Me han limpiado la piscina como nunca…. ( CON fotos)

Pero como Reinaldo es tan desgraciado, parece que le place el contrariarme, y a todos en la fiesta, les dijo que yo cumplía mis cuarenta y tantos. Aunque no falto quien dijera que él, en lugar de parecer mi esposo, parecía que fuera mi padre, y hasta mi abuelo, por lo viejo que se ve en comparación conmigo. Pero aun y así me sentí muy mal.

Así que al siguiente día, después de que Reinaldo se fue a trabajar al banco, decidí meterme temprano en la piscina, para ver si se me quitaba lo deprimida que me sentía, a causa de las indiscreciones de mi marido. Cuando de momento vi que llegó Johnny, el chico que se encarga de limpiar la piscina de casa.

Modestia aparte, y sé que aparento una menor edad, que la que realmente tengo, pero cuando Jhonny me vio tomando el sol, su peculiar manera de verme, como que encendió algo dentro de mí, y me hizo sentir como cuando era una adolescente.

Que de paso, bien loquita que era en esa época. Nada más bastaba que un chico se me medio insinuara, para que yo con todo gusto, le abriese las piernas, máxime cuando el ginecólogo al que me llevó mi mamá, cuando se enteró que ya yo no era virgen, le dijo que debido a lo acido de mi vagina, era prácticamente imposible que saliera embarazada, a menos que no me sometiera a un tratamiento. Cosa que desde bien jovencita, decidí que jamás me iba hacer.

Pero regresando a Johnny, cuando lo vi, pasando el tubo de la limpieza dentro de la piscina, sin dejar de verme, pensé que también podía limpiar mi charquita, por lo que de manera algo seductora, prácticamente le rogué que me ayudase a ponerme algo de bloqueador solar, por todo mi cuerpo. En un abrir y cerrar de ojos, no sé como lo hizo, pero prácticamente de un salto llegó a mi lado.

Siempre he sospechado que a Johnny le llamo la atención, ya que aun ante la presencia de Reinaldo, no deja de verme de la manera en que lo hace. Por lo que al decirle que por favor me ayudase a ponerme el bloqueador por todo mi cuerpo, el chico mostró una gran sonrisa de satisfacción, y de inmediato después de que yo me tendí, sobre el pequeño muro de piedras que le da forma al yacusi, al lado de nuestra piscina. Johnny gustosamente comenzó a ir pasando sus manos sobre mi cuerpo, hasta que en cierto momento me comentó que la crema podía manchar el biquini, que yo estaba usando. A lo que yo sonriéndole le dije, bueno lo mejor será que me lo quite, para que no se manche, y ante sus ojos, me despojé del sostén de mi biquini, y me volví a tender sobre el pequeño muro, mientras que él continuó embadurnando gran parte mi cuerpo, con aquel bloqueador solar.

De momento cuando ya estaba a la altura de mis caderas, me volvió a comentar lo mismo, por lo que yo pícaramente, le dije al tiempo que me quitaba la braga del biquini, que eso era lo mejor que podía hacer para que no se manchase. Y él gustosamente continuó agarrando mis caderas y nalgas, hasta el momento en que ya no pude resistir más la tentación y dándome vuelta, al tiempo que me sentaba le dije. Johnny, la verdad es que quisiera que me limpiases mi piscinita, la tengo toda mojada, y deseosa por sentir el tubo ese que por lo visto debes manejar muy bien. Bueno pensé que al decirle eso, Johnny entendería, pero la cara de tonto que puso, me hizo ver que debí ser más directa, y separando mis piernas le dije. Mira pendejo que quiero que me lo metas…

Johnny sonrió, y pararse de pie, frente a mí, yo le bajé los bermudas que estaba usando, hasta que su erecta verga quedó frente a mi boca y ojos. Desde ese instante en adelante no hubo hueco de mi cuerpo que él no me perforase con su verga. Yo chillaba de placer, al sentir como su buen pedazo de carne se deslizaba ya fuera dentro de mi coño, entre mis nalgas o mi propia boca.

Por otra parte me imaginaba la cara de Reinaldo, cuando viera el video de seguridad, en el que seguramente grabó todo lo que Johnny, y yo hicimos en el área de la piscina. Cosa que no hizo hasta que llegó, el fin de semana, ya que me llamó cuando estaba frente a la computadora, y de manera sarcástica, y como si no lo supiera, me preguntó qué era lo que había pasado en la piscina. Yo sonriendo le dije, bueno es que me hiciste sentir tan mal, y tan deprimida al decirle a todos mi edad, que la verdad es que no sé que me pasó, cuando vi a ese chico.

Reinaldo de manera resignada me pidió disculpas, y me dijo, bueno amor la próxima vez, procura hacerlo dentro de casa, no sea que alguien te vea, y quiera venirme con el chisme…..