Esa tarde noche guió mis movimientos y ella movía divinamente sus caderas hasta lograr de mí mis espasmos de placer. Para mí, mi primera experiencia y una excelente profesora cuanto me enseñó
Relato
En verdad nací y me crié hasta los 12 años en el campo en el latifundio de mi abuela, un fundo pequeño. Aquí vino mi madre a darme a luz y aquí me quede hasta mis 12 años en que finalicé mis estudios primarios y ahora debo seguir los secundarios superiores, por lo que mi madre que se casó con un señor que apenas conozco y tengo dos hermanos menores que si había conocido en sus vacaciones que iban al campo, estos tienen 9 y 6 años de edad.
Mi madre en esos tiempos era la empleada de una casa comercial y el dueño la tomo como su amante y engendró en ella a este niño llamado Leo que por ser de pelo trigueño me dicen Leotrigo. En verdad me describiré soy un chico perspicaz, despierto y con gran capacidad para los estudios, por mi crianza en el campo soy muscularmente fortalecido sobre todo en mis brazos tanto cortar la leña con el hacha, mis ojos son de color miel y de buen físico. Siempre llamo la atención de las mujeres mayores dicen ellas, por mi hermosura.
Bien me vengo a vivir con mi madre y su familia a pesar que llamo mama a mi abuela, que es quien me crió y me condujo por el camino recto. Apartándome de las golosas mujeres del campo que cuando podían me acariciaban hasta casi asfixiarme.
Donde vive mi madre es una casona antigua grande de tres pisos, en el tercero viven doña Flor y su marido don Renato de unos 60 años, con su hijo Renato y su nuera Ximena de unos 30 años y su hijo de 5 años.
En el segundo vive don Pablo un señor enojón de unos 40 años con su esposa una flaca mujer que le teme y apenas habla Fresia de 33 años y sus dos hijos varones de 14 y 12 años. Estamos en el mismo colegio y Pablito el mayor es compañero mío en el curso secundario, además vive con ellos una tía hermanastra del padre doña Lucía de 35 años con un crió de 10 años.
En el primer piso vivimos nosotros mi madre de 39 años su marido don Fermín de 45 años los dos hermanos que ya nombre y una hija Ana de este padre soltero de 20 años cada piso tiene cuatro piezas y un baño. Aquí en el primero hay cuatro piezas pequeñas convertidas en tres cocinas para cada familia que habita esta propiedad y la última casi afuera en el patio un cuarto pequeño que es donde me hicieron mi dormitorio, menos mal que tiene una ventana grande por donde entra luz y aire o sino entre que es chica me ahogo y no tengo luz. Cada pieza es un dormitorio y la mas grande todos la ocupan de sala de estar y comedor.
Como les contaba soy un recién llegado a este barrio. Claro que como no cierro la cortina de mi ventana por la luz me entero de todo lo que sucede en nuestro patio, veo como corteja Renato el hijo del tercero a doña Lucía la del segundo claro que sin resultados positivos, como don Pablo del segundo trata de mirarle las piernas a Ana ya que esta es mas loca y no le importa mostrarlas.
Veo como sufre Fresia del segundo viendo a su marido coquetear con nuestra Ana aunque esta joven mujer solo le importa que la admiren y no tiene interés en él. Claro que este enojón le regala bombones y esta le da un beso en la mejilla por esos.
Transcurre el tiempo y pasa el año ya tengo 16 años.Un día me enfermé y estuve tres días en cama, poco me cuidaron no como mi abuela que se esmeraba por mejorarme, aquí casi me ignoró mi familia, menos mal que me alimentaron y me dieron remedios. Como quería regalonear en cama me hice el enfermo toda la semana.
Me visitaban las mujeres mayores madres de los niños, y todas doña Flor, y su nuera Ximena me acariciaban y me decían que era lindo doña Flor y Ximena le gustaban mis ojos y decía así quiero un niño con esos ojos, podrías ser mayor para procrearme uno.
Mi madre en las noches me regaloneaba y me traía mis remedios y embelecos, Lucía la madre soltera del segundo me miraba me regalaba caramelos para la tos y me decía mi hijo debería ser como tu de hermoso con tu pelo y tus ojos, eres exquisito me decía al tiempo que manoseaba mi cuerpo por sobre las frazadas, como me trajeron una televisión vieja sin colores en blanco y negro me veía todas las comedias hasta las nocturnas ya que con un alargador me trían corriente desde el comedor. Las que mas me gustaban eran las de la noche por lo que mostraban como los hombres manoseaban hasta casi sin ropas a las mujeres, un día me visitó Renato el hijo del tercero y me trajo unas revistas para que mirara y me hiciera hombre, estas revistas eran de mujeres desnudas casi se me salían los ojos mirándolas, una tarde se ubica cerca de mi ventana la flaca Fresia llorando, su marido la había retado y después se fue esta era un mar de lagrimas, me asome y la llamé, entro a mi pieza y me dice que cierre las cortinas por que le da pena que la vean llorar y su marido si la ve aquí le puede pegar.
La abrazo y la invito a abrigarse por que hacia frío entre mis tapas acepta, pero me dice mira para otro lado por que me tengo que sacar el vestido para no arrugarlo y ando solo con sostenes. Le digo que si que miraré a otro sitio, pero en verdad no me perdí detalle cuando saco sus ropas y pude verla sin calzones como se apuraba por meterse entre mis tapas, no era la primera mujer que veía desnuda en el campo veía a las vecinas cuando nadaban desnudas, pero si era la primera mujer que veía desnuda a un metro de mis ojos, no me perdí detalle y mi miembro se robusteció a pesar de lo delgada que era.
Al enredarse a mi lado entre mis frazadas notó que mi miembro estaba en situación alterada y tieso por ella…, levanta las tapas lo mira en la oscuridad, lo palpa y me dice ¿ese está así por mí?, si le respondo por ti…, me mira y sonriendo me comenta tu un hermoso macho que tiene conquistadas a todas las mujeres de esta casa se altera por mi, eres divino y me abraza besándome…, me aprovecho y mis manos la recorren, su cuerpo era delgado, pero tenía las formas de mujer y además era mi primera mujer…, ella se da cuenta de mi poca experiencia y comienza a enseñarme… me dice te contare mi historia, pero prométeme que no la contarás a nadie…lo prometí y dice… yo era puta si mujer de burdel ahí me conoció este hombre, era la única que sabia tratarlo y no lo dejaba gozar hasta que me saciara y ahí lo soltaba y este podía mojar mis entrañas. Así estuvimos meses hasta que un día me descuide y me embarazó, se lo dije y este anuncio que me iba con él hasta hoy, nunca se ha casado conmigo, solo convive por que le conviene y estos dos hijos que engendré de él son igual de desgraciado que el padre gozan cuando este me reta y me abofetea…, por eso estoy pensando en irme, pero primero tendrás que engendrarme un hijo con tus ojos y ese pelo…
Esa tarde noche guió mis movimientos y ella movía divinamente sus caderas hasta lograr de mí mis espasmos de placer. Para mí, mi primera experiencia y una excelente profesora cuanto me enseñó.
Dos meses fue mi amante cada dos días y durante las noches se escapaba a cohabitar conmigo. Hasta que la embaracé entonces me dice ahora me voy, te visitaré, pero no será luego… y no supe de ella. Él su marido, al quedarse solo con los niños pronto se trasladó no se donde, pero se fue de la ciudad.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces