MEMORIAS DE UNA MUJER MADURA Y MUY PUTA VIII

Coger con mi compadre Arturo esposo de laura, el de la gran verga que relaté en “espectáculo inesperado y muy caliente I” se me estaba volviendo una obsesion, no lograba acordar un dia para reunirnos, pasaban los días, las semanas y simplemente no había forma de concretar el encuentro, eso no hacia mas que aumentar mis deseos, mis ansias. mi calentura. Me masturbaba con la verga de plástico que me regalo Raul mi esposo, imaginando que era la verga de Arturo la que me estaba cogiendo, por cierto esa gran verga de goma que al principio me dio trabajo “comérmelo” ahora estaba totalmente manejable, mi panocha y mi culo podían recibirlo entero hasta los huevos con cierta facilidad, mi culo ya estaba familiarizado con el, y sentía que aunque la verga de Arturo era mas grande que esa verga de plastico, mi culo estaba listo para recibirlo y ya comenzaba a desearlo desesperadamente.
Mi comadre Laura parecía distante, seguramente sentía algún arrepentimiento o quizá estaba temerosa del rumbo que pudieran tomar las cosas, quizás eran celos, pero lo cierto es que me dio la impresión de que se negaba a organizar nuestro próximo encuentro, después de varios intentos via telefónica y darme cuenta que Laura únicamente buscaba la forma de posponer nuestra reunión en el que ella sabia que estaba decidida a coger con su marido, pensé en el siguiente paso y me dije a mi misma: “no debo sentirme mal ya que todo esto lo iniciaron ellos (Arturo y Laura), sobre todo Laura había sido la mas entusiasmada y decidida para involucrarme en el mundo de sus juegos sexuales, fue ella quien me hizo las primeras caricias lesbicas, ella también había cogido con Marco y Magaly frente a mi, ella me había proporcionado aquel brebaje, aquel estimulante sexual, ella me había incitado a coger con Marco, ella había prometido a su marido Arturo que le dejaría cogerme si yo estaba de acuerdo, y ahora ella de repente se estaba hechando para atras?”
No, no habría marcha hacia atrás, yo estaba ya obsesionada con la gran verga de Arturo, tenia que “comérmela” si Laura ya no quería que eso sucediera pues ya es su problema. Asi decidida llame directamente a Arturo, se sorprendió de saber que había insistido mucho con Laura en vernos y que no habíamos podido acordar un dia, también me comento que Laura evadia ahora el tema de que el y yo pudieramos coger, o mejor dicho de que cogiéramos todos juntos, decidió que si yo estaba de acuerdo, lo haríamos sin la participación de Laura a lo que yo desde luego sin pensarlo mucho le dije que SI, acordamos vernos en un motel en las afueras de la ciudad, por un rumbo opuesto a nuestra zona de residencia, desde ese momento la calentura, las ganas de coger se desataron en mi, ganas que sentía en forma de escalofríos y calorcillos recorriendo todo mi cuerpo especialmente mi panocha y mi culito. Se me hizo eterno el tiempo que hacia falta para nuestra cita. En El dia y la hora acordada yo llegue en taxi y me baje a unas cuadras del Motel, para disimular entré en una tienda a comprar un refresco y mientras lo tomaba, llegó Arturo en su carro, a bocinazos me llamó, subí y de esa forma llegamos y entramos juntos al motel.
El solicitó unas bebidas en la recepción y al entrar al cuarto nos sentamos en un acogedor sofá a tomarlas, platicamos de varios temas pero no de sexo, estábamos platicando como 2 amigos, de cosas comunes, en vez de platicar cómo un macho y una hembra que se han reunida simple y sencillamente, para saciar sus mas bajos instintos animales, que se habían reunido para

COGER, aquel Arturo decidido, desenvuelto, atrevido que yo conocía, no se parecía en nada a aquel que ahora estaba a solas conmigo en un cuarto de motel, yo fui quien toco el tema del sexo y el terminó confesando que se sentia anonadado, que no podía creer que estuviera a solas a conmigo y que por fin su obsesión de cogerme Por todos mis hoyitos estuviera a punto de cumplirse, aun mas, dijo sentirse intimidado por mi cuerpo pero sobre todo por mi gran culo.
