Comencé a mamarle sus piernas hasta que llegue a su vagina y me dijo que tuviera cuidado pues como su marido no la toca su vagina estaba muy serrada y que no la lastimara, así que lentamente la penetre y lo disfruto bastante.
Relato
Hola este nuevo, les entregó esta otra de mis aventuras calientes reales, espero sea de su entero agrado.
Esta historia se desarrollo en mi comunidad donde yo vivo, mi madre tiene muchas amigas de diferentes ciudades pero a mí me excito una señora que es amiga de mi madre su nombre es Guadalupe, esta señora tiene cuarenta y cuatro años es delgada medio bajita y piel morena aunque esta cachondona la señora.
Pero siempre utiliza minifaldas que me masturbaron hasta cogérmela, ella tiene esposo y dos hijos pero ella también es muy golosa de sexo y eso me beneficio a mi pues ya tiene tiempo que su esposo no la coge y ella se moría de tener relaciones con alguien que fue con migo, un día la encontré en el autobús y la salude normalmente pero yo no paraba de ver sus piernas y como el autobús iba lleno yo estaba sentado y ella parada enfrente de mí lo que logro que le echara un vistazo de bajo su minifalda y me calenté bastante viendo sus piernas y su calzón que se le marcaba muy bien su rajita vaginal deliciosa. Las personas fueron bajando poco apoco hasta que nos quedamos solo yo y ella y ya se pudo sentar con facilidad y por suerte esa vez no llevaba con ella a ninguno de sus estorbosos hijos y decidí provocarla.
Primero me senté a su lado y le dije que tenía bonitas piernas, al oír esto se sonrojó pero no me dijo ni una sola palabra y yo no soportando más le alcé su minifalda de inmediato y meti mis manos entre sus piernas y ella se ofendió pues era una mujer casada pero al ver que mi bulto iba creciendo ella se calentó de inmediato permitiéndome seguir tocándola, le acaricie sus piernitas como loco y al tocar su zona vaginal sentí que estaba mojada por la masturbación que yo le daba. Me llevo a su casa que por fortuna su marido no había llegado y sus hijos estaban en otra casa, al entrar a su cuarto de prisa la tire en la cama y comencé a mamarle sus piernas hasta que llegue a su vagina y me dijo que tuviera cuidado pues como su marido no la toca su vagina estaba muy serrada y que no la lastimara, así que lentamente la penetre y lo disfruto bastante pero llego un momento que quise hundirle más y ella grito como si yo la hubiera desvirgado pero ella ya no era virgen y la disfrute bastante, después le pedí el favor de que no la digiera nada a mi madre de lo ocurrido y cada vez que la veo recuerdo como me la cogí.
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100021 veces