Mercedes la mayor de las mujeres del grupo

En su grupo de mujeres en que se reunían una vez al mes constituidos por Carolina 36 años ahora con dos hijas, Mercedes de 43 años, dos hijos…, Soraya 39 años, dos hijas…, Vilma de 42 años, 3 hijos, Claudia 35 años una hija y ella formaban un cerrado grupo a fines y fieles unas a las otras, donde se contaban todo hasta sus secretos y así estas se enteraron de que tres de sus integrantes habían sido recorridas por un mismo macho y las tres habían sido preñadas por este juvenil, poderoso y sobresaliente macho, donde ninguna presentaba quejas solo encantadores y placenteros recuerdos de los momentos de gozo con este semental. Esto había llamado la atención de Mercedes la mayor del grupo con sus hoy 43 años y sin desconocer las atenciones de su marido en su mente deseaba a este muchacho, quería intentar que se sentís con otro macho, y que su marido en sus años de actividad carnal desde la juventud hasta ahora era el úrico hombre que la había penetrado y zarandeado en una cama. ¿Como sería sentirse sacudida en la cama por otro macho?, un macho mas juvenil, ¿sería más placentero que como la atendía su marido? Esos reparos le consumían su cerebro y la estimulaba carnalmente el hecho de pensar estar en la cama siendo penetrada por este semental. No iba a salir defraudada por el hecho de la juventud de este semental la sacudiría más profundamente que su marido hoy desgastado por los años y que solo la solicitaba una vez al mes para cumplir sus labores de macho y a veces mal cumplidas… el solo pensarlo mojaba sus calzones ser poseída por este macho impetuoso y delicioso semental.

Ahora estaba casi frente a él, ambos comprando en el mismo negocio, le hablaría…, se acerca a su lado y lo saluda por su nombre, el chico sorprendido la mira púes no la ubica y fue llamado por su nombre. Soy amiga de Claudia, Carolina y Vilma no te sorprendas aunque nunca hemos sido presentado te conozco como la palma de mi mano. Leo sonríe diciéndole para mi un placer que tan digna y preciosa dama me salude, en verdad es un honor…, Mercedes ríe ante sus palabras no soy tan preciosa ni tan digna…

Leo tomándole una mano se la lleva a sus labios y la besa, afirmando, eres preciosa cuantas chicas de aquí quisieran tener tu cuerpo y belleza me tienes impactado por tu frescura, siguen comprando y Mercedes no pierde de vista al macho, solo cruzo palabras con este y sus calzones estaban húmedos…

Mientras compra piensa Mercedes en casa su marido salió fuera de la ciudad por un trabajo volver por la tarde y son la diez de la mañana, sus hijos de 20 y 15 años en sus clases en el instituto, no volverían hasta la tarde a casa, mientras más pensaba mas húmedos sentía sus calzones… si estaba ardiente por tener en la cama a su lado a este macho que tanto adulaban sus amigas, necesitaba sentirse incrustada por el pene de este juvenil semental. Como fuera hoy lo lograría.

