Me pidio, que le llevara a su esposa, unas llaves, 1ª parte

En mi época de estudiante, universitario, e me sale una oportunidad de trabajar, claro esto me cortaba toda Posibilidad, de relax o vacacionar. Me habían ofrecido trabajo para los 4 meses de verano, era perfecto, para después seguir mis estudios, pagaban bien, muy bien y tenia posibilidad de quedarme, los inconvenientes tenia que empezar, justo cuando empezaban los exámenes, era en otra ciudad, aunque pagaban un plus para el alquiler del piso.
El horario era bastante duro de 9 de la mañana a 18 horas, de la tarde. Para un muchacho de 21 años, era un buen inicio, acepte el trabajo.
A la semana de trabajo un miércoles, faltaban 10 minutos para las 18 y un compañero del departamento comercial se me acerco “Buenas tardes, me llamo Pedro” “encantado Luis, ¿Precisas algo?” “La verdad es que si, ¿me podrías hacer un favor?”. “Si esta a mi alcance” “Creo que si, me comentaron que vivís en la zona, de San Isidro,” “ si, si es así” “te explico, hoy tengo una reunión aquí, que para la empresa reportara mucho dinero y no se a la hora que terminare, el problema es que hoy es el cumpleaños de mi mujer, Lorena, íbamos a ir a cenar aun restaurante aquí en la ciudad, pero como un pelotudo, me traje las llaves del coche, agrego vivo frente a la plaza de San Isidro, un Chalet, de dos plantas, con las rejas verdes , sobre la avenida, a la altura, de la mitad de la plaza” “ si conozco es a unas cuadras de casa”, “¿Podrías llevárselas?, me harías un gran favor, sabré recompensártelo”, saco las llaves del bolsillo.me dio las llaves.
Salí a eso de las 18, 20 y cinco minutos después estaba en el micro y, para hacer el favor a Pedro debía bajarme dos parada antes de la de costumbre, tardo algo menos de 20 minutos, llegando baje en el lugar camine hasta el chalet con las rejas verdes. Era la segunda casa, pase la reja y llegue a la puerta al llamar y me abrió, aparece una mujer de unos 30 años, morena, delgada y no muy alta, era toda una belleza estaba muy bien, vestía con vaqueros, resaltaban sus nalgas que hacían apreciar un buen culo y una blusa manga corta y con botones, se divisaba un para de globos bien formados. “¿Sos Luis, cierto?” “Si, ¿La esposa de Pedro? Bueno Feliz Cumpleaños” “Gracias, sos muy Amable, encantada, soy Lorena, entra y toma algo, fuera hace calor” se echo a un costado para dejarme pasar. “No, le agradezco, necesario, me voy ya, tengo que ir a comer, estoy desde el desayuno sin probar bocado” era tanta la insistencia, y el comentario “Vení, pasa, me quedo comida” con una sonrisa, yo con vergüenza digo “No quisiera molestar” casi con obsesión me insiste “No es molestia, te estamos agradecidos, y con una comida no se paga el favor que nos has hecho, aun estamos en deuda, pasa” Tanto insistió que pase, ya dentro preparo la mesa. “No te pregunté si te gustan los macarrones gratinados” contesté “Si que me gustan” “Y de segundo te preparo en la plancha unos bifes,” era mucho la molestia que se tomaba se lo dije ella no es nada. Me senté en la mesa y unos minutos después, del microondas salía el plato de macarrones, era muy alegre, y tan dulce con sus modos, que me fije mejor en aquella mujer, aunque era delgada, como describí se notaban que sus pechos eran firmes, y los pezones, parecían que eran duros pues se marcaban, debajo la blusa fina, una vez que sirvió me pregunta ¿Luis de beber que te sirvo?” “Cualquier cosa” dije encogiendo los hombros, me acota “Yo estaba tomándome una copita de vino tinto, ¿me acompañas?” “Bueno” medio entrecortado era mucho lo que hacía, acerco la botella de tinto y un par de copas, las lleno, y se sentó frente a mi. Me cautivaba, era un mujer, que tenía un no sé que, yo comía, y apenas alzaba la vista, de reojo, ella sorbía el vaso de vino, y su mirada fija me excitaba, no sabía si era el conjunto en ella, su voz, o era su boca. Rompió el silencio, “ya sabes, de mi cumpleaños, hoy cumplo 29 años”, al decirlo hizo algo que me excito, respiro profundamente, hinchando los pulmones, haciendo que su pecho subiese, se fueran para adelante y pareciesen mas grandes.
