Me gustan las mujeres maduras

A mis 14 años seis meses 15 días, las mujeres maduras no me dan respiro, soy un chico delgado, alto para mi edad, macizo de cuerpo por los cortes de árboles que realizo junto a los obreros de mi tío, mis músculos se notan en mi tronco y piernas, pelo castaño y los ojos color claro sin ser verde mas bien de color miel. Mi cara es agradable y en verdad las mujeres me encuentran bonito, por lo menos eso me dicen mis primas...
Un día doña Matilde una de sus clientas en leñas le solicita si yo puedo ayudarla en mover los muebles y arreglar el jardín de su casa..., mi abuelo corazón de puritano le dice que bueno que mañana iré.
Al día siguiente fui enviado donde doña Matilde una mujer de 36 años, bonito cuerpo aunque baja de estatura, buen trasero y dos bonitos melones como senos, casada con Manuel de 52 años un señor muy correcto amigo de las distracciones con sus amigos, olvidando la familia, padres de dos hijas de 12 y 9 años.
Esta señora es una dama mal recompensada por su marido y siempre mira a los jóvenes por sus actividades y colabora con ellas. Pero gustaba de manosear a los chicos y algunos eso no le gustaba.
Este día me cita a las diez llego y ella esta sola, sus hijas han ido a la casa de los abuelos para realizar las labores sin molestias, ingreso a su casa y ella feliz me recibe mostrándome lo que vamos a realizar, ella andaba cómodamente con una vieja camiseta suelta sin brasier y una amplia falda a medio muslo se sentía cómoda, pero yo pensaba si se agacha se le ven los calzones y como no tiene afirmados sus senos este se escaparan saliéndose, bueno allá ella. Esta no se si lo pensó, pero se sube en una silla a sacar los cuadros de diferentes figura que tiene colgada de la pared. De pronto se empina sobre esta y casi cae afirmo la silla para que no caiga se equilibra y no cae, pero en su empeño de no caer queda casi colgando de un travesaño de la ventana y sus piernas colgando, yo de aquí abajo aprecio sus bonitas piernas hasta sus calzones y sus deliciosos muslos al tomarla justamente de ellos la tomo y ayudo a bajar dejando que mis manos se deslicen por sus muslos y llego a su entre piernas y abrazándola desde su cóccix la bajo... ella me dice suéltame que tus manos están ubicados en zonas que me excitan y estoy huérfana de cariño de macho en esa zona y en todo mi cuerpo, me estas excitando, y excitada soy peligrosa..., a mi le digo me encantaría apagar esa excitación..., me mira y tomándome de una mano me dice crees ser capaz de calmarme..., estoy incitada y excitada desde hace días y quiero calmarme ..., cálmame me dice y se tiende en una cama subiéndose su corta y amplia falsa hasta la cintura, quedo en verdad paralizado por la visión de ver a una hembra subirse sus vestimentas y bajarse sus calzones, distingo una muy cuidada vellosidad genital y casi inconciente la beso y mi lengua entra en su vagina la mujer grita y se remece estimulada al sentirse maniobrada por un macho aunque sea un macho joven, meto mis manos por debajo de su desgastada polera y cojo sus senos que delicia tener entre mis dedos esas delicadas mamas, estoy enloquecido y ardiente de deseos de poseer a esta mujer y no se como saco mis ropas y mi pene dilatado, grueso y desarrollado a su máxima ensanchamiento y lo llevo a su vagina, recordaba lo que me contaban los chicos mayores e que había que meterlo con rapidez para que la hembra no reaccione en contra y caliente por la penetración te abrace y copule con tigo..., realizo la operación rápidamente y Matilde grita, gime y se estremece arrebatada por poder satisfacerse y me abraza con sus brazos sobre mis hombros y sus piernas me abrazan por detrás de mi trasero estaba atrapado por esta mujer desesperada por ser saciada..., no necesito moverme es ella la que lleva el ritmo, yo solo la acompaño..., diez minutos a lo menos ella se sacude, vibra y solloza excitada moviendo sus caderas exageradamente y a veces llegaba este a ser escandalosas en sus meneos.... de pronto me afirma se detiene en su movimiento y gime grita y descarga sobre mi pene sus flujos vaginales, siento esta humedad y descarga mi pene todo su semen y leche que tenia acumulado con grandes gruñidos de placer y gozo de doña Matilde... me dice... rico mi niño.., .rico dame más....