Al salir Mercedes espera la salida de Leo y cuando carga su vehículo le dice, si andas sin vehículo te llevo, Leo la mira y acepta. En el viaje conversan y Mercedes se las arregla para que cada vez que maneja su falda se recoja mostrándole a Leo sus piernas cada vez más arriba, este no es ciego y se las mira, son bonitas par de piernas y ella lo mira con agrado y placer… oye le dice Mercedes aquí vivo ayúdame a descargar mis paquetes y luego te llevo a casa…, Leo acepta al subir los seis escalones par ingresar a su casa Mercedes v adelante meneándole su trasero, al entrar roza a Leo atracándolo contra la pared…, al dejar sus paquetes exageradamente se inclina refregando su trasero contra el vientre del macho y mirándolo disimuladamente proponiéndole sóbalo. Mercedes le dice al descubrir como este miraba su trasero…, veo que te gusta mi figura si la tocas verás que es dura y firme… y espera, si, si el macho responde y comienza a recorrerla con sus manos , primero sus trasero, luego sus senos, siente domo los oprime y ella gime satisfecha, su blusa es desabotonada y esas manos rescatan a sus senos pellizcándole sus pezones Mercedes solloza entusiasta y dichosa, siente sus labios en su nuca besándola y su respiración caliente en su cuello, grita alterada y excitada sus calzones son una laguna por lo mojado que están, se retuerce deseosa de sexo en los brazos del macho, siente como este retira su falda fuera de su cuerpo, siente como este manosea sus ahora desnudos muslos, sus dedos garras que suavemente rasguñan su piel elevando su calentura a mil grados, esta mas que excitada, encogida solo deseando que este juvenil espécimen de la juventud humana la apretuje enterrándole su miembro entre sus carnes vaginales, las manos del macho llegan a los calzones y siente lo mojados que están, tirando de ellos hasta que estos se deslizan hasta el suelo. El activo adolescente la tiene a su merced entre sus brazos, desnuda sus partes íntimas y sus senos oscilándose al aire, no sabe Mercedes en que momento el chico la traslado al dormitorio, pero se encuentra apoyada en la cama matrimonial a lo perrita con su cintura al borde de esta y sus rodillas en tierra mientras el pene del macho intrusea entre sus piernas buscando su vagina, sus senos son oprimidos, estrujados por los dedos de sus manos, sus pezones pellizcados, ella solo gime, suspira y grita de placer al sentirse deseada y próxima a ser penetrada con avidez y deseos por el macho. Debido a la humedad de su vagina siente que el pene del macho desgarra sin inconvenientes sus paredes vaginales abriéndolas hasta casi partirla en dos, ¡que pene! el de su marido sentiría vergüenza de este pene, como la penetraba hasta lo más profundo de sus entrañas, se sentía abrumada al cobijar tremendo pene en sus carnes vaginales, gemía adolorida, pero ese dolor la estimulaba y la excitaba deseando ser la mujer de este semental, cuando este comienza su juego de mete y saca se debilidad al sentirse rellenada por este poderoso pene que la estaba penetrando y saciando, como gemía, murmuraba y sollozaba ardiente de placer entregándose a este muchacho, tenía casi la edad de sus hijos. Pero como la friccionaba frotando su pene contra sus carnes…, Ah…, Oh…, Ah… ay… ahg como la empotraba sacaba su pene casi hasta su glande y fuertemente la penetraba meneándose en su entrada rascando sus paredes vaginales, ella era solo gritos de placer y gozo…, si, si, ese era un macho su marido, pobre, era una calamidad al compararlo, ¡Ah… Oh! gritaba y sollozaba rezongando de placer Mercedes, mientras el macho le daba con todo y suspiraba entusiasmado clavándole sus entrañas en un delirio del placer del apareamiento, cuanto gozaba Mercedes, cuanto gritaba empotrada por Leo, quería abrazarlo y besarlo, pero la posición en que estaba no lo permitía, así que arañaba las frazadas desesperada ante tanto placer…, mide sus potenciales de hembra comparándole con sus ímpetus al ser poseída por un macho goloso, poderoso y apasionado como era Leo y solo sentía por primera vez unas cosquillas intensas en su interior, si su orgasmo después de años de no saber de ellos…, diez años que no sentía esos reflejos en su matriz ahora se revolcaba de gusto gritando como loca la llegada de estos… Leo solo suspiraba clavándola con gran pasión como la desajustaba en su cóccix ante estas duras penetraciones. Llega un segundo orgasmo más fuerte que el primero y Mercedes se desmaya agitada por la pasión del coito…, si había sabido compenetrarme y me había satisfecho haciéndome gritar de pasión y de dulce entrega tranquila y feliz... Mi vida había cambiado…, ahora tenía un amante maravilloso… yo gemía y gritaba con sus penetraciones…, no como mi marido que apenas lo mete ya lo saca, no duraba mucho, pobre viejo tendría ahora en adelante compartirme con este joven semental a su mujer, su mujer era ahora de otro macho, otro dueño, otro amo.