ME ENAMORE DEL ESPOSO DE MI MEJOR AMIGA TRAS UNA NOCHE PLACENTERA

Hoy lo que les traigo es una historia…. Una verdadera historia.
Toco menso cuando la conciencia no me dejaba continuar mi vida. Había engañado a mi esposo con el vecino que vivía frente a nuestra casa. Fue algo que no planeaba hacer jamás. Tampoco me quiero liberar de culpa porque lo disfrute a pesar que era un error. Todos los días siguientes a ese daba vueltas en mi cama tratando de explicarme como fui capaz de aquello. Actuaba diferente. Mi ánimo cambio. Y mi esposo comenzó a notar que algo me ocurría. No quería seguirle mintiendo pero no podía decir lo que ocurría. Así que desde entonces el estrés se ha convertido en la perfecta escusa. – “me he sentido mal ya en esta casa, la rutina, el trabajo, la gente.”- “quizás unas vacaciones te vallan bien”-
¿Unas vacaciones? Jamás pensé en eso hasta que mi esposo lo propuso. Tal vez no estaba mala la idea. Irme y olvidar todo. Asimilar lo ocurrido y volver viva de nuevo.
Un día muy temprano tome mi maleta empaque unas cosas me subí a mi auto y tome un camino. ¿Adónde iría? No importaba mucho me decidiría en el camino. Mientras pasaba por las calles de ciudades cercanas recordé a una amiga (marilyn) que se había mudado hacia un tiempo y no la había ido a visitar desde eso. Tome el camino correspondiente y decidí llegar a su casa, eran unas cuantas horas de camino. Las cuales disfrute viendo pasar pequeños pueblos que desconocía. Casi al caer la noche llegue a mi destino. Mi amiga me recibió con mucho cariño. Esa noche compartimos historias que recordábamos de nuestras vidas, ella estaba casada con un chico (Jorge) el cual fue su novio desde la universidad. Recuerdo que fue algo muy particular. El chico quería ligar conmigo pero apenas conoció a mi mejor amiga había cambiado de opinión y se enamoro de ella. Recuerdo que aquello en ese momento me molesto mucho pero luego lo olvide. Aquel día no vi a su esposo por que trabajaba hasta muy tarde esa noche. Pero ya nos tocaría vernos a ver cómo le ha llevado los años.
La mañana siguiente me levante temprano en el desayuno nos reunimos los tres. Nos saludamos Jorge y yo de la manera más natural del mundo pero no niego que al verlo me recordó aquel muchacho guapo de la universidad y ahora era todo un hombre y muy atractivo. Conversamos un copo y el se fue a trabajar. Aquí comienza mi problema.
Marilyn sostiene una llamada telefónica por unos minutos y posteriormente se acerca a mí. –“linda tengo un problema. Me han llamado de la empresa que trabajo y debo viajar a solucionar unos problemas. Debo irme unos tres días” –“bueno mari si debes trabajar bien, me iré y luego vuelvo” –“no querida quédate, volveré pronto, quiero que compartamos juntas unos días, espera aquí a que vuelva de mi viaje. Así le aras compañía a Jorge y el a ti”.
Terminando de arreglar sus cosas se paro en la puerta y me dijo que me encargara de todo, dejaba su casa en mis manos. Y me encargara de Jorge.
Se marcho y quede extrañada en aquella casa yo sola. Salí a dar una vuelta por los alrededores y volví al caer la noche. Prepare la cena y espere que Jorge llegara mientras mira algunas películas en la tele. Ya muy tarde escuche la puerta de entrada me pare a recibirle.
Arregle la mesa para dos mientras el se daba un baño. Cuando volvió se veía muy fresco y sexy en realidad con una camiseta y pantalones sueltos. No sé porque algo de él me atraía.
