Luego mi made quedo embarazada de mi hermano, ¿Quién es el padre mi papá o el viudo?... la duda queda le contó Marina.
Sus jadeos eran intensos, con mis manos le acariciaba sus enormes senos, le lamí cada centímetro de su cuello; así estuvimos por varios minutos hasta que esta mujer apretó sus manos a mi espalda y sus piernas a mi cintura, luego dio varios gritos prolongados y fuertes, hasta que poco a poco.....
Relato
Hace un mes que Soraya vive conmigo en el departamento mientras estudia, en las noches me cuenta sus travesuras y sus conquistas en el colegio mientras me consuela en la cama los domingos son sagrados nuestros encuentros en aparearnos, tuve que instalarle un dispositivo para que no quedara embarazada y ella es feliz entregándome su joven cuerpo a mis desatinos carnales.
Un domingo me cuenta que se hizo amiga de Marina una chica de su curso de 16 años, me dice que esta es osada para los chicos, es caliente me dice... es osada y no les teme, me cuenta que ella a los 14 años arrasó con su doncellez con un vecino que ella deseaba y este era casado, pero igual la llevó a un motel y ahí se acabó la niña y apareció la nueva y caliente Marina, desde entonces a tenido dos novios y a ambos le ha dado sus seducciones amorosas. Ahora está libre y anda mirando a los chicos. Yo le digo que es caliente y ella me dice que es igual que su madre que tiene 36 años, y a tenido cuatro hijos, te aseguro que yo y mi tercer hermanos somos de papá los otros dos dudo..., como es eso le pregunte y ella me narro como su madre cuando trabajaba haciendo aseo de una casa y la tenía que llevar a ella por ser chica de cuatro años, esta se acostaba con el dueño de casa viudo, sacándole dinero, y varias veces ella los vio en una cama regocijándose con los placeres carnales que su madre le daba al viudo de unos 50 años
Se apareaban en la cama del viudo y la madre con los ojos cerrados le decía en voz baja: Heey, espera ¿Qué haces?...
Mientras el hombre sacaba desabrochándole su vestido lentamente se lo iba jalando, se los bajó junto con sus pantaletas, Elvira como se llamaba la madre continuaba con sus parpados cerrados y diciéndome quedamente: Ya detente, no podemos seguir con esto, está mi hija, pero igual no se oponía. Sin embargo, a pesar de sus palabras ella permanecía inmóvil recostada boca arriba sobre la cama, le sacaba por completo su vestimenta y sus calzoncitos, quedó con sus piernas bien juntas, delicadamente se las separaba el viudo un poco; debo decir que Elvira para haber tenido hijos lucia muy bien, no había en su cuerpo estrías ni marcas, su vientre era lindo y plano, había pocos vellos en su sexo, no porque se depilara sino porque se veía que naturalmente así era, sus vellitos delgados y rizados tenían una tonalidad dorada, su linda vagina de color rosado se notaba intacta, no parecía que de por ahí yo hubiera salido... Se metía entre sus piernas y le introducía un tremendo pene que tenía en su vagina haciendo gritar a su madre de dolor y luego esta solo murmuraba gemidos de pasión mientras se entregaba al coito con el macho.
Cuando ambas salían de la casa el viudo. Pagaba este los servicios de aseo del departamento y los placeres dado por mi madre con bastante dinero.
Luego mi made quedo embarazada de mi hermano, ¿Quién es el padre mi papá o el viudo?... la duda queda le contó Marina.
Años después tuvo a su otro hermano, ese si de su papá, sin duda. Pero la mamá era ardiente igual que Marina, pronto se enrolló con un dueño del almacén a quien ella sacaba cosas y luego pagaba cuando tenía dinero, pero una vez no tuvo y este exigió el pago, la mamá no se opuso y lo acompañó mientras cerraba el almacén a mediodía y su padre trabajaba dejándome a mi comiendo unos caramelos mientras ellos iban a un cuarto interior..., yo soy curiosa dice que le dijo Marina y los siguió hasta el cuarto calladamente y vio cuando a su madre le subieron sus faldas bajaron sus calzones y la pusieron en cuatro patitas, Elvira sin replica alguna de forma lenta se acomodó y se apoyo en una cama quedando empinadita, con sus rodillas puestas sobre el colchón, sus manos las estiró agarrando un cojín y apretando sus puños en el en espera de que el pene la penetrara, el almacenero la agarró de sus grandes nalgas, le acomodé su miembro en la entrada de su vagina y de golpe se lo metió, ella pegó un grito diciéndome: Huy papi, despacito por favor, me lastimas..., y luego solo se escuchaban quejidos de ambos contrincantes a veces de placer otras de pasión, su madre gozaba con sus ojos cerrados de las duras arremetidas que le daban por su matriz gimiendo y satisfaciéndose y reclamaba me da vergüenza todo esto, ..., no le decía el hombre no debe darte vergüenza así tendrás las comidas asegurada para ti y tus hijos siempre que pagues así... como hoy..., luego solo gemidos y ayees de pasión en la entrega de ambos apareándose y deleitándose con el placer de la copula. Terminada esta ambos vuelven al almacén donde yo me hice la desentendida dice Marina... No se cuantas veces pago mi madre, solo se que pronto estuvo embarazada de mi hermana menor que hoy tiene casi cuatro años.
