Me llamo Camila y vivo en una ciudad del norte de El Salvador.
Desde adolescente vivo con mi padre y mi abuelo. Mi padre se pasa largas temporadas fuera de casa porque es marinero. Mi abuelo está inválido de cuello para abajo, incluso tiene dificultades para comer y por supuesto, no habla. Yo me ocupo de él. Aparte, estudio en el instituto.
Cuando empezó esta historia, yo tenía 15 años y casi no me relacionaba con las compañeras, incluso pensaban que era algo rarita, pero mi abuelo me ocupaba mucho tiempo y nada más salir de clase iba a cuidarlo. Cuando lo limpiaba, lógicamente limpiaba su sexo, pero aquello parecía muerto. Un día que estaba muy caliente, cuando le limpiaba la polla, se la tocaba y acariciaba más rato, empecé a menear suave, tiré para atrás de su piel y apareció el capullo, pero lo miré y me miraba con los ojos muy abiertos. Me asusté y lo dejé. La ventaja era que él no podía decir nada.
Me fui a mi habitación y estuve pasando los dedos por mi coño y por mis duras tetas de pezones abultados hasta que me corrí. Todo transcurría así hasta que un día vino mi padre para quedarse un mes y después se fue otra vez por varios meses. El mismo día que se fue, estuve rebuscando entre sus cosas y encontré varias revistas eróticas y había cintas de video pornográficas, pero yo no tenía reproductor. Las revistas me calentaban, y empecé a ir con camisas desabrochadas a dar de comer o a limpiar al abuelo. Me acostumbré a aquellas miradas duras a mis ojos y a mi escote. Yo cada día estaba más caliente y empecé a limpiarlo dos y hasta tres veces al día con tal de tocar esa polla flácida , pero me gustaba tocarla, tocar sus huevos, incluso pasaba las tetas por su hombro. Cada día iba más caliente. Le pedí un reproductor de vídeo a una compañera que se extrañó y me dijo que para qué lo quería. Esa misma noche me puse a verlas. Dios, no podía creerlo. Mis compañeras hablaban de esto y yo no las creía…. Aparecían chicas chupando pollas que se corrían en su boca y se la metían por el culo; incluso hubo alguna escena en que uno se la metía por el culo y otro en el coño Me puse como loca, con mi coño muy húmedo.
Tenía que probarlo, y el único con quien podía hacerlo era mi abuelo. Me fui a su habitación con una camisa larga con dos botones abrochados y nada más. Mi corazón se salía de excitación. Allí estaba mi abuelo que me miró extrañado. Lo incorporé en la cama, cogí su mano inerte y un poco fría y la llevé a mis tetas, la pasaba de una a otra, apretaba mis manos con la suya debajo contra mis pechos…..ahhhh….sus dedos gordos, largos y arrugados. Después le pasé mis tetas por su cara y los pezones por sus labios……ahhhhh….Miré su cara y sus ojos parecían querer taladrarme, pero me daba igual, estaba tan salida y lanzada que sólo quería disfrutar. Puse su mano sobre el muslo y mi coño chorreando encima de la mano y empecé a moverme despacio contra ella, a la vez que empezaba a tocar su polla…..a lo mejor también él disfrutaba. Seguí moviéndome sobre su mano, tocando su polla con una mano y mis tetas con la otra. Cada vez me movía más rápido hasta que me corrí, pero eso no me calmaba en absoluto; seguía con las imágenes de las películas en mi cabeza, estaba muy salida. Seguí tocando la polla y los huevos con las dos manos empecé a lamerla y me la metí en la boca. Y de pronto pasó algo inesperado: empezó a crecer, y crecer, y crecer en mi boca.
Nunca había pasado antes. Se puso gorda, y dura, algo más larga que en las películas. Seguí chupándola como había visto en el cine, lamiendo el capullo y chupándolo. Entonces mi abuelo empezó a hacer sonidos que salían de su garganta y me asusté porque tampoco antes los había hecho. Lo miré y tenía la cara roja, las venas del cuello muy hinchadas, los ojos muy abiertos y la mirada perdida. Al mirarlo, me miró “agghhhrrrr” “agghhhrrrr”, y después decía algo como….”uta” “uta”, mirándome, y no sabía si decía “gusta” o “puta”. Para no ver su cara, la tapé con un paño y seguí lamiéndole la polla y tocándo mi coño con los dedos. Tenía que intentarlo. Agarré su polla y la empecé a pasar su gordo capullo por los labios de mi coño, mientras cogía otra vez su mano fría y la pasaba por mis tetas. Me dolían los pezones de duros y excitados, y su mano me volvía loca.
Empecé a meter el capullo dentro de mi coño; muy muy despacio, porque…..era virgen, y como me dolía lo dejé, seguí frotando la polla hasta que me corrí, y después mi abuelo, también se corrió; salieron unos goterones muy espesos y entre blanco y amarillos.
