Me lo chupó en el teleférico

DIA CERO.
Me buscó por chat y me encontró. La conversación rapidamente derivó en lo que ella quería: Sexo. Me dijo que estaba caliente conmigo, le dije, haciéndome el importante, que si me convencía, me tendría para ella. Comenzó a decirme todo lo que me haría cuando me viera. Que se desnudaría en cualquier lugar, que se pondría de rodilla y que se lo pasaría por la cara para quedar llena de liquido pre seminal. Que me masturbaría mientras que con su lengua acariciaría la cabeza de mi pene, que se lo pasaría por sus pechos , que me chuparía los huevos, que lo chuparía hasta que yo acabara y que jugaría con mi semen en su boca antes de botarlo a lo que le dije que no, que mi semen no se bota. Me dijo que jamás había tragado semen, que si quería acabara en sus tetas. Le respondí que o se lo tragaba o acabo en su cara, que si no, no lo iba a tener. Me repitió que nunca se lo habría tragado y que jamás lo había tenido en la cara pero que lo iba a hacer, que lo único que quería en ese momento era meterse mi pene a la boca. Después de hablar por chat le di mi número de teléfono, me llamó y quedamos de juntarnos para ir al teleférico. Que fuese con falda y sin calzones fue mi exigencia y la suya fue que le llevara harto semen.

TELEFÉRICO.
Al otro día, puntualmente, nos encontramos. Nos dimos un beso en la mejilla y caminamos a los pies del cerro. Poco a poco la conversación fue llevándonos al sexo. Le pregunté si había ido sin calzones, se pegó a mi porque había mucha gente y me dijo que la tocara. Metí la mano dentro de su falda y toqué sus cachetes. Abrió un poco las piernas y pasé para adelante a tocar su vagina la cual estaba muy mojada. Nos sentamos y mientras la besaba le agarré las tetas y ella comenzó a masturbarse hasta estar apunto de correrse. Pagamos el teleférico y subimos. Apenas salimos de la estación se puso de rodillas, sacó mi pene del pantalón y comenzó a chuparlo. Se lo pasaba por la cara, por la frente, le pasaba la lengua y se lo metía entero. Lento, luego rápido. Se notaba que era experta chupando. Se notaba que llevaba ya muchos penes en su boca.Le levanté el vestido y quedó con el culo al aire. Me preguntó si quería llenarle el ano de semen a lo que le dije que ella estaba acá para chuparlo, que si lo chupaba bien pronto se lo metería por el culo. Siguió chupando el tronco, la cabeza y los huevos hasta que estuve apunto de acabar. Lo saqué y me masturbé hasta que salió todo el semen y le cayó en la cara, en el pelo, en el cuello y en las tetas. Cuando terminó de salir ella lo volvió a chupar para que no quedara nada. Con sus dedos agarró el semen que estaba en su cara y se lo tragó.
Como estábamos llegando a la estación, nos tranquilizamos, ella se vistió y bajamos. Fuimos y nos sentamos a los pies de la virgen a conversar. Rapidamente la conversación llegó a lo sexual. Me dijo: No soy buena para contar, pregunta y respondo. Así supe como comenzó a chupar penes, como se hizo adicta a chupar penes. Primero a su mejor amigo se lo chupó mucho, luego a sus compañeros de curso quienes se peleaban por ir a su casa a hacer trabajos porque sabían que si la excitaban los masturbaría o se los chuparía. También supe que antes de perder la virginidad vaginal ya había tenido mucho sexo anal, que un par de sus amigos siempre la doble penetraban, que se turnaban para metérselo en el culo, la vagina y la boca, que varias veces había chupado dos penes a la vez, que le encantaba por el culo el cual define como su especialidad y que varias veces lo chupó en público ( en la calle, en fiestas o en el bus rumbo a su casa).
Después de esa conversación yo estaba absolutamente caliente y le dije que fuéramos al teleférico porque tenía que seguir chupando. Ella puso su mano arriba de mi pantalón para ver si ya estaba duro y nos fuimos. Como la vuelta era más rápida ella se puso de rodillas y comenzó a chuparlo mientras yo le agarraba las tetas. Me excitó mucho eso de que se pasara el pene por la cara, ella iba con toda la cara pegajosa de semen y siguió chupando hasta que me fui. No sé cuanto habrá salido pero ella lo chupó y se lo tragó todo. al terminar, le pasó la lengua a mi pene para dejarlo limpio y me miró con cara de satisfacción increíble. Se sentó y llegamos a la estación. Desde ese día, y no solo a mi, ella no dejó de tragar semen o pedirlo en la cara ya que le excitaba mucho.