Mi ahijada Soraya trae a su amiga una vez al departamento y esta queda con la boca abierta a ver la cantidad de títulos que tenía en mi pared colgados, oye le dice su amiga es medico y tiene mira uno...dos cinco títulos, no le dice mi ahijada el titulo es el de medico cirujano los otros son títulos de especialidades pasa estudiando y trabajando para ser buen medico..., ¿Cuántos años tiene?, pregunta curiosa Marina..., 30 años le dice mi Soraya..., en eso llego a mi piso y entro encontrándome a las dos conversando tiradas en la alfombra sin recato alguno, mostrando mas de lo que se debe mostrar de sus cuerpos... las faldas estaban recogidas y los calzones al aire..., pude observar el buen trasero que tenía la amiga Marina y eso me incentivo a quedarme conversando con ellas.
Media hora después éramos grandes amigos travesuras van y vienen, Marina se interesaba en mi título y me decía si la examinaba..., le dije que bueno, pero debía desnudarse entera para diagnosticarla, no se demoro ni un minuto y estaba desnuda hasta sin calzones..., me mostraba una vagina delicada rosada y apretada, sintiendo en mi pene las vibraciones de los deseos de poseerla..., la recosté en la alfombra y comencé a examinarla, incliné mi cabeza y fui apretando sus carnes, ella solo respiraba..., al llegar a sus rodillas las bese y luego sus muslos, nada dice solo respira entre cortada sorprendida, luego su entrepierna, hasta que llegué a su vagina, ahí le lamí de forma ardiente: Ella me decía con voz entre cortada: No..., no..., no, no, me da vergüenza todo esto, esta Soraya, esta se levanta y dice por mi no se preocupen voy a ver televisión a la pieza, ahí permaneció permitiendo que yo siguiera adelante con su amiga, casi de inmediato en que comencé a lamerle su vagina Marina empezó a gemir; le recorrí su cuevita con mi lengua de arriba hacia abajo en varias ocasiones; localicé su clítoris y comencé a chupárselo, al mismo tiempo que uno de mis dedos lo metía y sacaba en su orificio vaginal, Marina cada vez fue gimiendo más fuerte, me tomó de mi cabeza y empezó a mover su cintura levantando y dejando caer ligeramente sus nalgas sobre la alfombra, sus puños los fue apretando en mi cabello, al mismo tiempo que me decía: Huy, ah, se siente bien, ay , ha. Así estuvimos un rato, su cabeza la movía de un lado a otro hasta que comenzaron a aparecer unos espasmos en su estomago y vientre al mismo tiempo que gritando me decía: Ya papi, ya, ya, ya. La hice explotar por completo y luego separé mi boca de su conchita. Hincado en medio de sus piernas, hice que se abriera de piernas acomodándome sobre ella, la besé en la boca, ella respondió de forma apasionada, se notaba excitada; separé mis labios de los suyos, estaba completamente desnuda, sólo con sus calcetas puestas, para ese momento ella ya no me reclamó nada, yo también me despojé de toda mi ropa, la recosté otra vez boca arriba y me subí sobre ella, le besé su cuello ardientemente, luego sus senos, dándome un banquete con esas enormes tetas, sus pezones eran hermosos, extendidos y de un color rosa tenue, sus puntas estaban erectas y duras, succioné un pezón y el otro en varias ocasiones, ella gemía dulcemente y de forma suave me acariciaba mi espalda; ubiqué mi pene en su entrada vagina y esta estaba tan húmeda que rápidamente se metió en ella hasta el fondo. En esa posición estuvimos varios minutos, podía escuchar el sonido que hacían sus labios vaginales al estarme mamando mi pene que entraba y salía desesperadamente copulándola, Marina solo se quejaba y gemía arrebatada por los placeres del coito y acariciaba mi cabeza diciéndome papito que rico eres, lo tienes grueso y me duele..., ay dame tu leche aquí te doy la mía... ah... ah... oh, tuya..., AH.
