Mi amigo Memo.

Buscando trabajo voy a una ciudad del sur donde tengo un amigo el cual me dice que en empresa pesquera hay vacante para un Técnico Superior Eléctrico, llego a esta caleta de no mas de diez casas y como llueve, si estoy mojado hasta los calzoncillos.

Al rato llega Memo mi amigo y me dice iremos a casa a cambiarte ropa por que estas mas mojado que un pez y mas tarde te vendré a buscar para ir al bar a conversar con mi jefe, el te guiara en los trámites de ingreso en esta empresa.

Llegamos a su casa, en el viaje le había preguntado como había podido sobrevivir su señora en esas húmedas soledades, bueno me dice ella sabe que aquí gano dinero y a veces queda sola semanas enteras cuando estoy embarcado, al igual que las otras esposas son tres mujeres casadas que se juntan para distraerse mientras estamos por las mares.

Entramos me presenta a su mujer una morenaza de unos treinta años, mi amigo tiene 29 años y no tienen aún hijos. En verdad miro a su esposa y pienso que esa mujer se esta perdiendo en estas soledades, cuando en una ciudad haría gemir a los hombres con sus paseos mostrándose lo jactancioso de su cuerpo.

En verdad es una hembra que llama la atención y pienso como se pierden las fabulosas hembras en estos territorios. Parece que lee mi mente y me comenta que son tres mujeres las desamparadas en estos terrenos y que se alegra que llegue alguien de afuera para entretenerlas en una conversación.

Memo tiene que volver al trabajo y le ruega a su mujer que me atienda cambiándome de ropa y que me ayude en cualquier carencia y que me satisfaga en todas mis necesidades no importando cuales sean estas, le dice volveré en unas dos horas mas.

Voy a cambiarme ropas, ella me muestra mi pieza y va en busca de una toalla, cuando vuelve estoy sin pantalones y abrigándome con una frazada, voy al baño a cambiarme le digo, es muy chico me dice ella cámbiate aquí por eso te traje las toallas, y no se retira para que me desnude…,

Cuando estoy secándome, ella me dice te ayudo y me refriega con la toalla mi cuerpo, al secarme se entretiene bastante tiempo en mi sexo y trasero, mientras me acaricia con la toalla me dice aquí llegan pocos jóvenes como tú por estos lados, estas soledades los asusta. Seré la envidia de las otras dos mujeres con quien me junto al saber que te tengo para mi en casa, además mi marido me ordenó que te ayudara en cualquier necesidad sin importar cual fuera esta, si deseas algo me dice secándome mis partes intimas, pídemelo y serás satisfecho, me dice, mientras acaricia mi pene que al ser sobado comienza a despertar y se robustece, mas aun cuando esta mujer se inclina para recoger una tolla y se refriega contra él. Siento que esta mujer esta ardiendo de pasión y no ha sido calmada de sus ardores sensuales como corresponde… La abrazo, y ella cae en la cama con sus ropas recogidas mostrándome sus preciosas piernas, pronto sus ropas desaparecen y ambos desnudos nos refugiamos en esa cama.

Ella siente como mordisqueaba sus pezones y mi mano surcaba el sur de su cintura buscando una hendidura para colarse, le introduzco un dedo que despertó aún más su ansia de mí y lo moví dibujando círculos y empujando hacia arriba, su lengua fue buscando un lugar cálido donde camuflarse y llegó hasta su sexo, explorando toda la zona, esto hizo que su mente volará más allá de mí y antes de que llegará al orgasmo me puso protección y la penetré con ganas, con ímpetu, hundiendo mi pene profundamente en ella y haciendo que sus cuerdas vocales digieran palabras sin sentido, tras varias embestidas más llegamos al clímax juntos y la habitación quedó en silencio, solo nuestros alientos se escuchaban en aquella habitación.

Satisfecha y dichosa me cuenta que sus hombres, hablo por las tres mujeres que nos juntamos casi a diario a conversar y a aliviarse de sus tensiones, sobre todo las carnales que sus hombres por cansancio o por estrés no copulan con la continuidad que ella quisieran. Ema así se llama esta dama me cuenta que ella en sus casi diez meses que está en esta caleta no ha saciados sus ímpetus amorosos carnales mas de quince veces, es decir menos de dos veces en el mes…., Maruja lleva casi dos años en este sitio y no ha sido a veces apareada en este tiempo a veces hasta dos meses sin macho, comenta que no las ha contado, pero sin son mas de veinte son muchas y ella es aún joven con sus 35 años seis mas que los míos, me comenta. Que por que tiene una hija de cuatro años no se ha ido por que ella adora a su padre. Iris la otra esposa con la que se reúne es una mujer súper joven, esta tiene 27 años y esta desde hace dos años casada con Rubén, quien apenas la satisface unas dos veces por mes y no sabe compensar su ansias de penetración sensual debiendo ella recurrir casi semanalmente a su consolador que es su fiel amante casi a diario.

Menos mal que llegaste tú, mis amigas cuando sepan que he descargado mis pasiones sensuales vaginales contigo, te van a buscar con desesperación para consolarse ellas también. Debes ser fiel en mantener un silencio sagrado de mis placeres y creo que te voy a compartir con ellas, por lo que será un secreto grupal que tendrás que guardar… me pregunta mientras me acaricia nuevamente mi pene y besa mi pecho si deseo que me presente a sus amigas…, le digo que sí, ah me dice entonces hoy vas a estar muy ocupado llevándose mi pene erecto duro y creciendo cada vez mas a su vagina donde se lo introduce sin protector diciéndome, quiero sentir tu leche…, tu tibia leche mojarme mis entrañas vaginales y satisfacerme contigo hasta desmayarme de gozo y complacencia con mis entregas a ti mi nuevo amo y señor de mi cuerpo …, soy tuya úsame cuantas veces quieras…, te pertenezco. Se levanta va a lavarse y se viste sonriéndome al pasar a buscar su ropa.

Vuelve Memo y me dice que el almorzará y debe salir al pesquero que esta recibiendo los pescados recogidos por los lanchones al espinel y volverá tarde, pero antes de que se oscurezca a eso de las ocho de la noche y de ahí vamos al bar a ver al ingeniero jefe que es el esposo Iris un hombre de cuarenta años.


Que tarde apenas sale el marido Ema va en busca de sus amigas, no transcurre ni quince minutos cuando llega con Iris, esta me mira me sonríe y como estará de ansiosa que no espera la orden y abrazándome me lleva al dormitorio diciéndole, Ema dice que eres un robusto macho como el yo necesito, sáciame por favor o voy a enloquecer… seré tuya sin oposiciones. (Leer Mi amigo Memo y su caleta…)