Les doy un saludo cordial a todos los lectores, permítanme aquí contarles esta maravillosa experiencia intima que sin duda es única en la vida de un hombre el poder quitarle la penetrar por primera vez una vagina de mujer virgen. Por favor permítanme contarles como tuve el privilegio de desvirgar a una compañera de colegio, espero sus comentarios no importa que sean negativos.
Relato
Dalia Marlen es su nombre, ella es una chava muy guapa de casi diecinueve años de edad. Posee tez morena clara, sus ojos son negros muy lindos, su cabello negro muy bien cuidado y largo, labios preciosos y siempre anda luciendo una sonrisa de niña coqueta. Goza de un cuerpo en forma aunque aún no se le notan senos pero si luce unas piernas deliciosas y unas nalgas riquísimas, pero desafortunadamente no logre romperle el culo pero si la panocha. Bueno pues con respecto a su forma de ser mencionaré que hasta eso es una niña bien, no bebe ni le gusta el desmadre ni nada de eso, más bien le gusta el estudio, las amigas decentes y la buena vida pues pertenece a una familia con algo de dinero, ella estudia en una universidad pública en la cual la conocí ahí mismo pues no tan sólo somos compañeros de universidad sino que igual somos compañeros de aula, lo que si mencionaré es que le gusta mostrarse de manera provocadora e incluso me enteré que ya había tenido un novio, por eso ni pensé que aun fuera virgen, claro tampoco yo lo era pero si debo reconocer que a las dos anteriores chavas que ya había cogido desde la prepa ya no las encontré nuevas, sino que algún otro ya les había metido verga y pues si debo confesarles que como todo hombre mi sueño era lograr experimentar la emoción de quitarle la virginidad a una chava por primera vez y pues ya ven la suerte estuvo de mi lado jaja. En fin yo la conocía desde hace tiempo y al igual éramos buenos amigos desde hace tiempo, incluso sus papas me conocían pues en un par de ocasiones le fui a dejar a su casa trabajos de la universidad y pues si debo admitir que desde ese tiempo ya me atraía muchísimo e igual ella a mí pero en ese tiempo estaba de novia con ese otro imbécil que afortunadamente no logro nada intimo con ella.
No me enteré porque rompieron pero pareció que ni a ella le afecto pues se comporto normal como siempre, ya había pasado varios meses de eso y ella aun seguía soltera sin buscarse ningún galán, claro que como es bonita yo conocí a algunos chavos que estaban interesados en ella, vaya incluso hasta un amigo mío que me pidió que le hiciera el paro con ella y pues yo soy un año mayor que ella, no vayan a pensar que soy el típico chico que le gusta andar cogiéndose a todas las chavas pero nunca pierdo la oportunidad cuando una chica se me insinúa que no es muy amenudeo pues no soy un galán de telenovela pero tampoco soy feo jaja. A mí sí me gusta un tanto el desmadre e irme a tomar a veces con mis cuates, debo confesar que desde la prepa que fue cuando me inicie en la vida sexual, hasta el momento contando a Dalia ya me he cogido a tres riquísimas putitas pero sin duda lo mas único y especial fue con Dalia pues la desfloré por primera vez. Gracias a que me gusta mucho el deporte yo me conservo mamado y pues esto ayuda a que las nenas me busquen también pues como dice la frase “el amor entra por los ojos”. Me encanta la música reggaetón y pues aunque ya tengo mis veinte años aun sigo siendo un chavo desmadrozo en varios sentidos, bueno ahora basta de palabrería y con su permiso iniciaré contándoles una primera experiencia de manoseo con ella y fue donde descubrí su virginidad.
La oportunidad se dio una buena tarde casi noche de jueves, habíamos salido de nuestra última clase pero antes de irnos a nuestras casas la invite al parque y pues como éramos buenos amigos no lo dudo nadita. Ella estaba vestida con su uniforme de la universidad, una blusa escolar blanca, falda tableada gris un poco arriba de las rodillas, portaba también calcetas blancas y zapatos escolares negros. Ahí en el parque nos paramos junto a un árbol conversando mientras comíamos unas golosinas, fue ahí donde no sé que me paso pero sentí como que se me apodero algo y mi calentura de hombre surgió al instante, claro que estábamos en un parque público pero por ser casi noche las personas era muy pocas y ya estaba algo obscuro, solo había alumbrado de los faroles del parque ahí mientras seguíamos conversando yo pasara lo que pasara me atreví a besarle justo en sus riquísimos labios, mientras hacía esto yo mismo cole mi mano derecha entre sus piernas bajo su falda yendo directo a su zona intima bien calientita, ella al sentir que toque sus calzones dio un salto y pensé que me iba a bofetear pero no fue así, ambos estábamos abrazados y yo seguía tocándole su vagina sobre sus calzones, mi verga estaba a cien y quería metérsela ahí mismo pero sólo continué acariciándole su vagina, unos minutos después me atreví a más y removí sus calzones logrando tocar su panochita ya húmeda, yo me deleite al tocar su vagina bien suave, calientita y muy mojadita ya pero cuando intente meterle un dedo ella al instante grito un poco, retiro con brusquedad mi mano de su intimidad, se acomodo rápidamente sus calzones y sin decirme nada se fue corriendo del lugar, pero fue donde mi obvia sospecha fue de que aun era virgen y por ello no me permitió meterle deditos.
