Me hicieron el amor divinamente maravilloso

Me llamo Ana Belén y soy una chica de 23 años, en mi familia somos tres nada más, mis padres y yo pero el tengo que decir que mi padre es algo ebrio y cada fin de semana invita a sus amigos del trabajo a casa para ver futbol y tomar cerveza hasta emborracharse, nunca pensó que esos hombres  a quien invitaba a casa terminarían un día culeando a su hija. Vivimos en la ciudad de México, cada viernes o sábados es lo mismo, ellos vienen y hacen mucho desorden, algunas veces de borrachos hasta vomitan y ya le habían faltado al respeto a mamá pero a mi padre continuaba pasando desapercibido eso, casi era como si estuviera de acuerdo en que nos cogieran a mí o a mamá, no se quedaban mucho tiempo, unas tres horas lo máximo pero aquella noche creo si se quedaron lo suficiente para que lograran hacerme su puta y gozarme en el amplio sentido de la palabra.

Todos esos señores tenían alrededor de unos 40 años pero también estaba Iván un señor de unos 51 años, obrero igual que mi padre. Iván es un hombre muy apuesto, quizá demasiado para su edad justo como a mí me gustan los hombres aunque ya bastante maduro para mí, no lo puedo explicar con palabras pero era algo muy cercano a amor a primera vista, con la diferencia que no estaba enamorada de él, pero sí que me gustaba mucho y yo a él a pesar de ser un maduro y verse un tanto gordo me atraía y supe desde el primer momento que deseaba ser suya, para ser un obrero era muy educado y lindo, las miradas que cruzábamos durante el tiempo que estaba en casa y me veía pasar por la sala eran muy calientes, podía desnudarme con su mirada y me excitaba esto, muchas veces todos ellos se llenaban de morbo al verme pasar frente a ellos con faldita corta y me decían cosas sucias, otras veces vi a Iván manoseando a mamá y creo mi padre se daba cuenta de esto pero parecía no importarle, sin embargo el día que por fin lograra poseerme había llegado.

Esa tarde andaba con una falda corta blanca y una chamarra rosa. Era viernes y recién había llegado de ver a unas amigas, sin imaginar que al fin me haría el amor entré a la casa, mamá no había llegado, todos estaban en la sala viendo televisión y yo sin saludarlos me pase subí directo a mi recamara sin darme cuenta que me siguió. Antes que pudiera cerrar entró conmigo, yo me enoje y le dije que se largara de mi vista, él me sonrió y me dijo ¡Porque no mejor te enseño a respetarme putita!

Nuestras miradas eran intensas, se me acerco bastante, tanto que nuestros labios se tocaron, estaba tan excitada que sin pensarlo se me escapo un ¡hazme el amor! Iván alzo mi faldita e introdujo sus manos entre mis piernas, sus manos eran ásperas pero me gustaba sentir como me tocaba y masajeaba mi trasero intentando remover mis pantis, se bajo el bóxer y logre al fin verle su miembro de buen tamaño. Abrió un condón y se lo puso yo me baje las pantis y puse en la cama dándole mi trasero, él escupió en mi intimidad y suavemente inicio a penetrarme por mi vagina, una descarga de placer me lleno todo el cuerpo y me transporte a un mundo de gozo y felicidad, amaba sentir su miembro entrar y salir de mi rajita, era divinamente maravilloso.

Iván me apretaba los pezones y aumentaba mi excitación, su miembro entraba y salía de mi concha mil veces, casi estaba por venirse pero antes me saque su miembro de mi concha, le quite el condón y comencé hacerle oral, nunca olvidaré su cara de placer inmensa y no demoro en acabar y llenarme la cara de leche, ambos lo habíamos disfrutado bastante. El me beso y luego bajo a la sala para no levantar sospechas, yo pensaba que ahí quedaba todo, que al fin nuestro deseo mutuo había llegado a su puto máximo pero lo mejor estaba por venir, esa noche me hicieron suya y lo disfrute como no tienen idea. Era sábado, nuevamente estaban en casa unos tres hombres junto con Iván, todos estaban bastante pasados de cerveza que mi padre se había quedado dormido y mamá tampoco estaba en casa, yo había regresado de ir de compras con mis amigas, estaba cansada y quise tomar un baño sin imaginar lo que vendría en esos instantes. Estaba con el cuerpo bien mojado y llena de espuma, tenía los ojos cerrados cuando sentí las manos de Iván tomar mi cuerpo, me tomo y separo mis muslos, sentí su cosita entrar en mi concha nuevamente, el placer me desbordaba pero al abrir los ojos pude ver a sus dos amigos desnudos viendo como me penetraba, supe que sería la puta de todos ellos.

Con mucho vigor me bombeaba, uno de ellos se me acerco y comenzó a chuparme los pezones, otro de ellos me metía dedos en el culo, apenas podía asimilar lo que estaba pasando. Iván dejo de penetrarme y me dio su pija para que la chupara, otro de ellos me dio nalgadas y me penetro analmente, grite al sentir su miembro en mi culo, era bastante salvaje conmigo. Por unos momentos sentía un poco de dolor pero me gustaba por alguna razón, luego de unos instantes se vació entre mis nalgas, todo el semen se me escurría por los muslos. Otro de ellos, me tomo delante y me la metió por la vagina, Iván volvió a tomarme detrás y me penetro analmente. Ya ni sabia cual de los dos me lo hacía más rico. Ambos no demoraron en venirse, volvieron a llenarme mis dos lados de semen, me sentía bien mojada en esos momentos, el otro me hizo tomar su pija y se vino en mis senos.

Para esos momentos ya me habían hecho suya totalmente y tenía la vagina y culo bien mojados de semen pero parecía que no tenían suficiente, Iván volvió a recuperar erección y antes que pudiera evitarlo ya me la estaba metiendo en mi conchita de nuevo, mientras otro me besaba las nalgas y escupía en mi culo, nuevamente no demoro en venirse y volvió a mojarme una vez más, sentía que ya no aguantaba una penetración más, mi intimidad me dolía un poco pero algo era muy claro y eso es que lo había disfrutado bastante, uno a uno se fueron saliendo del baño dejando sola, a prisa me lave mi intimidad tratando de sacarme todo el semen para no correr riesgos, aun así me tome la píldora para mayor seguridad. Esa noche me hicieron el amor y mis padres jamás lo supieron, cuando llegó mamá ellos se habían retirado y papá seguía durmiendo su borrachera.