Me llaman Richy

Me presento soy un joven, un chaval, un muchacho como quieran decirlo, tengo recién cumplidos hace cuatro mese mis quince años. Soy alto no soy de piel clara, pero no soy moreno mas bien entre ambos, mis pelos son entre castaños y rubio no se decidió nunca, mi cuerpo es delgado musculosos debido a que tengo que andar por las afuera de la ciudad recolectando leña y partiéndola con el hacha, ya que mi abuela cocina con una cocina a leña, mi madre es mamá soltera, en su juventud se enamoro de un marino mercante inglés el cual estaba con su nave por un año de contrato con mi país para llevar alimentos a las islas periféricas…, paso el año y el gringo se hizo humo. ¡Ah se me olvidaba el gringo me dio dos hermosos ojos su color depende del día si es claro son verdes, si esta nublado grises y si llueve verdes, eran la envidia de mis amigos y amigas!. Claro que mamá ya me tenía de dos meses en su barriga cuando este desapareció. Así que nunca conocí a mi padre y yo seguía los concejos de mi abuelo un informal marido que ponía cuando el podía los cuernos a la abuela, mujeriego como solo el podía serlo y bueno para el trago, pero duro de emborrachar, los amigos caían uno tras otro borrachos y mi abuelo firme. Claro que era poco el dinero que aportaba para la casa, por lo que la abuela lavaba las ropas de unos vecinos de los departamentos cercanos y mamá trabajaba de aseadora y reponedora en un supermercado. Entre todos paraban la olla y había para los consumos de casa.

En mi infancia fui feliz no tenía juguetes nuevos todos eran regalados a la abuela por sus clientes, pero a mi me servían. Mamá me vestía y no elegante, pero si a la moda. Comencé a darme cuenta que mi vida no era de las mejores cuando ingresé al colegio de los curas Hermanos Maristas a mis 13 años, estaba en la segunda enseñanza y mi vocabulario era grotesco por lo que tuve que mejorarlo y para eso acompañaba a la abuela a entregar las ropas, siempre lo hacía, pero no entraba al edificio, ahora entraba a los departamentos y escuchaba como modulaban las señoras las palabras y que no maldecían al hablar…, por supuesto eso mejoro mi vocabulario y usaba el tono de estas mujeres al referirme a algún objeto…, en el barrio las mujeres mayores se reían de mí, por lo amanerado al hablar rebuscando las palabras. Se aprovechaban y me rascaban la cabeza a la vez que me decían hablas con la boca y con esos dos maravillosos ojos. Besándomelos. En verdad no se si por mis ojos o mis condiciones físicas soy muy requerido por las mamas de mis amigos. Desde los trece años, hoy ya tengo 15, es decir hace dos años que soy no digo perseguido, pero si muy cotizado por las féminas de alrededor de los 30 o mas años, mamas de mis amigos.

Contaré que perdí mi virginidad con doña Josefa hace más de un año, Josefa de 40 años mamá de Claudia una amiga de 16 años, un día no recuerdo la fecha, pero era sábado y era tarde como las ocho del atardecer hubo un corte de luz y en el final del pasillo, porque el nombre de pasaje es muy ancho es tan estrecho que apenas cabe una cocina al entrarlas, hay unos matorrales al final de este que llaman jardines, ahí estaba doña Josefa y ella asustada según me digo quería que yo la acompañara, sin problemas me fui a su lado, ella me dice vamos más adentro así no nos verán si llega la luz… la mire sorprendido y nos metimos entre los matorrales…, a los diez minutos ella me recorría mi cuerpo con sus manos, por supuesto que mi sexualidad se empino antes los agarrones, termina manoseándome mi sexualidad. Ella lo toma mi pene entre sus dedos y lo acaricia llevándoselo a la boca donde comienza a chuparlo y este pego un brinco comenzando a endurecerse… media hora mas y estoy cabalgándola desesperadamente era mi primera hembra y como deseaba regarle su vagina. Grité cuando regué su matriz, fue delicioso poder humedecerle con mi leche sus entrañas, claro que apenas terminamos me apartó de un empujón diciéndome que me hacia un favor en no contárselo a mi mamá mi comportamiento. Y sin importarle lo oscuro se fue a su casa. Quede sorprendido, pero dichoso.