Cuando quité el pañuelo a mi abuelo, no me miraba. Analizándolo todo, mi abuelo era poco menos que un ser inerte, y al fin y al cabo, con esto no hacíamos daño a nadie y disfrutábamos ambos; pero esa noche me sentía mal por lo que había hecho con él, y aunque me dije que no lo volvería a hacer, al día siguiente, al venir del insti, lo primero fue desnudarme y entrar a ver a mi abuelo, porque durante el día me había puesto muy salida pensando en lo ocurrido y en las películas. Todos los días tenía una sesión con mi abuelo. Él se corría y yo también, y ya no me importaba lo que pensara o lo poco que podía decir. Era mi objeto de placer. Lo limpiaba y lo sentaba en un butacón con una mantita a cuadros rojos y me sentaba encima y le pasaba las tetas por la cara, o le chupaba la polla hasta que se corría en mi boca y después lo escupía, o frotaba mi coño húmedo por su cuerpo inerte, por sus piernas, sus manos; incluso, tumbado en la cama ponía mi coño en su cara hasta correrme. Así transcurrían los días hasta que todo esto cambió.
Cuando le devolví el reproductor de vídeo a la compañera, ésta me preguntó que qué había visto. Entonces le conté que tenía cintas pornográficas, y se puso como loca, se lo contó a las compañeras y por la tarde estábamos viéndolas en mi casa. Mi abuelo puso gesto extraño, porque nunca viene nadie a casa. Vinieron dos compañeras, y una decía “guau!!! Se la meten por el culo; dicen que es genial”. Entonces les dije que había probado con mi abuelo, que casi no se movía, que no podía decir nada y que se le ponía dura. Me miraron y dijeron, “joder, y nosotras que creíamos que eras una sosa…”. Les faltó tiempo para ir a la habitación de mi abuelo y empezar a quitarse la ropa. Estaban como locas y mi abuelo con unos ojos como platos. Yo no sabía si aquello le gustaba o lo pasaba realmente mal. Empezaron a tocarle la polla, que no tardó en ponerse dura….”qué grande es”, y se la chupaban las dos, le pasaban las tetas por la cara, por las manos, por los hombros. Entonces me dijeron que lo follara yo primero. Les dije que nunca lo había hecho, y ellas me ayudaron. Escupieron toda la polla hasta dejarla muy lubricada. Me puse encima y una compañera agarraba la polla dura. Primero me metió un dedo y después dejó paso a la polla. Me la iba metiendo muy despacio hasta que sentí un poco de dolor, y entonces entró despacito. La compañera que lo dirigía todo, me agarraba ahora las nalgas y la polla entraba y salía muy muy despacio. Vi que había un poco de sangre y me asusté y me salí, pero mis compañeras no le dieron mayor importancia. Limpiamos al abuelo y se lo follaron las dos. La primera, se la clavó despacio, pero empezó a cabalgar rápido hasta que se corrió.
Después lo folló la compañera del reproductor de cinta de vídeo, mientras la otra le cogió la mano y se la pasaba por el coño. Cuando esta segunda se corrió, la primera dijo que quería metérsela por el culo. Mi abuelo no se había corrido y decía “uuta”…”ahhhhfggg”…”uuuuta”. Yo estaba un poco asustada, al margen, pero todo aquello me excitaba. Escupió el capullo, escupió los dedos y lubricó su ojete y empezó a metérsela. Le costaba hasta que entró el capullo, y dio un grito y siguió clavándosela toda hasta los huevos y a tocarse las tetas o a amasar el pecho y barriga de mi abuelo. Estuvo así…adentro….afuera….adentro….afuera de su apretado culito hasta que mi abuelo se corrió y ahí acabó la sesión. Por la noche, más relajada, pero salida, después de darle de cenar y cenar yo, volví a follar con él, pero esta vez, le puse el coño en la boca hasta que estuve bien húmedo, lo pasé por la cara, hombros, brazos, manos….cogí sus dedos (uno) y lo metí en mi coño, después dos…y al final tres…..me corrí con sus dedos fríos gordos y arrugados en mi coño.
Chupé su polla hasta que estuviese a tope, pasé el capullo por la entrada de mi coño, abriendo los labios….y empecé me tragué el capullo. Empecé a bajar despacio, y como no me dolía, me metí toda la polla hasta los huevos. Ahora empecé un mete-saca lento, hasta que su capullo quedaba a la entrada de mi coño….y otra vez abajo. Me di la vuelta hacia los pies y me tocaba las tetas mientras seguía entrando y saliendo despacio….mi cuerpo empezó a temblar con la polla dentro por completo…..vibraba hasta que nos corrimos los dos…..ahhhhh. Era genial. A partir de ese día por las noches, yo me lo follo. La verdad es que creo que su salud ha mejorado; incluso mi padre, en la última visita lo comentó” …
Espero les haya gustado mi relato, que tengas buen inicio de año, me pueden escribir y dejar sus comentarios a camilanenavillareal@hotmail.com, solo personas sin malas ondas, no busco sexo, ni doy cam, apstenganse de pedirlo, cuídense muchio, besos de su amiga camila “la nena”, chao