Pasados unos minutos y al ver que él no tomaba la iniciativa decidi dar un paso mas, le di un beso de lo más caliente que pude, Arturo respondió y enrollo su lengua a la mia, en ese momento se olvidó de todas sus inhibiciones y volvió a ser el macho desenvuelto y dominante de siempre, comenzó a pasar sus manos por mi espalda, por mis piernas, por mis pechos, por mi tembloroso culo, eran unas manos fuertes y firmes pero que me acariciaban en forma tan delicada que me arrancaba suspiros y me ponía la carne de gallina. Introdujo una mano bajo mi sujetador y me pellizco un pezón, al instante ambos pezones se pusieron durísimos, esto me hizo reaccionar y tomandole de la mano lo atraje cerca de la cama, pero todavía de pie continuamos besándonos con locura, sus manos recorrían todo mi cuerpo en especial mis grandes nalgas, yo hacía lo mismo, sintiendo los musculos de aquel cuerpo masculino pero sobre todo sobando por encima de la tela de su pantalón aquella gran verga que comenzaba a dar signos de vida, endureciéndose y creciendo. Continué besandolo, bajando por su pecho hasta arrodillarme frente a él y de un solo tirón le bajé el pantalón junto con sus bóxers hasta los tobillos. Ante mí se balanceaba la gran verga tan deseada de los últimos días, bronceada con una enorme cabeza totalmente desnudada y brillante. era la verga más grande que hasta ahora hubiera visto en toda mi vida,y también era el más grueso, probablemente mas de 7cm de grosor y quizás 20 cms de largo, me parecía muy gorda y surcada por muchas venas palpitantes. La tomé con mi mano derecha y la sacudí fuertemente, la gran verga pulsó más y se puso durisima apuntando directo a mi boca. Saqué mi lengua lentamente y con la punta toque la corona de su glande y lo sentí brincar al contacto, le pase la lengua más fuertemente por todo su tronco, lamiendo desde los huevos hasta su gorda cabeza, y abriendo mis labios lentamente comencé a comerme aquel vergon, me dolía un poco la mandíbula ya que tenía que abrir bastante la boca para que me cupiera tan enorme tranca. Lo hice lo mejor que pude, sacando la lengua y envolviendo con ella todo lo que alcanzaba, sacaba la verga de mi boca para masturbarlo con mi mano, se me deslizaba debido a mi saliva, pero a Arturo parecía gustarle, porque cerraba los ojos, gemía y suspiraba profundamente.
-mmm asi comadrita asi, que rico me estas mamando la verga, no pares comadre, chúpame los huevos-
- si compadrito, si. No sabes cuantos días he estado deseando tener tu verga asi en mis manos, meterla asi en mi boca. Mmmmmmmmmmmm. Lamer esos tus huevotes compadre-
-es toda tuya comadrita, lamelo, bésalo, chúpalo, sacale toda la leche-
-si compadre, te voy a sacar toda la leche pero con mi quesito, o mejor aun con mi culo. Quieres mi culo compadre?
-si comadre, si. Es lo que siempre he deseado, lo sabes, tu culo me obsesiona
-pues hoy será tuyo compadre, hoy podras meterme la verga por el culo como siempre lo has querido, hoy te dare el culo compadre.
-como una perra?

-si compadre sere tu perra.
-Como una puta?
- si compadre soy tu putona, soy tu perra y tu eres mi macho compadre
-bien putita, entonces hoy sentiras el rigor de mi verga
- es lo que quiero, cabron, es lo que necesito- cógeme mi macho.
Mi quesito ya era un charco por todos los flujos que habían manchado hasta mis calzones los que yo misma me quite junto con todas las demás prendas para quedar totalmente desnuda y luego de darle unas cuantas lengüeteadas más a aquel sabroso vergon me levanté y en lugar de ir a la cama apoye las manos en la pared, abrí las piernas, arquee la cintura para poner mis nalgas en pompa y así, ofreciendo mi gran culo a Arturo le pedí que me cogiera. No tuve que repetírselo, al instante se deshizo completamente de sus pantalones y su boxer, me tomó con una mano por la cintura y con la otra manejó su verga haciéndolo pasar por toda la rajita de mi panocha y dando empujoncitos con la cabeza en mi ano que comenzaba a abrirse. Repitió la acción pero deteniéndose más en mi quesito, frotaba su tranca en mi raja y podía sentir toda la lubricación que se producía por la mezcla de nuestros jugos, luego sin previo aviso, Arturo me embistió con toda su fuerza, mis tetas se golpearon contra la pared y su pubis se apretó contra mis nalgas, sentía toda la gordura de su verga dentro de mí, me llenaba en puntos donde jamás había sido tocada por una verga, ya que me aguijoneaba en todas direcciones, sus vellitos picaban mis nalgas, me raspaban deliciosamente el ano y él me bombeaba intensamente, era como si tuviera un remolino entre las piernas.
-ayyyy cabron que rico. Que ricoooooooooooooooo.
-te estas viniendo perra?
-si mi macho, cógeme no pares, dame mas verga, que ricoooo
-toma perra, toma putona.
Solté un fuerte grito cuando sentí un calorcito muy rico que hacia bajar un chorro de liquidos desde mi vientre, salir a raudales por mi quesito y deslizarse por la cara interna de mis muslos, bañando también aquella gran vergota que no dejaba de revolverse dentro de mi.