Mientras terminaba ese plato, Nuevamente volvió a suspirar e hinchar los pulmones sus pechos volvieron hacia adelante subieron y mi excitación volvió a aumentar, se levanto y la seguí con la mirada, sorbía un poco de vino, me fije en su culo, alejarse, allí mi pene estaba erizado, unos minutos después volvió un par bifes humeantes, no se porque pero había cambiado, se había desbrochado un botón de su blusa dejando ver perfectamente sus pechos, la parte que no cubría su corpiño, volvió a sentarse, frente a mi, comenzó a jugar con un botón de su blusa, mientras me hablaba, ya muy excitado, en una situación confusa para mi, so mi vista centrados en sus dos globos, no me atrevía a mirarla a los ojos, me estaba al palo, y la botella de vino estaba agotada, se fue caminado hacia la cocina, en esta vez provocativamente, contorneaba las caderas, creo que entre el vino y mi imaginación estaba alzado, terriblemente, volvió con otra botella de vino, seguimos bebiendo y hablando, para es momento el vino, había surtido efecto, en ambos a ella le había soltado la lengua, con una intención casi directa, comenzaba a decir cosas cada vez mas subidas de tono, más para decirlas a un desconocido, como yo los bifes, no me pasaban, ella se levanto, puso las manos sobre la mesa y se inclino, y casi me pone en la boca, sus dos globos, que ya estaban casi fuera del sujetador, por completo me quede, muy impactado, y mas cuando dijo “¿Qué quieres de postre?”
En un acto fallido, inconscientemente, viendo ese paisaje frente a mi dije “Tetas” al darme cuenta enseguida de lo que había dicho y rectifique “perdón digo peras” la embarre mas, al fin digo alguna fruta, se erguió, pensé aquí me echa a patadas, me puse colorado y muy nervioso, ella para mí sorpresa me salió con algo inesperado, e impensado me dice fríamente “Veo que te han gustado mis tetas…” agarrándose los pechos por debajo los subió, lo que termino por hacerlos salir para afuera, yo duro, por esa escena, más por lo que continuó “Así que te gustaría probar mis peras, sabes a mi sin embargo lo que me gustaría probar es tu banana” ya estaba a mi lado, yo tieso, sorprendido, , se arrodillo, a ver que tenemos aquí ( creo que el vino la había desinhibido por completo).
Me soltó el pantalón, me bajo la cremallera y metió la mano bajo mi slip, me saco la verga, me miro con una sonrisa, comenzó a chupármela, yo me entregue al placer, no me movía, al rato, corto esa hermosa mamada, se levanto, me tomo de una mano, me guió hasta su habitación.
