Aunque me dicen la calienta pene fui virgen hasta ayer una semana antes de mi matrimonio, adivinen quien fue mi seductor. Si el hermano menor de mi futuro esposo.
Relato
Me llamo Esmeralda cumpliré mis veinticinco años en una semana cuando me case, si me casaré con Julián quien me ha perseguido por mas de tres años proponiéndome matrimonio, al pobre varias veces lo he dejado con grandes tiritones de sus piernas al dejarlo caliente sin poder cogerme luego de abrazarnos y permitirle recorrer mi cuerpo con sus manos y he acariciado su miembro a través de su pantalón, atracada contra un vehículo, un árbol o una pared.
Me han convencido sus esfuerzos por sentirse mi dueño y señor, diciéndome que se cuida solo para mí, que no ha sabido pertenecer solo a una mujer madura anterior que le quito su castidad y que ahora solo quiere ser mío.
Le creí, pero ahora en esta fiesta me entero por sus primas Elena y Claudia que no es así, que estas en vacaciones en la playa con las familias han sido poseídas por este macho, que según ellas no es un potente macho, pero se defiende, en varias ocasiones.
Estoy a una semana de ser su mujer y recién me entero del maridito que voy a tener que soportar, mentiroso y profanador de primas.
No he perdido mi virginidad por que no he encontrado el macho joven o viejo que me satisfaga plenamente con sus maniobras y sus dichos, siempre los he pillado en alguna mentira y eso me enfría y los desprecios.
Ahora que creía haberlo encontrado descubro sus mentiras, merece venganza…
En esa misma fiesta empecé a buscar con quien me vengaría, pero pasaban las horas y todos los hombres con quien bailaba los dejaba agarrotados y con sus penes erectos, ardientes, excitados y retorcidos de deseos carnales. Motivo los de siempre los pillaba en una mentira.
Busque en un momento de ansiedad donde descansar y tranquilizarme entre a una cuarto semi oscuro y me tiré en un sillón, cuando estaba relajándome una voz me dice… si deseas cambiamos y estarás mas cómoda en este sofá. Miré sorprendida y era Leo, el hermano menor de Julián… oye que haces aquí digo y responde lo mismo que tú desenlazarme de tanto barullo y descansar un poco, afuera está un poco pesado el ambiente aquí estaba cómodo, pero llegaste tú… un momento ¿quieres decir que molesto?... no, no se acabó mi soledad y tengo compañía para dialogar…
Se acerca Esmeralda y me dice muy seria, me vas a responder con la verdad, cuantas mujeres ha tenido tu hermano, cual me dice tengo dos, y tiene razón uno es de 28 años y Julián de 24 años luego llega este regalo llamado Leo que ahora tiene los 18 recién cumplidos. Julián le digo…, calla y me dice mi padre nos enseñó que como hombres que somos debemos siempre respetar a las mujeres y saber callar, aún cuando te estén atormentando, por que un macho no solo se enreda con una hembra sino que entra en su vida y debe saber protegerla aunque no estén juntos.
Mira bruto salvaje o me dices la verdad o le grito a todos que me encerraste en esta pieza y trataste de violarme, aunque no sea así…, solo diré el número de hembras nombres nunca…, oye Esmeralda en verdad quieres que te apretuje y copule contigo, por que eres una hembra que me quita el hipo y me encantaría ser tu pareja aunque sea un par de veces…, dame el número de mujeres y ahí hablamos de lo nuestro… rápidamente me dice sé de tres, pero creo que son cuatro más tú cinco.
Oye yo nunca me he acostado con tu hermano…., el dice que sí. Más rabia tenía acumulada, en eso Leo se acerca y me toca mis senos apretándomelos, gimo de dolor y placer…., lo miro y este aprovecha de meter sus dedos por debajo de mi falda. Me recorre mis piernas.
Dirigí mi mirada directamente a su paquete y vi que estaba poniéndose bien duro, Tu pene está bastante inquieto, ¿me dejas mirarlo?. Mi futuro cuñado se quedó inmovilizado, así que me acerque a él, y le desabroche el pantalón. Se quedaba solo en slip y su paquete era descomunal, así que empecé a tocárselo.’Que perra eres, me encanta lo que estás haciendo me dijo mi cuñado.
Leo a medida que lo iba masturbando, empezó a besar mi cuello mientras cogía fuertemente mis pechos. Seguí masturbándole y en un momento dado, me puse de pié y le ofrecí mi sexo bien húmedo para saciar su sed. Él como buen perrito lamedor lo empezó a chupar de una forma increíble. Qué bien lo hacía el muchacho. No quería que parara, me estaba volviendo totalmente loca.
Disfrutaba de mis senos de inmediato me tiro en el sofá besándola de arriba a bajo hasta bajar nuevamente hasta mi vagina a la cual succionaba su liquido ella enloquece de placer y desesperada se voltea y empieza a mamar mi pene, susurrando ¡ay! que grande lo tienes, poniéndome en mi cara su vagina, metí mi cara dentro de sus piernas pasando una y otra vez mi lengua y besando su clítoris, lo cual la enloquecía de placer mientras ella disfrutaba, desesperada me dice penétrame bebe penétrame ya quiero tu gran pene para mi solita.
Mi pene estaba crecido y duro casi reventando fuera de ella por lo que puse mi pene en la entrada de esa gran vagina, ella gritaba de dolor y de placer y me gemía, es mi primera penetración…, mételo, mételo, se lo introduje totalmente y empecé a penetrarla suavemente, ella gritaba de placer y dolor arañando mi espalda lo que mas me excitaba era lo que murmuraba, papito ay que delicia me dice, me vengo y arañándome fuertemente me murmura con un fuerte gemido soy tuya al tiempo que me entrega sus efluvios de una copula bien realizada. Aun falto yo no me vas a dejar con las ganas y la volteo, observando el gran trasero que tenia solo para mi empecé a penetrarla fuertemente ella empieza a quejarse y gritar yo pensaba que por fin tenia ese culo en mi manos, el que había visto por tantas veces en sus vaqueros, en minifalda, en vestido de baño en los paseos, recordé uno de ellos en que la vi con un hilo dental el cual dejaba ver su gran vagina y con esa voz tierna por lo que se lo empujara cada vez con mas ganas y mas fuerte, mientras ella por arañaba fuertemente las sabanas cubre muebles, como si le hubiera hecho algo, ella gritaba fuerte diciéndome dame fuerte dame fuerte, mas fuerte que tu hermano no lo va a saber hay Dios mío, esto si es un hombre de verdad soy tuya solo tuya, de grito en grito siento que me vengo penetrándola más fuerte y le deposité toda mi leche dentro de su vagina, le retiro mi pene, pero ella sin dudarlo lo manosea diciéndome fue delicioso quiero otro día mas, tranquilo tu hermano nunca sabrá que fui tuya, pero después de casada me respetaras.