Un par de meses después Ester otra mamá de un amigo lloraba desconsoladamente cuando fui a buscar a mi amigo… la tranquilicé abrazándola y esta locamente me agarra y me besa desesperada mientras me decía desquitémoslo del fanfarrón y mal nacido de mi marido y me lleva a la cama nos acostamos en ella ambos estábamos desnudos completamente, la mamá me chupaba mi pene y yo le acariciaba los pechos, esos senos que tiempo atrás chupaba mi amigo para alimentarse, hoy eran el placer de mis dedos, después la acosté le abrí las piernas y comencé a chuparle la vagina para luego dirigir mi miembro hacia su vagina se la empecé a meter y la mamá hacia ruidos de pasión gemía, suspiraba, los quejidos me excitaban mas aun, comencé a cogerla despacio y luego mas rápido ya no podía yo hacer nada estaba demasiado excitado. Cambiamos de posición pero siempre la ensartaba la puse en cuatro y le metí mi pene en su vagina, la metía tan adentro y tan desesperado que la mamá empezó a quejarse un poco fuerte, de repente ella se retorció y me empujo tratando de despegarse mi miembro de su vagina, mi pene en esos instantes vacío sus leches, pensé que la había lastimado y al sacar mi miembro de su sexo escurrían chorros de esperma, la mamá expulsaba estos chorros de su vagina, no lo podía creer Ester había llegado a su orgasmo junto conmigo.

Luego fue el turno de Carolina mamá de Jesús un chico de siete años, estaba enferma y Jesús me fue a buscar por que la mamá deseaba algo y el no sabía que era…, al entrar al dormitorio vi a su mamá estremeciéndose, pensé de frío o fiebre, pero me di cuenta que no ella estaba saciándose con un zapallo italiano metido en su matriz, envié a Jesús a jugar que yo cuidaría a su mamá, me creyó y salió…, me acerque a ella y sacándole el zapallo de entre sus piernas, déjame estoy desesperada me dice, no le digo…, no con el zapallo yo te daré algo mejor y sacándome mis ropa me subo sobre ella la cubro metiéndole mi pene en su vulva la abrazo, casi me desmonta al empezar a moverse desesperada con meneos impetuosos de su cintura abrazándome y cruza sus piernas por detrás de mi cadera… comencé suavemente a penetrarla para luego penetrarla hasta sentirla gemir de satisfacción y de placer ahí calme mis ímpetus y ella placidamente siente como empiezan a llegarle sus orgasmos contrayéndose en la cama y vibrando su cuerpo ante el placer, la escucho decirme en mis oídos esto necesitaba tu si sabes saciarme no como el tunante de mi marido que no sabe ni siquiera calentarme. Te llamaré cuando nuevamente te necesite… en estos casi dos años me ha citado tres veces.

Ahora que acompaño a mi abuela a buscar la ropa y después voy casi siempre solo a entregarla y cobrar los dineros he empezado a apremiar algunas veces, importunar otras veces a las señoras maduras madres de chicos que no conozco, pero que tienen un excelente cuerpo y a veces se nota que no han sabido sus maridos compensarlas y ellas desean sentirse confortadas.

Fui a entregar unas sabanas a doña Ivonne, es una despampanante hembra de unos 28 años con una melena suelta azabache, sus caderas de grandes atributo amplias y de buena apariencia, madre de una beba de cuatro meses y al llegar veo lagrimas en sus ojos, me dice si puedo dejarle la ropa en su dependencia detrás de la cocina, por supuesto le digo e ingreso, mientras voy a dejar mi beba que se durmió en su cama cuna me dice y te cancelo.

La espero en la cocina veo en el lavaplatos ensarten y un plato sin lavar, como no me incomoda se los lavo y al finalizar me doy vuelta y ella sorprendida me dice por que los lavaste si no era tu tarea, por colaborar con una diosa de dama que no merece ensuciarse sus manos, digo…, sonríe y me dice tienes unos hermosos ojos van bien acompañados de tu retorcido cabello color cobre enmohecido, sabes eres atractivo para las chicas… ¿Cuántas novias tienes? Ninguna le respondo no me agradan las chicas, me gustan las mujeres atrayentes y seductoras que saben lo que desean… me mira y se muerde los labios le pregunto ¿me puedes responder por que esos ojos tan maravillosos que tienes lloraban?... cuando me dice…, cuando llegue… vuelve a morderse sus labios.