En fin al día siguiente que asistió a clases me miraba un tanto raro pero no de enojada sino como de confusa o temerosa hacia mí. Imagine que la había cagado totalmente con ella pero aun así no quería perder su amistad, por eso me motive a comprarle una caja de chocolates finos junto con una rosa y ahí mismo en la hora de receso le pedí perdón pero mi gran sorpresa fue que le gustaba también, ella me confesó su virginidad pero me dijo que deseaba hacer el amor con migo y pues sin duda la noticia me hizo llenarme de felicidad, nos quedamos de ver esa la noche siguiente y yo pase por ella, ambos nos fuimos rumbo a un hotel respetable que claro ayudando que ya éramos mayores de edad ambos no tuvimos ningún problema. Pero si note el temor que en ella estaba y que estaba confusa casi queriendo desertar pero afortunadamente no lo hizo. Al entrar a la habitación todo era confuso, no nos hablamos nadita, sólo nos mirábamos el uno al otro. Ella fue vestida con una blusa rosa escotada, unos pantalones jeans un poco ajustados y portaba unas zapatillas altas negras. Al tomarla de la mano sentí que estaba sudando por ello para tranquilizarla inicie a besarla apasionadamente y la acariciaba sus mejillas con ternura, mi primer paso fue quitarle la blusa para así poder tocarla, lo hice y fue donde por primera vez la tocaba sus senos lindísimos. Con delicadeza se los besaba y tocaba, minutos después de esto seguí prosiguiendo y mi segundo logro fue bajarle sus jeans, muy lentamente fui deslizando hacia abajo sus pantalones, yo mismo le quite igual sus zapatillas para al fin quitarle sus jeans totalmente. Justo en ese momento ella quedo casi totalmente desnuda ante mí, sólo conservaba sus calzones yo la sentí en la cama y muy lentamente y con delicadeza comencé a besarle sus piernas desde sus pies y poco a poco fui subiendo hasta sus muslos. Para este momento ella había serrado sus ojos dejándose llevar por el momento, así acostada en la cama separé sus piernas e inicie a chuparle su intimidad pero aun con sus calzones puestos, el olor de su vagina me deleitaba e incremento aun más mi excitación.
Muy lentamente le quite sus calzones comenzando a chuparle su rajita virgen bien mojadita ya, con mis dedos separé un poco sus labios vaginales y fue donde por primera vez vi una vagina bien cerrada y su himen que bloqueaba su entradita. En ese instante me llegaron unas ganas tremendas de invitarla a chupar mi pene pero consideré que podía arruinarlo todo así que me abstuve de eso, escupí varias veces en si vaginita para lubricarla. Mientras continuaba chupándole su vaginita yo con mis manos me puse el preservativo ¿Estas lista mi amor? Le pregunte tiernamente a lo que ella no me contesto con palabras pero la mirada de lujuria que me dio me dijo todo. Separé sus piernas y me pose sobre ella sin penetrarla aun, ahí ella al sentir mi pene lo tome y ella misma se lo puso en su entradita, con suavidad inicie a empujar y vi como ella hacía gestos de dolor pero no me pidió detenerme, fue muy delicioso el sentir como centímetro a centímetro mi pene iba entrando en ese agujerito vaginal donde jamás había entrada ninguna verga, la mía era la primera en entrar ahí, sus labios vaginales me la apretaban y justo en ese instante di el empujón final con un poco de fuerza y se la metí por completo. A causa del dolor ella grito un tanto fuerte y frunció sus dientes pero al fin no había vuelta atrás y me pene estaba totalmente adentro, ahí me quede quito unos segundos para después iniciar muy lentamente a moverme, insisto sus labios vaginales me la apachurraban un poco. Pero en ella ya no había dolor sino puro placer por fin, le hice amor muy rico y creo ambos lo disfrutamos muchísimo, cuando llegó el momento de venir después de un poco más de veinte minutos de penetración, yo retiré mi pene enfundado de su vagina y fue donde pude ver el condón manchado de sangre al igual que su vagina y gota que cayó sobre las sabanas, sin duda era la viva prueba de su virginidad ya perdida. Yo me quite el condón y eyacule al aire, ambos estábamos muy cansados y nos quedamos acostados en la cama casi una hora, platicando de lo rico que estuvo y varias cositas cachondas como esas. La felicidad me desbordaba pues al fin había logrado desflorar a una mujer, ahora ambos tenemos una hermosa relación y pues continuamos haciendo el amor.
A mis 12 años, con unas chavas de 12 13 y 14, algo nuevo para mi, mi iniciacion hacia el sexo, practicamente una orgia con ellas y con mis amigos, simplemente algo que recordare por el resto de mis dias.
Relato erótico enviado por Anonymous el 08 de June de 2004 a las 09:55:40 - Relato porno leído 464963 veces
La lleve a su recamara dentro los aposentos de la iglesia, ella repetía que era una locura pero también ya estaba caliente, lo note por su humedad que tenía ya en su vagina, ella me dijo que nunca había estado con un hombre y que no sabía ni como se hacía el sexo más yo le dije, “No te preocupes mamacita yo te guio” le subí totalmente su vestido y le abrí sus sexys piernas.
Relato erótico enviado por reycolegial el 07 de September de 2009 a las 16:44:00 - Relato porno leído 200997 veces