Me presentaré soy Ricardo

Me presentaré soy Ricardo.

Me presentaré soy Ricardo de 15 años, un joven delgado con una estructura física que llama la atención de las mujeres, sobre todo de las mujeres mayores y creo que es por mi mezcla de latino alemán, mi madre se le ocurrió meterse con un germano y salí yo, claro que no conozco a mi padre., pero moreno con ojos casi azules a veces grises, pelo de color negro-rojizo sin ser exageradamente zanahoria. Una musculatura firme porque me agrada andar colgándome de las barras o lo que encuentre a una altura media.

Todo comienza cuando mi tía Emilia me solicita ayuda para su ahijada y vecina Claudina, una pequeña de 14 años, floja para estudiar y con pésimas notas. El premio en dinero me convence rápidamente, ya que mis bolsillos andaban siempre vacíos.

Un día cuando voy a su casa a enseñarle, luego de tres o cuatro clases esta no me avisa que tiene de visita en su casa a la prima de su padre Mariana de 24 años, casada con un conductor de buses internacional, que la deja sola a veces hasta 15 días por motivos de trabajo, con un crío de un año y medio.

Entro al servicio higiénico como otras veces y de sopetón me encuentro con una mujer joven desnuda secándose con una toalla su cuerpo recién duchado, el espectáculo me eleva mis hormonas a mil y yo que iba con mis shorts deportivos a medio bajar, mi pene en mano listo para evacuar, imagínense el desastre, después de nuestra mutua sorpresa nos sonreímos y ella al ver como mi órgano masculino crecía a una medida extraordinaria, sacó su lengua entre sus labios saboreándose, toque su cuerpo acariciándole sus senos, sorprendida aún no me retira mis manos y se gira de espalda apoyándole mi duro y desarrollado miembro entre sus nalgas, al tiempo que la arrimo hacia mi cuerpo abrazándola entre mis brazos sin soltarle sus pechos, a todo est o mis shorts y su toalla estaban en el suelo. Gime al sentirse acariciada y mas al sentir mi pene entre sus piernas acariciándole sus sexo.

Eran movimientos muy suaves, imperceptibles para ella pero en mí provocaban un cosquilleo y tensión de tal magnitud que ya casi no podía contener el temblor de mi cuerpo, mis piernas parecían de piedra y la cabeza de mi pene estaba roja y a punto de estallar, segregando liquido, lo cual hacia los movimientos aun más placenteros porque la piel se deslizaba con mas suavidad. En este estado duré varios minutos y cuando iba a llegar al orgasmo me detuve, pero ella meneo su culo y retrocedió hasta que mi pene que estaba ubicado entre los pliegues de su sexo ingreso bruscamente en su caverna haciéndola gritar de dolor-placer comenzando un juego de succionar y soltar mi miembro hasta que entre gemidos, sollozos y suspiros le llegaron no uno sino dos orgasmos fabulosos, que con sus convulsiones extrajeron mi el semen de mi miembro el cual vacié en lo mas profundo de su vagina.

Luego salí del baño y fui donde Claudina estaba resolviendo sus tareas y colaboré con ella, Mariana entretanto nos preparó jugos y cuando me trae el mío me dice, hoy me tienes que acompañar a casa tengo muchas cosas y debo llevar a mi bebé, me ayudaras ¿verdad? dice.

La acompañé a su departamento, llegamos dejamos la carga y fuimos a acostar al bebé, la ubico en la cuna y yo detrás me apoyaba en ella, sentía ella mi miembro clavarse en su culo, luego dejó al niño y se refriega contra mi cuerpo retrocediendo y diciendo si creías que te escaparías de mí, pensaste mal ven me dice y me lleva al cuarto de servicio y ahí se tira sobre una cama con su falda recogida por sobre sus rodillas a medio muslo mostrando el comienzo de sus calzones, con sus piernas recogidas, diciéndome ahora acaríciame y hazme gozar como lo había visto en la TV. en una película, beso su nuca para consolarla…, ella se da vuelta y con sus rodillas recogidas hace que la falda se suba mostrándome todo sus calzones,. Mi marido no ha venido desde hace dos semanas y estoy desesperada de sexo, ya me probaste que eres capaz de satisfacerme vuelve hacerlo lo necesito; comencé acariciándole sus piernas y a un movimiento de ella se da vuelta y mi mano queda sobre sus calzones a la altura de su sexo, “sácala de ahí” me dice, que cosa pregunto, “tu mano esta sobre mi vulva y eso es erótico desespera a las mujeres”, responde, luego me toma la mano y me dice “si la penetras en el calzón y llegas hasta la vagina entrando tus dedos en ella y buscas el clítoris la mujer se desesperada y seguro que es tuya”, la miro sorprendido “si me dice, se entrega sexualmente al hombre que la acaricia”, llevándome mi mano la penetra en sus calzones, recordando sus palabras busco su clítoris, lo encuentro tomándolo con mi dedo índice este se endurece y se agranda lo que me permite tomarlo entre mi índice y dedo mayor, esta señora muy fina, admirada y deseada por mí en todo su esplendor, se estremece y grita “cabrón que me haces”,”sácala que me desesperas y voy a necesitar un buen macho que me sacie”, dicho esto me baja mis short introduciendo sus manos entre mis calzoncillos y mi piel agarrándome mi pene que lentamente se estaba despertando, pero a los apretones de ella se elevó a una dilatación que le desconocía y se fortaleció hasta parecer un tronco por lo tieso, duro y grueso, me llegaba a doler. No dejaba de acariciarle su clítoris, ahora ella gemía y se revolcaba en la cama moviendo sus caderas solicitando ser penetrada y saciada por un miembro al tiempo que de su sexo manaba una humedad que lavaba mis dedos. Me acorde que en una película donde el hombre le metía la lengua en el sexo a la mujer y bajé mi cabeza hasta su sexo e introduje mi lengua en ella, la reacción fue inmediata gritó Ashg… y comenzó a mover sus caderas en forma circular a la vez que con sus manos apretaba mi cabeza contra su entrepiernas, y gemía… Conseguí llegar con mi mano a su sexo, y poco a poco comencé a acariciárselo por encima de de las braguitas, cada vez aceleraba mas, a la vez que comenzaba a mover su cuerpo, presa de las caricias que le estaba realizando mi pene en su vagina – Cómeme - me dijo. Gritó. Yo seguía haciendo eso cada vez más rápido, a la vez que ella se movía jadeando, disfrutando, gimoteando…. mi pene estaba en riesgo de explosión… las venas se marcaban como queriendo salir, entonces, sin decir nada, se posición sobre mi pene, si…si…, decía mientras daba saltos, con un mete saca, que parecía que le iba a llegar a su estomago…. Estaba gozando con mi herramienta al ser penetrada… gritaba quiero ser puta…tu puta…, métemelo. Mi pene duro, tieso y grueso a más no poder lo oprimía en su sexo tomándome con ambas manos de mis muslos me apretaba contra ella y mi duro miembro debido a lo mojada que estaba por sus las descargas de sus emisiones la penetraba hasta el fondo de su útero. Como nos movemos, gemimos y gritamos hasta llegar a los orgasmos de ella y a mi clímax.