Seguí embutiéndole mi pene unos minutos mas mientras ella solo se quejaba y me sobaba mi espalda, meneando de gran forma sus caderas, de pronto se aquieta y me clava las uñas en mi espalda al tiempo que me dice, papacito otro ..., soy tuya nuevamente... ah...oh, y descargo mis semen en sus entrañas. Me dice volveré otro día eres divino, mañana le digo, no..., me dice, eres muy peligroso otro día. Pasa una semana y aparece por la tarde anocheciendo me dice que su madre esta enferma, si se la puedo ver por que dinero no tienen..., llama a la consulta de la clínica y me dan hora para mañana a las 9:30 horas
Llega su madre acompañada de ella y en verdad la madura mujer era una bonita figura de mujer, eso si de cara no muy favorecida. Le digo que se desnude para examinarla mientras afuera esperaba su hija. Esperaba que se quedara con su ropa interior, pero nada todo se había sacado mostrando su benevolente cuerpo y una agraciada vagina muy bien mantenida..., la miro y ella nota mi mirada a su vagina te gusta como me la depilo me dice, si le contesto, pero ahora eres mi paciente otro día la admiraremos.
Comienzo a examinarla y le pido un scanner a su vientre, me dice papito no tengo dinero..., no te preocupes le digo después me lo pagas hoy pago yo... Va al scanner y los resultados debe esperarlos hasta una hora en que me los traen, la hago pasar nuevamente y le digo operación a la vesícula o te mueres, elige..., me mira sorprendida y asustada tan grave es .., si le digo te operaré mañana a medio día... y..., como pago me dice no tengo dinero, desnúdate le digo y ella nuevamente se desnuda hasta mostrarme su delicado cuerpo..., oye te vuelve a mostrarte desnuda y yo estoy que ardo..., ella Maria de los Ángeles me mira y me dice, no tengo dinero, pero puedo pagarte de esta manera y me abraza colocándome al alcance de mis manos su exquisita y bien mantenida vagina... Aquí no le digo si deseas pagarme vamos a mi departamento en media hora
A la media hora siguiente estábamos en mi departamento Me metí en medio de sus piernas, incliné mi cabeza y fui besándole sus rodillas y sus muslos, luego su entrepierna, hasta que llegué a su vagina, ahí le lamí de forma ardiente.
La hice explotar por completo y luego separé de su cuerpo. Hincado en medio de sus piernas, hice que se enderezara quedando sentada en la cama, la besé en la boca, ella respondió de forma apasionada, se notaba excitada; separé mis labios de los suyos, le quité su blusa y su playera, le desabroché su sostén y se lo quité también, quedó completamente desnuda, me hinqué entre sus piernas, puse mi miembro en su concha y poco a poco se lo fui hundiendo, ella no replicó, cuando todo lo tenía adentro, comencé el mete y saca, con mis manos detenía sus piernas a mis lados.
Así le estuve dando un buen rato, ella gemía un tanto raro, era como si estuviera llorando; ahí penetrándola poco a poco fui aumentando la velocidad con la que la penetraba, podía ver como la totalidad de mi pene entraba y salía de su linda y mojada vagina, le solté sus piernas y me dejé caer sobre su cuerpo, Mª de los Ángeles con sus manos me acariciaba mi espalda, elevó sus piernitas y con ellas me abrazó mi cintura, yo le besaba su cuello, el mete y saca de mi pene era a una rápida velocidad, ella fue gimiendo más y más fuerte al mismo tiempo que me decía: Ay , papi, papi, me haces sentir. Sus jadeos eran intensos, con mis manos le acariciaba sus enormes senos, le lamí cada centímetro de su cuello; así estuvimos por varios minutos hasta que esta mujer apretó sus manos a mi espalda y sus piernas a mi cintura, luego dio varios gritos prolongados y fuertes, hasta que poco a poco fue aflojando su cuerpo, quedándose callada y quieta.
Ella me dice te presentaré una amiga Rosaura que esta mas necesitada que yo para que te entretengas mañana cuando me operes la llamaré y te la presentaré, no la ruegues llévatela y aparéate que hace mas de dos meses que su marido está enfermo y no la ha saciado está que revienta.