Luego de cenar me invito a ver unas películas juntos y nos fuimos al estudio, en el sofá nos sentamos ambos y conversábamos mientras mirábamos la película, de pronto me ofreció algo de tomar y acepte. Luego de varios tequilas olvidamos la película y hablábamos de nuestras vidas. Mi vida de casada, sus anécdotas con marilyn. Y entre tanto me contaba lo mucho que le molestaban los viajes repentinos de ella. –“para mi fuera perfecto llegar y encontrarla en casa, así como tu esposo te tiene a ti, para mí una esposa perfecta es algo como…. Como tu quizás” repentina mente me salió contarle lo que había ocurrido con mi vecino. Para que no me viera como un ejemplo. El quedo mudo por unos minutos luego me ofreció más bebida y asi pasamos un rato hasta que de pronto me pregunto.
-¿lo volverías ha hacer?
-¿Qué cosa?
-engañar a tu esposo
-no quisiera pero no lo se.
-sabes algo. Quizás yo tome la decisión equivocada
- a que te refieres?
-a ti… tu me gustabas pero mari me enamoro, ahora que te vuelvo a ver… me pareces atractiva, y mucho.
-gracias!
-te deseo
-por dios no digas eso.
De pronto se acerco a mi y me dio un beso. Entre los tragos y la atracción que sentía mantenía una calentura corporal la cual no había notado. Beso tras beso se hacían apasionados y pronto arribaron a las caricias, trate de parar la situación pero el me dijo que no pensara y se me fue encima besando mi cuello y metiendo su mano bajo la falda que traía. Aquellos dedos acariciaban mi piel de manera sensual, me volvía loca con solo oler su cuerpo. Metió su mano en mi entre piernas y con un dedo apretaba y acariciaba hasta dejarme toda húmeda allí abajo. Penetro uno de sus dedos en mi y luego otro y otro. Me encantaba lo que hacía. No sabía que sentir si reprocharme o disfrutarlo. Me decidí por disfrutar ese momento y luego me reprocharía. Me saco la blusa suavemente y dejo mis senos a descubierto. Un momento los admiraba y luego no tardo en besarlos y chuparlos. Entre mordisqueos y caricias me estaba excitando de tal forma que sentía una enorme presión dentro de mí. No podía estar haciendo eso. Era el esposo de mi amiga. Pero aquel hombre me volvía loca. La ropa quedo regada en aquel lugar y nuestros cuerpos desnudos uno encima del otro. Quizás era por el licor, pero aquello que estaba ocurriendo no lo cambiaba por nada. En instantes metió su cara en mi entrepiernas. Comenzó a lamer y chupar mi coño. Me encantaba aquello. Una corriente estremecedora se apoderaba de mi, un gemido de placer se escapo. y esto hizo que él se emocionara mas y me tomara con mas fuerzas. Ya no podía mas.
Me incline hacia a el y tome su pene con mis manos y me lo lleve a la boca. Me encantaba ese sabor de el. Así que me inspire como jamás lo hice. Hasta que acabo en mi boca. Me miro a los ojos pero su mirada me hizo sentir apenada. No le importo mucho. Me dio vuelta y siguió besando mis partes, sin darme cuenta minutos después me penetro. Que espectacular fue aquello. No había probado pene tan delicioso como aquel. Grande grueso y tan suave. Me enamore de el. Esa sensación dentro de mi era de locura. Me trataba como una cualquiera pero no me importaba porque estaba siendo feliz. Luego de darme tan duro como pudo por delante. Me tomo por atrás, sentí temor y algo de dolor pero su sexo me tenia borracha de locura. Nunca sentí placer tan grande como aquel. Ni las muchas noches con mi esposo se comparaba a eso. Yo quería mas y mas. No me cansaba de aquello. Me tomaba como quería y tan duro como se lo pedía. Me hizo explotar de mil placeres.
Esa noche amanecimos allí mismos en el sofá. Abrazados como un par de novios. Cuando lo vi al amanecer me sentí un poco culpable, pero solo un poquito porque placer tan grande no lo cambiaría por nada, definitivamente me encargaría de Jorge mientras mi amiga estaba de viaje, así que nuestra historia no termino allí.