Mi amante es mamá de un excompañero

Trabajando en transportar menestras desde la feria al por mayor de verduras y frutas, desde esta hasta el negocio de mi padre, aprovechaba de levar a otros clientes sus productos y ganarme unos dineritos aparte para la bencina y repuestos…, estando en estos menesteres un día en la feria me encuentro con la madre de unos de mis ex compañeros del instituto, eran una familia de buen vivir y ella compraba ahora para un festejo que tenían en la iglesia, como ayuda a la celebración de un almuerzo para los necesitados de esta…, como llevaba demasiados sacos y cajones me solicita si se los puedo llevar y que me pagara ella, pero que le hiciera precio.
Llevo estas verduras, pero como no sabía la dirección de la iglesia ella se sube en la camioneta a mi lado… llegamos a esta y descargamos los sacos y cajones de verdura, luego ella me dice si la puedo llevar a su casa tres calles mas allá, acepto y me dice al llegar si deseo pasar a servirme un café ya que hacia mucho frío y en mi casa me dice no hay nadie. Acepto, ingresamos a casa y ella coloca un hervidor mientras me dice, iré a cambiarme ropa mas cómodas que estas no me dan movimientos, va al dormitorio y de ahí me dice, sírvete un café mientras me saco esta ropa…, no te escucho le digo acercándome al dormitorio que con la puerta abierta me muestra su estupendo cuerpo, solo cubierta con sus medías y mini tanga, para arriba sus senos se mostraban desnudos y erguidos, mi pene pego un brinco al verla y se elevo excitado. Oye no mires, me dice, que estoy casi desnuda, tarde le digo tienes un despampanante cuerpo a pesar de haber parido dos chicos, digo…, no son tan chicos tienen casi veinte años dice, y me sonríe diciéndome, en verdad ¿crees que mi cuerpo es fenomenal?, te lo digo por que mi marido ni me lo mira, claro que a él le gustan mujeres jóvenes, en la tienda tiene a dos que creo que las a poseído a ambas como amante…, y yo aquí, llevo una vida de viuda a pesar de estar casada con marido.
Como es eso, digo que no la mire y que no la mantenga saciada por las noches, eso es criminal.., y a una mujer como usted Gilda con ese maravilloso cuerpo, yo la tendría saciada todas las noches y a veces en el día también, por que merece su cuerpo un apareamiento diario por lo estable y sus carnes bien modeladas… como se pierde una hembra tan exquisita le digo al oído por que ya estaba a su lado. Gilda siente que…, se pone detrás de mí, note como sus manos se posaron en mi cintura con suavidad y como acercaba su cuerpo hasta pegarlo junto al mío, estaba apretada contra su cuerpo, no hice nada por apartarlo de mi porque ese tipo de juego y situación morbosa es la que estaba buscando, sentía como tenia apoyada su barbilla sobre mi hombro notando su respiración en mi nuca, sus manos subieron por mi cintura hasta agarrarme mis pechos sus brazos me cogían apretándome mis pezones, solo gemía y decía cuidado que tengo marido…, si le digo, pero no la protege ni la cubre saciándole de sus excitadas pasiones…, mientras gemía y suspiraba ardiente por sentirse en brazos de un macho que la quería poseer… , no le incomoda que la recueste en su cama y que juegue con sus apretadas carnes… ese cuerpo por tanto tiempo ignorado por manos masculinas y ahora se sentía incitada y excitada por las caricias de mis dedos…
A los pocos minutos esta con su boca abierta buscando aire, alborotada por la pasión de sentirse penetrada y saciada por un macho…, no desperdicie la ocasión y sacándome mis ropas me acomode sobre ella, a lo misionero y abriéndole sus piernas ensarte fuertemente mi duro, erguido, gordo pene en su vagina la cual estaba tan mojada que mi pene resbala hasta el fondo de su matriz sacándole gritos de dolor al sentirse empotrada después de tanto tiempo…, soy casada reclamaba…, eres muy joven para mí…, trátame con cariño me duele…, despacio…, cálmate si seré tuya toda la tarde si deseas…, comenzaba a moverme oscilando y estremeciéndome al compás de sus penetraciones…, sus meneos escandalosos al sentir ocupada sus entrañas por este miembro masculino grueso y riguroso, satisfaciéndose de ella y a su vez satisfaciéndola a ella de sus pasiones acumulada desde meses, como sacudía y agitaba con fervor sus caderas ante las penetraciones del macho gemía, gritaba y el catre rechinaba ante los duros vaivenes de los amantes. Este macho empujo su pene hacia arriba hasta sentirlo palpitar dentro de mis entrañas, abandonada a los empujones del pene que se movía complaciente dentro de mi matriz y mirando a mi amo y señor de ese momento, me abracé con fuerza a su cuerpo moviendo mis nalgas como hacia tiempo que no las movía, empujó este pene contra mis entrañas y lo acompañé con movimientos de cintura hasta sentir llegar mi orgasmo, entre gritos y movimientos de cinturas recibía el semen que el macho inyectaba en mi profundo útero al tiempo que con desesperación entregaba mi orgasmo al pene que tan deliciosamente me mojaba con sus líquidos seminales mi matriz.
Me había entregado a otro macho, un juvenil macho que había estudiado junto a mi hijo en el instituto, tenía su misma edad, pero que delicia de macho me había dejado satisfecha y repleta de semen…, desde ahora ya sabía quien me aliviaría de mis antojos de pasión en mis entrañas cada vez que tuviera necesidad de un macho… este juvenil semental me satisfacería.
Cada dos semanas me encontraba con este semental y nos revolcábamos en mi cama hasta satisfacernos mutuamente de nuestras ansias. Sentía ese duro mástil que tenía entrando en mis carnes vaginales abriéndome y desgarrándome mis entrañas, mientras apretaba y enterraba mis uñas en las sabanas de esta cama hasta sentirme totalmente satisfecha y acosada por el macho recibiendo sus chorros de semen en mi útero y entregaba mis orgasmos a este semental.
Hoy un año después de aparearnos por primera vez, aún lo tengo desesperado penetrándome en mis entrañas; temo que cualquier día puada fecundarme aunque me cuido, pero nunca se sabe…