzado sobre el si no fuese que sabía que se tenía que ir pero me resistí.
- Nena.
- Perdón dime.
- ¿Sabes una cosa que me extraña de ti y al mismo tiempo me excita?
- Dime.
- Pues que normalmente cuando lo hago con alguna mujer de verdad en cuanto me corro se van corriendo a lavarse y echar fuera el semen pero tú no. Sigues con el dentro y te veo tranquila.
- No pienso tirar este tesoro que me has dejado dentro. Me siento fenomenal sintiéndolo dentro de mí y también me excita sentirlo dentro.
Entonces se levantó y se dirigió a mí diciendo que se tenía que ir.
- No te vayas aun, quédate un poco más.
- Sabes que lo haría nena pero no puedo, me tengo que ir.
Al llegar junto a mi sin volver a esperarlo me empezó a besar y si, esta vez reaccione rápido dejándome hacer, abriendo mi boca para sentir su lengua juguetear con la mía, me entregue a su beso, casi que estaba flotando en una nube. Sin más se separó de mí y se dirigió a la puerta y yo detrás como una corderita, no quería que se fuese. Estaba muy excitada y lo quería tener de nuevo dentro de mí. Pero no había remedio, se tenía que ir. Se giró antes de abrir la puerta y me dio un último beso, este más rápido y abrió la puerta. Al salir por ella yo cerré y me quede un rato apoyada en la puerta recordando y sintiendo todo lo que había pasado.
Me fui a duchar y dejar todo como antes de nuestro encuentro ya que yo también tenía que ir a hacer unos recados antes que mis hijas llegasen a casa.
Seguimos en contacto y yo vistiéndome cada vez que puedo y mandándole fotos y el sigue escribiéndome amorosamente. Deseo muchísimo volver a estar con él.
P.D:
Mi macho me revisara el relato y me corregirá lo que el desee ya que yo como buena sumisa le debo respeto y obediencia.
Este relato es totalmente real, sacando algunas cosillas que cambie por temas de discreción por parte de los dos. Me disculpo por lo largo que es pero no quería que me faltase nada de lo que vivimos. Ya que ese día me ENAMORE de él.
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120888 veces