Después de pagarme me dice por que quieres saber el motivo de mi llanto si no puedes consolarlo…, como sabe, en la vida hay que realizar varias tareas y creo que yo las soluciono casi todas.

Me mira y dice esta no… dígamela y veremos contesto… después de morderse nuevamente los labios me dice bien estos son los motivos de mi llanto…, mi marido desde los tres meses que supimos que estaba embarazada que no se amanceba conmigo a pesar de que ya nació la beba, antes cuando estaba embarazada era por que no quería dañar al bebe, ahora no lo sé y hoy lo acaricié y me insinué rozándolo dispuesta a ir a la cama con él…, me digo que estaba caliente igual que las putas…, por eso había lagrimas en mis ojos, que me dices…, que le digo solo que el apático de su marido es un mal nacido… como se le ocurre compararla con esas mujeres a esta diosa…

Ella al escucharme me abraza y besa en mi mejilla, sonriendo… al apretarse a mi cuerpo vislumbro que ella solo lleva sobre su cuerpo una delgada bata y debajo nada… mi mano derecha es intrusa y rápidamente soba su trasero… es cierto nada debajo de esa delgada bata…, mi mano izquierda rastrea en sus pechos palpándolos, nada de sujetadores solo la bata…, ella me mira a mis ojos diciéndome que te sorprende ya te dije que deseaba ir a la cama con mi marido y este me rechaza… estoy ardiente y apasionada deseo como mujer sentirme deseada, anhelada y apetecida.

La arrastro a su dormitorio y saco su delgada bata, ¡que mujer!, al sacar su bata y tenerla desnuda mi pene brinca ante la belleza y el bonito cuerpo de esa hembra…, me desnudo lo mas rápido y ambos desnudos nos acomodamos en su lecho matrimonial en donde ella duerme al lado de su marido y hace meses este la preñó en esta cama… hoy será mía… no se opone a que la bese desde la punta de sus dedos de los pies hasta llegar a su labios donde cariñosamente me devuelve mis caricias juntándonos lengua con lengua.

Nos acariciamos y ella gozosa comienza a gemir entre mis brazos, esta desesperada por ser apetecida sus hormonas alteradas por la adrenalina que circula por sus venas no le permiten oponerse y se entrega, soy un muchacho, pero mi pene es de primera donde desde temprana edad he jugado con él y otras mujeres lo ocuparon desarrollándolo hasta adquirir el tamaño, grosor y destreza adquiridas con estas mujeres mayores.

Ella lo palma y mirándome sonríe diciéndome es mas grueso que el de mi marido, me vas a reventar mi vagina con cuidado también deseo gozarlo y quiero que este unión al aparearnos sea jubilosa y l recuerde por muchos días por que no todos los días voy a entregarme a ti.

Me acomodo sobre ella, que me mira asustada, ansiosa y delirante.

Cuando mi pene comienza a ensanchar su vulva esta me apresa contra ella colmándose con mi miembro en su vagina moviéndose en un perfecto ocho sus caderas logrando acoplarse a mis movimientos por mas de media hora hasta que comienza a gritar entre suspiros me llega, seré tuya…., me llega y en un prolongado gruñido entrega sus viscosos líquidos al pene que la espolea en su matriz, abrazándome y recibiendo en su matriz chorros de mi espesa leche que la hace contraerse de satisfacción, encanto y desahogo sexual. ¡Oh cuanto necesitaba este coito! Dice, se levanta se viste, va al baño se lava y luego me pasa unos billetes y me dice ándate y cuando te necesite te buscaré, ahora silencio de esto ni una palabra a nadie.

En este mes he estado dos veces mas en esa cama con esta diosa de mujer y en la cama es divina… lamentablemente se separa de su marido y vuelve a casa de sus padres a vivir con ellos y de mi se olvida.