ya en la misma ella se puso delante de mí, se quito todas las prendas, yo hice lo mismo, lo primero, que hizo es agarrarse los pechos me los puso alzándolos casi en la boca, “ me gustaría que las probaras, creo que te van a gustar” No me lo tuvo que repetir, ella tenia mi pene en su mano, yo me lancé y comencé a comerles los pechos, se los chupé y mordí sus pezones, ella era un volcán, largó los primeros gemidos de placer, mientras me masturbaba, mi verga. Me pidió que sea suave, que sino le salían moratones y como se lo explicaba a Pedro” muy caliente, no espero más, se volcó, sobre la cama, recién allí me di cuenta que su vagina estaba totalmente rasurada, no aguante la tentación con ímpetu, me tire entre sus piernas, metí mi cabeza, comencé a comerle todo, mi lengua, recorrió bastante, ella se sentía, humeda, y ya quejosa, de placer, sus gemidos, se notaban, más cuando, empecé a darle pequeños mordisquitos en el clítoris, gemía incluso gritaba de placer, le había sorprendido al comerle, le gustaba, me decía asi, si, mordeme, mátame, Si, seguí”, increíblemente excitada me pidió, “métemela estoy explotando”
Fue tan evidente, su desesperación, estaba muy desesperada por sentirla adentro, no me deje desear, coloque mi cuerpo entre sus piernas, con mis manos cogí sus muslos, enfrente mi pedazo a su sexo, y lentamente se la metí, grito “así papito Si, toda así durita adentro” eufórico, comencé con el vaivén, en muchas acometidas, fuertes, y continuas, a un ritmo, de locura, ella gemía, y en un momento, con su pelvis, me tiro, para arriba, sentí, que me decía, “me vine, ummm..... que ricoooo” yo estaba enloquecido, dando bomba para descargar, no se si era el vino, pero como que tardaba mas de la cuenta, Lorena, se dio cuenta me saco un `poquito, me dijo, “yo te voy a cabalgar hasta que termines” Le agarre las tetas fuertemente, para que no se movieran. La sujete por la cintura y había comenzado a moverse mucho mas rápido, segundos después yo llegaba, a explotar inundando su vagina. Así nos relajamos, un rato, ella salió presurosa para el baño, al rato hasta que de repente suena el teléfono , vino corriendo a atender tenia puesto una bata, el pelo aun húmedo, alzo el tubo, y escuche que decía “hala, mi amor,…..si me trajo la llave, me estoy arreglando en seguida salgo, yo también, besitos” y colgó.
Estaba hablando con su marido Pedro, se situó delante del espejo y sin ningún pudor se quito la bata y quedo desnuda, me levante. me acerque a ella me puse por detrás como yo también estaba desnudo apreté mi polla contra su espalda, y la abrace desde atrás haciendo que mis manos agarrasen sus pechos.
La volví a tener dura, sin girar mirando al espejo, mientras me refregaba su culo, quedando pegada a mi, con su mano me agarrando mi verga.
Me dijo “Papito, tendrá que ser otro día, Pedro me esta esperando, date una ducha que te llevo a tu casa”
me duche, me vestí y poco después salíamos de su casa. Había algo en aquella mujer, se había puesto un vestido negro con un escote de vértigo en la espalda, no se había puesto sujetador por eso se marcaban los pezones, nuevamente tenia la verga dura.
Ya en la puerta de casa me dijo “Gracias en los siete años de casada, ha sido el mejor regalo de cumpleaños que me dieron”
Ya en casa, pensando en lo sucedido, pensé que no volvería a suceder, era algo impensado, que había pasado por casualidad.
Al día siguiente estando en el trabajo, se me acerco Pedro, a darme las gracias, por haber llevado las llaves, del favor que le había echo, me contó cenaron y se quedaron a dormir en un hotel, contó que habían tenido una noche de película” por ahí me dijo “le recrimine a mi mujer que no te acercó a tu casa” yo conteste “No pasa nada, tenes comprender que yo soy un desconocido” “Pues ya no lo sos, tenes que venir una noche a cenar” Si una noche de estas me invitas”.
Pasó el fin de semana, y el martes cuando estaba a punto de irme recibí una llamada de teléfono era de Lorena
Papito, espero que no tengas ningún plan, pues tengo mucha fruta que está deseando ser comida, espero que vengas al salir del trabajo” agregó “Pedro me llamó tiene una reunión esta tarde, por lo que se queda a comer allí, te espero” y colgó.
Cuando iba salir me encontré con Pedro que estaba a las puteadas, que tenía una reunión hasta largas horas que nos veíamos mañana, le dije “hasta mañana”
Media hora después estaba en casa de Lorena, me estaba esperando sola con su bata que tenía la última vez, al cruzar la puerta nos comimos la boca, me tomo de la mano, nos dirigimos a su habitación, se paro frente al espejo dijo “Creo que la ultima vez nos quedamos aquí” y se quito la bata quedando desnuda, “¿Quieres comenzar por el postre?”