Yo respiraba entrecortadamente y con agitación pidiendo más verga, queria sentir más adentro, mas profundamente su verga, estaba totalmente fuera de mí, mi locura o mas bien mi lujuria llego a tal grado que yo misma le pedí que me cogiera por el culo. Sin perder un solo segundo Arturo sacó su vergota de mi panocha en un solo tirón, más liquidos brotaron de mi quesito encharcando mis muslos, arturo embarró toda su verga con mis propios jugos y con la cabeza de la verga los untó a la entrada de mi culo, repitiendo la operación tres veces más comenzó de nuevo a empujar contra mi apretado ojete de culo, despacio y delicadamente siguió espoleándome el culo que empezó a dilatarse poco a poco, iba abriéndose y dejando que centímetro a centímetro la verga de Arturo tomara profundidad, deslizándose hasta mis intestinos, era una sensación indescriptible el sentir como mi ano se abria mas y mas para dar cabida a tan gruesa tranca de carne. Literalmente mi culo se estaba comiendo completamente aquella gran vergota, Apretaba y mordía mis labios, las lágrimas rodaban por mis mejías pero el placer era más grande y la incomodidad pronto se convirtió en delicia. Sentí sus huevos chocar contra los cachetes de mi culo, su verga había llegado hasta el fondo y yo podía sentirlo todo, cada detalle era reconocido por mi gran culo, era mil veces más rico que tenerlo ensartado en la panocha, era mejor que si mis manos lo palparan, con mi culo podía sentir cada vena, cada pliegue de piel, cada curvatura, cada centímetro. Solté un gran suspiro. no me había dado

cuenta de que había estado aguantando la respiración mientras mi culo era penetrado por aquel enorme tubo de carne caliente.
-mmmmm al fin perrita, al fin, se me cumplió mi sueño, tengo toda mi verga dentro de tu culo sientes mi verga putona?
-si, me llena todo el culo.
-tocate la panocha, metete los dedos, pellízcate las tetas. Puta
-si cabron.
Respiré profundo y estuvimos quietos por algún tiempo, pudieron haber sido segundos o bien días, había perdido toda noción del tiempo, sentía cada vena de aquel invasor palpitar dentro de mi ano, sentía los flujos de sangre que corrían a través de ellas manteniendo la erección del miembro, sentía cada pliegue de piel, cada curvatura. Me perdí en ese placer y comencé a abrir y cerrar mi culo, apretando y soltando aquel trozo de gruesa carne ardiente. Apoyé fuertemente mis manos contra la pared y me empujé hacia atrás para clavarme más la verga si es que eso se podia. Estiré completamente mis brazos poniéndome en posición de "L" invertida, con mi culo presionando más contra la verga de Arturo. Quise gritar decirle con todas mis fuerzas a Arturo que me cogiera y apenas pude susurrar “COGEME” pero Arturo me entendió, con una mano tomó uno de mis pechos bamboleantes y con la otra tomó mi cintura. Quise gritar cuando la primera embestida reventó contra mi culo, pero mi voz no salía, apenas daba gemidos apagados, la respiración se me cortaba, era tanto placer que parecía que todos mis sentidos estaban completamente dedicados y concentrados a soportar y a gozar aquellos tremendos vergazos, Una, dos, tres embestidas, cada nuevo empujón traía sensaciones diferentes a mi culo y a todo mi cuerpo, Arturo no paraba parecía poseído, sus embates eran más intensos, sentía su verga bombear dentro de mi. Era por mucho la mejor cogida que hasta ahora me habían hecho por el culo. No sé cuánto tiempo estuvimos en ese mete saca, finalmente sentí su verga hincharse más y mas hasta soltar poderosos e interminables chorros de leche hirviente dentro de mi culo. Las lágrimas nuevamente inundaron mis ojos dejándome casi ciega, todo lo veía borroso y quebrado. Arturo sacó su verga de un solo movimiento y lo último que sentí fueron chorros de leche hirviente cayendo sobre mis nalgas y la espalda. Sentía el ano dilatado y enorme, mientras la leche se escapaba por él, bañándome las piernas. Caí de rodillas contra la pared, ya no sentí nada más, todo se puso oscuro quedé tirada en el suelo y perdí el conocimiento.
Cuando desperté Estaba desnuda, envuelta en sábanas blancas sobre la cama de aquella habitación mi culo ardía y palpitaba, mis músculos estaban adoloridos. Podía oir el agua correr en el baño, seguramente Arturo esta duchándose, me sentí plena, feliz, Sonreí para mí misma y volví a quedarme dormida. En sueños pude verme planeando la próxima cogida con Arturo, pero esta vez tenia que estar presente la zorra de mi comadre Laura, tenia que atestiguar hasta donde me había hecho llegar como puta, prácticamente yo era su creación y no podía dejar que ahora ella se hiciera a un lado, tenia que ser TAN PUTA, TAN ZORRA, TAN PERRA como ella me había hecho ser a mi, además ARTURO seria nuestro complice, por supuesto que si. Espero les este gustando mis memorias, háganmelo saber con sus comentarios, porque si no gustan mejor dejo de escribir. Ok? Atentamente: Lucy, su mujer madura y muy puta.