Descansamos y ella me dice que ira a asearse, entra al baño dejando la puerta entrejunta, entro tras ella justo cuando se agachaba en la tina, aprovecho que está sin calzones y mi aventajado pene se encaja en su vagina al ser abrazada. Matilde gime ya lo hicimos y no dice nada más, pues comienzo mi entre y sale de su cuerpo con mi pene y ella solo goza y se relaja, saboreaba esas duras penetraciones quejándose y meneándose desesperadamente siendo cada vez empotrada contra la tina del baño en un murmullo o rezongos de gozosos estremecimientos de placer..., ya basta me dice excitada, si seguimos en estas labores me vas a destrozar mi vagina.
Me lleva a la cocina donde me dice recuperemos fuerzas con un buen desayuno..., que deseas dice, me aprovecho y pido bistec con huevos, me mira sorprendida y me hace lo solicitado, estaba delicioso y si me iba alimentar como yo deseaba, le digo, que vendría a su casa cuantas veces ella me necesitase..., me sonríe y abrazándome me dice el viernes Manolo va a pagarse y saldrá como a las nueve y vuelve después de las dos de la tarde, te estaré esperando. ¡Ah te haré de almuerzo! Un delicioso bistec con papas fritas y huevos para que te recuperes. Vuelvo el viernes como a las nueve cuando vi salir a su esposo, estaba solo en bata de levantarse semi transparente y nada de ropas debajo de esta...me lleva a su cama aún tibia donde había dormido con su marido en ella, trastornada por el placer de ser poseída, sus pechos bastante grandes redonditos, muy jugositos y muy bien puestos ya que no los tiene caídos ni nada por el estilo, además tiene unas caderas deseaba de inmediato, eso fue lo primero que me excitó. Y a esto le acompaña su traserito muy paradito y firme, con una carita de angélica inocente, pero deseando ser penetrada..., esa mañana fue mía dos veces y luego la giro acaricio su trasero y entierro uno de mis dedos en su ano, como gime y me dice no..., este hoyo es virgen nunca lo han usado..., no la escucho y pongo mi glande en su orto, se estremece entre nerviosa, asustada y suplicante de que se lo ocupe no demoro el placer de hacer mío ese trasero, como grita, se estremece, sus sacudidas fueron desvergonzados, escandalosas..., para luego gemir satisfecha con mi pene en su intestino, murmurando su placer de ser desflorada de esa nueva vía del gozo y placer, de ser apareada. Pronto lleno sus vísceras con mi leche tibia y sus escandalosos gemidos de placer y gritos de gozo, creo que se escuchaban en la calle, su dolor se había transformado en placer...
Jugueteamos en su cama unas horas relajándonos y recuperándonos de los placeres, para luego ir a la cocina donde me sirvieron un generoso y abundante plato de papas fritas huevos y un gran bistec.
Salí de su casa satisfecho y generosamente recompensado con algunos billetes en mi bolsillo, fui a la plazoleta donde me encuentro con doña Emiliana otra señora amiga de la abuela de unos 40 años paseando a su perro, me mira y me dice..., satisfecho o deseas más agitados movimientos en una cama... si me los va a dar usted le digo, no nos demoremos que tengo mi pene deseándola desde hace tiempo... y no deseo que este sufra. Sorprendida se muerde su labio inferior y le dice a su can, luego seguimos el paseo, ahora vamos a casa que me esperan gloriosos momentos de pasión... llegamos a su casa ingresamos, no temas me dice, se fue mi marido a pagarse y llegara tarde..., mis hijos trabajando... entra. Apenas entramos la cojo por su cintura y sin decir palabra le beso su boca y comienzo a subir sus vestidos, sácame la falda que me la vas a arrugar dice mientras saca su blusa, queda en un coqueto y sexy combinado de brasier y diminutos calzones negro con encajes trasparentes, me excito sus prendas de vestir sexy y los ladridos del perro mas me estimularon provocando que la apareara ahí mismo en la alfombra de su recibidor..., como sus caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba,, estaba activadísima, la penetro y debo afirmarme para no ser despedido por sus movimientos de sus caderas estaba enloquecida satisfaciéndose con mis penetraciones en su vagina. Era una mujer caliente y más ardiente se ponía cuando sabía una de sus amiga se entregaba al chico de sus amores. Estaba más que agotado ayer era virgen y hoy he copulado con dos mujeres maduras y como se revolcaban en la sabanas. Lo habían agotado y ahora necesitaba descansar.